Programas De Educación Para La Maternidad

Programa de educación para la maternidad

Muchas veces, cuando algo cuesta mucho trabajo y es muy doloroso, se dice que “es peor que un parto”. Y es que el parto, no nos engañemos, es un proceso que requiere de la mujer un gran esfuerzo y que se acompaña de molestias y dolores. Pero es muy importante tener en cuenta que la mujer puede contribuir en gran medida a tener un parto menos laborioso o doloroso.

Las mujeres que dan a luz de forma serena y sabiendo lo que pueden hacer para que todo vaya lo mejor posible, tienen un parto mucho más satisfactorio, menos doloroso, y con frecuencia más sencillo que las mujeres que no se preparan para ello y que tienen, en consecuencia, el miedo irracional que provoca un hecho que se desconoce por completo.

Y esto es lógico. En realidad, el parto no es más que la salida del niño a través del cuello del útero y de la vagina. Una mujer preparada, que es capaz de tranquilizarse y de relajarse en el parto, ayuda a salir mejor a su hijo. Por el contrario, el miedo puede hacer que una mujer se ponga tensa y haga más difícil y doloroso el paso del niño hacia el exterior.

La preparación al parto o educación maternal consiste en una serie de ejercicios que te enseñan a tener plena confianza en ti misma y en tu propia capacidad para controlar y favorecer el nacimiento de tu hijo. Además, podrás reducir la tensión y el dolor al mínimo, para que el parto sea una experiencia realmente gozosa y feliz.

Esta preparación incluye ejercicios de gimnasia, de respiración, de relajación y masajes, que puedes comenzar a practicar hacia el sexto mes de embarazo. Puedes hacerlo sola o acompañada por otras mujeres y hombres en vuestra misma situación y con la ayuda de un monitor o monitora. Es preferible que, si está en vuestra mano, elijáis esta segunda opción, porque así podéis compartir y resolver mejor todas las dudas o preocupaciones.

Es importante que los hombres participen en la preparación al parto, porque no hay que olvidar lo mucho que pueden hacer para que todo transcurra de la mejor forma posible. Al asistir a los cursos de preparación al parto, tú, futuro padre, conocerás cómo se desarrollan un embarazo y un parto normales. Así se podrá ayudar a la mujer en este delicado proceso dándole masajes para aliviarle el dolor de las contracciones, contando cuánto durán y cuánto tiempo transcurre entre una y otra, y un sinfín de cosas más que le harán sentirse copartícipe en este importante acontecimiento.

Historia

La educación maternal podría definirse como la combinación de experiencias de aprendizaje planificadas, destinadas a facilitar los cambios voluntarios de comportamiento saludables para la mujer durante el proceso de embarazo, parto y puerperio.

La preparación maternal puede ayudar tanto a la mujer como a su pareja a vivir este proceso como una experiencia gratificante y gozosa, posibilita trabajar aspectos como el deseo de la madre, el vínculo afectivo madre-hijo, padre-hijo, así como la información y prácticas adecuadas respecto al embarazo, parto y puerperio, además de los cuidados del recién nacido.

El curso de preparación a la maternidad no finaliza con el nacimiento, sino que debe continuarse con el puerperio, tanto con la atención posparto en el domicilio, como en las sesiones de apoyo y recuperación psico-física posteriores.

La educación maternal está contemplada en el Plan Andaluz de Salud en su objetivo 82. En las zonas básicas de salud en las que se han constituido los Equipos de Atención Primaria, el programa materno-infantil ha sido priorizado lo que ha permitido una mejor atención prenatal en el desarrollo de la educación maternal.

La educación maternal comienza desde el primer contacto que la embarazada tiene con los servicios sanitarios. Desde que se tiene conocimiento de la situación de embarazo, debe establecerse un cauce de comunicación y confianza entre el equipo profesional encargado de su seguimiento y la madre.

El seguimiento del embarazo estructurado en sucesivos controles, dentro de la atención primaria, que hace posible el desarrollo continuado de una labor educativa que contribuya a mejorar la vivencia natural y positiva del embarazo.

El hecho de que los controles estén espaciados en el tiempo nos permite adecuar los contenidos a las necesidades de la embarazada en el mes de gestación oportuno. Así, contenidos por ejemplo de nutrición, cuidados generales, actitud psíquica, etc…, podrán aportarse desde el primer trimestre.

En ese sentido, serán las primeras 4 visitas de control (1º y 2º trimestre) las que requerirán un mayor esfuerzo en educación maternal, continuando dicho proceso en las sesiones grupales del 7º mes en adelante.

Los contenidos de la educación maternal en el seguimiento del embarazo realizados a través de la entrevista directa y personal, serán asumidos por la matrona de atención primaria que corresponda, según distintas realidades donde se ponga en marcha el subprograma y coincidiendo con los controles de embarazo prefijados.

A lo largo de 35 años se han obtenido recursos para educar a las madres en el proceso de la maternidad. Hasta 1984, la preparación al parto tenía una cobertura mínima de un 5-10 % de las gestantes de zonas urbanas a nivel hospitalario. Aparece un Real Decreto, el mismo año, 134/1984 donde se produce la reordenación general del sistema sanitario sobre estructuras básicas de salud, donde la matrona aparece como figura de primer nivel para el desarrollo de mujeres en edad fértil (Instituto Nacional de Salud 10/1984 (8-11)).

Nos encontramos con una circular 5/91 (25-2) donde se regula la ordenación de actividades en el área de Atención Primaria. Se plasma el derecho que tiene la mujer gestante y su familia a una participación activa, positiva y consciente en el proceso de embarazo, parto y puerperio.

Por último, se ofrecen actividades de preparación al parto a más de 500 centros y se obtiene una cobertura de más del 50 %.

Hoy, la preparación al parto ofrece multitud de actividades más dinámicas, la incorporación de familiares, información sobre los nuevos tiempos, sobre la epidural y los partos de baja intervención, tan demandados por la mujer. Además se intenta trabajar para conseguir los siguientes objetivos:

  1. Facilitar el proceso de inicio de actividades de preparación para el parto en el mayor número de centros de salud.
  2. Utilizar contenidos teóricos-prácticos adecuados a los nuevos tiempos.
  3. Contribuir a la consecución del mayor grado posible de consenso en cuanto a técnicas y metodología de este servicio.
  4. Ofrecer un método de trabajo que facilite la adquisición de conocimientos y la participación activa.
  5. Establecer una coordinación con los profesionales del hospital materno-infantil de referencia del sector sanitario, en relación al parto y el puerperio.
  6. Favorecer la investigación.
  7. Contribuir a la formación de alumnos de la especialidad de Enfermería Obstétrico ginecológica (Matrona).

Objetivos

A. Objetivo general

Facilitar que la mujer y su pareja vivan la maternidad del modo más satisfactorio, es decir, como el inicio de una nueva etapa de relación y de crecimiento personal.

B. Objetivos específicos

  1. Favorecer la adquisición de conocimientos saludables, permanentes, transmisibles a la familia.
  2. Proporcionar a la mujer y su pareja los instrumentos que les permitan actuar responsablemente durante el embarazo, parto y puerperio.
  3. Lograr un parto con bienestar para la madre y el hijo.
  4. Alcanzar una buena elasticidad de los músculos específicos afectados en el proceso de la gestación y parto.

Contenido teórico y práctico

A. Contenido del curso

El contenido básico de la educación maternal es el entrenamiento en técnicas de relajación, respiración y ejercicio, facilitar la expresión de dudas y temores, favorecer la asistencia de parejas a las sesiones, informar sobre los derechos de los padres y del recién nacido (Decreto 101/ 95), reforzar el protagonismo de la pareja en todo momento, visitar el área de hospitalización, informar sobre el proceso del parto, puerperio y cuidados del recién nacido y fomentar la lactancia materna.

El curso de educación para la maternidad persigue que la mujer mantenga una buena salud física, sumada a una adecuada madurez y estabilidad psicológica, nos interesa mucho que el parto sea lo más soportable posible, pero nos interesa mucho más que el curso le ayude a vivir su maternidad conscientemente.

La educación maternal debe estar basada en una captación precoz de la gestación en la semana doce, estableciendo el cronograma de las sesiones (Fig. 80).

El curso de educación maternal está basado en sesiones teórico-prácticas, de dos horas de duración:

  • Exposiciones teóricas
  • Grupos de discusión
  • Ejercicios físicos anteparto y posparto
  • Técnicas dinámicas de relajación
  • Demostraciones prácticas

Los contenidos del curso se deben adecuar al desarrollo cronológico de la gestación. La distribución general es de 18 sesiones distribuidas semanalmente, aunque luego por necesidades prácticas de tiempo se suelen producir modificaciones adaptadas al tiempo y al espacio, tanto de las gestantes como de los sanitarios.

Las 18 sesiones se dividirán de la siguiente manera a nivel general:

  • 5 sesiones desde la semana 14 a la 18 de gestación
  • 11 sesiones de la semana 28 al término de la gestación
  • 2 sesiones a partir de la cuarta semana después del parto

A lo largo de las sesiones, se incentivará la asistencia del padre y se realizará una visita concertada con las gestantes al hospital de referencia para conocer el entorno al que van a asistir.

A continuación se detallan de forma concreta, según la semana de gestación, los contenidos de las clases de educación maternal:

14 semanas de gestación

Los contenidos se basan en preparar a la mujer para afrontar los problemas esperados de adaptación psicosocial a la gestación.

Las actividades serían las siguientes:

  • Explicar el proceso psicológico, social y cultural de la maternidad.
  • Dar a entender el proceso de adaptación psicológica a la maternidad.
  • Describir los cambios emocionales y psicológicos que ocurren comúnmente en la mujer y su pareja durante este período.
  • Expresar la importancia de la relación con su hijo a lo largo del embarazo.
  • Discutir la idea que tiene el grupo acerca de la maternidad.
15 semanas de gestación

Fomentar que la mujer y su pareja asuman la responsabilidad en el cuidado de su salud.

Actividades:

  • Informar sobre hábitos y actitudes individuales y colectivas que influyen en el cuidado de la salud.
  • Elaborar un listado de actividades cotidianas y discutir en grupo para identificar las conductas que son o no saludables.
  • Asesorar a la pareja para que puedan transmitir conocimientos en materia de salud a su familia.
  • Reforzar y enseñar cuidados y autocuidados de la mujer embarazada
Alimentación en la embarazada

Hasta hace poco apenas se ha prestado atención a la alimentación de la mujer embarazada, basándose en la creencia de que “debía comer por dos”.

La planificación de la alimentación está en relación con el estado nutricional de la madre. Un peso óptimo antes de la concepción es lo deseable, ya que durante la gestación no es aconsejable una restricción energética.

Durante la gestación la mujer sintetiza muchos tejidos nuevos, con un aumento progresivo de peso, siendo escaso en el primer trimestre, rápido durante el segundo y se enlentece en el tercero. Lo normal sería ganar aproximadamente 4 Kg. de peso al terminar las primeras veinte semanas y después, aumentar 500 grs. por semana hasta su finalización.

La ganancia de peso al final del embarazo debe ser como máximo entre 12- 14 Kg., lo ideal sería 1 Kg. por mes de embarazo, entre 7 y 9 Kg. Se consideraría patológico adquirir menos de 5 Kg. y más de 15 Kg. de peso.

Esto se traduce en que durante el embarazo la mujer debe llevar una alimentación racional y equilibrada para prevenir accidentes, como los abortos espontáneos y repetidos en una misma mujer, los partos prematuros y las repercusiones en el desarrollo del recién nacido (falta de peso, talla reducida, menor resistencia a las infecciones…).

En la gestación existe un estado anabólico, predominan los procesos de síntesis, con lo que aumentan las necesidades de energía, proteínas, algunos minerales como calcio y hierro y algunas vitaminas.

Necesidades de nutrientes:

  • Energía: el aumento de las calorías debe hacerse sobre todo a expensas de proteínas, evitando aumentar los carbohidratos y lípidos, debiendo tomarlos en porcentajes parecidos a los de una alimentación normal.

  • Proteínas: la formación de nuevos tejidos requiere un suplemento proteico durante toda la gestación. Se aconseja aumentar a 60 g. la cantidad de proteínas en la dieta.

  • Necesidades de hierro: el feto a término y la placenta acumulan 250-300 mg. Para asegurar que las gestantes absorben una cantidad suficiente de hierro, la ingesta debe ser de 30 mg/día, 15 mg/día más que en las mujeres no embarazadas.

  • Calcio y fósforo: son necesarios para la mineralización de los huesos y dientes, y tanto el calcio como el fósforo están elevados para la producción de la secreción láctica. El aporte ideal sería de 1000-1200 mg/día. La recomendación de fósforo es la misma que la del calcio, éste se encuentra en una variedad amplia de alimentos, por lo que rara vez hay deficiencia.

  • Sodio y yodo: la restricción de sodio no es aconsejable a no ser que se trate de una gestante obesa o haya una enfermedad asociada. Un edema moderado es una consecuencia normal en el embarazo. El aumento en la retención de líquidos es normal en el embarazo, incrementa la demanda de sodio, debido a la expansión del volumen de líquido extracelular en la madre, los requerimientos del feto y el nivel de sodio en el líquido amniótico.

    Una dieta normal suele cubrir las necesidades de sodio durante el embarazo, el consumo diario no debe ser inferior a 2 o 3 g.

    La deficiencia de yodo produce bocio materno y los casos de carencia severa dan lugar a cretinismo en los hijos, cuya principal manifestación es el retraso mental grave.

  • Vitaminas: con excepción del ácido fólico, no hay justificación alguna para administrar de forma rutinaria suplementos vitamínicos en la gestante que recibe una alimentación adecuada. Las vitaminas A y D a dosis altas son teratógenas.

Con respecto a la quimioprofilaxis con ácido fólico:

  • Todas las mujeres con deseo de gestación: 0’4 mg/día periconcepcional (desde al menos un mes antes de la concepción y hasta las 12 semanas de la gestación).
  • Mujeres con deseo de gestación y antecedente de un embarazo previo afectado por un defecto del tubo neural: 4 mg/día (desde uno a tres meses antes de la concepción y hasta las 12 semanas de gestación). Es muy difícil alcanzar solamente mediante la dieta los valores recomendados durante el embarazo de ácido fólico.

Además debemos tener en cuenta que hay mujeres con problemas añadidos que causan aún más déficit de ácido fólico durante el embarazo.

Causas de déficit de ácido fólico en la gestación:

  • Bajo estado socio-económico

  • Dieta pobre

  • Alcoholismo

  • Multiparidad

  • Déficit de folatos en embarazos previos

  • Resección de intestino delgado proximal

  • Síndrome de malabsorción

    El déficit de folatos en la madre se asocia con bajo peso al nacer, desprendimiento prematuro de placenta y defectos del tubo neural.

  • Agua: la necesidad hídrica de la mujer gestante es normal, es decir, unos 2-2,5 l/día, que corresponden a las pérdidas fisiológicas por la orina, las heces, el vapor de la respiración y las pérdidas cutáneas insensibles.

  • Fibras: es importante la ingesta de fibras para mejorar el tránsito intestinal y favorecer la evacuación intestinal. Como son las pectinas, pulpa de la fruta, verduras y en pieles finas, hemicelulosa en legumbres y verduras, y celulosas en los cereales completos o integrales.

Las recomendaciones a la gestante serían:

  • Se deben consumir lácteos entre ¾ y un litro de leche diaria o derivados.
  • Realizar 5 o 6 comidas al día evitando los períodos prolongados de ayuno perjudiciales para el feto.
  • Carnes. Comer carnes magras sin piel, pescado de todo tipo y huevos 2 o 3 veces en semana.
  • Entre las harinas, mejor comer pan integral todos los días, incluir arroz, pastas y legumbres.
  • Evitar al máximo los azúcares, dulces, caramelos, miel…
  • Consumir diariamente frutas y verduras.
  • Evitar el consumo de carnes crudas como jamón serrano, chorizos… para no contraer la toxoplasmosis.
  • Evitar el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas.
Necesidades Nutricionales durante la lactancia

Las demandas nutricionales durante la lactancia son considerablemente mayores que las del embarazo, ya que durante los primeros cuatro a seis meses después del parto el lactante duplica el peso.

La leche secretada en cuatro meses representa una cantidad de energía que equivale al costo energético total del embarazo. Sin embargo, una parte de esa energía y muchos nutrientes almacenados durante la gestación se destinan a la producción de leche.

La cantidad necesaria de energía adicional para mantener la lactancia es proporcional a la cantidad de leche producida.

Las mujeres con reservas adecuadas de energía pueden mantener la lactancia materna incluso con bajas ingestas de energía. Es normal que la mujer lactante pierda alrededor de medio kilogramo al mes. Se recomienda que la ingesta energética no sea menor de 1500 kcal, y que no se pierdan más de 2 Kg al mes.

Se debe aconsejar a la mujer lactante que añada dos vasos de leche o queso, una porción extra de alimentos ricos en vitamina C, frutas y verduras. No son necesarios los suplementos vitamínicos, debiendo aconsejar que obtengan los nutrientes a partir de una alimentación variada.

Higiene durante el embarazo

Cuando una mujer intenta concebir un bebé, debe evitar tomar baños calientes y baños sauna ya que las temperaturas elevadas del cuerpo durante el comienzo del embarazo pueden aumentar el riesgo de que su bebé tenga algún defecto del tubo neural.

Es muy importante que durante toda la gestación la mujer mantenga la piel muy limpia, ya que las excreciones de las glándulas sebáceas y sudoríparas aumentan de forma muy notoria.

El baño y la ducha de todo el cuerpo con agua y gel con pH neutro están recomendados para ser practicados diariamente, pues el agua, aparte de estimular la circulación de la sangre, sirve de relajante general. Se puede utilizar un guante de crin para estimular la circulación.

Es particularmente recomendable la higiene de los órganos genitales, que debe ser minuciosa, ya que existe una leucorrea intensa como consecuencia de los cambios hormonales. Normalmente es una secreción blanquecina, no maloliente, no se puede evitar, simplemente extremar la higiene íntima, si se observan cambios en el color, olor o aparece picor podría existir una infección.

Evitar las duchas vaginales puesto que alteraría la flora vaginal y aumentaría el riesgo de infección.

También es precisa una higiene dental rigurosa, con cepillo fuerza media o débil, después de cada comida, ya que en algunas mujeres embarazadas suelen aparecer algunas pequeñas hemorragias en las encías y caries dentales causados por el cambio del pH bucal. En Andalucía se oferta de forma gratuita dos visitas al odontólogo para prevenir problemas.

El cuidado de los pezones tiene enorme importancia para la futura lactancia, durante el 2º mes de embarazo, puede aparecer el calostro, precursor de la leche definitiva, la higiene con jabón neutro puede evitar lesiones de los pezones.

El cuidado de la piel, mediante cremas hidratantes y el masaje, contribuye notoriamente en la elasticidad de la misma y la prevención de las estrías gestacionales o marcas de distinción.

La caída del cabello puede aumentar durante el embarazo, especialmente después del parto. No existen medidas preventivas, ni tratamiento de eficacia demostrada. Es un hecho transitorio, que desaparece en unas semanas tras el parto. Se puede lavar el cabello las veces que sean necesarias. Es aconsejable evitar acondicionadores y el traumatismo sobre el pelo, como el moldeado y el secado eléctrico a temperaturas altas.

Se deben usar vestidos cómodos y holgados, no son recomendables las prendas apretadas que oprimen el cuerpo.

El sujetador se debe adaptar al aumento de tamaño de las mamas y debe mantener los pechos en su posición normal.

Las medias y calcetines que produzcan compresión local de las piernas pueden favorecer el desarrollo de varices, por lo que no son aconsejables.

La faja tiende a disminuir la potencia de la musculatura abdominal, por lo que no es recomendable su empleo.

Ejercicio, deportes y viajes

La embarazada debe realizar ejercicios para activar la circulación sanguínea de forma moderada, la actividad física no debe ser intensa, sino moderada, aconsejándose los paseos, la natación y los ejercicios aprendidos en las clases de educación maternal, no se recomienda la práctica de ejercicios violentos, de competición o que produzcan fatiga, debiendo contraindicarse los siguientes: alpinismo, automovilismo deportivo, deportes de combate, esquí alpino y náutico, fútbol, jockey, rugby y submarinismo.

El ejercicio regular, al menos 3 veces por semana, es mejor que la actividad física ocasional e intensa seguida de largos períodos de inactividad.

Para prevenir las lesiones musculoesqueléticas se recomienda realizar ejercicios de calentamiento (paseo lento o bicicleta estacionada) y de relajación antes y después de la actividad deportiva. La laxitud articular predispone a las lesiones. Los deportes considerados como excelentes son: caminar, la bicicleta estática y la natación.

Con el fin de evitar riesgos no son aconsejables los deportes que se practiquen tumbados en el suelo, los que requieran retener la respiración, o los que aumenten en exceso la temperatura del cuerpo, ya que existe un riesgo teórico para el feto, que es el posible efecto teratógeno del aumento de la temperatura materna durante el ejercicio. Tampoco se debe realizar una actividad física prolongada si existe un ambiente húmedo, caluroso, o si padece una enfermedad con fiebre, como el catarro.

Se deben evitar los movimientos bruscos, saltos, flexiones excesivas de las articulaciones e impactos corporales, estando recomendado hacer ejercicios de flexión, extensión y rotación de los tobillos.

Un buen método de autocontrol para comprobar que la actividad física no es excesivamente intensa es poder hablar con normalidad durante el ejercicio, si no se puede hablar con normalidad es debido a que el ejercicio físico es extenuante y no debería ser practicado.

Explicar a las gestantes que deberán cumplir las siguientes premisas al finalizar el ejercicio: no estar extenuada, haberse recuperado completamente quince minutos después de finalizado el ejercicio y saber apreciar la intensidad del esfuerzo por el grado de hiperventilación.

Las contraindicaciones para practicar ejercicio en el embarazo son iguales que sin estar embarazada, más aquellas situaciones que puedan aumentar el riesgo de prematuridad y/o de crecimiento intrauterino retardado. Se desaconseja practicar deporte intenso en aquellas mujeres con antecedentes de prematuridad y crecimiento intrauterino retardado. En gestantes hipertensas también se desaconsejará la práctica de deporte.

En lo referente al trabajo, se puede realizar el trabajo habitual, siempre que no suponga un cansancio físico o psíquico excesivo, hasta el octavo mes de embarazo. A partir de este momento, es conveniente reducir la actividad y se recomienda el descanso laboral en las últimas semanas de gestación.

No es aconsejable viajar a lugares con escasos servicios sanitarios, hacia el final de la gestación se deben evitar viajes largos. No están contraindicados los viajes en avión, pero deben evitarse los viajes aéreos largos a partir del séptimo mes de gestación. Es recomendable obtener un asiento junto a uno de los pasillos, en la parte delantera de la cabina, al ser la zona más estable y que permite ponerse de pie, pasear y poder ir fácilmente al cuarto de baño. En el curso del viaje pueden realizarse comidas ligeras. Los detectores de metales usados por los servicios de seguridad de los aeropuertos no son peligrosos para el feto.

En viajes en coche, se debe parar cada dos horas y dar un paseo corto para estirar las piernas y estimular la circulación sanguínea.

Siempre que viaje en coche debe utilizar el cinturón de seguridad. Es muy poco probable que si el coche se detiene bruscamente o si sufre un impacto, el cinturón de seguridad cause una lesión del feto. Debe situar la cinta inferior del cinturón de seguridad en la porción inferior de su vientre, tan baja como sea posible, junto a la parte superior de sus muslos. No se debe poner el cinturón alrededor del abdomen, ya que esta localización puede causar lesiones más importantes en caso de accidente. La cinta superior del cinturón de seguridad debe pasar entre sus mamas y cruzar su hombro sin irritar el cuello. Ajuste las cintas superior e inferior tanto como sea posible para su comodidad. Nunca deslice la parte superior del cinturón por fuera de su hombro. Los cinturones de seguridad muy holgados o muy altos sobre el abdomen, pueden causar la rotura de las costillas o lesiones en su abdomen, en caso de accidente.

Los viajes no se recomiendan si la mujer tiene algún problema de salud que necesite una asistencia médica especial.

Sexualidad

La recomendación básica sobre las relaciones sexuales durante el embarazo es su propia comodidad. Si su embarazo cursa con normalidad, no es necesario modificar o interrumpir sus hábitos sexuales. Si no existen problemas, el coito no es peligroso para el feto. Cuando el vientre comienza a crecer, el coito en la postura clásica puede resultarle incómodo; si es así, puede adoptar posiciones laterales, que le resulten más cómodas (frente a frente o frente a dorso).

El embarazo y los cambios que se producen con él, influyen de manera clara en el comportamiento y expresión de la sexualidad en la pareja.

La sexualidad durante la gestación es una continuación de la que previamente se vivía, con una serie de modificaciones físicas y psíquicas que acontecen durante el embarazo.

Durante determinados periodos del embarazo, las embarazadas no tienen tantos deseos de mantener relaciones sexuales y, en cambio, sí que necesitan más contacto e intimidad: acariciarse, hablar y abrazarse. Lo períodos por los que pasa la mujer son (Tabla 130).

Se deberán restringir las relaciones sexuales bajo las siguientes circunstancias:

  • Durante el primer trimestre, si la mujer ha presentado abortos espontáneos o amenaza de abortos o si presenta signos de aborto.
  • Siempre que se produzca una hemorragia inexplicada.
  • Cuando hay rotura prematura de membranas.
  • Cuando hay placenta previa.
  • Cuando la pareja tiene una enfermedad de transmisión sexual o una infección genital.
  • Cuando existe riesgo de parto prematuro (embarazos múltiples, incompetencia cervical…)
  • Después de una amniocentesis.
  • Patología médica importante.
Cambios psicológicos

El embarazo es un acontecimiento tan importante que provoca en la mujer sentimientos encontrados. Por un lado, es un motivo de gran alegría; por otro, la causa de muchos temores.

La vivencia del embarazo puede dividirse según el período de gestación en el que se encuentre (Tabla 131):

16 semanas de gestación

Aquí los contenidos se basan en que la mujer y su pareja relacionen el proceso de la reproducción con los cambios fisiológicos del organismo materno.

Actividades:

  • Facilitar la comprensión del aparato reproductor femenino: órganos que intervienen en la gestación.
  • Describir los cambios físicos que se producen en la gestante.
  • Ayudar a identificar los signos y síntomas normales y los de riesgo.
17 semanas de gestación

Con esta sesión, la mujer y su pareja podrán satisfacer por sí mismos las necesidades, modificadas a consecuencia de los cambios fisiológicos en el organismo materno y conocerán las actuaciones sanitarias durante este período.

Actividades:

  • Informar de las acciones y pruebas que se realizan para el control prenatal: exploraciones…
  • Hacer saber a la gestante sus derechos.
18 semanas de gestación

Se favorecerá que la mujer y su pareja puedan establecer vínculos con el hijo en el período prenatal y reconozcan al feto como ser independiente.

Actividades:

  • Explicar el desarrollo embrionario y fetal a un nivel de fácil comprensión.
  • Ayudar en la percepción y localización de los movimientos fetales (distinguir de las contracciones).
  • Ayudar a entender la fisiología de la gestación.
  • Diferenciar los tipos de contracciones.
  • Hacer ver las consecuencias de los movimientos fetales en la adaptación psicológica a la gestación.
28 semanas de gestación

La mujer y su pareja deben llevar a cabo autocuidados que faciliten la adaptación del organismo materno a los cambios ocasionados por el crecimiento fetal, y establezcan conductas que den respuesta a las necesidades emocionales esperadas.

Actividades:

  • Ayudar a asimilar los cambios físicos y emocionales que se dan en el tercer trimestre de gestación.
  • Enseñar técnicas para contrarrestar los cambios emocionales.
  • Dar a conocer la importancia de la estimulación del feto intraútero: afectiva, sensorial y cognitiva.
29 semanas de gestación

Se debe ayudar a que la mujer y su pareja consigan el mayor grado de bienestar por medio de la profundización en los entrenamientos sofrológicos.

Actividades:

  • Explicar la técnica sofrológica.
  • Describir los beneficios que se obtienen con los entrenamientos sofrológicos durante el embarazo, parto y puerperio.
  • Integrar el entrenamiento de sofronización simple en sus actividades cotidianas.
30 semanas de gestación

La mujer y su pareja deben aprender a detectar y/o resolver por sí mismos las situaciones de desadaptación psicosomática esperadas en este período.

Actividades:

  • Conocer los efectos biológicos y psíquicos producidos por la ansiedad y el miedo.
  • Explicar la utilidad de la relajación ante situaciones de tensión.
  • Fomentar la seguridad y la independencia de la gestante y la pareja ante situaciones desestabilizadoras.
  • Reforzar el entrenamiento continuado en técnicas que permitan la adquisición de conductas favorables de adaptación.
31 semanas de gestación

Se instruirá a la mujer y su pareja para que profundicen en la relajación psicofísica por medio de la respiración, mejorando el bienestar de la madre y el hijo con la adecuada oxigenación.

Actividades:

  • Favorecer la óptima oxigenación.
  • Facilitar la relajación física y mental, mediante el empleo de distintas técnicas respiratorias.
  • Dar a conocer los tipos de respiraciones que pueden utilizarse en diferentes situaciones.
32 semanas de gestación

La mujer y su pareja deben diferenciar el período prodrómico del inicio del trabajo de parto y actuar de forma que favorezcan el bienestar y la seguridad de la mujer y su hijo.

Actividades:

  • Conocer los signos y síntomas que caracterizan el período preparto.
  • Explicar signos y síntomas que evidencian el inicio del trabajo de parto.
  • Facilitar autocuidados durante este período.
  • Crear seguridad en la mujer para facilitar su autonomía en la toma de decisiones durante este período.
33 semanas de gestación

Se debe reforzar el que la mujer y su pareja establezcan, con autonomía, pautas de comportamiento durante el período de dilatación y parto, favorecer el bienestar y seguridad de la mujer y su hijo.

Actividades:

  • Conocer los fenómenos que se producen durante el período de dilatación, expulsivo y alumbramiento.
  • Favorecer los autocuidados durante este período.
  • Crear seguridad en la mujer en la toma de decisiones durante este período.
34 semanas de gestación

La gestante y su pareja, gracias a esta sesión, podrán satisfacer por sí mismos las necesidades básicas modificadas durante este período, seleccionando actuaciones que favorezcan su bienestar.

Actividades:

  • Facilitar la comprensión de la evolución normal del puerperio.
  • Conocer las modificaciones físicas y psíquicas de la mujer durante este período.
  • Asimilar el rol de paternidad.
  • Explicar cuidados que se van a proporcionar a la mujer durante su estancia hospitalaria.
  • Enseñar autocuidados necesarios para contribuir a mantener la salud y favorecer la adecuada recuperación posparto.
  • Advertir de las prestaciones de que disponen en el sector sanitario.
35 semanas de gestación

Gracias a los conocimientos adquiridos, la mujer y su pareja podrán mantener su autonomía y seguridad en el medio hospitalario durante el parto y posparto.

Actividades:

  • Fomentar la seguridad de la pareja.
  • Conocer a los profesionales que intervienen en la atención a la mujer y al recién nacido.
  • Proporcionar información acerca del medio físico donde se desarrolla el parto y el puerperio.
  • Explicar los trámites administrativos que se deben llevar a cabo durante el parto y el posparto.
36 semanas de gestación

La mujer y su pareja gracias a esta sesión, podrán elegir el tipo de lactancia adecuada, adquiriendo los conocimientos necesarios para su inicio y mantenimiento.

37 semanas de gestación

Se enseñará a la mujer y su pareja para que puedan satisfacer por sí mismos las necesidades del recién nacido y favorecer su adecuado desarrollo.

Actividades:

  • Conocer las características del recién nacido.
  • Enseñar cuidados básicos del recién nacido: baño, sueño, comidas, cuidado del cordón…
  • Facilitar los conocimientos necesarios que favorezcan la interacción padres-hijo-familia.
  • Asesorar sobre la prevención de accidentes.
  • Informar de las pruebas y controles de salud (pruebas del talón…).
  • Dar las claves para evitar los celos en caso de tener otro hijo pequeño.
38 semanas de gestación

La pareja y su mujer tendrán que readaptar su relación afectiva asumiendo la responsabilidad de la promoción de la salud de la mujer, mediante el control de la fecundidad.

Actividades:

  • Dar a conocer los beneficios del espaciamiento de los embarazos para la salud de la mujer.
  • Se debe transmitir la necesidad de emplear métodos anticonceptivos seguros.
  • Favorecer la comprensión de los métodos anticonceptivos.
  • Facilitar, a través de la información, el acceso a las prestaciones de planificación familiar.

Dado que como hemos mencionado anteriormente en este tema, la mayoría de matronas no disponen de tiempo para desgranar la información en tantas sesiones, a continuación se hace un compendio, de forma resumida, de toda la información que se le tiene que dar a la gestante y a su pareja, independientemente de cómo se distribuya.

Contenidos básicos del primer trimestre:

  • Alimentación.
  • Ejercicio físico.
  • Higiene postural.
  • Consumo de fármacos, tabaco, alcohol y drogas.
  • Molestias habituales durante el embarazo.
  • Signos y síntomas de consulta urgente.
  • Prevención de trastornos por déficit de yodo (aporte de 200 µgr/día).
  • Consejos para la prevención de la infección por toxoplasma.
  • Promoción de la lactancia materna.

A partir del segundo trimestre:

  • Contenidos informativos del segundo trimestre de gestación, de preparación para el parto y de recuperación psico-física posparto.
  • Ejercicios físicos anteparto y posparto.
  • Técnicas dinámicas de relajación.
  • Cuidados del recién nacido.
  • Promoción de la lactancia natural.

B. Metodología

En cuanto a la orientación didáctica, según Bimbela “para conseguir que en grupos de iguales se promuevan cambios duraderos en hábitos y conductas, conlleva el hecho de que la propia población diana, sea conductora y protagonista del proceso”, por lo tanto, debemos ser conscientes de que la orientación didáctica de las sesiones debe estar orientada desde metodologías formativas, poco expositivas y dinámicas, planteando problemas a los que deben proponer soluciones, cómo afrontar situaciones estresantes y todo ello con participación activa de la gestante y su pareja.

Esta orientación didáctica tiene dos dimensiones:

  1. Teórica: se deben impartir conocimientos científicos actualizados, pero nunca conocimientos empíricos o pensamientos mágicos.
  2. Práctica (Fig. 81).

Tanto en el embarazo como en el parto, influyen la personalidad de la mujer, y no sólo su predisposición negativa, sino el miedo que se añade cuando no se usan los términos adecuados, y mucho más importante que el nombre, es la idea, el concepto.

Hablar a una gestante de “contracciones” es informarle correctamente, pero hablarle de “dolores” es sugestionarla negativamente. En cambio, no se da un parto sin contracciones del útero, porque contracción es una cosa y dolor otra, y lo uno no implica necesariamente que se produzca lo otro.

En cualquier caso, debe recordarse la fisiología del trabajo muscular para comprender que cuando las contracciones empiezan a ser dolorosas, es el mismo efecto que se desarrolla en cualquier músculo como resultado de la aparición de cristales de ácido láctico tras un esfuerzo largo, intenso o sin entrenamiento previo.

Actualmente, los programas de educación maternal han extendido sus objetivos más allá de evitar el dolor en el parto, el objetivo del curso es muy ambicioso, no se trata de una simple gimnasia prenatal, ni tampoco de una profilaxis psíquica de la mujer, sino de un todo que le haga llegar bien preparada a uno de los momentos más importantes de su vida.

Cuando desarrollemos un curso de educación maternal, debemos asegurarnos de conseguir los siguientes objetivos:

  • Promover el aprendizaje en materia de salud.
  • Fomentar la participación de los futuros padres en su cuidado.
  • Potenciar todos los aspectos que proporcionen a los futuros padres un ambiente de seguridad y responsabilidad en la tarea de ser padres.
  • Conocer la utilidad de los ejercicios físicos y las técnicas de respiración y relajación.
  • Saber aplicar estas técnicas de ayuda en el momento del parto.
  • Mejorar la recuperación física en el posparto.

Para que en la educación maternal se garantice la calidad, debe tener una oferta universal y próxima al lugar de residencia y en horario flexible. Debe ser homogénea en la información y tener unidad de criterios.

En la primera visita realizada por la gestante a la matrona, debe ya darse información del curso de educación para la maternidad.

La mayoría de las sesiones de educación maternal implican el uso de las sesiones en grupo, ya que este método facilita la participación de la mujer, que aportará sus conocimientos, sus experiencias y también expresará sus dudas.

El uso sistemático y exclusivo de las clases magistrales en los cursos de educación para la maternidad fomenta una actitud pasiva de la mujer embarazada.

Un diseño adecuado de los sistemas de educación e información y su aplicación práctica, utilizando los medios audiovisuales modernos, tendrá repercusiones beneficiosas en el control prenatal y ayudará a mejorar los resultados perinatales.

La información aportada debe darse lo más rápidamente posible, debe ser sencilla y entendible por personas no expertas en temas sanitarios. Se debe usar un lenguaje claro y directo, destacando lo que es fundamental y diferenciándolo de lo que es secundario.

Es aconsejable distribuir charlas ilustrativas e informativas a lo largo de todo el embarazo, no es didáctico dar toda la información en poco tiempo, y se ha de tener en cuenta que la gestación es un proceso fisiológico que dura 40 semanas.

Para este tipo de cursos sería muy beneficioso usar diapositivas que complementen e ilustren las exposiciones, en muchos casos lo ideal sería recurrir a la video información, aprovechando todos los beneficios de la educación audiovisual.

También se debe complementar la información para fijar conceptos, mediante información escrita en folletos informativos con una redacción y un diseño atractivos.

Desarrollo de las clases de preparación para la maternidad

Los grupos deberán estar formados por 12-14 mujeres, con una duración de dos horas aproximadamente (1 hora y cuarto de exposición teórica, 20-30 minutos de ejercicios y 15 minutos de técnica de relajación).

Una opción para la distribución de cada clase sería:

  • Primera parte:

Información y formación, desarrollando un programa previamente planificado en el que se pondrá especial interés a las partes del proceso más comprometidas. Se explicará el proceso fisiológico de la gestación, desde la fecundación hasta la finalización de la lactancia, y el proceso del parto y sus complicaciones, así como la manera de resolverlas. Se aclararán mucho las características del recién nacido y sus cuidados, y se incidirá mucho también en la lactancia.

  • Segunda parte:

Se realizarán ejercicios prácticos. Se desarrollará un sistema de entrenamiento físico para las embarazadas, para favorecer el trabajo de parto. También se pueden incluir aquí los simulacros de expulsivo, cuando llegue el momento de poder ser realizados.

  • Tercera parte:

Ejercicios de respiración: se entrenarán sistemas de respiración adecuados para el parto.

Saber respirar contribuye a liberar tensión y a crear un estado de relajación agradable. La correcta oxigenación mejora el estado de la madre y del feto durante el embarazo y parto. Para conseguir su efectividad deben realizarse diariamente.

  • Cuarta parte:

Ejercicios de relajación: son el primer recurso que se debe utilizar para disminuir la ansiedad del trabajo de parto y sus pródromos. Tienen efectos beneficiosos tales como la reducción de la ansiedad y el estado de estrés en la mujer y su pareja, consiguen un estado de conciencia positiva, acortan la duración y malestares del parto, aumentan la comunicación madre-hijo…Estos ejercicios deben, después, realizarse diariamente en casa para conseguir un buen entrenamiento.

Natación prenatal:

Aunque no se puede incluir directamente en las sesiones de preparación para la maternidad se debe fomentar y facilitar su acceso en la medida de lo posible a todas las gestantes hasta la 37 semana de gestación, ya que con ella se obtiene un adecuado estado de relajación, un control del ritmo de la respiración, se refuerzan los músculos que intervendrán en el parto, se incrementa el estado anímico al mejorar las condiciones generales del organismo, además de que se suele conseguir aliviar las molestias dorso-lumbares y disminuir la incidencia de varices.

Guías didácticas en educación maternal:

La guía didáctica es un instrumento que permite organizar y planificar cada una de las sesiones de cualquier programa de educación sanitaria.

Es útil para visualizar, de una forma rápida, los objetivos de la clase, los contenidos, el método, los recursos que se van a utilizar, a necesitar y la forma en que se va a evaluar la sesión.

La guía didáctica permite, también, que las diferentes matronas unifiquen criterios, son también de utilidad para organizar las ideas y estructurar la sesión.

Los apartados de la guía didáctica no son patrones estándar sino que se irán adaptando a las necesidades del programa (Fig. 82).

Planificación:

Actualmente no se concibe un programa de educación sanitaria sin una planificación previa, entendiendo la planificación como un conjunto de actividades que suponen una reflexión sobre la mejor forma de ejecutar las acciones con la intención de mejorar la calidad o la eficacia de éstas.

Ventajas de planificar un programa:

  • Es más rentable planificar que solucionar errores.
  • Permite realizar mejoras de manera continua.
  • Adaptar los servicios según el entorno.
  • El conocimiento científico por si solo, sin una buena organización, no asegura una buena práctica.
  • Hacer el trabajo bien hecho desde el principio siempre es más barato.

Contenidos:

El contenido de este programa consta de dos apartados:

  1. Sesiones educativas, en las cuales se frece información sobre:
  • Anatomía y fisiología de la reproducción
  • Embarazo:
    • Cambios físicos, psicológicos y sociales.
    • Crecimiento del feto.
    • Higiene y embarazo.
    • Sexualidad y embarazo.
  • Parto:
    • Diferentes etapas del parto.
    • Analgesia, anestesia.
    • Papel del padre.
  • Puerperio:
    • Etapas del puerperio.
    • Cuidados en el puerperio.
    • Lactancia materna.
    • Recuperación posparto.
  • Puericultura:
    • Alimentación del recién nacido.
    • Cuidados del recién nacido.
  • Planificación familiar y orientación sexual:
    • Educación sexual.
    • Prevención de enfermedades de transmisión sexual.
    • Uso de métodos anticonceptivos.
  1. Preparación psicofísica, constituida por:
  • Entrenamiento de los músculos y las articulaciones encaminado a reforzar la musculatura abdominal y la flexibilidad de ciertas articulaciones mediante ejercicios:
    • Circulatorios.
    • De desbloqueo de pelvis.
    • De la columna.
    • Abdominales.
    • Pectorales.
    • Del periné.
    • De coordinación del pujo y la respiración.
  • Entrenamiento respiratorio.
  • Prácticas y aprendizaje de las técnicas de relajación.

Evaluación de un programa de preparación para la maternidad. Se puede realizar mediante:

  • Entrevista individual, confección de la historia y registro de los datos relevantes a lo largo del curso.
  • Valorar el grado de captación mediante el porcentaje de mujeres que han asistido a los cursos de educación maternal.
  • Deberán ser incluidos como mínimo antes de la 30 semana.
  • Valorar el grado de continuidad, deberán asistir al menos al 70 % de las sesiones.
  • Calcular el porcentaje de padres que han asistido al curso.
  • Realizar una encuesta sobre la satisfacción y sobre si les ha resultado útil.
  • Pasar un cuestionario o entrevista a los profesionales sanitarios de los hospitales maternales de referencia, con la finalidad de ver si existen diferencias cuando ha habido preparación maternal previa.

Ejercicios físicos, ejercicios del suelo pélvico y estática corporal

La promoción de hábitos saludables es una de las mejores medidas de las que se dispone para contribuir a la mejora de la calidad de vida de la población, y la práctica regular de ejercicio físico forma parte de los hábitos saludables para mantener un buen estado de salud.

Las mujeres embarazadas constituyen un grupo de población que por sus características merecen una atención especial.

La práctica deportiva ejerce beneficios sobre el desarrollo del embarazo y parto, siempre que se practiquen deportes que no conlleven riesgos, el estado de salud de la madre lo permita y el desarrollo del embarazo sea normal. El ejercicio físico proporciona a la gestante la facilidad de reconocer y aceptar satisfactoriamente su cuerpo, con los cambios que en él se van produciendo, así como aumentar las sensaciones de agilidad, flexibilidad, dinamismo, utilidad y soltura.

Están comprobados los beneficios que el ejercicio produce en las gestantes:

  • Se encuentran en mejores condiciones, afrontan mejor su embarazo y presentan menos complicaciones de parto que las gestantes sedentarias.
  • Mejora la circulación y el tono muscular.
  • Disminuye el cansancio y favorece el bienestar físico y emocional.
  • Tendencia significativamente a más autoestima y una incidencia menor de molestias.
  • Facilita la adaptación a los progresivos cambios de su esquema corporal en el embarazo, en el parto y en el posparto.

Debemos tener en cuenta las contraindicaciones del ejercicio físico durante el embarazo, que pueden ser absolutas (enfermedades cardíacas, rotura de membranas, sangrado activo vaginal, gestación múltiple, cerviz incompetente, antecedentes de 3 o más abortos espontáneos, placenta previa, amenaza de parto prematuro) y relativas (hipertensión, anemia, diabetes mal controlada, sobrepeso, tabaquismo…).

No es aconsejable la práctica de deportes intensos en mujeres que no practicaban deporte antes del embarazo. La seguridad de la madre y el bebé marcan las pautas a seguir a la hora de recomendar una serie de ejercicios físicos.

Los ejercicios y deportes más aconsejables en gestantes serían: ejercicios aeróbicos moderados, marcha, gimnasia suave, natación, ciclismo suave sin esfuerzos, yoga… No son aconsejables los siguientes ejercicios:

  • Elevaciones con ambas piernas: fuerzan la parte inferior de la espalda y los músculos abdominales.
  • Elevaciones hasta quedar sentada: fuerzan la parte alta de la espalda y pueden contribuir a separar los músculos rectos del abdomen.
  • Posiciones invertidas, contracciones violentas del vientre ni ejercicios que comiencen con una posición tumbada boca abajo.

Los objetivos generales del programa de entrenamiento psicofísico son adquirir correctos hábitos psicomotores, compensar las modificaciones corporales en el embarazo y adecuar determinados grupos musculares al trabajo de parto. La finalidad es proporcionar a las gestantes los elementos necesarios para que mantengan o mejoren su forma física y su equilibrio emocional en el transcurso de su embarazo, facilitando la adaptación a los progresivos cambios de su físico y una pronta recuperación en la etapa puerperal.

Hay muchos tipos de ejercicios y formas de hacerlos, y pueden dividirse de formas diferentes, nosotros en este tema, los dividiremos en 3 bloques que a continuación detallamos.

A. Ejercicios posturales

Con ellos queremos favorecer la adaptación del cuerpo materno a los cambios físicos de la gestación, evitando las tensiones sobre la columna y creando un sostén abdominal para evitar las molestias que produce el tamaño del útero.

a. Lateralización de cabeza (derecha e izquierda).

Sentada o de pie.

Mirando al frente, inspirar y, mientras se espira, acercar la oreja derecha al hombro derecho, inspirar y volver a la posición inicial expulsando el aire. Repetir el ejercicio hacia el lado izquierdo. Realizar completo cuatro veces.

b. Rotación de cabeza (derecha e izquierda).

Sentada o de pie.

Inspirar y mientras se espira girar la cabeza hacia la derecha, manteniendo la posición unos segundos, inspirar y volver a la posición inicial expulsando el aire. Repetir el ejercicio hacia el lado izquierdo. Realizar completo cuatro veces.

c. Flexión y extensión de la cabeza.

Sentada o de pie.

Mirando al frente, inspirar a la vez que se bajan los hombros, y flexionar la cabeza llevando la barbilla hacia el tórax a la vez que se espira. Respirar varias veces despacio, inspirar y espirar mientras se vuelve a la posición inicial. Repetir echando la cabeza hacia atrás. Realizar el ejercicio completo cuatro veces (Fig. 83).

d. Rotación de hombros.

Sentada o de pie.

Con los codos hacia fuera, apoyar la punta de los dedos sobre los hombros, inspirar. Mientras se expulsa el aire, trazar amplios círculos con los codos hacia atrás. Repetirlo en sentido opuesto. Realizar el ejercicio cuatro veces. Este ejercicio puede hacerse apoyando las manos en la cintura o con los brazos en cruz.

e. Nutación y contranutación de la pelvis.

De pie y con las piernas separadas en línea con la pelvis. Inspirar a la vez que se apoyan la espalda y la cabeza contra la pared. Espirar a la vez que se contraen los músculos abdominales, basculando la pelvis hacia delante, manteniendo toda la columna pegada contra la pared, poniendo especial atención en la zona lumbar, con la finalidad de disminuir la hiperlordosis.

f. Estiramiento de columna.

Sentada, con las piernas juntas y estiradas. Colocar una cinta en las plantas de los pies y sujetar los extremos con las manos, manteniendo los brazos estirados, inspirar, y al expulsar el aire, tirar de los extremos de la cinta llevando los hombros hacia atrás, manteniendo la espalda recta (Fig. 84).

g. Ejercicios circulatorios y pectorales.

Su objetivo es favorecer el retorno venoso y fortalecer el sostén muscular de la mama.

  • Flexión y extensión de los dedos del pie. Sentada: estirar las piernas dejando apoyados los talones en el suelo, extensión de los dedos al máximo, elevándolos, posterior flexión de los dedos. Repetir cuatro veces.
  • Flexo-extensión de los pies. Sentada: estirar las piernas dejando apoyados los talones en el suelo. Flexión y extensión de ambos pies, movilizando la articulación del tobillo. Se puede realizar en decúbito supino con los pies apoyados en un rodillo.
h. Rotación interna y externa de ambos pies.

Sentada:

Estirar las piernas dejando los talones apoyados en el suelo. Rotar los pies trazando círculos hacia dentro y hacia fuera (Fig. 85).

i. Contracción isométrica de pectorales.

Sentada o de pie.

Inspirar sacando los codos hacia fuera, cerrar una mano y encerrarla con la otra, colocándolas a la altura del pecho. Apretar una mano contra la otra a la vez que se espira. Cambiar el orden de las manos y repetir la serie otras cuatro veces (Fig. 86).

j. Ejercicios de pelvis, abdominales y de miembros inferiores.

Pretendemos con ellos evitar la aparición de molestias musculares y articulares, favorecer el retorno sanguíneo y la elasticidad muscular y contribuir a facilitar el parto y la adecuada recuperación puerperal.

k. Ejercicios de desbloqueo de pelvis.

En decúbito supino con un cojín bajo la cabeza y los hombros, piernas flexionadas separadas en línea con la pelvis y pies apoyados en el suelo. Inspirar, mientras se espira cogemos la rodilla derecha con la mano derecha acercándola al pecho, abducción de la pierna hacia la derecha y extensión de la pierna, estirando los dedos del pies. Inspirar, realizar el ejercicio en sentido inverso mientras expulsa el aire, volviendo a la posición inicial. Repetir con la pierna izquierda, dos veces con cada pierna.

l. Ejercicios de basculación y elevación de pelvis y tracción abdominal.

En decúbito supino con un cojín bajo la cabeza y hombros, con las piernas flexionadas y separadas en línea con la pelvis y pies apoyados en el suelo, manteniendo los brazos estirados a lo largo del cuerpo con las palmas hacia arriba, la espalda apoyada contra el suelo. Inspiración, mientras se expulsa el aire, se contrae los glúteos y los músculos perineales y transversos abdominales, elevando la columna hasta formar una línea recta entre las rodillas y los hombros. Mantenemos la tensión sin arquear la espalda. Inspirar mientras se desciende, relajando todos los músculos y apoyando la columna contra el suelo. Repetimos cuatro veces (Fig. 87).

m. Ejercicio de cuádriceps.

De pie, erguida con los pies juntos, apoyando los dedos de la mano en una pared. Inspiramos, mientras se expulsa el aire contraer los músculos glúteos, basculando la pelvis hacia delante y flexionar las rodillas manteniéndolas separadas, sin despegar los pies del suelo. Inspirar volviendo a la posición inicial. Repetir cuatro veces (Fig. 88).

n. Ejercicio de gemelos.

De pie, con los pies juntos y erguida sobre los dedos, apoyando la punta de los dedos de las manos en una pared. Inspirar, al espirar descendemos los talones hasta formar un ángulo de unos 45 grados. Inspiramos volviendo a la posición inicial. Repetir cuatro veces.

o. Ejercicios de elasticidad de músculos aductores de miembros inferiores.
  • En cuclillas, espalda recta apoyada contra la pared, con los pies apoyados en el suelo, repartiendo el peso del cuerpo equilibradamente entre los talones y los dedos de los pies. Con los codos apoyados en la cara interna de las rodillas y las manos unidas. Inspirar, mientras soltamos el aire hacemos presión con los codos hacia fuera, separando los muslos. Inspiramos disminuyendo la tensión. Repetir cuatro veces.
  • Sentada con piernas flexionadas, juntando las plantas de los pies, sujetando los tobillos con las manos. Inspirar, mientras se expulsa el aire acercamos los talones hacia la pelvis, manteniendo la posición unos segundos. Repetir cuatro veces (Fig. 89).

p. Ejercicios de Kegel (músculos del suelo pélvico).

Sentada, en la misma postura que el ejercicio anterior, contraemos gradualmente los músculos del suelo pélvico, como si quisiéramos cortar las ganas de orinar y de hacer caca. Mantenemos la contracción unos segundos y volvemos a relajar despacio, hasta quedarnos completamente relajadas. Realizar la serie 5 veces.

Es aconsejable hacer la serie varias veces al día, y continuar estos ejercicios en el posparto, para recuperar el tono muscular que teníamos antes del embarazo y evitar así algún tipo de incontinencia (Fig. 90).

Técnicas de Respiración

Un control adecuado de nuestra respiración es una de las estrategias más sencillas para hacer frente a las situaciones de estrés, determinada forma de respirar induce a uno u otro estado mental. El objetivo de las técnicas de respiración es facilitar el control voluntario de la respiración y automatizar este control para que pueda ser mantenida hasta en las situaciones de mayor estrés.

Durante el parto, una respiración controlada y rítmica cumple con dos objetivos distintos: en primer lugar, mantiene el cuerpo con la energía suficiente para realizar ese duro trabajo y en segundo lugar, se transforma en un punto de atención en el que centrar la mente. La respiración que se efectúa durante el trabajo de parto pretende aportar al músculo uterino que trabaja y al feto, el oxígeno necesario.

El proceso es más fácil cuando hay relajación de la musculatura voluntaria estriada, al disminuir el consumo de oxígeno. Cualquier combustión de oxígeno deficiente a nivel de un músculo se traduce en una situación a veces dolorosa, que varía de la simple fatiga local al calambre.

Por el contrario un músculo perfectamente abastecido de oxígeno trabaja de modo fisiológico: es pues indoloro.

Si durante el embarazo, el trabajo muscular y de otros órganos está incrementado, en el parto se llega al máximo.

Durante el parto no sólo será el útero el único músculo que va a trabajar. Así con la expulsión, numerosos grupos musculares serán sometidos a un esfuerzo intenso necesitando más oxígeno, en el S.N. ocurre lo mismo, el S.N. va a trabajar intensamente en el momento del parto y como la célula nerviosa es muy ávida de oxígeno, no puede faltarle el oxígeno en ese momento, cuando la mujer no respira bien, el feto, los músculos, el S.N. exigen oxígeno en gran cantidad, pero éste al no respirar bien, llega bastante escaso, y como ese ritmo no puede mantenerse durante mucho tiempo sin fatiga, la fatiga termina apareciendo.

A. Clasificación de las respiraciones

  1. Respiración torácica: mediante la cual al inspirar y espirar se llena el tórax. Se realiza durante contracciones cortas.
  2. Respiración abdominal: mediante la cual al inspirar y espirar se moviliza el abdomen, se usa para contracciones de mayor duración, unos 50 segundos.
  3. Respiración completa: mediante la cual al inspirar y espirar se moviliza el tórax y el abdomen. Se usa antes y después de cada contracción y tiene por objeto oxigenar al niño y a la madre. La misión de las respiraciones completas del principio y del final de la contracción son muy importantes, ya que en el momento en que el útero se contrae, se cierran los vasos, venas y arterias, disminuyendo la oxigenación fetal, por lo tanto, la mujer preparada compensa este inconveniente con sus respiraciones profundas del principio y del final.
  4. Respiración sincrónica: es una respiración abdominal en la que se inspira por la nariz y se espira por la boca. Ambas fases tienen la misma duración, 4 o 5 segundos. Se usa para contracciones de más de 1 minuto. Se lleva a cabo solo durante la contracción. La inspiración y la espiración se procurarán que sean de la misma intensidad y duración. Pero hay un detalle muy importante: hay que pasar de la inspiración a la espiración y de ésta, de nuevo, a la inspiración sin detenerse. Se trata de una respiración lenta, rítmica y armónica. Con un mínimo de entrenamiento, al practicarla en el parto no cansa absolutamente nada.
  5. Respiración soplante lenta: al final del período de dilatación, las contracciones suelen ser más intensas y seguidas. Pueden aparecer las ganas de empujar (en el centro de la cúspide o al final de la contracción) pero la dilatación no es completa, al soplar lenta y profundamente se contraen los abdominales, facilitándose, empujando con mucha suavidad, ese final de la dilatación. Luego haríamos esta respiración que sería inspirar profundamente por la nariz y espirar por la boca lentamente, como si tuviéramos una vela encendida delante, cuya llama queremos inclinar pero sin llegar a apagarla.
  6. Respiración soplante o jadeo: se usa en el momento del expulsivo cuando tenemos unas ganas imperiosas de empujar puesto que la calota fetal está coronando. Deseamos que no se desgarre y que la deflexión sea lenta para favorecer la dilatación del periné. Sería jadear con la boca. La constancia en el entrenamiento de las respiraciones es muy importante ya que actúa como auténtico reflejo condicionado, desplazando el reflejo “contracción- dolor”, por el reflejo “contracción-respiración”. Pues bien, los reflejos se consiguen repitiendo.

B. Tendencias actuales

Actualmente se ha visto que intentar aplicar una técnica respiratoria durante le proceso del parto crea una situación de estrés a la gestante al percibir que es dificultoso. Con lo cual la tendencia actual es dejar la libre respiración basada en expirar mediante suspiros, emisión de sonidos que hacen relajar toda la musculatura de la caja torácica y beneficia enormemente para relajar el cuerpo y la mente.

Algunos consejos que invitan a desarrollar nuestra técnica actual son:

  • Comenzar la educación maternal dando percusiones en el cuerpo entre unas y otras gestantes, con el objetivo de despertarnos. Así como emitiendo sonidos que resulten beneficiosos.
  • Se debe exculpar el sonido, es decir, alentar a la mujer para que se exprese verbalmente o incluso que grite, si es lo que le apetece en algunos momentos. Animarla a decir a, e, i, o y u.
  • Soltar el aire relaja cuerpo.
  • La exhalación las va a relajar.
  • Durante el expulsivo se debería realizar una apnea pronunciada y al final de la misma, una expiración que disminuye el trauma perineal y permite empujar con los músculos abdominales (se puede imitar expirando con un globo en la boca, una botella de agua vacia…), así aprovechamos el aire que queda dentro.

Ejercicios de relajación

A. Bases teóricas de la educación para el parto

El parto, aún en el momento actual, está rodeado de mitos y rituales mágicos que la sociedad moderna asigna al hospital. En esta institución, la mujer y su pareja, tienen muy poco que decir o aportar en cuanto a iniciativa y, generalmente, se da una prioridad clara a los problemas de presión asistencial. La vivencia del parto y sus problemas pasan obviamente a segundo plano.

Consecuencia de lo anteriormente expuesto es la gran proliferación de programas rígidos. Los métodos europeos de Read, Lamaze y Wright, inspiran, aunque muchas veces no se reconozca, la mayoría de los programas actualmente utilizados.

Para León Chertok, existe una consistencia común presente en todos ellos, que se resume en los siguientes puntos:

  1. Información de hechos sobre la reproducción humana; descripción detallada de los procesos del trabajo del parto y del parto mismo.
  2. Relajación controlada.
  3. Aprendizaje de técnicas precisas de respiración como respuesta a sensaciones que acompañan al trabajo de parto.

El marco de referencia para su desarrollo es la Teoría del stress, que examina la ecuación para el parto bajo un punto de vista de la adaptación a una tensión. Crawford en 1968, demostró que la ansiedad interfería el trabajo de parto desde el punto de vista físico y que, por lo tanto, era imprescindible disminuirla. El trabajo del parto es un proceso normal, pero sumamente tenso y esta tensión puede aumentar por la angustia. En la ecuación para el parto lo importante no es tanto el proceso de tensión, sino el proceso para enfrentarse a la misma: el proceso de adaptación.

Según Seley los seres humanos están siempre en tres planos interrelacionados entre sí: el biológico o estructural, el fisiológico y el psíquico o mental. Cualquier cambio que se dé en cualquiera de ellos repercute en los otros. Cuando aumenta la angustia de la mujer (plano psicológico), las glándulas adrenales segregan hormonas (plano fisiológico), que eliminan las contracciones de los músculos del vientre (plano biológico).

El primer paso en esta preparación, como dijimos antes, consiste en suministrar datos adecuados sobre el trabajo del parto y sobre el parto mismo. Esta información ayuda a disminuir la tensión provocada por algo desconocido, convirtiéndolo en conocido. La situación se convierte en predecible y, por lo tanto, controlable, a pesar de que por lo general, se piensa que esto no es posible.

El segundo paso para preparar a la madre embarazada, es asignarle un programa general de ejercicios. Se divide en dos clases que, aunque distintas, tienen una misma finalidad de adaptación a la tensión. El primer tipo de ejercicios, llamados a veces de construcción del cuerpo o adaptación física, son previos a los de relajación controlada, que se consideran como la clave para la preparación al parto.

Asistiendo a sesiones de ejercicio moderado hasta el día del parto, la mujer entrena su cuerpo para responder a la tensión del parto, aumentando su capacidad y resistencia para este momento.

El segundo tipo de ejercicios son ejercicios de control neuromuscular. Están diseñados para desarrollar una respuesta específica y para capacitar la relación de una serie de músculos en forma selectiva (los que no se usan). La relajación muscular selectiva durante la tensión causada por la pérdida de control, la ansiedad y la intensa percepción del dolor y el esfuerzo consciente para relajar todos los músculos que no están en uso, constituye un foco de distracción de atención. Cuanto más se concentre la madre en relajarse, menos consciente será de la sensación de dolor y viceversa. Además de suministrar un foco de actividad durante el parto, la relajación controlada ayuda a la mujer a conservar sus energías y previene la irritabilidad fisiopsicológica producida por la fatiga.

El tercer paso para preparar a los padres, es ofrecer actividades utilizables como respuesta a las sensaciones que se tienen durante las contracciones. Esta actividad compleja consiste en la relajación controlada, combinada con la respiración controlada y los masajes. La sensación de dolor se puede alterar con actividades conscientes específicas, que vienen a invertir la típica reacción de luchar o morir, que presenta cualquier persona anta una situación que se percibe como dolorosa. La capacidad de respuesta ante el dolor significa la posibilidad, para la mujer, de mantener el control sobre su cuerpo y sus reacciones, sensación que aumenta la confianza en sí misma y la capacita para sentir como satisfactoria su experiencia.

El efecto final de la preparación es ofrecer mecanismos de respuesta en los tres niveles antes referidos. Desde el punto de vista psicológico, la mujer tiene las claves para tomar las riendas de su experiencia. Por otra parte, el marido que la ha acompañado en su preparación, contribuye a hacer válidos sus esfuerzos, ofreciéndole un enlace con las clases, al brindarle sus observaciones durante el parto y como una fuente de apoyo emocional a lo largo de toda la vivencia. Desde el punto de vista fisiológico, la mujer está menos angustiada, menos inclinada a hiperventilarse sin darse cuenta. Al disminuir la necesidad de oxígeno que tiene su cuerpo, es capaz de conservar mejor sus energías.

La teoría de la crisis es un concepto que se maneja en los últimos años de forma muy extendida. Viene a decir que el embarazo y el parto son aspectos muy normales en la vida de las personas, pero también son puntos culminantes en la vida personal y familiar, constituyendo una de las crisis de maduración del ciclo vital. Esta crisis será tanto más intensa cuanto mayor sea el desconocimiento de la situación venidera o el distanciamiento que exista entra la imagen mental y la realidad del hecho de la maternidad o la paternidad. Lemaster, en concreto, estudia la crisis que se origina cuando un concepto romántico de la paternidad choca con la realidad de esta experiencia. En este particular, la educación para el parto es una toma de contacto con la realidad de la situación que se les presenta a los futuros papas, acortando distancias y por lo tanto disminuyendo la intensidad de la crisis que, de una u otra forma, se les avecina. Por todo esto, una información real de lo que es la vida con un niño, se hace indispensable. Muchos padres de familia pasan todo el proceso del embarazo sin considerar en lo más mínimo los cambios que ocurrirán en sus vidas con la presencia de un niño. Ideales románticos acerca de la infancia y mitos sobre la paternidad, se suelen dar en los padres, pero ningún recién nacido ni ningún padre normal podrá cumplirlos. Las discusiones sobre la conducta de un recién nacido normal con grupos de futuros padres, pueden ser un buen recurso para destruir algunos mitos y para que ellos sean capaces de traducir en términos personales muchas generalidades. Estas discusiones pueden ayudarles a comprender que no siempre van a simpatizar con sus hijos, que los padres no siempre son perfectos y que le amor de madre no es un sentimiento instantáneo que sucede desde el mismo momento del parto.

El último marco de referencia teórico se encuentra en los trabajos de Malcolm Knowles y su teoría de la educación para adultos. El sostiene que los adultos aprenden con sistemas muy diferentes a los que usan los niños y que la diferencia estriba en la actividad.

B. Distintas Escuelas

a. La Escuela de Read o el parto sin temor

La cita que sigue explica, mejor que cualquier comentario, el pensamiento que sustenta la teoría de lo que Read ha venido en llamar el alumbramiento natural.

La superstición ha ido acumulándose sobre las mentes de las mujeres y ha causado una serie de temores y angustias con relación al parto. Cuanto más incultas son las razas de la tierra, tanto más afirman que el parto es un proceso doloroso y peligroso. Así, el temor y la anticipación del dolor crean tensiones protectoras en el cuerpo, tensiones que no están únicamente en la mente, ya que los mecanismos de protección corporales incluyen la tensión muscular. Desafortunadamente, la tensión muscular que produce el miedo influye en los músculos que están cercanos al vientre y obstaculizan la dilatación del canal, durante el nacimiento. En consecuencia el temor inhibe y causa resistencia en la salida del útero, cuando en su estado natural estos músculos deberían encontrarse relajados y libres de tensión. Esta resistencia produce dolor, ya que el útero cuenta con terminaciones nerviosas que perciben el dolor causado por la excesiva tensión. Por lo tanto, el temor, la tensión y el dolor son tres obstáculos que se oponen a la secuencia natural que intento respetar en la preparación y en el curso del parto. Para eliminar el dolor, es necesario dominar la tensión y sobreponerse al miedo. La implementación de su teoría demuestra los medios con los que se puede vencer el mido, eliminar la ensión y reemplazarla por una relajación física y mental.

Según Read, la mente y el cuerpo son un todo interrelacionado. Su ciclo temor- tensión-dolor es una consecuencia de esta idea. Él pensaba que es posible eliminar ciertas condiciones susceptibles, o por lo menos paliarla, ya que si persisten van a tener influencia en el desarrollo del proceso del parto. Dentro de estas condiciones tenía en cuenta:

  • La anemia o astenia. Si la mujer se siente cansada o exhausta después de ejercicios ordinarios, con falta de respiración sin causa aparente, deprimida, sin apetito, rápidamente pierde la resistencia para la tensión del parto.
  • Fatiga de la mente. Asegura que sobreestímulos sensoriales de cualquier género interfieren la capacidad de concentración y, por lo tanto, aumentan las molestias.
  • Depresión y desagrado. Los recursos de la mujer se van mermando durante la repetición, que parece que nunca va a concluir, con múltiples contracciones. Read atribuye a la soledad o a la ignorancia el hecho de que la mujer se deprima al ir avanzando el proceso. Para él los responsables de esta soledad y esta ignorancia son los que la están atendiendo.
  • Pérdida de control. Cuando pierde su sentido del control, aumenta su respuesta a todos los estímulos.
  • Centralización del pensamiento. Concentrar toda la atención en la percepción de la contracción, invariablemente intensifica la sensación.
  • Autogestión. Resultado directo de experiencias pasadas o de recuerdos de sensaciones acumulados consciente e inconscientemente.
  • Sugestión, que proviene del exterior, tanto desde su ambiente social o familiar, como de las impresiones recibidas de las actividades que tienen quienes la están atendiendo.

Para luchar contra estas condiciones, el autor asegura que es imprescindible en primer lugar una buena salud, tanto física como mental, durante el embarazo; conocer de antemano cualquier factor físico o mecánico que pudiera predisponer a un parto difícil, educar a la embarazada para que el temor sea reemplazado por la comprensión y la confianza; instruir a las mujeres en el fenómeno del parto de tal manera que puedan interpretar correctamente sus sensaciones, ayudando a las fuerzas de la naturaleza y no oponiéndose a ellas; enseñar a las mujeres como prepararse ellas mismas al parto a través de la relajación, el control de la respiración física adecuada.

Para Read, la relajación física y la mental son totalmente indisolubles. Se debe practicar acostada de lado, mediante una respiración lenta, de efecto tranquilizante, combinada con los esfuerzos para relajarse. Los ejercicios están ideados para distinguir la tensión del relajamiento, centrando éste sobre todo en la región pélvica.

En cuanto a la respiración, nos recomienda principalmente tres técnicas: respiración profunda abdominal y torácica, respiración superficial y sostenimiento de la respiración para la segunda etapa. Estos ejercicios los combina, por otra parte, con técnicas de control sobre la cintura pélvica.

Sobre la medicación, Read establece tres reglas de oro:

  • No se debe permitir que ninguna mujer sufra en el momento del parto, si es posible.
  • Los analgésicos están al alcance de la paciente para que los tome cuando y cómo, si lo cree necesario.
  • Los analgésicos se tomarán según el juicio del responsable.

Y añade: “La mayor parte de las mujeres que han sido educadas no aceptarán la analgesia cuando se les ofrezca”.

b. El Método de Lamaze o el parto sin dolor

Lamaze critica a Read al afirmar como necesario la búsqueda de medidas concretas para eliminar el dolor partiendo de la escuela rusa de la conducta, preconiza la eliminación de los condicionantes negativos previamente existentes, mediante la formación de nuevos condicionamientos dirigidos al sistema nervioso de las pacientes. Si, como Lamaze afirma, el dolor en el parto es una respuesta condicionada, se infiere que es posible condicionar a las personas para dar a luz sin dolor. En especial, utiliza el reflejo contracción-respiración justificando los ejercicios respiratorios de tres formas:

  • Permiten a la mujer apreciar la relación anatómica existente entre los órganos que influyen en el parto.
  • Dan un entrenamiento físico, usando una buena tensión muscular y un buen control.
  • Proporcionan un intercambio gaseoso rico en oxígeno.

En cuanto a la relajación, Lamaze sostiene que al practicar el control muscular puede aprender a reconocer los músculos que intervienen en el parto, para poder utilizarlos eficazmente e identificar los que no toman parte en el proceso y que pueden oponerse a las contracciones.

Sobre la medicación, afirma que, si se aplica bien el método psicoprofilácico, la analgesia y la anestesia son innecesarias.

C. Clasificación de las técnicas de relajación

Existe un paralelismo entre la tensión nerviosa y la tensión muscular. Una tensión nerviosa alta trae consigo una tensión muscular también alta y viceversa. En el parto, conviene que la tensión nerviosa de la mujer sea lo más baja posible, eso se consigue con su relajación.

Los objetivos de las técnicas de relajación son la disminución del tono muscular y la eliminación de la tensión psíquica. Todos los métodos de relajación han demostrado que alteran significativamente los procesos fisiológicos relacionados con la ansiedad, reduciendo sobre todo la frecuencia cardiaca, la frecuencia respiratoria y el consumo de oxígeno, la tensión muscular tónica, la transmisión dérmica y la tensión arterial. Entre las distintas técnicas de relajación tenemos:

a. Orientales

Yoga: significa unión, integración. Unión física, mental y emocional. Las posturas y trabajar con estiramientos mantenidos y masajes, van por un lado, tensando para relajar, y por otro presionando puntos vitales y desbloqueándolos. La relajación de yoga se puede aplicar de manera independiente o después de haber efectuado las posiciones de estiramiento y masaje, las asanas. Si se recurre al segundo esquema de trabajo, podemos denominarlo relajación activa-pasiva, pues primero se acude a las posiciones de yoga que eliminan tensiones y estiran para relajar. Pero si se realiza sin asociarla a las posturas corporales, la podríamos calificar de relajación pasiva y consciente porque exige máxima inmovilidad y máxima atención vigilante, es la atención vigilante y consciente la que va sintiendo las distintas partes del cuerpo, para después soltar los músculos.

Zen: deriva del Diana yoga y es una técnica que pretende desarrollar la atención. Se define con tres palabras:

  • Atención: actitud propia, postura, vivencias interiores y el mundo exterior.
  • Aquí: intentamos vivir el momento presente.
  • Ahora: paso entre el pasado y el futuro.
b. Occidentales

Relajación progresiva de Jacobson: se basa en la provocación voluntaria de tensión y distensión de todos los grupos musculares, de una manera progresiva. Dirigida a conseguir niveles profundos de relajación muscular. El mecanismo de aprendizaje sería la discriminación perceptiva de los niveles de tensión y relajación de cada grupo muscular.

Objetivos:

  • Aliviar o eliminar la tensión muscular.
  • Favorecer el sueño y el descanso.
  • Disminuir el estrés y la ansiedad.
  • Ayudar en el tratamiento de determinados problemas como la hipertensión arterial, fobias moderadas, el tartamudeo, la depresión, los espasmos musculares y el dolor de cuello y espalda.

Preparación para la técnica de relajación de Jacobson:

  • Se llevará a cabo en una habitación silenciosa y en penumbra, temperatura agradable.
  • Tumbado o sentado cómodamente apoyado entero en el sillón.
  • Ropa cómoda y suelta, no llevar zapatos ni reloj…
  • Evitar interrupciones.
  • Ojos cerrados, disminuir el nivel de activación.
  • La mejor hora para practicar es la del descanso que sigue al almuerzo o al ir al lecho por la noche.
  • Después de relajar un grupo muscular, es conveniente la respiración abdominal.

Ejemplo de la técnica de Jacobson en la cara:

  • Arrugar la frente. Relajar.
  • Fruncir el entrecejo. Relajar.
  • Elevar el labio superior. Relajar.
  • Descender el labio inferior. Relajar.

Entrenamiento autógeno de Schultz: los ejercicios autógenos, son una mezcla de la autosugestión, autohipnosis y control tipo yoga sobre las funciones fisológicas reguladas por S.N.A., ejercicios de imaginación y meditación.

Tras estudiar las técnicas hipnóticas, llegó a la conclusión de que los individuos se sentían pesados, calmados y cálidos. Pesadez y calor las atribuye a una situación de relajación muscular y vasodilatación.

Posiciones para el método de Schultz:

  • Decúbito supino.
  • Sentada pasiva: el practicante se sienta apoyándose firmemente contra el respaldo y dejando la cabeza sobre el mismo. Las piernas quedan dobladas y firmemente apoyadas sobre las plantas de los pies.

Dividió su método en:

  • Ciclo inferior o entrenamiento autógeno estándar:
    • Sensación de peso.
    • Sensación de calor.
    • Regulación cardiaca: el corazón late tranquilo y fuerte.
    • Regulación respiratoria: la respiración es tranquila y algo respira en mí.
    • Regulación de los órganos abdominales.
    • Regulación de la región cefálica: la frente está agradablemente fresca.
  • Ciclo superior o meditación autógena:
    • Visualización de un color.
    • Visualización de un objeto.
    • Visualización de un objeto abstracto.
    • Elección de una sensación.
    • Visualización del exterior.
    • Toma de conciencia de la propia intimidad.
c. Sofrología

Su objetivo es lograr la serenidad de la mente. Tiene una filosofía humanista. Estudia la consciencia humana en todos sus estados y niveles. Estados correspondientes a la consciencia patológica, ordinaria y sofrónica. Niveles de consciencia que oscilarán entre la supervigilancia y el sueño profundo. Entre los niveles que corresponden a la vigilancia y los que corresponden al sueño, se halla una sinopsis vigilia-sueño. Es el llamado “nivel sofroliminal”, por el que pasamos todos los días al acostarnos, no estamos ni despiertos ni dormidos.

Se basa en el principio de lo positivo y no olvida que la relación que se establece entre la consciencia del sujeto y el mundo que le rodea se hace a través del cuerpo, la intencionalidad del que práctica técnicas sofrológicas es conocer sus percepciones para de esa manera conocer su cuerpo, con lo que logra la armonía del mismo. La sofrología es empleada con fines profilácticos, pedagógicos y terapéuticos.

Alternativas a la educación maternal

A. Educación maternal acuática

La preparación maternal es una práctica muy extendida en nuestra profesión, siendo cada vez más numerosos los grupos de mujeres que asisten a los cursos. Éstos han ido evolucionando, tanto en su concepción filosófica como en el planteamiento del trabajo corporal, de la fisiología respiratoria. No obstante, esta evolución es vivida en la actualidad por muchas mujeres como insuficiente. El estrés de la sociedad contemporánea, la incorporación de la mujer al mundo laboral, que conlleva una mayor autonomía e independencia, las diferentes propuestas de trabajo corporal más consciente, la búsqueda de nuevas experiencias, así como la práctica de diversos deportes, hacen que la mujer se plantee, ya desde el inicio de su embarazo, una preparación a la maternidad que satisfaga sus necesidades (Fig. 91).

Actualmente, en nuestro país las actividades acuáticas están en pleno auge: existen programas para los bebés, los discapacitados psíquicos, la rehabilitación, los grupos de tercera edad, etc…, además de la hidroterapia y deportes acuáticos. La natación es uno de los deportes más recomendables para las embarazadas. El agua es un elemento rico y polivalente, antropológicamente identificado con el mundo femenino, con la madre, y también es un medio que ofrece multitud de posibilidades para trabajar, además de contemplar un importante componente lúdico. Con la finalidad de poder ofrecer un trabajo más plural dentro de la educación maternal y como alternativa a los programas más tradicionales, se propone este método de preparación maternal en el agua.

a. Objetivos

Los objetivos que quiere conseguir este programa son los siguientes:

  • Favorecer la autonomía de las gestantes.
  • Favorecer la relación maternofilial.
  • Aumentar el bienestar durante el embarazo y adquirir confianza a través del conocimiento y dominio del propio cuerpo.
  • Conseguir que, a partir de las propias sensaciones corporales, cada gestante descubra o redescubra su cuerpo.
  • Identificar los distintos tonos musculares, necesarios para saber dosificar un esfuerzo.
  • Realizar el aprendizaje de los ejercicios de pujo.
  • Favorecer la relajación por medio de la ingravidez y de la flotabilidad, además de disminuir la presión sobre las articulaciones.
  • Realizar el aprendizaje de la dinámica de la respiración contrarresistencia.
  • Aumentar la capacidad respiratoria utilizando el agua como elemento de trabajo.
  • Ejercitar la musculatura corporal de forma global y armónica, y en especial aquella que se halla implicada directamente en el embarazo y el parto.
  • Mejorar el retorno venoso, evitando la aparición de varices o de otras alternativas vasculares.
b. Fisiología de la gestante en el agua

La preparación maternal en agua basa sus propuestas de trabajo en los principios de la hidrocinesiterapia, palabra que proviene del griego hydros (agua), Kinesis (movimiento) y terapia (tratamiento), es decir, se utiliza el movimiento en el agua con fines terapéuticos. En la hidrocinesiterpia intervienen factores mecánicos y térmicos.

Factores mecánicos

La flotabilidad, las gestantes, dentro del agua, perciben claramente que, al sumergirse en la piscina, flotan. La pérdida aparente de peso se basa en el principio de Arquímedes: “Todo cuerpo sumergido en un líquido experimenta una fuerza hacia arriba igual al peso del líquido desalojado”. Además, se debe tener en cuenta la mayor o menor densidad del líquido, ya que por ejemplo en agua salada se flota mejor que en agua dulce. Como curiosidad, hay que destacar que todo cuerpo dentro del agua pesa solamente un 10 % de su peso fuera de la piscina; es decir, que si pesamos 70 Kg, dentro del agua pesaríamos 7 Kg, y éste es un aspecto muy importante a la hora de plantearnos el trabajo y el movimiento en el medio acuático. Otros agentes que intervienen en la flotabilidad son la musculatura, la propia constitución, la cantidad de tejido adiposo y el nivel de ansiedad.

Presión hidrostática, es la presión que ejerce el agua sobre el cuerpo. Al introducirnos en el agua, la presión que se ejerce sobre nuestro cuerpo aumenta por el peso del agua, y esta presión es directamente proporcional a la profundidad; es decir, que cuanto más profunda es la piscina más presión ejerce de abajo a arriba sobre el cuerpo. Esto es de mucha utilidad en las gestantes, ya que los problemas de estasis venosa se pueden tratar fácilmente.

La presión hidrostática también contribuye a que la distribución de los líquidos que contiene nuestro organismo se repartan de forma diferente con relación a si la gestante se encuentra dentro o fuera de la piscina, a la altura a la que le llegue el agua o a la posición que adopte dentro de la piscina, es decir, si se encuentra en posición vertical u horizontal. Por ejemplo, si estamos de pie dentro del agua y ésta nos llega a la altura del tórax, es como si estuviéramos realizando ejercicio estirados en el suelo de un aula.

Por otra parte, esta presión hidrostática nos va a ayudar a realizar un mejor entrenamiento respiratorio de la gestante. Cuando la mujer se halla sumergida hasta el tórax, el diafragma se desplaza hacia arriba, con lo que la espiración será necesariamente voluntaria y consciente. Si nos sumergimos a un plano más profundo, aumentaremos la capacidad respiratoria, ya que la inspiración en un medio acuático presenta más dificultad. Éste es otro aspecto sumamente importante, ya que marcará la diferencia con las propuestas de trabajo fuera del agua.

La resistencia al agua, ésta depende de la posición en el desplazamiento; por ejemplo, no es lo mismo nadar horizontalmente que correr de manera vertical. La velocidad será otro de los factores a tener en cuenta dentro de las propuestas de trabajo.

Propulsión, para vencer la resistencia al agua la gestante utiliza coordinadamente las piernas y los brazos, acompañados de una respiración sincrónica.

Factores térmicos

La piel actúa en dos sentidos: como órgano aislante de la temperatura corporal y como un órgano radiador (eliminador de calor), debido al gran plexo venoso sanguíneo que posee. La conducción del calor se desplaza según los principios físicos de la temperatura más baja. Esto quiere decir que, después de un cierto tiempo en un agua de 28º-30º C, se extrae calor del cuerpo, lo que se tendrá que tener en cuenta a la hora de programar una sesión.

Recursos humanos y materiales
  • Una matrona correctamente entrenada para poder impartir el programa en el agua.
  • El número máximo de gestantes es de 12.
  • Una piscina sin barreras arquitectónicas; se aconseja que tenga una profundidad que no exceda de 1,40 metros. Al no ser la piscina profunda, conseguiremos dar seguridad a las gestantes, sobre todo a aquellas que no presentan autonomía dentro del agua. Se debe evitar trabajar con calles, ya que se trabaja en grupo.
  • Es muy importante la temperatura del agua: ésta estará en relación con la temperatura ambiental. En todo caso, podrá oscilar de los 30 a 32º C.
  • Utilizaremos para trabajar planchas, churros, aros, tapices, pelotas y música.
  • Ropa de baño, aconsejaremos tanto bikini como el traje de baño; no obstante, en este último caso vigilaremos que no distorsionen la imagen corporal; por ejemplo, los bañadores con sobrefalda que con el agua se hinchan.
Metodología
  • La información a las gestantes y parejas se efectúa en la consulta de la matrona. También será el momento de evaluar el nivel de motivación y de explicar la dinámica de los cursos en agua. Es en este momento en el que se descartarán las posibles contraindicaciones para realizar esta preparación maternal en el agua. También les mostramos un vídeo demostrativos de los ejercicios en el agua.
  • El inicio del programa suele ofertarse a partir del 5º mes de gestación; no obstante, existen centros que pueden asumir la demanda a partir del primer trimestre de gestación, cuando ha pasado el riesgo de amenaza de aborto y ya se tiene el resultado de las pruebas de diagnóstico prenatal (cribado bioquímico).

El horario semanal es de unas 3 horas, distribuidas de la siguiente manera:

  • Las sesiones de educación sanitaria siguen el mismo contenido de los cursos de educación maternal tradicionales; pueden impartirse antes o después de la piscina y su duración es de 60 minutos aproximadamente.
  • Calentamiento: se realiza previamente, durante 5 minutos fuera del agua, con la finalidad de aumentar la temperatura corporal.
  • La sesión práctica en la piscina tiene una duración de 45-60 minutos.
  • Evaluación de la sesión: posteriormente, la matrona evalúa la sesión en el vestuario o en el aula, en el ámbito individual y/o grupal.
  • Secuencia de trabajo en la piscina, la preparación maternal en el agua sigue una secuencia de trabajo, teniendo en cuenta la respuesta fisiológica de la gestante dentro del medio acuático:
    • Calentamiento (fuera y dentro del agua)
    • Trabajo de miembros inferiores
    • Trabajo dorsal
    • Trabajo respiratorio
    • Trabajo de extremidades superiores
    • Trabajo de la pelvis y posición ginecológica
    • Pujos
    • Relajación
    • Ejercicios lúdicos
    • El trabajo en el agua se adaptará según la fase de gestación en la que se encuentre la embarazada.
    • Favoreceremos el trabajo grupal.
    • Potenciaremos el aspecto lúdico, se aprende jugando.
    • El ritmo de trabajo será lento y pausado, con el fin de evitar el síndrome por sobreesfuerzo.
    • Utilizaremos la mímica como un soporte importante para la explicación y comprensión del ejercicio, ya que en el medio acuático el sonido de la voz queda distorsionado.
    • Evitaremos estar parados en el agua, ya que rápidamente perderemos calor corporal. La sensación de frío puede ser un motivo de abandono del programa.
    • Es importante que la gestante explore, experimente y sienta mientras se encuentra en el agua.
Aspectos a tener en cuenta por parte del profesional
  • Hemos de tener presente la posibilidad de captar, notar y sentir las expresiones corporales. Mirar y ser mirado es una parte de la enseñanza difícil de verbalizar pero imprescindible para la comunicación.
  • Es importante tener la capacidad de sentir el grupo que se tiene delante para poder establecer un ritmo, pero también lo es que nos guste trabajar en aquello que estamos impartiendo.
  • Transmitir seguridad a las gestantes dentro del agua y motivarlas en sus progresos.
  • Tener destreza con el medio acuático.
  • La presencia de la matrona dentro del agua es imprescindible. No se puede quedar alejada del grupo. Las demostraciones, a poder ser, siempre se harán dentro del agua.
  • El profesional deberá tener asumido su físico (celulitis, obesidad, estatura…), ya que si no existe una aceptación corporal, es difícil que se pueda trabajar con naturalidad (las gestantes también se encuentran en esta situación).
  • Respetaremos la normativa de la instalación, además de responsabilizarnos de recoger el material que hayamos podido utilizar.
  • Evaluar nuestro trabajo.
Desarrollo de algunos ejercicios acuáticos

Calentamiento fuera del agua:

  • Estiramientos del cuello, posición de pie, realice una respiración profunda. Inhalar y al exhalar ir bajando la barbilla al pecho. En la inhalación, subir lentamente la cabeza hasta su posición natural. En la siguiente exhalación, elevar la barbilla hacia el pecho y elevar los músculos de la garganta hacia arriba. Abrir y cerrar la boca tres veces mientras la barbilla apunta hacia arriba. Llevar la cabeza de nuevo a su posición natural durante la inhalación.
  • Círculos con el cuello, en posición de pie realizamos una inspiración profunda. Inhalar al mismo tiempo, girar lentamente la cabeza hacia la derecha por encima del hombro derecho, estirando pero no demasiado, y luego inclinarla suavemente hacia atrás. Con la cabeza echada hacia atrás y a la vez que suelta el aire, mover lentamente la cabeza hacia la izquierda hasta que se quede mirando por encima del hombro izquierdo, y luego volver a mirar hacia delante. La parte de arriba de la cabeza tiene que describir un círculo completo en el tiempo que tarde en realizar la respiración completa.
  • Rotación de hombros, en posición de pie realizamos una inspiración profunda. En la siguiente inhalación, empujar los hombros lentamente hacia delante y elevándolos hacia el techo. Mientras exhala, junte las paletillas detrás y bájelas hacia el suelo. Repetir el ejercicio en la dirección contraria, de manera que las paletillas se lleven primero hacia atrás y luego hacia arriba en la inhalación. Baje los hombros hacia delante y luego llévelos de nuevo hacia abajo en la exhalación.
  • Expansión del tórax, coloque el codo derecho en vertical por encima de la cabeza para coger los dedos de la mano izquierda. Mantenga el brazo derecho pegado a la cabeza y el codo en alto. Mueva los omóplatos hacia dentro, no arquee la espalda. Coja una mano con la otra. Mantenga la postura unos segundos y realice respiraciones profundas, lentamente. Repita el ejercicio con el otro brazo.
  • Estiramiento de brazos, posición de pie. Entrecruza los dedos de las manos y estira los brazos por delante de ella, en horizontal, volviendo las palmas de las manos hacia fuera. Inspira y estira los brazos hacia arriba, por encima de la cabeza. Extiende las palmas de las manos hacia el techo. Mantenga la columna vertebral recta. En la exhalación, baje los brazos lentamente a lo largo del cuerpo (Fig. 92).

  • Círculos con las caderas, posición de pie, con los dos pies situados a la misma distancia que las caderas; y manteniendo las rodillas relajadas, rote sobre aquellas en el sentido de las agujas del reloj. Repita los ejercicios en sentido contrario.
  • Flexiones lateralizadas de piernas, derecha con las piernas abiertas, flexión lateralizada de la pierna derecha, después la izquierda. Manos en la cintura. Inspiración en 2 tiempos, expiración en 4 tiempos.
  • Flexiones de ambas piernas, pies separados a la misma distancia que las caderas y paralelos entre sí. Flexiona las rodillas y adopta la postura de cuclillas.
  • Suelo pélvico, en la inhalación contraiga los músculos anales, rectales y pélvicos. En la exhalación relaje los músculos (Fig. 93).

Calentamiento dentro del agua:

  • Batalla campal o limpiar campo, se forman dos equipos, colocados uno frente al otro. Cada equipo tiene 30 pelotas y pullboy. Los equipos tratarán de deshacerse del mayor número de pelotas lanzándolas al equipo contrario. El equipo que al final tenga menos número de pelotas será el ganador.
  • Búsqueda del tesoro, se distribuye todo el material en el interior de la piscina. Los dos equipos permanecen fuera de ella. A la señal de ya, todas se meten en la piscina y tratan de juntar el mayor número de objetos. El equipo que junte más objetos será el ganador.
  • Carrera de caballos, sentadas en el churro (caballito), plantear una carrera en la que hay que mantenerse encima del caballo hasta llegar a la meta, hay que pedalear como en una bicicleta, nos ayudamos con los brazos. Variante: la ida la realizamos moviendo solo la pierna y a la vuelta movilizamos solo el brazo.
  • Presentación, cada mujer debe decir su nombre o el de su compañera al lanzar la pelota.
  • Desplazamientos dentro del agua, introducidas en la piscina, las mujeres empiezan a andar con el agua a diferentes alturas (rodilla, cintura, pecho) y variando los tipos de pasos (normal, puntilla, saltos, carreras…).
  • Correr de puntillas.
  • Grandes zancadas.
  • Saltos punta-talón, cogidas a la pared de la piscina, nos desplazamos lentamente con las piernas flexionadas, y realizamos pequeños saltos de punta-talón (Fig. 94).

  • Cuclillas, en círculo, cada mujer, con las manos en las rodillas, espalda recta, comienza a caminar.
  • Nadar a crol o espalda.
Ejercicios de presentación
  • Patear el agua, nos sentamos en el filo de la piscina. Por orden, decimos nuestro nombre y el tiempo de gestación, así como si sabemos el sexo de nuestro bebé. Finalmente, expresamos aquello que más nos asusta de la situación que estamos viviendo. Al finalizar cada gestante de hablar, todas pataleamos fuerte el agua para mostrarle nuestro apoyo.
  • Presentación cruzadas, dividimos el grupo en dos que separamos a cada lado de la piscina, un grupo tiene pelotas y el otro no; se trata de ir corriendo hasta cruzarse con las compañeras, pasarle la pelota a la que tenemos enfrente, presentándonos por nuestro nombre, a la vuelta la saludamos por su nombre. Vamos moviendo a una gestante solamente de un lado para que se conozcan todas.
  • Presentación pelotas, nos situamos en círculo. Nos pasamos la pelota de unas a otras, apretándola mientras decimos nuestro nombre y nos presentamos, cuando haya pasado por todas las gestantes, podemos pasar a reconocer a las demás intentando lanzarla a las compañeras recordando sus nombres.
Trabajo de miembros superiores
  • Nos colocamos en círculo, dos planchas por persona. Las planchas se colocan debajo de los brazos (Fig. 95).

  • Abrir ventana, la gestante se coloca con la espalda apoyada en la pared de la piscina. El agua debe llegar al cuello o flexionar las piernas. Con la inspiración abrimos los brazos (brazos en cruz). Con la espiración cerramos los brazos juntando las palmas de las manos.
  • Cruzadas. Nos colocamos en círculo. El agua debe llegar al cuello o flexionar las piernas. Los brazos se cruzan con las palmas de las manos haciendo resistencia al agua, haciendo cruzadas rápidas, primero con las palmas hacia dentro, después con las palmas hacia fuera.
  • Pectorales, el agua debe llegar al cuello o flexionar las piernas. Se colocan las palmas de las manos frente al pecho, los codos a la altura de los hombros, presionamos mano contra mano, se repite sujetándose ambas muñecas con la mano contraria y tirando.
  • Flexiones, las gestantes se colocan en el filo de la piscina. Se sujetan al bordillo con un ángulo de 45º. Los brazos extendidos y la espalda recta. Realizar flexiones con los brazos. Se aumenta la intensidad del esfuerzo abriendo o cerrando las piernas.
  • El remo, la gestante sentada en el churro pedaleando y utilizando como remos, nos desplazamos por la piscina (manteniendo la tabla vertical y con la espalda derecha, remamos de derecha a izquierda). Se inspira cuando la tabla sale del agua, se expira cuando la tablaza entra en el agua.
  • Corazón, las gestantes sentadas sobre un churro, hacen una carrera desplazándose hacia atrás, tienen que llevar el agua hacia ella con los brazos haciendo corazón.
Trabajo miembros inferiores
  • Ejercicios circulatorios de piernas, con la ayuda de un churro puesto en la cintura, y sujetas al borde de la piscina, las piernas extendidas. Realizamos rotación de los pies hacia fuera primero (10 veces) y hacia dentro (10 veces). A continuación, llevamos los pies en punta y en talón de forma alternativa (10 veces). Seguidamente, repetimos este ejercicio subiendo y bajando las piernas, subimos en punta y bajamos al fondo de la piscina en talón (10 veces) (Fig. 96).

  • Ascensores, con la ayuda de un churro, sujetas al borde de la piscina o al hombro de una compañera (si nos ponemos en círculo). Se pisa el churro con un pie y se sube doblando la rodilla, abriendo arriba y bajando lateralmente para cerrar nuevamente abajo. Después de 10 repeticiones, se hace en el sentido opuesto.
  • Glúteos, con la ayuda de un churro, sujetas al borde de la piscina o al hombro de una compañera (si nos ponemos en círculo). Se pisa el churro con un pie y se sube con la pierna bien extendida hacia el lado, primero de forma lateral (10 veces) y después hacia atrás, sin forzar la espalda (10 veces).
  • Agachaditas, las mujeres se ponen en círculo y sujetan un churro con las manos. Nos agachamos todo lo que podamos con la espalda bien recta, haciendo la fuerza con las piernas y tratando de hundir el churro lo más posible hacia un lado y hacia el otro de forma alternativa (10 veces en cada sentido).
  • Serie aeróbica de piernas. Nos sujetamos al borde de la piscina con ambas manos e iniciamos una serie de ejercicios aeróbicos suaves: 1º pedaleo boca arriba, pedaleamos con ambas piernas (30´´) y 2º abrir y cerrar piernas, abriendo y cerrando piernas de forma alternativa, cruzándolas por delante y alternando la pierna que queda arriba; y 3º subiendo y bajando, subimos y bajamos piernas de forma alternativa, podemos alternar la posición de los pies (punta y talón) para potenciar el efecto vascular y circulatorio.
  • Escaleras, agarradas al borde de la piscina, nos ponemos boca abajo. Se trata de simular que subimos escaleras haciendo el menor apoyo posible. Tratamos de subir 10 plantas, para cada planta se cuenta aproximadamente 10 segundos.
  • Can-can, utilizamos dos planchas para cada gestante. Se coloca una plancha debajo de cada brazo, que les sirve de sostén. Se trata de levantar las piernas de forma alternativa, primero de forma lateral y después hacia el frente, todo lo posible.
Trabajo dorsal
  • Patada de crol, individualmente y en posición dorsal con un churro en cuello, realizamos patada de crol. Respiración libre.
  • Patada de braza, las gestantes se colocan por parejas, una en posición dorsal, la otra o su pareja le sujeta la cabeza. La de posición dorsal realizará patada de braza con movimientos alternativos de brazos. Desplazamiento por la piscina.
  • Aspa de molino, en posición dorsal, la pareja sujeta al cuello, piernas y brazos estirados, los brazos se abren en la inspiración y las piernas se cierran en la expiración, después las piernas se abren en la inspiración y los brazos se cierran en la expiración. Ritmo lento y pausado. Desplazamiento por piscina.
  • El gato, derechas con las piernas abiertas, plancha delante de la gestante. Se inicia la curvatura de toda la espalda presionando la plancha dentro del agua. Recomendable piscina poco profunda.
  • La cuna, posición dorsal, desplazamiento por el agua. La gestante pone las manos sobre su abdomen, churro en el cuello, pull-boy entre las piernas. Realiza movimientos de caderas suavemente, mientras acaricia a su bebé. Respiración libre (Fig. 97).

  • Extensión hacia delante, de pie, piernas abiertas, rodillas un poco flexionadas. Se inspira levantando los brazos hacia arriba, con la tabla en las manos. Se expira bajando los brazos y estirándolos hacia delante, para que las manos se queden a la altura de los hombros. Las piernas quedan en vertical y la cabeza entre los brazos.
  • La silla, de pie con la espalda apoyada en la pared de la piscina, los talones a unos 20 o 30 cm de distancia de ésta. Pega toda la espalda, incluyendo los hombros, brazos y la parte posterior de la cabeza contra la pared. Al espirar, relaja la columna hacia abajo, flexiona las rodillas y se desliza lentamente hacia abajo por la pared, basculando la pelvis para que las vértebras centrales también toquen la pared. En esta posición, también se pueden levantar los brazos por encima de la cabeza, con las palmas hacia fuera. Se mantiene la postura mientras resulte cómoda a la gestante y, a continuación, vuelve a deslizarse hacia arriba.
Trabajo Abdominal
  • Abdominales oblicuos I, la gestante con el agua por el pecho y los pies separados, gira el tronco para mirar detrás, alternando ambos lados.
  • Abdominales oblicuos II, la gestante de pie sobre la pared de la piscina, brazos estirados cogidos al bordillo, espalda bien pegada a la pared, elevar las piernas juntas en la espiración, bajar las piernas juntas en la inspiración y se puede realizar también primero una pierna y después la otra.
  • Abdominales oblicuos III, la gestante en decúbito supino, con la ayuda de una tabla o churro para sujetar la cabeza y los pies apoyados en el borde de la piscina, flexiona el tronco a uno y otro lado, aproximando el codo a la rodilla del mismo lado. Se puede hacer también por parejas, siendo la compañera la que sujeta las piernas.
  • Abdominales oblicuos IV, las gestantes en decúbito supino, con un churro debajo de la cabeza, una tabla debajo de los pies, se flexiona el tronco mirando los pies al espirar. Se puede realizar individualmente o en grupo.
  • Abdominales oblicuos V, las gestantes en decúbito supino se ponen en círculo, con un churro debajo de la cabeza, va levantando alternativamente una pierna. Se puede realizar individualmente o en grupo.
Trabajo Respiratorio
  • Observando la respiración por parejas, nos ponemos por parejas, un miembro de la pareja se tumba en el agua, sostenida por el churro y por su compañera, que coloca una mano en su abdomen y otra en su espalda. Se trata simplemente de observar como respira.
  • Observando la respiración individual, nos ponemos en círculo y nos ponemos en cuclillas en la piscina, intentando meter parte del cuerpo en la piscina. Cada una coloca una mano en el abdomen y otra en el pecho. Primero observamos nuestra respiración espontánea, tratando de identificarla. A continuación, realizamos de 3-5 respiraciones abdominales profundas y lentas, de 3-5 respiraciones torácicas y de 3-5 respiraciones supraclaviculares. Tratamos de identificar cómo sentimos nuestro cuerpo con cada respiración.
  • Soplando la pelota, las gestantes se colocan por parejas, se cogen de las manos y extienden los brazos. De un solo soplido mantenido y constante van pasando la pelota de una a la otra.
  • Burbujas en la espalda, las gestantes se sitúan por parejas. Una colocada en frente, a la espalda de la otra, la primera se coloca en cuclillas y la segunda toma todo el aire que pueda y se mete debajo del agua, soltándole lenta y suavemente todo el aire en forma de burbujitas en la espalda de la compañera. Se pueden hacer 5 respiraciones y cambiar, o ir cambiando con cada respiración. Se trata de aguantar el mayor tiempo posible.
  • Abejas, nos colocamos en cuclillas en círculo. Practicamos la respiración abdominal, concentrándonos en soltar el aire muy despacio, para ello, pegamos mucho la cabeza al agua y soltamos el aire despacio, como con un zumbido de abeja.
Simulación de contracción
  • Simulación de contracción en el agua, tumbadas boca arriba en el agua, se agarran al bordillo de la piscina. La matrona inicia la contracción mediante un ritmo cada vez más acelerado de palmadas, las palmadas duran entre 45 y 60 segundos, y van aumentando progresivamente de intensidad. Al ritmo de las palmadas, las gestantes van pataleando con fuerza en el agua (tratando de no salpicar excesivamente para que no les resulte molesto), el ritmo de palmadas decrece levemente al final de cada contracción. Se repiten 3-4 veces (Fig. 98).

  • Simulación de contracciones fuera del agua, nos colocamos en el bordillo de la piscina. Las manos en la cintura, y despacio nos ponemos en una posición intermedia entre quedarnos sentadas y de pié. Se trata de mantener el peso de nuestro cuerpo durante unos segundos (45-60´´) con la musculatura de nuestras piernas. La sobrecarga de los músculos de las piernas es intensa y progresiva, a medida que transcurre el tiempo. Se les pide que realicen respiraciones profundas y relajadas. Se repiten 3-4 contracciones.
Pelvis y posición ginecológica
  • Posición ginecológica en el bordillo, nos colocamos en el bordillo (si hay alguna barra mejor) y colocamos los pies en el mismo, tenemos un churro puesto en la cabeza y nos agachamos en posición ginecológica abriendo y cerrando las caderas.
  • Posición ginecológica con compañera, la técnica es la misma que la anterior, pero nos sujeta una compañera por los tobillos.
  • La campana, con una plancha debajo de cada brazo, nos tumbamos boca arriba, tomamos aire muy despacio y llevamos las rodillas hacia los hombros abriendo bien las caderas, basculando la pelvis hacia delante balanceamos todo nuestro cuerpo, hasta quedar tumbadas boca abajo. Repetimos el ejercicio hasta tumbarnos boca arriba.
  • Las horas, nos colocamos en círculo, las manos en las caderas y vamos moviendo la pelvis en los puntos cardinales de las agujas del reloj. Podemos también, si conocemos algunos pasos de la danza del vientre, tratar de mover un poco nuestra pelvis.
Periné y Pujos
  • Reconociendo nuestro periné, nos ponemos en círculo, en cuclillas. Les pedimos a las gestantes que coloquen sus dedos medio y corazón de la mano derecha sobre el periné (detrás de la entrada de la vagina y delante del ano). Se les pide que aprieten suavemente y les pedimos que tosan con fuerza, que estornuden, que se rían y que chillen con fuerza. Con esto pueden observar como esta zona se mueve hacia fuera. A continuación, les pedimos que traten de subir esa zona, apretando los músculos de la vagina sin contraer los glúteos ni el abdomen.
  • Pujos por parejas en cuclillas, las gestantes se colocan por parejas. Una se pone en cuclillas mientras la otra la sujeta de las axilas. Cuando llega una contracción les pedimos que realicen un pujo en apnea y que identifiquen las sensaciones que tienen en la cabeza, los ojos, la musculatura abdominal y el periné. A continuación, les pedimos que realicen lo mismo, pero con una respiración libre (soltando el aire e incluso emitiendo algún gemido) y que identifiquen las mismas sensaciones (Fig. 99).

Pujos por parejas bordillo, una gestante saca las piernas por el bordillo, ayudada por la otra y sujeta por un churro. Se trata de realizar pujos en apnea y con respiración libre, mientras la compañera apoya su mano en la musculatura abdominal para identificar la fuerza en esta zona.

Relajación
  • Hacer el muerto, la gestante en decúbito supino, con un churro detrás de la cabeza y otro debajo de las rodillas, cierra los ojos y concentrada en su respiración, comparte las sensaciones de ingravidez con su hijo.
  • El paseo, la gestante en decúbito supino, con un pull-boy entre las piernas, la pareja la coge por la cabeza y realiza el paseo hacia atrás, lentamente.
  • La flor, las gestantes en decúbito supino, se colocan en círculo, se cogen de la mano. Manguitos de corcho en los brazos. La matrona las desplaza hacia la derecha y después hacia la izquierda, lentamente.
  • La cadena, las gestantes en decúbito supino. La primera se coloca un churro detrás de la cabeza y otro detrás de las rodillas. La siguiente se coloca el churro detrás de las rodillas y su cabeza la apoya en el churro que tiene la compañera debajo de sus rodillas, a si sucesivamente se van colocando todas hasta formar la cadena. La matrona las desplaza a lo largo de la piscina con movimientos suaves (Fig. 100).

  • El útero, se colocan por parejas. Con dos churros, uno debajo de la cabeza y otro bajo las rodillas, hacemos un pequeño útero para la gestante haciendo que flexione levemente las rodillas y el cuello. La compañera le da un paseo suave y lento por la piscina.
Lúdicos
  • El jacuzzi de los deseos, nos colocamos en un círculo apretado. Una o dos gestantes se sitúan en el medio mientras las demás agitamos los brazos dentro del agua sin salpicar, para crear un Jacuzzi. Mientras, las que están en el centro expresan un deseo para su parto-nacimiento de su bebé. Cuando terminan de expresar los deseos, se agitan los brazos con más fuerza, a modo de ritual (Fig. 101).

  • Carreras por parejas, las gestantes se ponen por parejas, se hacen carreras entre las diferentes parejas, mientras una tira del churro y la otra está tumbada en decúbito supino. También la puede llevar como un carro.
  • Carreras colchonetas, dividimos el grupo en dos equipos, cada uno con una colchoneta. Hacemos carreras entre los dos equipos. Una de las gestantes de cada equipo (por turnos) se tumba en la colchoneta, mientras las demás tiran.
  • Manteos, nos colocamos pegadas, por parejas, juntando las manos. Todo el grupo está en dos filas muy juntas y agarrándose las manos de dos en dos. Por turnos, vamos llevando a una de las gestantes, manteándola, de un extremo al otro.

B. Utilización de la pelota de partos o esferodinamia

La pelota de partos es una bola de vinilo, útil durante el proceso del embarazo y el parto, para facilitar la movilidad pélvica y muscular para todo el proceso del embarazo.

La utilidad de la pelota de partos durante el embarazo sería:

  1. Aumentar el diámetro de la pelvis al realizar ejercicios de apertura ilíaca, gracias al proceso hormonal (relaxina, progesterona…).
  2. Para disminuir el dolor pélvico en los últimos meses de gestación, debido a que los ligamentos (redondos y uterosacros) son estirados por el crecimiento del útero y del bebé.
  3. Para relajar los músculos extensores de la espalda y trabajar la movilidad pélvica.

La utilidad durante el parto sería:

  1. Conseguir una cierta disminución del dolor durante las contracciones, al realizar oscilaciones de la pelvis al estar sentada en ella.
  2. Mediante ciertas posiciones se provoca y modifica la tensión del suelo pélvico, para facilitar el giro y flexión de la cabeza, por ejemplo en una presentación occipito-ilíaca posterior, ya que el bebe ira bajando y girará a anteroposterior pura cuando coincidan los diámetros.

Recordando sabes que entre el sacro y los huesos ilíacos son posibles pequeños movimientos, que implican simultáneamente a la sínfisis del pubis y al menos a una de las articulaciones sacro-ilíacas.

Estos movimientos modifican la forma de la pelvis, el tamaño de los estrechos y la forma de la excavación. En la vida diaria tiene escasa amplitud, pero ésta es mucho mayor durante el parto, puesto que las articulaciones resultan más móviles gracias a la impregnación acuosa de las partes blandas y por la presencia, en mayor cantidad, de ciertas hormonas como la progesterona y HCG. La sínfisis del pubis realiza ligeros movimientos de deslizamientos y separación.

Ahora vamos a describir los diferentes movimientos pélvicos que nos ayudan a establecer la utilidad de la pelota de partos, tendríamos los movimientos de anteversión y retroversión. Son los llamados movimientos de los huesos ilíacos sobre la cabeza del fémur, es como si toda la pelvis se basculara sobre las caderas. El punto de referencia para indicar el sentido de la bascula es la espina ilíaca antero-superior, si se acerca hacia el fémur es anteversión y si se aleja del fémur retroversión (Fig. 102).

Estos movimientos tienen especial interés durante el embarazo ya que moviliza la parte inferior del abdomen, activando la circulación, especialmente de los grandes vasos.

Estos movimientos se proponen a la gestante durante la preparación al parto. De las siguientes formas, a gatas, acostada sobre la espalda, acostada sobre un lado, sentada y de rodillas.

Sin embargo, no conllevan movilización de los huesos pélvicos entre sí, pero son precisamente estos movimientos los que preparan a la pelvis para el paso del bebé.

A continuación vamos a describir otros movimientos de interés:

  1. Movimiento de contranutación, es el movimiento que se produce tanto en el sacro como en los huesos ilíacos al alcanzar la presentación la entrada en la pelvis. Lo primero que necesita es mejorar el tamaño del diámetro superior de la excavación, el estrecho superior. Así con este movimiento aumenta el diámetro del estrecho superior y disminuye el diámetro del estrecho inferior (Fig. 103).

  1. Movimiento de nutación, después del encajamiento, la cabeza del bebe alcanza el estrecho medio y el otro extremo de la exacavación. Aparece la necesidad de aumentar las dimensiones del estrecho inferior. Entonces provocamos el movimiento llamado de nutación, que es totalmente contrario al anterior, es decir, aquí el diámetro del estrecho superior disminuye y aumenta el diámetro del estrecho inferior (Fig. 104).

Mediante la retroversión y la anteversión, si se realiza una ligera rotación interna de caderas y las manos hacia debajo de los isquiones, se puede percibir la apertura de éstos.

La colocación asimétrica dinámica de los ilíacos se consigue mediante la rotación de la cadera, llevándolas simultáneamente hacia anteversión y retroversión, realizando una ligera flexión de la misma.

A ahora vamos a describir una serie de ejercicios que podemos llevar a cabo por medio de la pelota de partos y sus beneficios:

  • Articulación coxofemoral flexionada 90º:
    • Permite a la pelvis adoptar las posiciones de anteversión y retroversión y además nutación y contranutación.
    • Con el tronco inclinado hacia delante, favorece la adaptación de la pelvis a la presentación fetal y ayuda a aliviar los dolores de espalda.
    • Disminución de la sensación de dolor referida por la gestante. Articulación coxofemoral en semiextensión:
    • Favorece el efecto positivo de la gravedad.
    • Permite a la pelvis adoptar las posiciones de anteversión y contranutación
    • Produce una ampliación del estrecho superior de la pelvis y los del estrecho inferior disminuyen.
  • Articulación coxofemoral en extensión máxima:
    • Favorece el efecto positivo de la gravedad.
    • Permite a la pelvis las posiciones de retroversión y nutación
    • Produce una ampliación del estrecho inferior de la pelvis que favorece el encajamiento de la presentación fetal en III plano de Hogde.
  • Retroversión y anteversión de la pelvis:
    • Preparación para el parto.
    • Apertura del diámetro anterosuperior de la pelvis.
    • Útil en el período de dilatación.
    • Para la disminución del dolor.
  • Oscilaciones laterales de la pelvis:
    • Preparación para el parto.
    • Útil para el período de dilatación.
    • Relaja el cuadro lumbar y oblicuo
    • Disminuye el dolor lumbar.
    • Abre los isquiones.
  • Oscilaciones laterales con estiramiento de los aductores:
    • Relaja las tensiones sobre la pelvis.
    • Preparación al parto.
    • Período de dilatación.
  • Estiramiento isquiotibiales:
    • Disminución de las tensiones sobre los ilíacos.
    • Preparación para el parto.
  • Relajación lumbar y estiramiento pectoral (Fig. 105):
    • Disminuir tensiones lumbares y de la caja torácica.
    • Preparación al parto.

  • Colocación asimétrica estática de los ilíacos (Fig. 106):
    • Facilita el giro y la flexión de la cabeza fetal en el canal del parto.
    • Durante el parto es muy útil.

  • Descanso con hiperflexión de caderas:
    • Relaja las tensiones de la zona lumbar
    • Aumentar el estrecho inferior
    • Preparación al parto y al trabajo de parto
  • Descanso con estiramientos de aductores:
    • Disminuiye las tensiones de los aductores para permitir la apertura de las piernas.
    • Distinguir la contracción de la musculatura del suelo pélvico.
    • Preparación al parto y el trabajo de parto.
  • Descanso con flexión de piernas y movimiento de anteversión y retroversión de la pelvis muy suave:
    • Relaja y disminuye las tensiones lumbares.
    • Preparación al parto y trabajo de parto.
  • Tonificación de glúteos y extensores lumbares:
    • Aumenta la estabilidad de la pelvis.
    • Se realiza durante el embarazo si se nota dolores pélvicos, por articulaciones pélvicas muy móviles.

C. Baile: danza del vientre

La danza del vientre es una práctica tradicional oriental, caracterizada por los movimientos de cadera sin apenas desplazamientos. Se considera uno de los bailes más antiguos practicados por las embarazadas para lograr un parto menos doloroso, con una actividad enfocada a enfrentar las contracciones. Igualmente, se relaciona su origen con un ritual de Oriente empleado para favorecer la fertilidad femenina.

Sea como fuere, la danza del vientre es una actividad “muy recomendable para las gestantes por sus movimientos suaves, especialmente de los músculos que intervienen en la sujeción del bebé durante el embarazo, así como de los que contribuyen al parto”. Y es que “mantiene el tono del suelo pélvico, contribuye a relajar la pelvis y fortalece la resistencia”, apunta la matrona.

Entre los beneficios para la mujer también está que se trata de un ejercicio con el que “se moldea la figura, se corrigen malas posturas, alivia dolores de espalda, mejora la circulación, desarrolla la coordinación corporal, previene el estreñimiento y aumenta la autoestima”.

El ejercicio físico permite a la gestante vivir en mejores condiciones físicas su embarazo, tener un parto más favorable y una mejor recuperación en el posparto, además de contribuir a oxigenar y calmar al bebé (Fig. 107).

D. Método Pilates para gestantes

a. Introducción

El método Pilates es la sucesión de ejercicios donde se coordinan la mente, el cuerpo y el espíritu a través de movimientos naturales, bajo el control del propio ejercitante (Fig. 108).

El objetivo del método Pilates es conseguir un equilibrio muscular, reforzando los músculos débiles y alargando los músculos acortados, a través de un acondicionamiento físico adaptado a cada individuo, tonificando pero en alargamiento, lo que producirá una mejora en la postura corporal y en la propia percepción de la persona sobre su esquema corporal, a través de la activación constante de la mente durante el ejercicio.

Los ejercicios se realizan desde diferentes posiciones, tendido supino, tendido prono, cuadrupedia, tendido lateral.

El método Pilates se apoya sobre 6 pilares, respiración, concentración, control, centro de energía, precisión y fluidez.

b. El método Pilates en el embarazo

El método Pilates es especialmente beneficioso para la embarazada debido a sus características y necesidades. El embarazo y el parto son pruebas de resistencia física para el cuerpo de la mujer: nueve meses de cambios hormonales, cambios de peso, molestias, estrés… Por esta razón, se debe cuidar el cuerpo de forma efectiva y segura. De su buen estado físico dependerá que se desarrolle un buen embarazo y que se llegue al momento del parto en plena forma.

La preparación física a través del método Pilates aportará un beneficio a la gestante, ya que presta especial atención a los músculos más protagonistas en el expulsivo, optimizando su función en los pujos y la expulsión fetal.

Además, el fortalecimiento de la faja abdominal, del suelo pélvico, las posiciones de relajación lumbopélvica junto con los estiramientos, hace disminuir las molestias derivadas de lumbalgias, mejorando la estabilidad lumbar y cervical, que son problemas muy frecuentes en las gestantes.

Asimismo facilitara la rehabilitación de la musculatura abdominal y del suelo pélvico, en posparto, ya que un músculo entrenado adecuadamente tiene una mayor capacidad de recuperación y adaptación que uno no entrenado.

Otro aspecto importante del método Pilates es que la continua concentración que exige la ejecución de los ejercicios supone también un entrenamiento del control mental para que, durante las contracciones uterinas durante el parto, la mujer embarazada pueda ejecutar las respiraciones y pueda relajarse permitiendo que el trabajo del parto se desarrolle con mayor naturalidad y facilidad.

Pilates busca la calidad en los movimientos y no la cantidad. Por lo que el volumen de repeticiones que se utiliza en este método es óptimo para la mujer gestante, sin que suponga una carga excesiva de trabajo muscular.

Pero para obtener grandes beneficios de este método, es muy importante que se elijan bien los ejercicios que realmente son adecuados para la gestante, ya que su estado no le permite realizar muchos de ellos. Los ejercicios del método Pilates deben ser adaptados a los diferentes periodos de gestación, además deben ser dirigidos por profesionales bien capacitados, que orienten, guíen y asesoren correctamente a la gestante. Aquí la matrona puede jugar un papel muy importante.

La matrona por su formación en el campo de la Obstetricia, Ginecología y sus competencias a este respecto, además de realizar los controles pertinentes de diferentes parámetros, dar pautas sobre alimentación, actividad diaria, cambios propios del embarazo, hábitos higiénicos, la prepara para el momento del parto.

Las matronas son profesionales muy adecuados para utilizar el método Pilates como herramienta para guiar y preparar a la embarazada durante el periodo de gestación.

Con adecuada formación en el método Pilates adaptado para las gestantes, la matrona puede realizar un trabajo de gran calidad en su labor con la mujer embrazada y puede ayudarla a mejorar su estado físico de forma individualizada.

c. Objetivos que se persiguen con la práctica del método Pilates

Objetivos generales.

  • Conseguir un equilibrio muscular. Fortaleciendo la musculatura más débil y dando flexibilidad a la musculatura acortada. Se busca que en cada ejercicio el cuerpo se estire y se tonifique.
  • Proporcionar a la gestante una comprensión profunda de su cuerpo, a través de la ejecución de ejercicios de concienciación y propiocepción. Mente y cuerpo trabajan al unísono.
  • Fortalecer la musculatura del transverso del abdomen y del suelo pélvico.
d. Beneficios que aporta el método Pilates a la mujer embarazada
  • Mejora de la alineación del cuerpo y la disminución de los desequilibrios musculares, previniendo la aparición de lumbalgias o ciáticas.
  • Optimización de la función de la musculatura de suelo pélvico y del transverso del abdomen, obteniendo mejores resultados en el expulsivo y en la recuperación posparto.
  • Mejora del riego sanguíneo en las extremidades inferiores, disminuyendo el riesgo de tener edemas y varices.
  • Disminución de la tensión en la parte superior de la espalda y en los hombros (consecuencia del aumento de los pechos) mejorando la postura corporal.
  • Fomenta la concentración.
  • Mejorará la capacidad de relajación.
  • Los ejercicios se centrarán en el fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico, lo cual ayudará a la gestante a soportar el útero que va aumentando su tamaño debido al crecimiento de su bebé. El fortalecimiento de estos músculos hará que sean también más elásticos lo cual facilitará, ayudados por el aumento de producción de relaxina, que puedan estirarse en el proceso de parto.
e. Contraindicaciones

En primer lugar mencionar que es de suma importancia que los ejercicios de Pilates estén adaptados y que cuenten con la supervisión de un profesional.

Partiendo desde este punto, no es aconsejable la práctica de Pilates ni de cualquier otra actividad física en los siguientes casos:

  • Hipotiroidismo
  • Hipertermia
  • Neumopatías agudas
  • Anemia
  • Infección sistémica
  • Fatiga extrema
  • Molestias o dolor muscular esquelético no filiado
  • Obesidad excesiva

O si existiera cualquier anomalía o enfermedad que pueda poner en peligro al feto o a la gestante como pueden ser:

  • Preeclampsia
  • Rotura prematura de membranas pretérmino
  • Trabajo de parto prematuro
  • Incompetencia del cuello uterino o abortos habituales
  • Sangrado
  • Placenta previa
  • Retraso del crecimiento intrauterino
  • Diabetes gestacional
  • Enfermedad cardíaca materna
  • Enfermedad pulmonar restrictiva
f. Aparatos complementarios recomendados para la práctica del método pilates
  1. Fitball

Fit-Ball Training tiene sus orígenes en Suiza. Los primeros en adoptar la pelota en sus ejercicios terapéuticos fueron los fisioterapeutas suizos en los años 60 para tratar a sus pacientes con problemas neurológicos, cerebrales, ortopédicos y otros. Más tarde se extendió a Australia, Europa y América. Pronto se reconoció la versatilidad de este aparato hasta introducirse también a finales de los años 90 al sector del fitness.

Un fitball es una superficie inestable con movimiento en todos los planos. Por ello, es necesario realizar una estabilización mayor con este implemento.

Además en el fitball se pueden realizar ejercicios en sentado, posición que es muy cómoda para la mujer embarazada. Solo la simple actividad de estar sentado sobre el balón hace que el cuerpo tenga que realizar constantes ajustes para mantener el equilibrio sobre él, buscando la posición óptima; sobre todo en la columna y la extremidad inferior.

Tamaños recomendados

Es importante adecuar el tamaño del balón a la estatura de la persona: en el mercado podemos encontrar balones de 55, 65 y 75 cm. El diámetro del balón es óptimo si la persona, al sentarse sobre él, mantiene un ángulo de 90-100º entre el muslo y la pierna.

Se recomienda:

  • Para estaturas por debajo de 1,65, se necesitaría un balón de 55 cm.
  • Para estaturas de 1,65 a 1,75, se necesitaría un balón de 65 cm.
  • Para estaturas por encima de 1,75, se necesitaría un balón de 75 cm.

Beneficios del trabajo sobre el fitball

Los beneficios que aporta el entrenamiento sobre el fitball son múltiples. Entre ellos:

  • Mejora la condición física general.
  • Mejora del sistema cardiovascular.
  • Mejora la fuerza.
  • Mejora las cualidades físicas como el equilibrio, la propiocepción y la coordinación general.
  • Mejora la postura corporal.
  • Mejora la flexibilidad y la movilidad de articulaciones que intervienen en el parto.
  1. Bandas elásticas (Fig. 109 y 110).

Características

El entrenamiento con bandas elásticas se introdujo en el campo de la rehabilitación de lesiones musculares y articulares.

Trabajar con bandas elásticas constituye un método muy efectivo para mejorar la fuerza y resistencia de los principales grupos musculares.

La utilización de las bandas elásticas no depende la condición física del alumno, ya que existen diferentes resistencias que se pueden adaptar para cada nivel.

Las bandas son un material elástico (látex puro), que permite realizar un trabajo de fuerza, utilizando la resistencia de la banda al estirarla. A medida que aumenta la longitud la resistencia, se modifica linealmente y aumenta de forma regular.

El color indica la resistencia de la banda. Suele haber 8 intensidades. Para realizar un trabajo efectivo y sin riesgos, es importante tener en cuenta los siguientes puntos:

  • Para poder realizar ejercicios de todo tipo (de pie, sentado, etc.), recomendamos que las bandas tengan una longitud de entre 2,00-2,25 metros.
  • Durante la ejecución de los ejercicios debe haber siempre una mínima tensión en las bandas.
  • Para un perfecto mantenimiento de las bandas es importante que después de cada uso, se utilicen polvos de talco y echárselo en la caja donde se depositen las bandas.
  • Se deben realizar los ejercicios sin joyas que puedan dañar el material de la banda.

Realización de los ejercicios

A la hora de ejecutar los ejercicios hay que tener en cuenta algunos puntos:

  • En la posición inicial, la cinta ya debería tener una pequeña tensión, es decir, debería estar un poco estirada. Con ello evitaremos movimientos bruscos y facilitará el movimiento, al fijar mejor las articulaciones.
  • Existen diferentes formas de fijación, en las manos o debajo de los pies.
  • Los ejercicios deben realizarse con una correcta postura y de forma consciente, fluida y controlada.

Beneficios del entrenamiento con bandas elásticas

Las bandas elásticas son una herramienta más para mejorar el estado general de la embarazada y las cualidades físicas que en el momento del parto necesitará.

  • Mejora de la fuerza de los principales grupos musculares
  • Mejora de la postura corporal a través de la correcta ejecución de los ejercicios
  • Mejora la amplitud de movimiento
  • Mejora la capacidad de estabilización de las articulaciones
  1. Aro o círculo mágico (Fig. 111)

El aro o círculo mágico fue creado por Joseph Pilates y fabricado por su hermano Fred, que era carpintero, y que lo ayudaba en la fabricación de los diferentes aparatos con los que trabajaba. El primer círculo mágico se fabricó con un aro metálico de los barriles de cerveza, al cual se le añadideron dos superficies de madera, una a cada lado.

Hoy en día, siguiendo esta tradición, se siguen fabricando en madera y acero, aunque también se los puede encontrar en otros materiales.

Beneficios del entrenamiento con aro.

El aro de Pilates sirve para aislar, activar y trabajar los músculos más profundos del cuerpo, añadiendo intensidad y resistencia a los ejercicios.

  • Mejora de la fuerza de los principales grupos musculares del tren inferior (aductores y abductores).
  • Mejora de la postura corporal a través de la correcta ejecución de los ejercicios y de la estabilización del centro.
  • Mejora la capacidad de estabilización de las articulaciones.
g. Premisas a tener en cuenta en el desarrollo de una clase de pilates para embarazadas.

La clase consta de tres partes, calentamiento, parte principal y vuelta a la calma. Habrá que tener en cuenta los siguientes aspectos antes de planificar una sesión:

  • Nivel de las alumnas. Saber si tienen o no experiencia previa.
  • El planteamiento de los objetivos de la clase deben ser acordes al nivel del grupo y el período de gestación.
  • La posición de tendido supino pueden comprimir la vena cava en algunas gestantes, siendo desagradable para la embarazada. Para estos casos se recomienda colocar a la gestante con una pequeña inclinación a modo de cuña a través de almohadas u otros materiales.
h. Clase modelo: sesión de Pilates adaptada a la gestante (Fig. 112 y 113).

E. Yoga para embarazadas

a. Yoga prenatal. Modelo aplicado a la educación maternal

El yoga es una práctica milenaria, una disciplina que engloba todos los aspectos de la persona. El significado de Yoga es “Unión”, deriva de la raíz sánscrita “yuj”, que quiere decir: juntar, unir, sujetar y concentrar la atención en una sola cosa. El yoga es uno de los seis sistemas ortodoxos de la filosofía india, que fue recopilado y facilitado de forma escrita por Patañjali en los “Yoga Sutras”, obra compuesta de aforismos que reúne los principios de la filosofía del yoga. Este texto describe 8 caminos o estadios para alcanzar un estado de consciencia plena o de comprensión profunda:

  • Yama: nuestro comportamiento con los demás, ética y moral
  • Niyama: nuestra actitud frente a nosotros mismos, disciplina
  • Asana: el uso del cuerpo, postura
  • Pranayama: entender y control de la respiración
  • Pratyahara: liberar la mente de los sentidos
  • Dharana: la concentración
  • Dhyana: estabilizar la mente en la concentración, meditación
  • Samadhi: interiorización profunda, trascender la mente

El yoga no es una doctrina religiosa sino una filosofía de vida que implica todos los aspectos descritos anteriormente, con lo que se logrará un desarrollo completo del practicante. Desde una visión global, el yoga trabaja la mente, el cuerpo, las emociones y cuando lo practicas de forma disciplinada, trabajas la conexión con la esencia del individuo. Por ello, la dirección de un adecuado entrenamiento es disciplina y desarrollo de estos tres aspectos, que constituyen los elementos básicos para alcanzar la calma y el equilibrio cuerpo-mente, hecho que facilitará el afrontamiento de innumerables situaciones, entre ellas está la experiencia del embarazo, el parto y la maternidad. La transición a la maternidad es uno de los procesos más intensos en la vida de la mujer y por ello el yoga constituye una práctica no solo interesante sino muy completa para el periodo prenatal y posnatal. La persona que dirige una clase de yoga debe de tener una extensa experiencia personal en esta disciplina y una adecuada formación profesional.

El objetivo de este capítulo es compartir con las matronas algunas secuencias y respiraciones breves y sencillas de las que todas las mujeres puedan verse beneficiadas durante su preparación a la maternidad. ¿Y por qué me dirijo exclusivamente a las matronas? porque somos el profesional de referencia vinculado estrechamente con la todas las etapas de la mujer, y tenemos la obligación de ofrecerle lo mejor que esté en nuestras manos para mejorar la vivencia de un proceso tan intenso y complejo de sus vidas, la transición a ser madres.

c. Objetivo

La meta que persigue el yoga en el embarazo es crear un estado mental más armonioso y concentrado, desarrollando a su vez la capacidad y el control respiratorio combinado con la tonificación y la flexibilidad muscular, todo ello dirigido a mejorar el proceso del embarazo, la preparación al parto y la experiencia de la maternidad.

d. Beneficios y contraindicaciones

Los beneficios que se obtienen a través de la práctica del yoga son numerosos:

  • Desarrollo de la concentración y control mental, lo que prepara a la mujer para el proceso del parto y la maternidad.
  • Disminución del nivel de estrés y la ansiedad.
  • Mejora de autoestima y conciencia mente-cuerpo.
  • Mejora la capacidad respiratoria y la oxigenación.
  • Ayuda al control de la respiración y a la relajación muscular, especialmente importante para la fase de dilatación del parto.
  • Disminución de las molestias físicas típicas del embarazo.
  • Mejora del tono y la flexibilidad muscular y articular.
  • Reducción de edemas distales.
  • Reducción de tensión en cuello, espalda y hombros.
  • Alinea la columna y mejora su flexibilidad, especialmente en la zona lumbar.
  • Fortalece los transversos abdominales y el suelo pélvico.
  • Trabaja los ligamentos pélvicos, mejorando su movilidad y flexibilidad para el parto.
  • Mejora la consciencia e higiene postural.
  • Induce a un buen descanso.
  • Tiene beneficios sobre el sistema endocrino, digestivo, nervioso, circulatorio, linfático y respiratorio.
  • Aporta un mayor nivel de energía física y relajación mental.
  • Mejor recuperación posparto.

Las contraindicaciones están relacionadas con alguna alteración o patología en el embarazo, donde se recomiende reposo parcial o absoluto, e incluso en algunos de estos supuestos, se podrían adaptar las tablas de yoga para reducir el trabajo físico o la presión en ciertas zonas, los supuestos casos serían:

  • Amenaza de aborto.
  • Dolor abdominal.
  • Amenaza de parto prematuro o contracciones prematuras.
  • Rotura prematura de membranas.
  • Placenta previa.
  • Patologías cardiovasculares.
  • Epilepsia u otras alteraciones neurovegetativas.
  • Sangrado vaginal.
  • Inicio de contracciones de parto, etc.
  • No posiciones en decúbito prono.
  • Evitar presionar el útero de forma continuada.
e. Material necesario para desarrollar una clase de yoga prenatal

La práctica de yoga puede hacerse con diferentes materiales, incluso sentadas en una silla o en una pelota, dependerá del tiempo del que dispongamos y de lo queramos trabajar.

Para los ejercicios que voy a indicar posteriormente, sería suficiente disponer de esterillas y cojines, teniendo en cuenta que lo desarrollamos en un espacio acondicionado, ventilado y con una temperatura agradable.

f. Premisas para la práctica de yoga en la educación maternal.

Como he comentado anteriormente, lo que voy a exponer va enfocado a incluir conceptos sencillos y algunos ejercicios de yoga para el embarazo, dentro del programa de educación maternal. La intención no es realizar una clase de yoga, ya que se necesitaría formación específica como profesores de yoga, que requiere además de un entrenamiento personal previo.

Para incluir la siguiente tabla habría que tener en cuenta varios puntos:

  • El tiempo del que se dispone para elegir los ejercicios más adecuados.
  • La edad gestacional de las embarazadas del grupo.
  • La presencia de parejas en la sesión, para adaptar los ejercicios.
  • El material disponible en la sala.
  • Tener claro el objetivo de la sesión.
g. Tabla breve de yoga prenatal.

Para introducir o comenzar la educación maternal con una serie de ejercicios de yoga, es conveniente iniciar la tabla con trabajo respiratorio y de concienciación corporal, siempre terminar con una relajación. Tabla ejemplo 30 minutos.

  • Respiración consciente y completa, inhalar y exhalar por la nariz de forma lenta, alargando la exhalación todo lo posible, alineando la posición y ajustándola tanto sentada en el suelo como en la pelota, silla o esterilla. Poner la atención en las fosas nasales, en el movimiento muscular y en la relajación del cuerpo durante la exhalación. 3 minutos.
  • Liberar cuello: Rotación de cuello hacia ambas direcciones, lenta y suavemente. Atención al movimiento y a la sincronización con la respiración nasal. Inhalamos con la rotación en ascenso y exhalamos con la rotación en descenso. 3 minutos (Fig. 114).

  • Liberar hombros: apoyo de manos en los hombros, colocando los codos a la altura del hombro, iniciar rotaciones de codos hacia ambos sentidos (6 veces cada dirección).
  • Torsión columna vertebral: Posición sentada, se cruzan las piernas una delante de la otra, llevar una mano sobre la rodilla contraria y la otra detrás de la espalda, con ello se mueve el tronco hacia la dirección de la mano de atrás. Hacerlo hacia ambos sentidos 1-2 repeticiones (Fig. 115 y 116).

  • Liberar tobillos: estirar piernas y realizar rotaciones de tobillos hacia ambas direcciones (6-10 repeticiones en cada sentido) (Fig. 117).

  • Pinza: con las piernas estiradas y juntas, relajar espalda hacia abajo, llevando la barbilla al pecho y moviendo poco la espalda, el abdomen no se presiona, los brazos relajados, los pies muy activados hacia atrás. 2-3 minutos.
  • Liberar espalda: gato, alinear la espalda, mover la columna hacia abajo y la mirada hacia arriba con la inhalación, separando la barbilla del pecho y con la exhalación, mover la espalda hacia arriba (como un gato enfadado), pegando barbilla al pecho y comprimiendo el suelo pélvico y el abdomen hacia dentro. Movimiento profundo de la pelvis y de zona lumbar y dorsal (Fig. 118).

  • Liberar isquiotibiales: Perro boca abajo (cautela en el 3er trimestre, puede ser intenso) mejor durante el 2º trimestre. Doblando los dedos de los pies desde gato, apoyando el peso desde las manos, llevamos el cuerpo hacia arriba y atrás, creando una “V” invertida. Respirar 3 veces lento y conscientemente, empujando el ombligo hacia la columna vertebral con suavidad (Fig. 119).

  • Descansar en la posición del niño, con las rodillas separadas. 1 minuto
  • Tumbadas en decúbito supino, con apoyos, contracciones rítmicas del periné con las rodillas separadas y pies juntos. 3 series de 10-15 repeticiones (Fig. 120).

  • Torsión de rodillas hacia la derecha e izquierda suavemente, una a cada lado.
  • Relajación, con apoyos. 5-10 minutos.

F. Métodos de estimulación prenatal. Comunicación padre-madre-hijo/a

a. Haptonomía

La haptonomía está definida como “Ciencia de la afectividad”; aunque no se apoya en estudios científicos, y es llamada ciencia por su seguidores, es cierto que no hay estudios que la avalen como tal y debemos tener en cuenta que está basada esencialmente en experiencias de carácter subjetivo y personales, sin apoyo en evidencias científicas.

“Hapto” es una raíz griega que significa: yo entro en contacto táctil, yo reúno, yo establezco una relación; yo establezco (táctilmente) una relación, un contacto, para devolver la salud, para curar, restituir la integridad, para confirmar al otro en su existencia.

La haptonomía nos abre a una forma de estar en el mundo que recurre a facultades afectivas específicamente humanas. Éstas se desarrollan y van hacia su maduración.

El acompañamiento haptonómico, no es solo una técnica, sino que es una preparación a la acogida del bebé, en la que éste es acompañado y guiado por sus padres durante la vida intrauterina y el nacimiento.

La haptonomía utiliza una forma de contacto muy concreta, llamada psicotáctil, de características afectivo-confirmantes y que respeta las necesidades propias de cada persona, ya que se trata de alcanzar la plena autonomía.

El estado corporal que se consigue gracias a la haptonomía, no es el resultado de una técnica o de ejercicios, sino del efecto liberador de la relación afectiva que da seguridad. Es decir, que la haptonomía es totalmente incompatible con los métodos que tratan de modificar el tono muscular y la respiración, tales como el yoga, la sofrología, las técnicas respiratorias, etc. Éstas, por su carácter de aprendizaje, obstaculizarían el efecto liberador de la expresión afectiva, inhibiendo las vías subcorticales. Además, toda atención puesta sobre la respiración o sobre una “representación imaginaria” del bebé, constituye un obstáculo al contacto afectivo con éste (Fig. 121).

Un bebé así acompañado, gana una seguridad de base que se observará más adelante en su comportamiento, de manera que su autonomía hará más fácil el inicio de su vida social y de relación con un núcleo al que no estaba acostumbrado, como la entrada en la guardería y el período escolar.

Según la Dra. Dominique Décant: “Si el desarrollo de un niño que ha vivido simplemente la seguridad afectiva está así influido, son los otros (bebés) los que se retrasan a causa de un contexto de inseguridad, que es considerado como la norma”.

Debe quedar claro, que el acompañamiento haptonómico no es un método de “estimulación infantil”. Más bien se trata de una auténtica comunicación afectiva que permite que el bebé desarrolle su constelación significativa completamente, integrando el sentimiento de seguridad de base y de completitud de su ser y de autonomía hacia la instauración del desarrollo de una personalidad humana sana y equilibrada, constituyendo un importante aspecto preventivo de posteriores problemas psíquicos.

La haptonomía es un arte del ser humano, que respeta a la persona en su integridad, tratándola como un todo indivisible, sin imponer en ningún caso el poder profesional, y devolviendo al paciente el protagonismo de su mejoría o curación. Esta “Ciencia” no se opone a la medicina tradicional, sino que colabora activamente con ella y la potencia en beneficio de los pacientes.

Para nuestro ámbito profesional, la aplicación de la fenomenalidad haptonómica al cuidado del embarazo y a la asistencia al parto es de vital importancia.

Se trata de la culminación del acompañamiento prenatal de los padres y de su hija/o, ocupándose del parto del bebé acompañado prenatalmente.

El sentimiento de bienestar, va acompañado, a nivel corporal, de un tono muscular específico, firme y flexible, y de una laxitud de los ligamentos propicios al parto.

La elasticidad que se gana en las articulaciones, ligamentos y músculos, incluido el músculo uterino mejora la estática de la gestante, disminuye las tensiones y molestias más frecuentes del embarazo, como piernas cansadas por varices, dolores de espalda, inflamación del nervio ciático, etc.

También se facilitan los intercambios metabólicos que disminuyen los crecimientos intrauterinos retardados y los partos prematuros, ya que hay menos irritabilidad de las fibras uterinas.

Desde otra vertiente, la madre aprende a llevar adecuadamente a su hijo, evitando adquirir pautas incorrectas para el hijo recién nacido, que harían el parto más complicado; a esto también colabora el padre, mediante una serie de mecimientos y reajustes pélvicos.

Además durante el parto las contracciones son más efectivas y duelen menos, debido a los cambios en las secreciones hormonales de endorfinas y cortisol. La madre, en vez de empujar para sacar al bebé, abre su base para acompañar a su hijo en el camino del parto, sin que haga falta que la gestante bloquee la respiración y añadir más tensiones.

Una vez que han nacido, los niños bien acompañados muestran un mayor tono muscular, adquieren muy rápido su verticalidad, sosteniendo su cabeza y presentan un desarrollo psicomotor precoz.

En cuanto a la personalidad, son más alegres, afectuosos, despiertos, curiosos, se socializan más pronto, muestran menos alteraciones del sueño y lloran menos. También se sostienen de pie y sentados sin apoyo antes de los siete meses, además caminan antes del primer año de vida. La adquisición del lenguaje también se produce antes. Tras el nacimiento, el recién nacido debe ser acompañado también y debe de hacerse de forma muy específica, a través de cuatro encuentros postnatales, como mínimo, la primera sesión debe darse en las dos primeras semanas tras el parto, la segunda al mes, la tercera hacia los tres meses y medio, la última sesión se da coincidiendo con la adquisición de la marcha autónoma, siendo éste un momento especial en el desarrollo de su autonomía.

b. Sofrología

Etimológicamente significa el estudio de la consciencia en equilibrio. La sofrología es una escuela de base científica que, utilizando técnicas de relajación, ejercicios respiratorios y entrenamientos psicofísicos, refuerza los recursos del individuo, favorece la creación de hábitos positivos y la vivencia de una cotidianidad serena.

La sofrología fue concebida al principio como una especialidad dentro de la Psiquiatría, para mejorar el tratamiento de algunos trastornos mentales como la ansiedad y depresión.

Actualmente, la sofrología se aplica en dos grandes ámbitos, uno es el clínico, como forma de terapia única o complementaria, otro campo es el social o preventivo, como forma de entrenamiento personal para adquirir una consciencia más serena y una actitud más positiva que contribuye a la mejoría en la calidad de vida.

Este método puede practicarse tanto a nivel individual como en grupo. Se lleva a cabo con la ropa habitual, en una sala normal, con la luz del día. No es necesario aislarse del ruido ambiental, tampoco es necesario poner música u olores especiales. La regularidad en la práctica es la única condición para conseguir los resultados deseados.

La preparación sofrológica a la maternidad y a la paternidad dan un enfoque holístico a la pareja. Enseña a vivir plenamente el proceso de la gestación, controlar la ansiedad y el malestar durante el parto y también puede evitar problemas de aceptación de la maternidad como en la depresión posparto.

La sofrología utilizada antes del parto, hace que la embarazada aprenda a relativizar las molestias ocasionadas por el embarazo durante los primeros meses, haciéndose a la vez más consciente de los cambios corporales que la gestación conlleva y los acepta. Gracias a las técnicas sofrológicas, aprende a prepararse mentalmente para el momento del parto en todas sus modalidades, de tal forma que cuando llegue el momento se encuentre tranquila y serena.

Este método utilizado durante el parto ofrece además de una técnica respiratoria correcta durante las contracciones y durante el período de expulsión, técnicas mentales para evitar que las contracciones produzcan ansiedad, se evita el círculo vicioso: contracción-ansiedad-tensión-dolor, además enseña técnicas para recuperar las fuerzas entre contracción y contracción para el momento del parto.

Después del parto se consigue mantener un equilibrio sano en las etapas de cambio familiar y de adaptación a la nueva situación.

G. Masaje infantil. Ejercicios. Aplicaciones y beneficios

El origen del masaje infantil es muy antiguo y forma parte de muchas culturas en todo el mundo. Cada cultura ha dado al masaje su propia razón de ser, según sus creencias y necesidades. Unas lo hacen para facilitar el crecimiento del bebé, otras lo utilizan en rituales de iniciación, y otras lo consideran una protección frente al mundo exterior.

Todas las madres del planeta acunan, acarician y dan masajes a sus hijos cada día, desde los esquimales que viven en la zona ártica del Canadá, a los habitantes de África Oriental; desde el sur de la India a Irlanda, Rusia, Suecia o Sudamérica; en las humildes chozas de los mares del sur a las modernas viviendas americanas. Todas las madres saben que sus hijos deber ser acariciados, mimados, abrazados o mecidos.

Los estudios interculturales han demostrado que en aquellas sociedades en las que los niños son cogidos en brazos frecuentemente, son acunados, amamantados y reciben masajes habituales, los adultos luego son menos agresivos y violentos, más cooperadores y compasivos.

Durante los últimos años, los médicos han vuelto a considerar la importancia de la unión madre-hijo de cara al desarrollo de este último. El masaje infantil es un arte antiguo que la conecta profundamente con la persona que es su bebé y que le ayuda a comprender el lenguaje no verbal de su hijo y a responder a él con amor y con una escucha respetuosa.

Los profundos vínculos emocionales creados en la infancia son una base perfecta para toda una vida de confianza, valor y amor.

No se trata en este caso de hacer un masaje terapéutico. La finalidad del masaje infantil es la relajación corporal y psíquica del niño o niña, a la vez que se conecta con sensaciones agradables y positivas de su cuerpo, facilitando la relación emocional con nosotros.

a. Ejercicios

Antes de empezar, nos relajamos un poco, liberamos tensiones. Nos quitamos joyas o reloj que puedan molestarnos, untamos nuestras manos con aceite adecuado para bebés y las mostramos a los niños.

Siempre pediremos permiso para empezar, observamos la respuesta del bebé y comenzaremos siempre y cuando él o ella nos “den permiso”. Si observamos síntomas de rechazo al contacto (llanto, movimientos de cabeza diciendo “no”, marcharse, agitación corporal, frunce el ceño, patalea con más tensión, arquea la espalda, tienen hipo, mueven los ojos de forma rápida, giran la cabeza…), deberemos ir más despacio, hacer una pausa o inclusive plantear dejar la sesión para otro momento, si no conseguimos que se calme. La idea es que nuestro bebé disfrute del contacto que le proporcionemos, y no debe interpretarlo como una invasión de su espacio vital, o masajearlo cuando a él no le apetezca o no esté preparado. El masaje ayuda a conocer mejor y más pronto a vuestro hijo o hija.

b. Estiramientos

Al iniciar una sesión de masaje, haremos una tanda de estiramientos cuyos objetivos son: estirar con suavidad brazos y piernas del bebé, enderezar su columna vertebral e incidir en su vientre y pelvis. Son los siguientes:

  • Brazos cruzados: cruzar al bebé los brazos sobe el pecho, volvemos a repetir el cruce, alternando el brazo que está fuera con el de dentro, luego estiramos con cuidado hacia un lado. Repetir tres veces.
  • Brazo y pierna cruzada: agarramos con nuestra mano el brazo del bebé por la muñeca, y con la otra mano cogemos la pierna del lado opuesto, por el tobillo. Sin forzar, bajamos el brazo hasta el tórax y subimos la pierna (con la rodilla flexionada) hasta el hombro. Alternar, con brazo y pierna contrarios, repetir tres veces.
  • Arriba y abajo: sujetando los tobillos del bebé, flexionamos ambas rodillas hacia el vientre y a continuación las estiramos hacia fuera.
  • Bicicleta: sosteniendo al bebé por los tobillos, acercamos una de sus rodillas y luego la otra, a su vientre. Después las estiramos y sacudimos suavemente para que se relajen. Repetir tres veces, alternando la pierna por la que se inicia el ejercicio.
c. Piernas y pies

Tenemos tres tipos de movimientos básicos:

  • Vaciado hindú: el movimiento va de cadera / pelvis hacia los pies. Favorece la circulación hacia los pies y es más relajante.

    Con una mano se sostiene suavemente el tobillo del bebé y con la otra, formando con tus dedos una especie de brazalete, rodea la pierna y deslízala hacia el pie. El bebé apoyado sobre una superficie plana.

  • Vaciado sueco: de los pies a cadera/muslos. Mejora la circulación hacia el corazón y es más tonificante. Es un movimiento similar al vaciado hindú, pero en sentido contrario, desde el tobillo a la cadera (Fig. 122).

  • Comprensión y torsión: incide en los músculos, por ello mejora el tono muscular y es relajante. Poner las manos en forma de brazalete y deslizarlas hacia el pie, al mismo tiempo que se realiza una ligera torsión, como si estuviera escurriendo una pieza de ropa delicada recién lavada.

El masaje en las extremidades debe mantener la simetría. Esto significa que, una vez que se ha realizado la secuencia completa de movimientos en una pierna o brazo, hay que aplicarlo en la otra; nunca se debe alternar el masaje en las dos piernas al mismo tiempo. Se recomienda aprender los movimientos por zonas. Cuando se domine la técnica, durante una semana por ejemplo, podemos pasar a las siguientes zonas y así paulatinamente. De esta forma es más fácil para vosotros aprenderlo, y el bebé se va acostumbrando gradualmente al masaje.

  • Manos que reposan: dejamos caer nuestras manos en el brazo del bebé, con cierta pesadez para indicarle que vamos a empezar el masaje en esta zona.
  • Pulgar tras pulgar: con el dedo plano sobre la planta del pie, desliza los pulgares, uno tras otro, desde el talón hacia los dedos.
  • Estirando un hilo: realiza una ligera torsión y compresión en cada uno de los pequeños dedos del pie. Alarga el movimiento como si estuvieras estirando de un hilo imaginario. Este “juego” suele gustar mucho a los niños y niñas.
  • Bajo los dedos del pie: con el índice en plano, presiona ligeramente la almohadilla que hay bajo los dedos del pie.
  • Almohadilla del talón: presiona suavemente con el índice sobre la almohadilla del pie donde empieza el talón.
  • Andando con los pulgares: con los pulgares planos presiona sobre la planta del pie, como si caminaras sobre ella.
  • Sobre el pie: apoya los pulgares en plano y deslizarlos, uno tras otro, por el empeine, desde los dedos hacia el tobillo.
  • Círculos alrededor del tobillo: dibuja pequeños círculos con los pulgares sobre el tobillo del bebé.
  • Rodamientos: hacemos ligeros movimientos de rodamiento con la pierna del bebé entre nuestras manos estiradas, semejante a como encendían el fuego en la antigüedad, pero sin acelerar el movimiento.
  • Relajar las nalgas: realizamos pequeños círculos en las nalgas con ambas manos, como si estuviéramos amasando, deslizando las manos por las piernas y pies con un ligero balanceo. Es un movimiento muy relajante y suele gustarles mucho.
  • Integración: con las dos manos realizamos un barrido desde las caderas y nalgas hasta los pies. Así integramos las piernas con el tronco y comunicamos al pequeño o pequeña que el masaje se va a realizar en otra parte de su cuerpo (Fig. 122).

d. Abdomen

Los movimientos en la barriguita deben hacerse siempre en el sentido de las agujas del reloj, que es la dirección que sigue el alimento en su digestión en el intestino. No debe realizarse después de comer. El masaje en el abdomen, sirve principalmente para:

  • Facilitar el desplazamiento de los gases y materia fecal para favorecer su eliminación.
  • Tonificar la musculatura abdominal y el aparato intestinal.
  • Ayudar a aliviar los cólicos. Mejorar el estreñimiento.
    • Manos que reposan: empezamos estableciendo contacto con el vientre del niño, apoyando tus manos sobre él, las sentimos cálidas, relajadas, con cierta pesadez.
    • Oleadas o noria: con la mano plana, amoldada al vientre del bebé, empieza sobre el ombligo y deslizarla hacia la parte del vientre. Repetimos el movimiento alternando las manos sucesivamente como si fueran olas (Fig. 123).
    • Pulgares hacia los lados: coloca tus pulgares planos sobre el ombligo del bebé y deslízalos hacia los lados. Se realiza una ligera presión pero sin hundir los dedos.
    • Sol y luna: dibujamos con la mano izquierda un círculo completo alrededor del ombligo, siempre en el sentido de las agujas del reloj, empezando por la izquierda (como si fueran las 7 horas). Cuando la mano izquierda llega a las 6 horas, la mano derecha dibuja una luna, que va de las 8 a las 4 horas aproximadamente. Parece complicado, pero cuando se práctica es muy divertido.
    • “Te quiero”: primero, con la mano derecha dibujamos una I (“I”) sobre el lado izquierdo del vientre del bebé, de arriba abajo y lo repetimos varias veces. Seguidamente, dibujamos una L (“L”) invertida de derecha a izquierda del bebé y luego hacia abajo. Y en tercer lugar, trazamos una U (“U”) invertida, empezando por el lado derecho del abdomen del bebé. Estas siglas ILU configuran “I love you”, que significa en inglés te quiero.
    • Caminar por la barriguita: se realiza con la yema de los dedos, andando sobre el vientre del pequeño, desde el lado derecho del abdomen al izquierdo, rodeando el ombligo (Fig. 123).

e. Tórax

Algunos niños, sobre todo los que son más bebés, tienen tendencia a cruzar sus brazos por encima del pecho, a modo de protección, no debemos forzarlos abrirles los brazos si el bebé no quiere. Poco a poco irán ganando seguridad, y se relajan hasta el punto de ofrecer también esa zona para masaje.

La función del masaje en el tórax es tonificar los pulmones y así mejorar la respiración y circulación.

  • Manos que reposan: colocando las manos suavemente sobre el pequeño le hacemos ver que vamos a empezar el masaje en esa zona.
  • Abrir un libro: ponemos las manos juntas en el centro del pecho y las deslizamos hacia los lados, como si estuviéramos aplanando las páginas de un libro, y las bajamos como si dibujáramos un corazón. Volvemos a subir al centro hasta el punto inicial para repetir el movimiento.
  • La mariposa: poniendo las dos manos en el pecho del bebé, la mano derecha se desplaza en diagonal por el tórax hasta llegar al hombro derecho del pequeño, luego, tirando suavemente del hombro, la mano vuelve a deslizarse sobre el pecho trazando una diagonal. Después se repite con la mano izquierda y lo vamos alternando con fluidez.
  • “Cosquillitas” en las axilas: con las puntas de los dedos empezamos en las axilas y bajamos hacia los lados.
  • Integración: deslizamos las manos por el tórax, abdomen y piernas y pies para integrar todos los ejercicios que hemos hecho.
f. Brazos y manos

Como hemos dicho anteriormente, no debemos forzar los brazos si los tiene flexionados, ya irá relajándolos él o ella voluntariamente. Intentamos básicamente con estos masajes, mejorar la circulación y el tono muscular, a la vez que facilitamos la relajación.

Al igual que en las piernas, el masaje de los brazos consta de tres movimientos básicos:

  • Vaciado hindú. Sujetando la muñeca, colocamos la otra mano en forma de brazalete amoldándola al bracito, igual que hicimos en las piernas, y realizamos el paso desde el hombro a la muñeca. El cuerpo del niño debe estar bien apoyado en la superficie.
  • Vaciado sueco. Como el anterior, pero en sentido contrario, de la muñeca al hombro. Debemos fijar el hombro del niño para que su cuerpo se mantenga bien apoyado sobre la base.
  • Compresión y torsión. Colocando las manos en forma de brazalete, la hacemos girar en sentido contrario con si estuviéramos escurriendo una prenda delicada.
    • Manos que reposan. Apoyamos las manos sobre los brazos con cierto peso, indicándole al pequeño que el masaje lo vamos a empezar por este sitio.
    • “Estirando de un hilo”. Cogemos la mano del bebé y la abrimos con nuestros pulgares. Realizamos un rodamiento en cada uno de sus dedos, alargando el movimiento en el aire como si estuviéramos estirando un hilo imaginario.
    • Dorso de la mano. Resbalamos nuestra mano sobre la del bebé, en dirección a los dedos.
    • Círculos en la muñeca. Realizamos círculos pequeños alrededor de la muñeca, con los pulgares o los índices.
    • Rodamientos. Hacemos rodar con suavidad el brazo del bebé entre nuestras manos estiradas.
    • Toques de relajación. Amoldando nuestras manos con delicadeza al brazo del bebé, haciéndole un ligero balanceo o simplemente tocándolo.

Este tipo de movimiento ayuda al pequeño a liberar la tensión de la zona en la que se aplica, y de todo el cuerpo en general. Cuando notes que sus músculos están bien distendidos, dile con una gran sonrisa, “¡muy bien! ¡has relajado tu brazo!”. Estos masajes pueden aplicarse a distintas partes del cuerpo, dando un ligero balanceo o simplemente tocando.

g. Cara

Con el masaje en la cara intentamos relajar la tensión que el bebé acumula en esta zona debido a la succión, la dentición, el llanto… Hay todo tipo de respuesta, a unos les molesta y a otros les relaja. Debemos acercarnos siempre desde los lados para no obstaculizar su campo de visión.

  • “Abrir un libro” en la frente. Cogemos la cabeza delicadamente y sin taparle los ojos ni la nariz, deslizamos los pulgares desde el centro de la frente hacia fuera.
  • Deslizamiento sobre las cejas. Igual que el anterior, pero con los pulgares en las cejas.
  • Senos nasales y músculos de las mejillas. Con los pulgares, presionamos suavemente los lados de la base de la nariz, hacia abajo y continuando en diagonal sobre las mejillas.
  • Dibujando sonrisas. Con la ayuda de los pulgares o con los dedos índice y corazón, dibuja una sonrisa sobre el labio superior, y luego sobre el inferior.
  • Círculos alrededor de las mejillas. Con la yema de los dedos, de forma suave.
  • Orejas, cuello y barbilla. Acariciamos con la yema de los dedos por encima de las orejas, deslizamos las manos por la parte posterior de las orejas y continuamos el recorrido bajo la mandíbula. A la vez que relajamos esta parte del cuerpo, estamos masajeando los nódulos linfáticos de la zona.
h. Espalda

Los masajes en la espalda suelen ser la parte más relajante de toda la sesión. Debemos colocar al bebé boca abajo frente a nosotros, o bien subido sobre nuestras piernas.

  • Manos que reposan sobre la espalda. Avisamos que vamos a empezar el masaje en este sitio.
  • Vaivén. Juntamos las manos, a la altura de los hombros, y las vamos deslizando en un vaivén, descendiendo poco a poco hasta las nalgas y luego subiendo de nuevo a los hombros con suavidad (Fig. 124).
  • Barrido superior. Dejamos una mano fija en las nalgas del pequeño, firme pero sin apretar, y con la otra mano descendemos desde los hombros, realizando un barrido, hasta encontrar la mano que está sobre las nalgas. Cuanto más lento y fluido sea el pase, más profundo será su efecto.
  • Barrido completo. Igual que el anterior, pero una mano fija los pies del bebé, y la otra empieza el barrido en los hombros y acaba en los talones.
  • Círculos en la espalda. Con la punta de los dedos realizamos pequeños círculos en toda la espalda, de los hombros a las nalgas. Al llegar a las nalgas, se puede practicar un ligero amasamiento sobre ellas.
  • Peinado. Con los dedos de la mano separados, descendemos por la espalda, desde los hombros hasta la espalda (Fig. 124).

i. Aplicaciones

El masaje en el bebé no tiene la misma finalidad que en el adulto (por ejemplo deshacer nudos en la musculatura), sino que es fundamentalmente una forma de comunicación. Más que el que conocimiento concienzudo de la técnica, lo que importa es usar el poder del tacto para escuchar, comprender, respetar y amar a los bebés. Mientras dura el masaje, presta toda tu atención al bebé, manteniendo siempre contacto corporal aunque sea con una mano.

El masaje puede ser para ambos una ocasión única para compartir un rato de intimidad que facilite la relajación y os aporte fuerzas a ambos.

El sentido del tacto es algo que iréis desarrollando cuanto más lo uséis, por eso no debemos pretender aprender todos los pasos de una vez. Deberemos empezar por una zona, y luego poco a poco, ir añadiendo las demás; simultáneamente a vuestro aprendizaje, vuestro bebé se irá acostumbrando al masaje.

j. El tacto

Mediante el contacto físico comunicamos sin palabras y a través de la piel transmitimos emociones.

Los niños pequeños parecen tener un sexto sentido para intuir nuestro estado anímico, y son especialmente sensibles a la ansiedad y el estrés. La fuerza, la presión y el ritmo del masaje serán diferentes según el momento. Por todo esto, es esencial que antes de empezar el masaje, consigamos relajarnos y llenarnos de ternura y alegría, para que nuestras manos sean capaces de comunicar sensaciones.

La piel es una de las principales vías de comunicación de que dispone un bebé. Por eso, las caricias, el masaje, y todo tipo de contacto va a suponer una de las formas más placenteras y directas de interrelación, y va a contribuir a estrechar los lazos afectivos. Esta es una forma de reforzar los vínculos hijo-madre/padre.

Durante todo el embarazo, la madre ha estado acariciándose la barriga, acunándola, y así sin saberlo ha estado “tocando” permanentemente al bebé. Después toda esta experiencia continúa con la lactancia, y a veces esto puede hacer que el padre se sienta excluido. Pero el padre también puede transmitir con sus manos seguridad y satisfacción al pequeño y él disfrutará a cambio de la especial relación que normalmente une a madres e hijos. Actuando siempre con delicadeza, sobre todo al principio, ningún padre debería reprimirse de masajear a su hijo por miedo a lastimarlo.

Todos los movimientos deben ser lentos, rítmicos y con suficiente firmeza, para que sean agradables y efectivos al mismo tiempo. La presión debe ser suave pero firme, además de resultarle agradable, le debe transmitir seguridad y confianza.

k. Empezar el masaje

Tu bebé y tú vais a pasar juntos un tiempo muy especial. Reúne todo lo que necesites: toalla, aceite… Prepara el ambiente: luz, música, y temperatura y desconecta un rato de todo: lavadora, teléfono…

Debemos buscar una posición lo más cómoda posible. Sentada en el suelo o en la cama, con la espalda apoyada, las piernas cruzadas y el bebé enfrente, lo más cerca posible. También podemos estirar las piernas en forma de cuna, sentadas en una silla o incluso de pie frente al cambiador.

Es aconsejable dedicarle todo este tiempo con tranquilidad. Tratamos de relajar nuestro cuerpo y mente, alejando todo tipo de preocupaciones e inquietudes. Las miradas, las sonrisas, la voz y los movimientos suaves pero firmes serán los mejores aliados para establecer esa relación tan especial con tu hijo o hija.

Como hemos mencionado anteriormente, debemos pedirle permiso antes de empezar y “escuchar” su respuesta. Ante de desnudarlo, le pasamos las manos por todo el cuerpo o también podemos frotarnos las manos que el bebe nos vea y se percate de que ha llegado el momento del masaje. Quizás al principio no dé ninguna respuesta pues no está habituado a esta nueva situación, pero más adelante le resultará familiar, y nos comunicará su predisposición o no.

Es aconsejable que en las primeras sesiones demos sólo masajes en las piernas, así que lo desnudaremos solo de cintura para abajo, le quitaremos el pañal y pondremos un empapador para los posibles escapes.

Después de las piernas, iremos introduciendo poco a poco el resto de las partes del cuerpo. ¿Qué hacer cuando no acepta el masaje? Hay que prestar atención a diferentes factores como que el niño tenga frío, que la música esté demasiada alta o que no estemos relajados y estemos transmitiéndole nuestras tensiones a través del tacto.

Revisemos nuevamente el ambiente, intentemos conseguir relajarnos completamente, acunemos al bebé colocando nuestras manos en sus piernecitas (“manos que reposan”), y volvamos a preguntarle. Si está inquieto pero no rechaza el masaje, podemos continuar con la sesión.

Si recibimos una negativa clara, será mejor que lo dejemos y volvamos a intentarlo en otro momento.

l. Secuencia de los masajes

Es conveniente que los movimientos de masaje sigan un orden ascendente, desde las piernas y los pies, hacia la cabeza. Ya hemos dicho que se aconseja empezar por piernas y pies, que en muchos casos es la zona que más les gusta, y a partir de ahí ir integrando zonas superiores de forma paulatina, para que el bebé y tú os acostumbréis al masaje.

Ya sabemos que algunos niños ponen sus brazos en el pecho para protegerse, por ello es mejor no empezar el masaje por la zona superior del cuerpo. Empieza primero en una pierna y luego en la otra, y poco a poco se irá sintiendo más seguro e irá aflojando las extremidades.

Hacer lo mismo con los brazos. La idea de orden y simetría da más seguridad y ayuda a aumentar la confianza y el bienestar.

m. Beneficios

El masaje infantil beneficia fisiológica y psicológicamente a los bebés y a sus cuidadores.

Los beneficios generalmente pueden dividirse en cuatro categorías, que desarrollamos a continuación.

n. Estimulación

La sensibilidad de la piel es la función que se desarrolla más temprano y el más importante de todos los sistemas sensoriales de todo el desarrollo. El tacto es el único sentido sin el cual no podríamos vivir. Sin la información sobre el exterior y sobre nosotros mismos que nos proporciona este sentido, no tendríamos conciencia corporal, no podríamos sentir a los demás.

En diversos estudios realizados con animales se han descubierto que las presiones y las caricias tienen profundos efectos en diferentes aspectos de su desarrollo.

Los animales mamíferos lamen a sus pequeños y mantienen con ellos un íntimo contacto piel con piel.

Las crías que no son acariciados crecen más flacas y vulnerables al estrés; tienden a pelearse entre ellas y a descuidar más tarde a sus propios hijos. En contraposición, los cachorros que son acariciados amorosamente, crecen más amigables y menos asustadizos, son más gorditos y tienen mejor disposición que los otros animales. Las caricias dan estabilidad al sistema nervioso y proporcionan más resistencia a las enfermedades.

Desde el punto de vista físico, el masaje actúa en los seres humanos como lo hace el lamer en los animales. La estimulación sensorial natural del masaje acelera el proceso de mielinización del cerebro y sistema nervioso. La vaina de mielina protege el sistema nervioso y acelera la transmisión de los impulsos desde el cerebro al resto del cuerpo.

Al nacer, no está aún completo el proceso de revestimiento de los nervios; la estimulación acelera este proceso y mejora la comunicación entre el cerebro y el cuerpo.

Estudios realizados con bebés prematuros muestran que el masaje estimula los sistemas respiratorio, circulatorio y gastrointestinal y que activa el desarrollo del sistema neurológico (Field, et al., 1986; Rausch, 1981; Rice, 1977).

Las técnicas del masaje resultan muy beneficiosas para el sistema respiratorio del recién nacido porque amplían su capacidad y enriquecen la oxigenación de la sangre. Esto repercute directamente sobre el sistema inmunológico, que es el que nos defiende de las enfermedades.

Los estados de estrés debilitan este sistema, por lo que nos volvemos más vulnerables a la enfermedad. A través del masaje se libera estrés favoreciendo así las defensas de nuestro organismo.

Referente al sistema digestivo, el bebé debe ponerlo en marcha en el momento que llega al mundo. Los cólicos y gases suelen ser habituales, sobre todo entre las tres semanas de vida y los tres meses. El masaje estimula el tránsito intestinal ayudándole a vaciarlo a la vez que le explicamos con las manos, mediante el tacto y con cariño, cómo y hacia dónde debe funcionar para encontrarse más aliviado. El masaje también mejora el sistema endocrino, de diversas maneras, reduciendo las hormonas causantes del estrés.

o. Relajación

La relajación es la parte opuesta y a la vez complementaria de la estimulación. El estrés puede empezar a influir en un niño incluso antes de nacer. Las hormonas del estrés, siempre presentes en el torrente sanguíneo de la madre, afectan de una forma directa al feto, ya que atraviesan la placenta y entran en la propia sangre del pequeño. Los estudios demuestran que una tensión y una ansiedad prolongadas pueden dificultar la absorción del alimento por parte de la mujer embarazada, y su hijo puede nacer con poco peso, hiperactivo e irritable.

Es evidente que no podemos hacer desaparecer el estrés por completo, ni tampoco es lo que deseamos, ya que en dosis adecuadas es un componente esencial para el crecimiento de la inteligencia. La tensión de enfrentarse a situaciones desconocidas y transformarlas en algo familiar y predecible es algo fundamental para el desarrollo del cerebro infantil. Pero debemos tener en cuenta que este estrés es sólo una parte del ciclo que favorece la adquisición de conocimientos. Sin su opuesto igualmente importante, la relajación, el estrés puede producir sobreestimulación, agotamiento y shock. Cuando el estrés se va acumulando sin la acción benéfica del reláx, el cuerpo comienza a bloquear las entradas sensoriales y el proceso de aprendizaje queda totalmente detenido.

¿Cómo ayuda el masaje infantil?. En primer lugar, el masaje es una de las experiencias de relajación efectivas que pueden ofrecerse al niño o niña. La capacidad de relajarse conscientemente es una gran ventaja para enfrentarse a los agobios de la sociedad moderna. Si se adquiere esta capacidad en las primeras etapas de la vida, permite incorporarla al sistema natural, algo similar a los anticuerpos que protegen al cuerpo de las enfermedades.

Por otro lado, el tono dulce de la voz de la madre, su sonrisa y su contacto cutáneo son elementos relajantes que contrarrestan el estrés producido por toda la información nueva que llega a nuestro bebé. Con el masaje los bebés aprenden a responder a la tensión con relajación.

Se les ayuda a incrementar los efectos positivos en su cuerpo y se les permite aliviar las tensiones reprimidas. Los toques de relajación dan a los padres la oportunidad de ayudar a sus hijos e hijas a tranquilizarse cuando tienen estrés.

p. Liberación

La liberación también va ligada a la relajación. Al sentirnos relajados es fácil descargar las tensiones que vamos acumulando, ya sean físicas, mentales o emocionales. A través del masaje y el tacto podemos facilitar ese alivio del estrés. Mediante el tacto, el abrazo y meciéndolo, acompañamos al pequeño al descanso y le ayudamos a dormir, logramos proporcionarle una sueño más largo y de mejor calidad.

Hay otra clase de liberación que también podemos facilitar con el masaje y el tacto: se trata del alivio emocional, que el bebé solo puede expresarnos a través del llanto. Siendo niños, disponemos de pocas vías, al margen del llanto, para poder expresar nuestros sentimientos negativos y liberar las tensiones acumuladas. Hay momentos en los que todos necesitamos llorar, es un alivio, sobre todo si podemos hacerlo en los brazos cariñosos de otra persona. Los sentimientos de los niños son tan intensos como los del adulto, así como sus miedos, sus penas y sus frustraciones.

El masaje diario puede ayudar al padre o a la madre a entender de una forma intuitiva las vocalizaciones de su bebé, ya que le mantiene directamente en contacto con el lenguaje corporal del niño, sus señales no verbales y sus diferentes tipo de llanto (hambre, dolor, inseguridad, miedo, soledad…). Está demostrado que los bebés cuyas necesidades son atendidas prontamente, no haciéndoles callar sino escuchando y actuando, lloran con menos frecuencia y durante períodos más cortos cuando son mayores.

El llanto libera hormonas que reducen la tensión y el nivel de excitación. No sólo es una expresión para poder demostrar el dolor o el malestar, sino que parece una forma innata de tratar el estrés y también un mecanismo de curación.

Si se le permite llorar al niño y se le responde con una escucha relajada y amorosa, el llanto ayuda a los pequeños y pequeñas a regular sus propios niveles de ansiedad, y así mismo, crecer para convertirse en niños y adultos realmente más relajados y liberados de tensiones.

Cuando escuchamos “de verdad” a nuestros hijos, calmamos sus necesidades psicológicas, pues el niño “recibe el mensaje” y responde quedándose tranquilo.

El llanto no siempre quiere ser acallado, a veces reclama escucha y necesidad para manifestarse.

En ocasiones, resuelve el problema, es liberador y tranquiliza siempre que alguien lo escuche y lo comprenda.

q. Interacción y Vínculos

La interacción es uno de los aspectos más beneficiosos del masaje, en el que están incluidos todos. Durante el masaje, el bebé entra en estrecha relación contigo, te mira, te oye y te huele.

El bebé se comunica y provoca respuestas: miradas, sonrisas, muecas, gorgoteos… Todas estas reacciones favorecen intensamente la creación de los vínculos. Kennell y Klaus (1982) se hicieron famosos por sus estudios sobre el proceso de vinculación en los seres humanos. Ellos definieron los vínculos como “la única relación entre dos personas que perdura a través del tiempo”, dicen que mecer, besar y mimar son indicadores del desarrollo de los vínculos.

El tacto impregna al bebé de lo que anhela sentir: el abrazo, la contención y la confianza, que le permiten satisfacer su necesidad de apego y de amarrarse a otro ser humano. Esto le facilitará la entrada al fascinante mundo de los sentidos y de los vínculos, que le acompañarán durante toda su vida.

En los seres humanos los vínculos se forman lentamente, se mantienen durante toda la vida y son el soporte de nuestra vida psíquica, emocional e intelectual. La forma en que vamos estableciendo los vínculos a lo largo de nuestra infancia repercutirá en nuestra forma de relacionarnos con los demás en nuestra vida adulta.

No debemos olvidar que nuestra voz, mirada, caricias y juegos, son el mejor estímulo que podemos ofrecer a nuestro hijo y la mejor forma de sentirnos unidos a él y, por consiguiente, la mejor manera de establecer vínculo.

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