01. Métodos para el estudio de la Anatomía

La anatomía es el contexto (estructura) en que ocurren los fenómenos (funciones) vitales. Estos apuntes tratan principalmente de la anatomía macroscópica humana: el examen de las estructuras humanas que pueden observarse sin la ayuda de un microscopio. Los tres métodos principales para su estudio son la anatomía regional, la anatomía por sistemas y la anatomía clínica (o aplicada), como reflejo de la organización corporal y de las prioridades del estudio y sus objetivos.

Anatomía regional

La anatomía regional (anatomía topográfica) considera la organización del cuerpo humano en función de sus partes o segmentos principales (fig. 1-1): un cuerpo principal, que se compone de la cabeza, el cuello y el tronco (subdividido en tórax, abdomen, dorso y pelvis/periné), y las parejas de miembros superiores e inferiores.

Fig. 1-1

Fig. 1-1. Principales regiones del cuerpo y del miembro inferior. Descripción de la anatomía en relación con la posición anatómica de referencia.

Todas las partes principales pueden subdividirse en áreas y regiones. La anatomía regional es el método para estudiar la estructura del organismo centrando la atención en una determinada parte (ej. la cabeza), área (la cara) o región (orbitaria u ocular), examinando la disposición y las relaciones de las diversas estructuras sistémicas (músculos, nervios, arterias, etc.) que contienen, y luego habitualmente con el estudio de las regiones adyacentes en una secuencia ordenada.

La anatomía regional reconoce también la organización corporal por capas: piel, tejido subcutáneo y fascia profunda que cubren las estructuras más profundas de músculos, huesos y cavidades que contienen vísceras (órganos internos). Muchas de estas estructuras profundas son parcialmente evidentes bajo las cubiertas exteriores del organismo, y pueden estudiarse y examinarse en el sujeto vivo mediante la anatomía de superficie.

La anatomía de superficie es una parte esencial del estudio de la anatomía regional. Aporta conocimientos acerca de lo que se halla bajo la piel y de cuáles son las estructuras perceptibles al tacto (palpables) en reposo y en acción en el sujeto vivo. Se puede aprender mucho al observar la forma y la estructura externa del organismo y mediante la inspección y palpación de los aspectos superficiales de las estructuras situadas bajo su superficie. El objetivo de este método consiste en visualizar (recordar las imágenes mentales definidas de) las estructuras que confieren contorno a la superficie o que son palpables bajo ella, y en la práctica clínica distinguir cualquier hallazgo inusual o anormal. En suma, la anatomía de superficie requiere un conocimiento completo de la anatomía de las estructuras situadas por debajo de la superficie. En las personas con heridas por arma blanca, por ejemplo, el médico debe ser capaz de visualizar las estructuras profundas que pueden haber resultado lesionadas. Además, el conocimiento de la anatomía de superficie puede disminuir la necesidad de memorizar hechos, pues el cuerpo se halla siempre disponible para observar y palpar.

La exploración física es la aplicación clínica de la anatomía de superficie. La palpación es una técnica clínica que se utiliza junto con la inspección y la auscultación para explorar el organismo. La palpación de los pulsos arteriales, por ejemplo, forma parte de la exploración física. Los estudiantes de muchas ciencias de la salud aprenden a utilizar instrumentos que facilitan la exploración del organismo (como un oftalmoscopio para observar las características oculares) y la auscultación de las partes funcionantes del cuerpo (un fonendoscopio para auscultar el corazón y los pulmones).

Actualmente es posible el estudio regional de las estructuras profundas y de las anomalías existentes en el sujeto vivo con los métodos de diagnóstico por la imagen y con la endoscopia. La radiografía y otras técnicas de diagnóstico por la imagen (anatomía radiográfica) proporcionan información útil sobre las estructuras normales en el sujeto vivo, poniendo de manifiesto los efectos del tono muscular, de los líquidos corporales, las presiones y la gravedad, lo que no puede lograrse en el estudio del cadáver.

La radiología diagnóstica revela los efectos de los traumatismos, las enfermedades y el envejecimiento sobre las estructuras normales. Las técnicas endoscópicas (con un instrumento flexible de fibra óptica en uno de los agujeros corporales o mediante una pequeña incisión quirúrgica [«puerto»] para examinar las estructuras internas como el interior del estómago) también muestran la anatomía en tiempo real. El método inicial idóneo para el aprendizaje detallado y completo de la anatomía tridimensional de las estructuras profundas y sus relaciones es la disección. En la práctica clínica, la anatomía de superficie, las imágenes radiográficas y de otras técnicas de diagnóstico por la imagen, la endoscopia y la propia experiencia obtenida al estudiar anatomía, se combinan para proporcionar conocimientos sobre la anatomía del paciente.

El ordenador es un elemento auxiliar útil para la enseñanza de la anatomía regional, ya que facilita el aprendizaje al permitir la interactividad y la manipulación de modelos gráficos bidimensionales y tridimensionales. Las prosecciones, o disecciones cuidadosamente preparadas para demostrar las estructuras anatómicas, son asimismo útiles. Sin embargo, el aprendizaje alcanza su máxima eficiencia y la retención es también máxima cuando el estudio didáctico se combina con la experiencia de primera mano de la disección real; es decir, el aprendizaje por la práctica. Durante la disección, el estudiante observa, palpa, desplaza y revela secuencialmente distintas partes del organismo. En 1770, el Dr. William Hunter, un distinguido anatomista y obstetra escocés, afirmó: «La disección por sí sola nos enseña dónde podemos cortar o inspeccionar en el sujeto vivo con libertad y prontitud».

Anatomía sistémica

La anatomía sistémica es el estudio de los distintos sistemas orgánicos que funcionan conjuntamente para llevar a cabo funciones complejas. Los sistemas básicos y el campo de estudio o tratamiento de cada uno (entre paréntesis) son:

  • El sistema tegumentario (dermatología) se compone de la piel y sus apéndices, por ejemplo el pelo, las uñas y las glándulas sudoríparas, y el tejido subcutáneo subyacente. La piel, un órgano sensitivo extenso, constituye la cobertura protectora externa y contenedora del organismo.
  • El sistema esquelético (osteología) se compone de huesos y cartílago; proporciona la forma y el soporte básicos del organismo y es el elemento sobre el que actúa el sistema muscular para producir los movimientos. También protege órganos vitales, como el corazón, los pulmones y los órganos pélvicos.
  • El sistema articular (artrología) se compone de las articulaciones y sus ligamentos asociados, que conectan las partes óseas del sistema esquelético y son los puntos donde ocurren los movimientos.
  • El sistema muscular (miología) se compone de los músculos esqueléticos, que actúan (se contraen) para movilizar o posicionar las partes del organismo (ej. los huesos que se articulan entre sí), y los músculos lisos y cardíaco, que impulsan, expelen o controlan el flujo de líquidos y sustancias contenidas.
  • El sistema nervioso (neurología) se compone del sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal) y el sistema nervioso periférico (nervios y ganglios, con sus terminaciones motoras y sensitivas). El sistema nervioso controla y coordina las funciones de los sistemas orgánicos, y capacita las respuestas del organismo frente al ambiente y sus actividades en este. Los órganos de los sentidos, incluidos el órgano olfatorio (sentido del olfato), el ojo o sistema visual (oftalmología), el oído (sentido del oído y equilibrio —otología) y el órgano gustativo (sentido del gusto) se estudian a menudo junto con el sistema nervioso en la anatomía sistémica.
  • El sistema circulatorio (angiología) se compone de los sistemas cardiovascular y linfático, que funcionan paralelamente para transportar los líquidos del organismo:
    • El sistema cardiovascular (cardiología) consta del corazón y los vasos sanguíneos que impulsan y conducen la sangre por el organismo, aportando oxígeno, nutrientes y hormonas a las células y eliminando sustancias de desecho.
    • El sistema linfático es una red de vasos linfáticos que retiran el exceso de líquido hístico (linfa) del compartimento líquido intersticial (intercelular) del organismo, lo filtran en los nódulos linfáticos y lo devuelven al torrente sanguíneo.
  • El sistema alimentario o digestivo (gastroenterología) se compone del tracto digestivo desde la boca hasta el ano, con todos sus órganos y glándulas asociados que actúan en la ingestión, masticación, deglución, digestión y absorción de los alimentos y la eliminación de los desechos sólidos (heces) que quedan tras la absorción de los nutrientes.
  • El sistema respiratorio (neumología) se compone de las vías aéreas y los pulmones, que aportan oxígeno a la sangre para la respiración celular y eliminan de ella el dióxido de carbono. El diafragma y la laringe controlan el flujo de aire a través del sistema; en la laringe también se producen sonidos, modificados después por la lengua, los dientes y los labios para formar el habla.
  • El sistema urinario (urología) se compone de los riñones, los uréteres, la vejiga urinaria y la uretra, que filtran la sangre y luego producen, transportan, almacenan y excretan intermitentemente la orina (desecho de líquidos).
  • El sistema genital (reproductor) (ginecología en la mujer; andrología en el hombre) se compone de las gónadas (ovarios y testículos) que producen ovocitos y espermatozoides, los conductos que los transportan y los genitales que posibilitan su unión. Después de la concepción, el tracto reproductor femenino nutre al feto y realiza el trabajo del parto.
  • El sistema endocrino (endocrinología) se compone de estructuras especializadas que secretan hormonas, como las distintas glándulas endocrinas sin conductos (ej. la glándula tiroides), las células situadas en grupos aislados en el intestino y en las paredes de los vasos sanguíneos, y las terminaciones nerviosas especializadas. Las hormonas son moléculas orgánicas que transporta el sistema circulatorio a células efectoras distantes en todas las partes del organismo. Por lo tanto, la influencia del sistema endocrino es tan amplia como la del sistema nervioso. Las hormonas influyen en el metabolismo y en otros procesos, como el ciclo menstrual, el embarazo y el parto.

Ningún sistema funciona aisladamente. Los sistemas pasivos esquelético y articular y el sistema activo muscular constituyen en conjunto un supersistema, el sistema o aparato locomotor (ortopedia), ya que deben actuar juntos para producir la locomoción del cuerpo. Aunque las estructuras directamente encargadas de la locomoción son los músculos, los huesos, las articulaciones y los ligamentos de los miembros, también intervienen indirectamente otros sistemas. El encéfalo y los nervios del sistema nervioso los estimulan a actuar; las arterias y venas del sistema circulatorio aportan oxígeno y nutrientes a estas estructuras y eliminan de ellas los desechos, y los órganos sensoriales (especialmente la visión y el equilibrio) desempeñan papeles importantes para dirigir las actividades en un ambiente gravitatorio.

Anatomía clínica

La anatomía clínica (aplicada) subraya aspectos de la estructura y la función corporales que son importantes para la práctica de la medicina, la odontología y las ciencias de la salud auxiliares. Incorpora los métodos regional y sistémico para estudiar la anatomía y hace hincapié en su aplicación clínica.

En la anatomía clínica a menudo se invierte el curso del pensamiento que se sigue al estudiar la anatomía regional o sistémica. Por ejemplo, en vez de pensar «La acción de este músculo es…», la anatomía clínica pregunta «¿Cómo se manifestaría la ausencia de actividad de este músculo?». En vez de señalar «El nervio… inerva esta área de la piel», la anatomía clínica pregunta «¿Cuál es el nervio cuya lesión provocaría el entumecimiento de esta zona?».

El aprendizaje de la anatomía clínica es apasionante, debido a su papel para resolver problemas clínicos.

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