Cuello

Este es un resumen del cuello que le ayudará a repasar los aspectos relevantes de cara a un hipotético examen.

Huesos del cuello

Vértebras cervicales

El cuello es un tallo «móvil de conexión» con un esqueleto axial segmentado.

Los cuerpos vertebrales apilados y colocados centralmente sostienen la cabeza.

Las articulaciones invertebrales —especialmente las articulaciones craneovertebrales en su extremo superior— proporcionan la flexibilidad necesaria para permitir el posicionamiento de la cabeza, de manera que se maximiza el uso de sus órganos sensoriales.

Múltiples procesos vertebrales aportan tanto las inserciones como el efecto de palanca necesario para mover y mantener la cabeza en esas posiciones.

Los forámenes de las vértebras cervicales proporcionan un paso seguro para la médula espinal y las arterias vertebrales que nutren los huesos, y constituyen uno de los componentes principales del aporte sanguíneo encefálico.

Las vértebras aportan una pequeña protección para otras estructuras del cuello.

Hueso hioides

Único teniendo en cuenta su aislamiento del resto del esqueleto, el hioides en forma de U se encuentra suspendido entre el cuerpo de la mandíbula superiormente y el manubrio inferiormente.

El hioides proporciona una base móvil para la lengua e inserción para la porción media de la faringe.

También mantiene la permeabilidad de la faringe, necesaria para la deglución y la respiración.

Fascia cervical

Tejido subcutáneo cervical y platisma

El tejido subcutáneo (fascia superficial cervical) es normalmente más delgado en el cuello que en otras regiones, en especial anteriormente.

Contiene el platisma, un músculo de expresión facial.

Fascia cervical profunda

Como cualquier fascia profunda, la función de la fascia cervical profunda es:

  1. proporcionar contención para los músculos y vísceras en compartimentos con grados variables de rigidez,
  2. aportar el deslizamiento que permite a las estructuras resbalar unas sobre otras, y
  3. servir como un conducto de paso de estructuras vasculonerviosas.

Los dos principales compartimentos del cuello se encuentran separados por el espacio retrofaríngeo.

Anteriormente, la lámina pretraqueal rodea las vísceras cervicales y la musculatura extrínseca asociada con ellas (músculos suprahioideos e infrahioideos).

Posteriormente, la lámina prevertebral rodea los elementos musculoesqueléticos del cuello que se asocian e incluyen a las vértebras cervicales.

Estos dos compartimentos fasciales se encuentran incluidos dentro de la tercera y más superficial lámina de la fascia cervical profunda, la lámina superficial, que abarca los músculos superficiales (trapecio y esternocleidomastoideo).

La lámina superficial se inserta en el cráneo superiormente y en la cintura escapular inferiormente.

Los principales conductos vasculonerviosos, las vainas carotídeas, se sitúan anterolaterales a las uniones comunes de estas tres láminas.

Los límites y continuaciones superiores e inferiores de estas láminas fasciales, compartimentos y espacios interfasciales, constituyen vías de extensión o propagación de infecciones, líquidos, gases o tumores.

Estructuras superficiales del cuello: regiones cervicales

Esternocleidomastoideo y trapecio

Los músculos ECM y trapecio comparten un origen embrionario común, la inervación por el nervio accesorio (NC XI), estar rodeados por la lámina superficial de la fascia cervical profunda, una inserción superior lineal en la base del cráneo y una inserción inferior en la cintura escapular.

Sus masas superficiales y sus bordes palpables proporcionan las bases para la descripción de las regiones del cuello.

El ECM produce múltiples movimientos de la cabeza y el cuello.

El trapecio interviene en múltiples movimientos de la escápula, dependiendo de si los músculos actúan unilateral o bilateralmente, así como de si lo hacen de forma independiente o en conjunción con la contracción concéntrica o excéntrica de otros músculos.

Región cervical lateral

La región cervical lateral está limitada por el ECM, el trapecio y el tercio medio de la clavícula, con un suelo muscular formado por los músculos cervicales profundos laterales.

Se encuentra subdividida por el vientre superior del omohioideo, dispuesto diagonalmente.

La estructura más aparente del triángulo occipital superior es la mitad inferior de la VYE.

Lo más importante clínicamente es el nervio accesorio (NC XI), localizado superficialmente.

En el triángulo omoclavicular, inferior y mucho más pequeño, el plexo braquial emerge entre los músculos escalenos medio y anterior; este último es cruzado anteriormente por el nervio frénico.

Superior al plexo braquial y en el mismo plano se encuentra el plexo cervical.

Los ramos cutáneos de este plexo emergen del punto medio del borde posterior del ECM e irradian hacia la piel cabelluda, la oreja, el cuello anterior y el hombro.

Región cervical anterior

La región cervical anterior se encuentra por debajo del cuerpo de la mandíbula, extendiéndose anteriormente desde el ECM hasta la línea media.

Los vientres del digástrico, el vientre anterior del omohioideo y el hioides subdividen la región en triángulos más pequeños.

El triángulo submentoniano es superficial al suelo de la boca.

El triángulo submandibular, superior a los vientres del digástrico, está ocupado por la glándula salivar submandibular y por los nódulos linfáticos submandibulares.

La arteria facial, que discurre dentro de este triángulo, es palpable cuando emerge de él y cruza el cuerpo de la mandíbula.

El triángulo carotídeo, situado entre el vientre posterior del digástrico, el vientre superior del omohioideo y el ECM, contiene la mayoría de la vaina carotídea y estructuras relacionadas, incluyendo la bifurcación de la arteria carótida común, el seno y el glomus (cuerpo) carotídeos, así como las ramas iniciales de la arteria carótida externa.

El triángulo muscular está formado y ocupado por los músculos infrahioideos.

Estructuras profundas del cuello

Músculos prevertebrales

Los músculos prevertebrales, profundos a la lámina prevertebral de la fascia cervical profunda, están divididos en músculos vertebrales anteriores y laterales por el plano vasculonervioso de los plexos cervical y braquial y la arteria subclavia.

Los músculos vertebrales anteriores flexionan la cabeza y el cuello; sin embargo, este movimiento normalmente se produce por acción de la gravedad junto con la contracción excéntrica de los extensores del cuello.

Por tanto, los músculos vertebrales anteriores se utilizan principalmente cuando este movimiento se realiza contra resistencia, iniciando probablemente el movimiento, mientras que la fuerza de este corre a cargo del ECM.

Los músculos vertebrales laterales flexionan lateralmente el cuello, participan en la rotación del cuello y fijan o elevan las costillas más altas durante la inspiración forzada.

Raíz del cuello

Las ramas del arco de la aorta se bifurcan y/o atraviesan la raíz del cuello, y las ramas de la arteria subclavia también se originan aquí.

La VYI y la vena subclavia convergen en la raíz del cuello para constituir las venas braquiocefálicas.

Los troncos linfáticos principales (conducto linfático derecho y conducto torácico) se introducen en los ángulos venosos formados por la convergencia de estas venas.

Los nervios frénico y vago entran en el tórax pasando anteriores a las arterias subclavias y posteriores a las venas braquiocefálicas.

Los troncos simpáticos y los nervios laríngeos recurrentes atraviesan la raíz del cuello por detrás de las arterias, al igual que las estructuras viscerales (tráquea y esófago).

La porción cervical de los troncos simpáticos incluye tres ganglios simpáticos cervicales (inferior, medio y superior), en los cuales las fibras presinápticas de la médula espinal torácica superior hacen sinapsis con las neuronas postsinápticas.

Estas neuronas envían fibras a los nervios espinales cervicales, a través de ramos comunicantes grises; a la cabeza y las vísceras del cuello, a través de ramos arteriales cefálicos y plexos periarteriales, y a las vísceras torácicas, a través de nervios cardíacos (esplácnicos cardiopulmonares).

Vísceras del cuello

Capa endocrina de las vísceras cervicales

A pesar de sus diferentes orígenes embrionarios, las glándulas tiroides y paratiroides están íntimamente relacionadas.

Típicamente, la glándula tiroides tiene una forma aproximada de H, con unos lóbulos derecho e izquierdo unidos por un istmo central delgado.

La glándula tiroides rodea las caras anterior y lateral de la tráquea a nivel de los anillos traqueales segundo a cuarto; el istmo se localiza por delante de los anillos segundo y tercero.

Habitualmente hay cuatro glándulas paratiroides (dos superiores y dos inferiores) dentro de la cápsula de la glándula tiroides o en la glándula misma.

La glándula tiroides recibe una irrigación sanguínea abundante, esencial para su función endocrina, procedente de una anastomosis de cuatro vías entre las arterias tiroideas superior e inferior, derechas e izquierdas, de modo que las inferiores normalmente proporcionan ramas para las glándulas paratiroides.

Las venas tiroideas superiores acompañan a las arterias del mismo nombre, drenando el área que aquéllas irrigan.

Las venas tiroideas media e inferior, que discurren en solitario, drenan la porción inferior de la glándula: las venas tiroideas superior y media drenan en la VYI, mientras que la vena tiroidea inferior, habitualmente única, se introduce en la vena braquiocefálica izquierda.

Los nervios vasomotores discurren a lo largo de las arterias, pero las glándulas se regulan hormonalmente y no por fibras nerviosas secretomotoras.

Los vasos linfáticos pasan directamente a los nódulos linfáticos cervicales profundos o a través de nódulos asociados a la laringe y la tráquea.

Capa respiratoria de las vísceras cervicales

La laringe es el extremo superior de las vías respiratorias altas, modificado para regular la apertura o cierre de las vías respiratorias bajas.

La laringe también modifica la salida de aire desde el tracto para producir la voz en la vocalización.

Junto con el diafragma, regula la presión intraabdominal a través de la retención del aire y el control de la fuerza y la rapidez con que el aire abandona las vías (ej. exhalando frente a tosiendo o estornudando).

La laringe está formada por un esqueleto articulado cartilaginoso unido por ligamentos, membranas y músculos, y revestido por mucosa.

Todos los músculos de la laringe excepto uno (cricoaritenoideo posterior) participan en el cierre de la hendidura glótica.

La apertura activa de la hendidura sólo se requiere durante la inspiración profunda.

Por lo demás, la apertura se da de forma pasiva por la corriente del flujo aéreo, con los demás músculos controlando la cantidad y la naturaleza de la resistencia proporcionada en la hendidura glótica para producir voz y controlar su tono.

Además, para producir intrínsecamente movimientos entre sus componentes, la musculatura extrínseca (los músculos hioideos) puede mover la laringe entera para deglutir o modificar de forma adicional el tono.

El ramo interno del nervio laríngeo superior es el nervio sensitivo de la laringe.

El nervio laríngeo recurrente (a través de su ramo terminal, el nervio laríngeo inferior) es el nervio motor, que irriga todos los músculos de la laringe, excepto uno.

El ramo externo, un ramo más pequeño del nervio laríngeo superior, inerva el músculo cricotiroideo.

La tráquea es el tubo medio de fibrocartílago que se extiende entre el cartílago cricoides a 1879nivel de la vértebra C6 y su bifurcación en los bronquios principales a nivel del disco intervertebral T4-T5 (nivel del ángulo del esternón).

Capa alimentaria de las vísceras cervicales

Aunque generalmente se considera parte del tubo digestivo, la faringe es compartida con el sistema respiratorio.

La nasofaringe superior rígida es exclusivamente respiratoria, y las vías de paso del aire y los alimentos se cruzan en la bucofaringe y la laringofaringe.

La faringe contráctil es única dentro del tubo digestivo, ya que está constituida por músculo voluntario, y la capa circular (constrictores de la faringe) está situada externa al músculo longitudinal, el estilofaríngeo, el palatofaríngeo y el salpingofaríngeo.

La pared posterior plana de la faringe limita con el cuello musculoesquelético en el espacio retrofaríngeo y no tiene aberturas; sin embargo, su pared anterior tiene aberturas a la nariz, la boca y la laringe. Estas entradas definen los tres segmentos de la faringe.

El paladar blando actúa como una tapa valvular que regula el acceso a o desde la nasofaringe y bucofaringe, mientras que la laringe es una «válvula» que separa finalmente los alimentos y el aire antes de que entren en el esófago y la tráquea, respectivamente.

Las dos aberturas superiores de la faringe, que conectan con el medio exterior, están rodeadas por un anillo de tejido linfoide (tonsilar).

Los huecos en la pared lateral submucosa, entre las inserciones de los músculos constrictores de la faringe, permiten el paso de músculos longitudinales en forma de bandas y de elementos vasculonerviosos.

La inervación de la faringe procede del plexo nervioso faríngeo, de manera que el vago proporciona las fibras motoras y el glosofaríngeo las sensitivas.

A la altura del cartílago cricoides (nivel vertebral C6) hay un cambio relativamente abrupto hacia el patrón de musculatura más típico del tubo digestivo.

La porción cricofaríngea del constrictor inferior de la faringe, la porción más inferior de la capa circular externa, forma el esfínter esofágico superior.

El esófago comienza inmediatamente inferior, cuando la capa muscular externa se convierte en longitudinal.

Además, aproximadamente en este punto, la inervación sensitiva y motora se transfiere a los nervios laríngeos recurrentes.

El esófago cervical se compone de músculo voluntario.

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