01. Descripción General del Dorso y la Columna Vertebral

El dorso (espalda) está formado por la parte posterior del tronco, por debajo del cuello y por encima de las nalgas (región glútea). Comprende la columna vertebral y la médula espinal. La columna se extiende desde la base del cráneo hasta la punta del cóccix. Además de proteger la médula espinal, la columna soporta el peso y lo transmite a la pelvis y a los miembros inferiores. Es la zona donde están adosados la cabeza, el cuello y los miembros. El dorso incluye:

  • Piel y tejido celular subcutáneo.
  • Músculos: una capa superficial que está encargada principal-mente de posicionar y movilizar los miembros superiores, y las capas profundas («verdaderos músculos del dorso»), que intervienen específicamente en la movilidad o el mantenimiento de la posición del esqueleto axial (postura).
  • Columna vertebral: vértebras, discos intervertebrales y ligamentos relacionados (fig. 2-1).
  • Costillas (en la región torácica): particularmente sus porciones posteriores, medialmente en relación con los ángulos costales.
  • Médula espinal y meninges (las membranas que recubren la médula espinal).
  • Diversos nervios y vasos segmentarios.

Fig. 2-1

Fig. 2-1. Columna vertebral y sus cinco regiones. Las vértebras de (A y B) son típicas de cada una de las tres regiones móviles. La columna continua formada por los cuerpos vertebrales y los discos intervertebrales, que soporta el peso, aumenta de tamaño a medida que se desciende. En la visión posterior (C) se incluyen los extremos vertebrales de las costillas, que representan el componente óseo del dorso. En (D), la sección de la columna vertebral, con las costillas, el cráneo y la pelvis, pone de manifiesto el conducto vertebral. Los forámenes (orificios) intervertebrales, que también se muestran en (B), son forámenes en la pared lateral del conducto vertebral, a través de los cuales salen los nervios espinales.

Debido a su estrecha relación con el tronco, se describen además la parte posterior del cuello, los músculos cervicales posteriores y profundos, y las vértebras cervicales. Las escápulas, situadas también en el dorso, forman parte del esqueleto apendicular. Es preferible que el estudio de los tejidos blandos del dorso vaya precedido por el examen de las vértebras y los discos intervertebrales fibrocartilaginosos situados entre los cuerpos de las vértebras adyacentes.

Las vértebras y los discos intervertebrales forman en conjunto la columna vertebral. Los componentes óseos del cuello y del dorso constituyen la parte principal del esqueleto axial (es decir, los huesos articulados del cráneo, la columna vertebral, las costillas y el esternón) (fig. 2-1 D). La columna vertebral se extiende desde el cráneo hasta el vértice del cóccix. En el adulto tiene una longitud de 72-75 cm; aproximadamente una cuarta parte de dicha longitud está formada por los discos intervertebrales, que separan y conectan las vértebras entre sí. Debido a que la mayor parte del peso está frente a la columna, en la parte posterior tiene el soporte de numerosos y potentes músculos unidos a fuertes palancas (procesos espinosos y transversos) (fig. 2-2 A). La columna vertebral:

  • Protege la médula espinal y los nervios espinales.
  • Soporta el peso del cuerpo sobre el nivel de la pelvis (fig. 2-1 D).
  • Proporciona un eje, parcialmente rígido y flexible, para el cuerpo, y una base sobre la cual se sitúa y gira la cabeza.
  • Desempeña un importante papel en la postura y la locomoción (el desplazamiento de un lugar a otro).
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