04. Músculos del Dorso

La mayor parte del peso corporal está situada por delante de la columna vertebral, especialmente en las personas obesas; por lo tanto, los numerosos y potentes músculos unidos a los procesos espinosos y transversos de las vértebras son necesarios para soportar y mover la columna.

Existen dos grupos principales de músculos en el dorso. Los músculos extrínsecos del dorso son los músculos superficiales e intermedios que producen y controlan los movimientos de los miembros superiores y de la respiración, respectivamente. Los músculos intrínsecos (profundos) del dorso incluyen los que actúan específicamente sobre la columna vertebral, producen los movimientos de esta y mantienen la postura.

Músculos extrínsecos del dorso

Los músculos extrínsecos superficiales del dorso (trapecio, dorsal ancho, elevador de la escápula y romboides) son músculos axio-apendiculares posteriores que conectan el esqueleto axial (columna vertebral) con el esqueleto apendicular superior (cintura escapular y húmero), y producen y controlan los movimientos de los miembros superiores (fig. 2-28 A; tabla 2-4). Aunque están localizados en la región del dorso, la mayor parte de estos músculos recibe su inervación de ramos anteriores de los nervios cervicales y actúan sobre el miembro superior. El trapecio recibe sus fibras motoras de un nervio craneal (NC XI).

Fig. 2-28

Fig. 2-28. Músculos del dorso. A) Músculos extrínsecos superficiales. El trapecio se ha apartado a la izquierda para mostrar el nervio accesorio (NC XI), que cursa en la cara profunda del músculo, y los músculos elevador de la escápula y romboides. B) En este corte transversal de parte del dorso se muestra la localización de los músculos intrínsecos y las capas de fascia asociadas con ellos.

Tabla 2-4

Los músculos extrínsecos intermedios del dorso (serrato posterior) son músculos delgados, designados habitualmente como músculos respiratorios superficiales, pero su función es más propioceptiva que motora. Se describen conjuntamente con los músculos de la pared torácica. El serrato posterior superior está situado al romboides, y el serrato posterior inferior lo está profundamente al dorsal ancho. Ambos serratos están inervados por los nervios intercostales: el superior, por los cuatro primeros, y el inferior por los cuatro últimos.

Músculos intrínsecos del dorso

Los músculos intrínsecos del dorso (músculos del dorso propiamente dichos, músculos profundos del dorso) están inervados por ramos posteriores de los nervios espinales y actúan para mantener la postura y controlar los movimientos de la columna vertebral (figs. 2-28 B y 2-29). Estos músculos, que se extienden desde la pelvis al cráneo, están encerrados por la fascia profunda que se une medialmente al ligamento nucal (fig. 2-30), a los vértices de los procesos espinosos de las vértebras, al ligamento supraespinoso y a la cresta media del sacro. La fascia se une lateralmente a los procesos transversos cervicales y lumbares, y a los ángulos de las costillas. Las porciones torácica y lumbar de la fascia profunda constituyen la fascia toracolumbar (fig. 4-28), que se extiende lateralmente desde los procesos espinosos y forma una delgada cubierta sobre los músculos intrínsecos del dorso en la región torácica, y una gruesa cubierta sobre los músculos en la región lumbar. Los músculos intrínsecos del dorso se distribuyen en capas superficial, intermedia y profunda, según su relación con la superficie.

Fig. 2-29

Fig. 2-29. Capas superficial e intermedia de los músculos intrínsecos del dorso: esplenio y erector de la columna. Los músculos esternocleidomastoideo y elevador de la escápula se han apartado para mostrar los músculos esplenio de la cabeza y esplenio cervical. A la derecha, se ha dejado in situ el músculo erector de la columna y se observan las tres columnas de este músculo de gran tamaño. A la izquierda, el músculo espinoso, el más delgado y medial de los componentes del erector de la columna, se presenta como músculo individual al separar los componentes longísimo e iliocostal del erector de la columna. A medida que ascienden las fibras, su dirección varía en los tres grupos principales de músculos: los músculos superficiales (esplenio) cursan en sentido medial a lateral; los músculos intermedios (erector de la columna) se dirigen en su mayoría verticalmente, y los músculos profundos (transversoespinosos) cursan principalmente en sentido lateral a medial.

Capa superficial

Los músculos esplenios son gruesos y planos, están situados en las caras lateral y posterior del cuello, y cubren los músculos verticales de modo parecido a una venda, lo que explica su nombre (del latín, splenion, vendaje) (figs. 2-29 y 2-30). Los músculos esplenios se originan en la línea media y se extienden superolateralmente hasta las vértebras cervicales (esplenio cervical) y el cráneo (esplenio de la cabeza).

Los músculos esplenios cubren y mantienen en su posición a los músculos profundos del cuello. En la figura 2-30 se ilustra la capa superficial de los músculos intrínsecos, y en la tabla 2-4 se aporta información sobre sus inserciones, inervación y acciones.

Fig. 2-30

Fig. 2-30. Capa superficial de los músculos intrínsecos del dorso (músculos esplenios).

Capa intermedia

Los músculos erectores de la columna, de gran tamaño, están situados en un «surco» a cada lado de la columna vertebral, entre los procesos espinosos centralmente y los ángulos de las costillas lateralmente (fig. 2-29). Los erectores de la columna son los principales extensores de la columna vertebral y se dividen en tres columnas: iliocostal (columna lateral), longísimo (columna intermedia) y espinoso (columna medial). Cada columna está dividida regionalmente en tres partes, según sus inserciones superiores (ej. iliocostal lumbar, iliocostal torácico e iliocostal cervical). El origen común de las tres columnas del erector se produce a través de un amplio tendón que se inserta inferiormente en la parte posterior de la cresta ilíaca, en la cara posterior del sacro, en los ligamentos sacroilíacos y en los procesos espinosos lumbares inferiores.

Los erectores de la columna se designan a menudo como «músculos largos» del dorso. En general, son músculos dinámicos (que producen movimientos) y actúan en ambos lados para extender y flexionar el tronco. En la figura 2-31 se ilustra aisladamente la capa intermedia de los músculos intrínsecos, y en la tabla 2-5 se aporta información sobre sus inserciones, inervación y acciones.

Fig. 2-31

Fig. 2-31. Capa intermedia de los músculos intrínsecos del dorso (músculos erectores de la columna).

Tabla 2-5

Capa profunda

Profundamente al erector de la columna se dispone de forma oblicua un grupo de músculos mucho más cortos, el grupo de músculos transversoespinosos: semiespinosos, multífidos y rotadores. Estos músculos se originan a partir de los procesos transversos de las vértebras y pasan a los procesos espinosos de las vértebras más superiores. Ocupan el «canal» entre los procesos transversos y espinosos, y se insertan en ellos, en las láminas entre ambas y en los ligamentos que las unen (fig. 2-32).

Fig. 2-32

Fig. 2-32. Capa profunda de los músculos intrínsecos del dorso (músculos transversoespinosos). A) Fascia de los músculos multífido, elevador de las costillas, intertransverso y toracolumbar.B) Rotadores y elevadores de las costillas

El semiespinoso es el miembro superficial del grupo. Como su nombre indica, se origina aproximadamente a partir de la mitad de la columna vertebral. El semiespinoso se divide en tres partes, de acuerdo con sus inserciones superiores (tabla 2-6): semiespinoso de la cabeza, semiespinoso torácico y semiespinoso cervical. El semiespinoso de la cabeza produce el abultamiento longitudinal de la nuca, cerca del plano medio (fig. 2-33 A).

El músculo multífido es la capa media del grupo; está compuesto por cortos haces musculares triangulares, más gruesos en la región lumbar (fig. 2-33 B).

Los músculos rotadores constituyen la más profunda de las tres capas de los músculos transversoespinosos y están más desarrollados en la región torácica. El grupo transversoespinoso de la capa profunda de los músculos intrínsecos del dorso se ilustra por separado en la figura 2-33, y los detalles sobre sus inserciones, inervación y acciones se exponen en la tabla 2-6.

Fig. 2-33

Fig. 2-33. Capa profunda de los músculos intrínsecos del dorso. A) El grupo muscular transversoespinoso (capa profunda principal, granate) se halla profundamente con respecto al erector de la columna (rosa). La corta costilla lumbar se articula con el proceso transverso de la vértebra L1. Esta variante común no suele ocasionar problemas; no obstante, si se desconoce esta posibilidad, puede efectuarse un diagnóstico erróneo de fractura del proceso transverso. B) En la disección más profunda se muestran los rotadores. Los músculos elevadores de las costillas representan los músculos intertransversos posteriores en la región torácica. C) Capa profunda menor: interespinosos, intertransversos y elevadores de las costillas.

Tabla 2-6

Los interespinosos, intertransversos y elevadores de las costillas son músculos profundos dorsales menores, relativamente escasos en la región torácica. Los músculos interespinosos e intertransversos conectan los procesos espinosos y transversos, respectivamente. Los elevadores de las costillas representan los músculos intertransversos posteriores del cuello. En la tabla 2-6 se detallan las inserciones, la inervación y las acciones de los músculos menores de la capa profunda de músculos intrínsecos.

Principales músculos que movilizan las articulaciones intervertebrales

Los principales músculos que producen movimientos de las articulaciones intervertebrales cervicales, torácicas y lumbares se ilustran en las figuras 2-34 y 2-35, y los detalles se resumen en las tablas 2-7 y 2-8. Los músculos del dorso son relativamente inactivos en la bipedestación cómoda, pero (especialmente la capa profunda más corta de los músculos intrínsecos) actúan como músculos posturales estáticos (fijadores o estabilizadores) de la columna vertebral, manteniendo la tensión y la estabilidad necesarias para la postura erecta.

Fig. 2-34

Fig. 2-34. Principales músculos que movilizan las articulaciones intervertebrales cervicales.

Tabla 2-7

Fig. 2-35

Fig. 2-35. Principales músculos que producen movimientos de las articulaciones intervertebrales torácicas y lumbares.

Tabla 2-8

En la tabla 2-8 nótese que en todos los movimientos de las articulaciones intervertebrales (es decir, todos los de la columna vertebral), excepto la extensión pura, interviene total o parcialmente la contracción concéntrica de los músculos abdominales. Sin embargo, recuérdese que en estos, como en todos los movimientos, la contracción excéntrica (relajación controlada) de los músculos antagonistas tiene una importancia crucial para que el movimiento sea suave y controlado. Por lo tanto, es la interacción de los músculos anteriores (abdominales) y posteriores (dorsales), así como los pares contralaterales de cada uno, lo que proporciona estabilidad y produce los movimientos del esqueleto axial, de un modo muy semejante a como sus tirantes soportan un mástil. A menudo la sobrecarga crónica del dorso (como la producida por una excesiva lordosis lumbar) es consecuencia de un desequilibrio de este soporte (falta de tono de los músculos abdominales en el caso de la lordosis). Para recuperar el equilibrio puede ser necesario realizar ejercicios o eliminar el peso excesivo y distribuido de modo desigual.

Los músculos pequeños generalmente tienen una densidad más alta de husos musculares (sensores de la propiocepción interdigitados con las fibras musculares) que los músculos grandes. Se asumió que las mayores concentraciones de husos ocurren porque los músculos pequeños producen los movimientos más precisos, como los finos movimientos posturales o la manipulación, y por lo tanto requieren más retroestimulación propioceptiva.

Los movimientos descritos por los músculos pequeños se deducen de la localización de sus inserciones y de la dirección de las fibras musculares, así como de la determinación electromiográfica de su actividad al realizar movimientos. Sin embargo, músculos como los rotadores son tan pequeños y están colocados en una posición cuyas ventajas mecánicas son tan relativamente escasas, que su capacidad para producir los movimientos descritos es algo cuestionable. Además, los músculos pequeños a menudo son superfluos para otros músculos grandes que son mecánicamente superiores. Por lo tanto, se ha propuesto (Buxton y Peck, 1989) que en las parejas de músculos grande-pequeño, estos últimos funcionan más bien como «monitores cinesiológicos» (órganos de propiocepción), y que los músculos grandes son los que producen el movimiento.

Anatomía de superficie de los músculos del dorso

El surco medio posterior cubre los vértices de los procesos espinosos de las vértebras (fig. 2-36). Este surco continúa superiormente con el surco nucal en el cuello y es más profundo en las regiones torácica baja y lumbar alta.

Fig. 2-36

Fig. 2-36. Anatomía de superficie de los músculos del dorso.

Los músculos erectores de la columna producen abultamientos verticales a cada lado del surco medio posterior. En la región lumbar son fácilmente palpables; su borde lateral coincide con los ángulos costales y viene indicado por unos surcos superficiales en la piel. Con el individuo en bipedestación, los procesos espinosos lumbares pueden quedar señalados por depresiones en la piel. Estos procesos suelen hacerse visibles al flexionar la columna vertebral (figs. 2-8 A y 2-11 A y C). El surco medio finaliza en el área triangular aplanada que cubre el sacro y queda reemplazado inferiormente por la hendidura interglútea.

Al elevar los miembros superiores, las escápulas se desplazan lateralmente sobre la pared torácica y se visualizan los músculos romboides y redondo mayor. Los músculos superficiales trapecio y dorsal ancho conectan los miembros superiores con la columna vertebral y son claramente visibles (fig. 2-36).

Músculos suboccipitales y profundos del cuello

A menudo representada erróneamente como una zona superficial, la región suboccipital es un «compartimento» muscular situado profundamente en la zona posterosuperior cervical, por debajo de los músculos trapecio, esternocleidomastoideo, esplenio y semiespinoso. Es un espacio piramidal situado inferior a la protuberancia occipital externa e incluye las caras posteriores de las vértebras C1 y C2 (fig. 2-37).

Los cuatro pequeños músculos de la región suboccipital están situados profundamente (anteriores) con respecto a los músculos semiespinosos de la cabeza. Se componen de dos rectos posteriores de la cabeza (mayor y menor) y dos oblicuos. Los cuatro músculos están inervados por el ramo posterior de C1, el nervio suboccipital. El nervio surge en el punto donde la arteria vertebral cursa profundamente entre el hueso occipital y el atlas (vértebra C1), en el triángulo suboccipital. Los detalles sobre los límites y el contenido de este triángulo y las inserciones de los músculos suboccipitales se ilustran en la figura 2-37 y se describen en la tabla 2-9.

Fig. 2-37

Fig. 2-37. Músculos suboccipitales y triángulo suboccipital.

Tabla 2-9

Nótese que el músculo oblicuo menor de la cabeza es el único músculo «de la cabeza» que carece de inserciones en el cráneo. Estos músculos son sobre todo posturales, pero típicamente se describen acciones para cada uno de ellos en cuanto a los movimientos que producen en la cabeza.

Los músculos suboccipitales actúan directa o indirectamente sobre la cabeza (lo que explica la inclusión de «de la cabeza» en sus nombres) al extenderla sobre la vértebra C1 y rotarla sobre las vértebras C1 y C2. Sin embargo, recuérdese la discusión sobre el miembro pequeño de la pareja de músculos pequeñogrande, en la cual funciona como monitor cinesiológico para la sensibilidad propioceptiva.

Los principales músculos que producen movimientos de las articulaciones craneovertebrales se resumen en las tablas 2-10 y 2-11, y los nervios de la región cervical posterior, incluidos los de la región/triángulos suboccipitales, se ilustran en la figura 2-38 y se resumen en la tabla 2-12.

Tabla 2-10

Tabla 2-11

Fig. 2-38

Fig. 2-38. Nervios de la región cervical posterior, incluidos los de la región/triángulos suboccipitales.

Tabla 2-12

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