El Hombre transformador del Mundo. Noción de Progreso
El hombre transformador del mundo
Empezaremos por hacer una reflexión filosófica de la actitud del hombre ante la naturaleza…
¿Cómo se sitúa el hombre ante la naturaleza?
La respuesta inicial podría ser que el hombre es transformador y espectador de la naturaleza, pero… ¿solamente es eso? ¿Ha variado a lo largo de la evolución del hombre su relación con la naturaleza?
Para desarrollar el tema partiremos del análisis de algunos conceptos:
- Relación Naturaleza/Hombre/Progreso.
- El hombre antiguo y su relación con la naturaleza.
- El hombre moderno, y su relación con la naturaleza.
¿Cómo entendemos el término “relación”, cuando nos referimos al “Hombre y a la Naturaleza”?
- No la podemos entender como un determinado tipo de trato que se da entre un sujeto y un objeto.
- Tampoco la podemos entender como dos fenómenos que tienen entre ellos una acción recíproca.
Cuando hablamos de relación Hombre y Naturaleza, debemos tener en cuenta que es una relación con dos “entidades de gran envergadura” respecto al desarrollo de la vida, nunca las entenderemos como una relación simple entre sujeto/objeto.
¿Y el término “Naturaleza”, cómo lo entendemos?
Al usar el término “naturaleza de …” lo podemos entender como el conjunto de características que constituyen el universo o la esencia de algo (cada cosa se manifiesta con un determinado conjunto de características que le son propias, por ejemplo una manzana tiene sus características propias, su propia naturaleza).
También al utilizar el término naturaleza podríamos hablar del conjunto de cosas que son “por naturaleza” (los animales, las plantas y los cuerpos simples de donde todo procede), distinguiéndolas de otras que son “producidas por la mano del hombre”.
Aristóteles expresa esa distinción de la siguiente manera:
“Algunas cosas son por naturaleza, otras por otras causas. Por naturaleza, los animales y sus partes, las plantas y los cuerpos simples como la tierra, el fuego, el aire y el agua (…) éstas y otras cosas semejantes son por naturaleza”.
Desde la filosofía entendemos por Naturaleza “el conjunto de todo lo que forma el universo en cuya creación no ha intervenido el hombre”.
¿Y, respecto al término “Hombre”?
Podemos decir de él que es el ser de las posibilidades… Un ser al que hay que tener muy en cuenta, porque en los últimos tiempos con su inteligencia y sus capacidades ha desarrollado grandes avances en tecnología (aunque algunos de ellos tengan consecuencias negativas sobre la naturaleza)
Sabemos que ese hombre es el único ser con inteligencia capaz de:
- Modificar la naturaleza con sus actos
- Formularse y formular juicios morales sobre sus actos (lo que está bien o lo que está mal)
De manera que, en su relación con la Naturaleza, nos podemos preguntar: ¿Ese hombre actúa bien y tiene un adecuado comportamiento desde el punto de vista ético?
Sin olvidar que, es su propia elección ese tipo de trato…
¿Cómo se relacionaba el hombre antiguo con la Naturaleza?
- Recurría a la Naturaleza para solucionar sus problemas de supervivencia.
- Sabía aprovechar la energía del viento, del sol, de la lluvia, del mar, de las aguas, etc.
- Su tecnología era sencilla, estaba en relación con la Naturaleza, encaminadas al respeto por las exigencias naturales
- La Naturaleza para este hombre antiguo, era su “madre” y así la llamaba.
- La propia Naturaleza era su mejor guía, y su respuesta cultural fue siempre adaptarse, adecuarse y no oponerse a ella.
- Era capaz de leer en el “libro abierto” de la Naturaleza las respuestas que necesitaba conocer para adecuarse al medio ambiente.
- Su existencia está ligada a las leyes de ella, su realidad estaba fundada en una visión simbólica y espiritual de la misma.
- El universo era sagrado para él, y lo sagrado podía manifestarse en cualquier elemento de la Naturaleza. Por eso, tenía una actividad ritual muy intensa, como expresión máxima de su gratitud y actitud de vida frente a la naturaleza.
La mayoría de características rituales y religiosas tienen semejanzas en los distintos lugares del planeta, parece ser una simbología universal, y una tendencia natural a respetar la armonía entre Hombre Naturaleza.
Mircea Eliade (uno de los fundadores de la Historia Moderna de las religiones) señala en su libro (”Lo sagrado y lo profano”) que siempre existió el hombre religioso “homo religiosus” y que no existe un hombre “arreligioso” o sin religión.
Para el autor, el hombre arreligioso desciende del hombre religioso, ya que se ha constituido a partir de las situaciones asumidas por sus antepasados, y siempre guarda dentro de sí muchos comportamientos religiosos. De manera, que sus críticas al hombre religioso están constituidas a partir de su ser religioso”.
Por lo tanto, y según dicho autor la mayoría de los hombres sin religión se siguen comportando religiosamente …
¿Cuál es la relación del hombre actual con la Naturaleza?
Diremos como mínimo, que es una “operación mejorable”, que no estamos tratando con el debido respeto a la Tierra, sobre todo en aquellos aspectos que de alguna manera implican una “agresión” a la misma.
En la actualidad sólo las culturas indígenas continúan teniendo buena relación con la naturaleza, su vida continua basada en ritmos naturales, en certidumbres y sabidurías que el hombre moderno no puede en ocasiones ni llegar a entender.
Parece que para el hombre actual el “libro de la naturaleza” y el cosmos han perdido su sentido, se han vuelto insignificantes, y no le transmiten ningún mensaje.
Hoy en día hablamos de “civilización” y del “hombre civilizado” y se supone que quienes no han logrado poseer todo lo que el civilizado tiene, están atrasados y son ignorantes, cuando no “salvajes”. Para constatar esa realidad basta con echar un vistazo a nuestro alrededor…, y tal vez lo que debamos poner en cuestión en este momento es: ¿Qué estamos entendiendo por civilización?
El hombre, es ese ser dotado de atributos y cualidades que le hacen diferente al resto de las criaturas, pero sin embargo, sólo tenemos que observar nuestra propia realidad para preguntarnos: ¿Por qué el hombre parece no tener nunca suficiente, ni estar nunca conforme? ¿Por qué a pesar de ser un animal racional, actúa a veces de manera tan irracional, incluso en su contra? ¿Será que ese hombre moderno, considera que todo lo que está a su alcance en la Naturaleza son meros recursos inagotables y dispuestos sólo para él, de los cuales puede disponer de la forma que le plazca?
El hombre actual, además de creerse el poseedor de la Naturaleza y por tanto con derecho a explotarla y transfórmala. Es el único espectador consciente y por tanto responsable de lo que representa su paso a través de ella.¿Será la soberbia humana la que ha llevado a los hombres a ver la Naturaleza como algo que está sólo para servirnos y que podemos tratar a nuestro gusto y antojo?
No cabe duda, esa forma de pensar ha llevado al hombre moderno a una ruptura con la Naturaleza, no la respeta y la explota. Por lo tanto, lo que surge es una relación sujeto-objeto.
Pero además, nos encontramos con el dilema de que el hombre fracasa en su intento de dominar la naturaleza, cuando pretende crear un mundo superior, un mundo artificial, “un mundo dónde casi todo es posible gracias a la tecnología“… Reflexionando sobre la relación actual de diálogo hombre/naturaleza veremos que el elemento que interviene como modificador y controlador de las fuerzas naturales es el hombre, y el elemento que acompaña al hombre para controlar las fuerzas naturales es la tecnología. Para el hombre moderno el auténtico desarrollo radica en el empleo de la tecnología, y eso no estaría mal si añadiésemos una matización al término: “en una adecuada tecnología”.
Sin olvidar la responsabilidad que tiene el hombre, por ser la única especie con capacidad para transformar conscientemente el mundo, la naturaleza, la sociedad y el pensamiento.Al hablar del hombre actual no podemos olvidarnos de desarrollo, progreso y producción, además de la tecnología” ¿Y cuál es la relación entre todos ellos y la naturaleza?
En la relación producción/naturaleza, la naturaleza en muchas ocasiones ha sido solamente considerada como una fuente de materia prima para el beneficio humano. El “hombre productor” es capaz de sacrificar el ambiente y la naturaleza, e incluso en ocasiones a sus propios semejantes para obtener la máxima producción (a veces sobreproducción por encima de sus necesidades que no puede utilizarla y debe deshacerse de ella…) ¿Qué consecuencias tiene eso para la naturaleza y la especie humana?
La especie humana no sacrifica la naturaleza para que todos los seres humanos tengan bienestar y calidad de vida, ni siquiera para eliminar las hambrunas…No se puede ignorar que a la producción va asociada la ideología de dominación.
El uso irracional de la naturaleza está provocando no sólo la pobreza de una gran parte de la población del mundo, también depredación y contaminación de todo el planeta, y consecuentemente se está poniendo en peligro la vida de los seres que hoy existen, pero también de las siguientes generaciones.
Según algunos teóricos, todo empezó cuando aquella criatura que había vivido errante y nómada durante tantos años, toma una decisión crucial para la historia de la humanidad, deja de ser nómada y se convierte en sedentario, es el comienzo de un fenómeno con una gran trascendencia social: la propiedad privada…Hoy en día somos conscientes de los fenómenos de corte negativo que van unidos al progreso, productividad y propiedad privada, como cambio del uso del suelo, tala indiscriminada de arboles, quema de bosques, todo ello para beneficio exclusivamente humano, y a un interés desmedido por un bienestar presente.
Noción de Progreso
¿Qué es el progreso?
Del latín progressus, es la acción de ir hacia adelante. Básicamente lo entendemos como aquello que conduce a mejorar la vida del hombre mediante un aumento de bienes y servicios puestos a su disposición.
¿Pero progreso como “bien común” o como “bien de la mayoría”? En nuestros días, el progreso se mide por la capacidad que tiene el hombre de dominar la energía y por el desarrollo tecnológico.
Supuestamente, los avances en los aspectos materiales de la vida significan mejoras en la vida del hombre, en su cultura, su ética y su moral. Se parte del convencimiento de que con una producción ilimitada y un consumo ilimitado se logra la felicidad.
Actualmente el concepto de progreso se confunde con las posesiones materiales de la sociedad. Pero el verdadero progreso de una sociedad, tiene mucho más que ver con el conocimiento y la capacidad intelectual de su población, puestos al servicio de la comunidad y con el objetivo de mejorar la calidad de vida de todos sus integrantes, satisfaciendo sus necesidades básicas, sus proyectos de vida, etc., que con las posesiones únicamente materiales que posea.Respecto al fenómeno de “cambio del uso del suelo: Es otro de los fenómenos que ocurren en la actualidad y que realiza el hombre muchas veces sin control, con la finalidad de conseguir más alimentos. Consiste en expandir áreas agrícolas y construir enormes zonas de invernaderos para cultivar mucho y más rápido, pero para ello se talan y queman extensas zonas boscosas.
¿Cuál es el problema de la quema de zonas boscosas para el cambio del uso del suelo?
Con este tipo de actuaciones también se atenta contra las asociaciones de flora y fauna, dañando terriblemente la naturaleza en esos lugares. El problema es que no sólo destruye el área que se desea limpiar, esas quemas pueden incluso “sin intención” escapar al control e incendiar extensas áreas de bosques, sobre todo en épocas secas.
Respecto a la tala indiscriminada de arboles, muchas veces “por donde pasa el hombre…, no vuelve a crecer la hierva”. Para darnos cuenta de ello solo tenemos que pensar ¿qué ocurre por ejemplo al cortar un árbol? De entrada que no destruimos sólo uno, destruimos mucho más, ese árbol al caer destruye todos los árboles que se encuentran a su paso, pero también la flora y la fauna que está asociada a las características propias de ese entorno, es decir, nunca se pierde solo un árbol.Resumiendo: Al contemplar al “hombre moderno productor“, es cuando observamos la ruptura de la relación hombre-naturaleza.
El hombre pasa a ser transformador de la naturaleza, provocando en la misma un desequilibrio debido a su actuación. Ese desequilibrio lleva consigo una serie de daños colaterales: desaparición de especies de la flora y la fauna, la desertización del planeta, el agujero de la capa de ozono, el efecto invernadero, etc.
Parece que viendo el panorama actual, no queda más remedio que replantearnos esa actitud egoísta del hombre, para así poderla cambiar y pasar a cuidar del medio ambiente y respetar la naturaleza. Naturaleza, de la que no somos dueños, fue de nuestros antepasados, “somos sus inquilinos actuales” y el efecto de nuestro paso lo heredaran las generaciones futuras.
¿Qué podemos hacer? Plantearnos luchar por un futuro posible, amigable y sostenible en el tiempo, respecto a las relaciones Hombre-Naturaleza (no podemos perder de vista que en la naturaleza todo está íntimamente conectado, todo lo que hacemos tiene repercusiones tarde o temprano), y erradicar la concepción de muchos: ¡Después de mí, el diluvio!
Profundicemos un poco en la Naturaleza en la que “habita” el hombre moderno. Naturaleza o Medio Ambiente, podríamos definirlo como el entorno vital de los seres humanos, del cual dependen para su existencia y el desarrollo de sus actividades, que incluye tanto las características naturales como socioeconómicas, culturales, etc.
El medio ambiente es un tema en boga actualmente que, constituye desde hace algunos años una preocupación para gran parte de la sociedad por dos razones:
- La idea de conservar el entorno que nos mantiene vivos y la trascendencia de ese hecho.
- La consciencia de que tenemos una oportunidad de “hacer las cosas bien“.
Sabemos que determinadas actividades humanas pueden tener un impacto con efecto negativo sobre ese entorno vital. Justamente por la conciencia de ese hecho y para tratar de controlar esos impactos negativos se crea la llamada Política Ambiental.
La Política Ambiental, se define como el conjunto de actuaciones, que realizan las diferentes administraciones publicas con distintos fines:
- Proteger el medio ambiente y la naturaleza.
- Prevenir los daños que sobre ellos se puedan causar.
- Corregir los efectos negativos que pudieran sufrir, y en cualquier caso, castigar su deterioro.Problemas ambientales relacionados unos de forma directa y otros indirecta con la actividad y el desarrollo humano actual:
- Contaminación atmosférica (lluvia ácida, expansión agujero capa de ozono, efecto invernadero)
- Deforestación (por cambios del uso del suelo como invernaderos, expansión de pastos, extracción de minerales, construcción de infraestructuras…)
- Riesgos tecnológicos (biológicos, energéticos, industriales): son aquellos riesgos fruto de la actividad del hombre que son percibidos como fenómenos controlables hasta que se les escapa su control y se convierten en amenazas para la vida.
- Desertización y desertificación (fenómenos que se ven agravados por actividades humanas que debilitan el suelo y lo hacen más propenso a la erosión como la tala indiscriminada de arboles, mal uso del agua, compactación de suelos…)
- Desastres naturales (sequias, inundaciones, huracanes, etc.)
¿Qué es la lluvia ácida?
Este fenómeno ocurre cuando la humedad del aire se mezcla con óxidos de nitrógeno y azufre (contaminantes emitidos por fabricas e industrias de distintos tipos, vehículos, etc.) Esos óxidos en la atmósfera son transformados en ácido nítrico y sulfúrico, y vuelven a la tierra en forma de precipitaciones de lluvia o nieve, ejerciendo un efecto devastador el manto terrestre (su pH puede ser similar al de limón o vinagre, siendo el pH normal para el desarrollo de la vida entre 5 y 6, con la lluvia ácida se puede llegar a un pH de 2 o 3).
Además, esos óxidos contaminantes no se quedan donde se han producido, sino que pueden ser trasladados grandes distancias (hasta cientos de kilómetros) por las corrientes atmosféricas.
Los efectos producidos por la lluvia ácida afectan:
- A especies animales: peces, anfibios, … (no pueden subsistir en aguas con pH inferiores a 5,5)
- Es un factor importante de la “muerte de los bosques”
- Influye en la corrosión de metales y construcciones.
¿A qué llamamos efecto invernadero?
El efecto invernadero es uno de los principales motivos del calentamiento global de la Tierra. Es debido a la acumulación de gases invernadero en la atmósfera (dióxido de carbono y metano).
Tanto el dióxido de carbono por la combustión de vehículos, como el metano por degradaciones orgánicas, actúan impidiendo que la tierra se “refrigere”. Su presencia en la atmósfera no permite que el calor producido por la radiación solar sobre la superficie terrestre salga de ella, con lo que se produce un efecto similar al observado en el interior de un invernadero.
Las consecuencias de pequeñas modificaciones en la atmósfera causadas por este efecto invernadero darán lugar a cambios en la temperatura media (2-3°C), los cuales pueden originar transformaciones rápidas en el clima del planeta y por supuesto en nuestro modo de vida.
¿Qué significa la expansión del agujero de la capa de Ozono?
La capa de ozono se encuentra dentro de la atmósfera terrestre y tiene la función de proteger la vida del planeta, protegiéndonos de las mortíferas radiaciones ultravioleta del sol . Su misión es hacer de escudo contra los rayos del sol (UV), absorbiendo del 97 al 99% del calor que se produce en ella. Esa capa protectora está siendo destruida por algunos de los productos de la industria química como los (CFC) Clorofluorocarbonos (moléculas formadas por átomos de Cloro y Flúor unidos a los de Carbono).
Nuestro estilo de vida, así como gran parte de los bienes asociados al progreso, están directa o indirectamente vinculados con la tecnología del frío (tratamiento y acondicionamiento del aire, congelación, refrigeración, etc.) y ésta a su vez, con la utilización de los compuestos (CFC) también llamados “gases del bienestar”. Dichos productos (CFC) se utilizan también en la producción de “sprays“ y son los principales responsables de la destrucción de dicha capa de ozono.Según el periodista francés Philip Saint Marc, necesitamos revisar los sistemas de valores y los fines perseguidos en nuestra sociedad:
“la sociedad deberá elegir entre una ‘economía de posesión’ (búsqueda de un más) y una ‘economía de plenitud’ (búsqueda de un mejor)”.
Según el periodista, para averiguar en que medida una sociedad agrede al ecosistema, solo hay que ver la cantidad de energía que consume en su día a día, ese es el mejor índice para conocer el grado de agresión que produce. De manera que, según la intensidad de esa agresión, el ecosistema puede expresar su vulnerabilidad, convirtiendo la vida cotidiana en frenética, insalubre y estresante…
En opinión del equipo de investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT), seguir aplicando este modelo, a lo que nos llevaría de probablemente y sin mucho tardar, es a que nuestro planeta se vea colapsado ecológica y socialmente:
“Hay que proponerse atenuar y aún detener ese crecimiento exponencial, por ejemplo incorporando nuevas tecnologías ambientales, reciclando recursos naturales, aumentando la vida media de los productos, controlando la contaminación, etc.. El hombre deberá optar entre la obsesión por este tipo de “progreso” o por un desarrollo sostenible”
En resumen, se debería buscar un nuevo concepto de bienestar, en el cual la relación entre lo deseable y lo posible seria lo que proporcionase el límite al crecimiento.