Humanismo y Transhumanismo

Humanismo

Revisión breve de la idea de “hombre bio-psico-social y trascendente” a través de la historia, empezando por la influencia de tres grandes culturas: hebrea, griega, romana:

  • De los griegos aprendimos la filosofía, el conocimiento, el interés por la investigación y la teorización. La respuesta a la pregunta por el hombre inserto en el cosmos, la encontramos desde la filosofía.
  • De los hebreos, la respuesta a la pregunta por la trascendencia humana la encontramos en las raíces de la religión cristiana, el sentido de la vida, las convicciones morales, el sentido del mundo y la idea fundamental sobre la dignidad del hombre.
  • De los romanos heredamos el Derecho, por ser ellos los padres de la jurisprudencia y del Derecho positivo. Ellos incluyeron en la conciencia moderna la importancia de la libertad humana y del respeto a la persona, protegidos por la ley social o derecho positivo.

Posteriormente, y ya en la Modernidad (siglos XVI a XVIII), se produce un gran avance en la ciencia, gracias fundamentalmente:

  • Descubrimiento de la estructura de la materia, lo cual fue posible gracias al avance de la tecnología y el progreso de los instrumentos de observación, (el microscopio óptico en 1590 y posteriormente microscopio electrónico ya en 1932)
  • Desarrollo del llamado “método científico” y la “mentalidad científica”, que consiste en la acumulación de experiencias rigurosas, estudiadas, comprobadas y reproducibles en el laboratorio.
  • Gran desarrollo que sufrieron disciplinas como las matemáticas, la mecánica, la física y la medicina.

Dichos avances en la ciencia y la tecnología han continuado progresando de forma espectacular hasta nuestros días.

¿Cómo se ha contemplado el ser humano a lo largo de la historia y a través de las distintas corrientes sociales?

  • En la época de la Modernidad y del Materialismo científico

Esta corriente niega cualquier otro saber que no sea el adquirido mediante su propio método científico, es decir, niega la existencia de todo aquello que no puede comprobarse y experimentarse en el laboratorio.

Desde esta mentalidad se defiende la idea de que todo es materia y que no se necesita otra explicación del ser humano que la material, ya que solo esa es científica, lo que le lleva a negar el valor de otras disciplinas como la filosofía, la religión y las humanidades.

Pero esta corriente para explicarse a sí misma tiene que recurrir a una “especie de fe materialista”, porque el materialismo científico no es capaz de demostrar que sólo exista la materia, y que por tanto el espíritu humano, el conocimiento y la libertad “sean pura materia”.

  • Cultura libertaria o contracultura

Esta corriente se da cuando en una cultura la defensa de la libertad es lo más importante y lo que defiende es una libertad absoluta como fin en sí misma, sin ninguna otra referencia que el capricho de cada uno.

Desde esta corriente se rechaza cualquier forma de intervención estatal o gubernamental y se enfrenta directamente con la tradición religiosa, la humanística y con las instituciones democráticas, con lo cual vive parasitariamente de la sociedad que rechaza.

  • Estatalismo

Es una corriente que se sitúa en el extremo opuesto a la descrita en el párrafo anterior. Ocurre cuando en una cultura se da una exageración del valor de las instituciones del Estado, lo que conduce a una limitación de los derechos de las personas, chocando directamente con la religión y el pensamiento independiente.

  • Fundamentalismo religioso

Esta corriente se da cuando en una cultura la religión no respeta los derechos humanos ni las instituciones democráticas, ni se reconoce el valor de la ciencia.

Hemos visto que la idea de hombre puede variar según las distintas corrientes sociales, nos deberíamos preguntar: ¿Dónde situar al hombre adecuadamente dentro del conjunto del mundo?

Se trataría de hacerse una imagen del ser humano y del mundo en su conjunto, de saber cuál es la estructura o nivel dentro de la cual hay que situar al hombre, que por otro lado sabemos, que es el “objeto corporal” más complejo del universo. Para conseguir ese objetivo, en primer lugar describiremos los cuatro niveles de formas de vida que podemos encontrar en el universo conocido, de los más sencillos a los más complejos y cada uno de ellos con sus propias características:

  1. El primer nivel lo podríamos denominar de las Estructuras, cuerpos, conglomerados: es el nivel donde nos encontramos con la materia organizada a nivel atómico (neutrones, protones, electrones, quarks, Bossón de Higgs) y agrupada en compuestos químicos o conglomerados más complejos unidos por fuerzas de naturaleza físico-químicas. Podríamos afirmar que todas las sustancias que conocemos se pueden explicar básicamente desde este nivel.
  2. En un segundo nivel nos encontramos con organismos, unidades vivas, seres vivos: conocemos seres unicelulares, pero la mayoría de los seres vivos están compuestos por células agrupadas en tejidos y órganos.

Lo más característico de la vida es manifestarse como un organismo, no como una simple estructura material, sino algo más complejo, capaz de garantizar la existencia del ser vivo gracias a su actuación coordinada, es decir, que todo el ser funcione como una unidad, aunque al mismo tiempo tenga órganos diferentes con funciones perfectamente diferenciadas.

  1. En un tercer nivel, nos encontramos con animales, o seres que actúan con cierto sentido, con un alto nivel de complejidad orgánica y con capacidad de desplazamiento por medios propios, que además responden a estímulos y elaboran interiormente respuestas más o menos complejas.
  2. En el cuarto nivel nos encontramos con los seres humanos, que además de todo lo anterior, poseen autoconciencia, voluntad, conocimiento intelectual, son capaces de liberarse de sus condicionamientos instintivos, tienen capacidad para comprender lo abstracto y establecer de forma consciente relaciones interpersonales.

Además, es precisamente en la conciencia de los seres humanos dónde se manifiestan otros fenómenos mucho más complejos, percibir la verdad y la mentira, elaborar el conocimiento, la ciencia y la sabiduría, donde también se perciben los valores morales, el deber y la belleza.

Una vez “situado” el ser humano en el mayor nivel de complejidad, hay que describir una serie de fenómenos que le son propios y característicos:

  1. Desde el punto de vista fisiológico el ser humano tiene características que lo distinguen de otras especies animales: bipedismo, tamaño del cerebro, especificidad de los movimientos, incluido el movimiento fino de la mano, etc.
  2. Desde el punto de vista del comportamiento, en el ser humano hay también diferencias muy notables:
    • Es un animal “centrado”, el hombre tiene una relación objetiva con lo que le rodea y siente interés consciente por su entorno (los animales en cambio viven siendo el centro de su mundo y lo que les rodea les interesa sólo en la medida en que satisface sus necesidades).
    • Es un animal “simbólico”, es capaz de utilizar signos sabiéndolos distinguir de las realidades que significan (lenguaje verbal y de los símbolos).
    • Es un animal “inespecializado o carencial”: los animales están especializados, adaptados al medio (tienen plumas, pelo, escamas, etc.) El hombre no está especializado, está “mal adaptado”, pero puede pensar y eso hace que pueda adaptarse a casi todo.
    • Es un animal “prematuro” comparado con el resto de los animales, que al poco tiempo de nacer prácticamente pueden valerse por sí mismos. El hombre es biológicamente muy inmaduro, no tiene un patrimonio instintivo suficiente para sobrevivir por sí sólo.
    • Es un ser “cultural”, podríamos decir que entre el hombre y la naturaleza hay “algo en medio” que se llama cultura, que es lo que le proporcionará vestido, cobijo, herramientas …, por eso el hombre no necesita adaptarse biológicamente al medio, la cultura “lo independiza”.
  3. Finalmente y uniendo los dos puntos anteriores, características fisiológicas y el comportamiento humano ensamblados nos llevan a lo que la filosofía clásica llama “animal racional”, es el animal dotado de inteligencia, un ser capaz de aplicar su inteligencia para adaptarse, cambiar y transformar el mundo.

Todas las características descritas, confluyen en aquella que se ha usado tradicionalmente para designar a la especie humana: “homo sapiens”, el único ser dotado de la posibilidad de saber con su inteligencia y de obrar inteligentemente con su voluntad.

De manera que, lo más específico del hombre son las actividades que tienen que ver con la inteligencia y la libertad, las cuales se desarrollan dentro o a partir de la conciencia, y que están inmersas en una fenomenología propia.La realidad del hombre tal como la hemos descrito, podrá contemplarse por tanto desde distintas perspectivas, lo que dará lugar a las distintas disciplinas desde donde poder ser descrito y estudiado. De manera que, como el hombre tiene características que pertenecen a diversos niveles, se podrá estudiar desde cualquiera de los planos y por las distintas ciencias que alcanzan estratos diferentes.

En ese sentido, hay que tener cuidado con el llamado fenómeno del “reduccionismo”, el cual consiste en negar la existencia de los estratos superiores y postular que todo se explica por los estratos inferiores, quedándose únicamente en ellos.

Así, podríamos apuntar distintos tipos de reduccionismo a tener en cuenta, en función de los estratos a los que se fija:

  • Fisicalismo, es su estudio reduce al hombre solo a los estratos físico y químico que este posee.
  • Biologicismo, en este caso se reduce solamente al estrato de la información genética.
  • Conductismo, reduce su estudio al estrato de la conducta.
  • Estructuralismo, reduce su estudio a las estructuras mentales.

De todo lo dicho podemos concluir, que estudiar los fenómenos específicamente humanos que tienen que ver con la conciencia humana, supone una experiencia difícil de manejar solamente desde el punto de vista científico, por eso, se estudian desde el territorio propio de las Humanidades. Sabiendo que hay que ser delicados en su estudio para que no se pierdan las experiencias y también hay que tener un sentido crítico para reconocer los limites, ya que no trabajamos sólo con materia medible…

Y a propósito de eso, la historia de este siglo se ha encargado de atestiguar la falsedad de la idea de que el avance tecnológico fomenta automáticamente el progreso de humanidad. Y, efectivamente ahora estamos en mejores condiciones para entender que la ciencia y la técnica, y a pesar de los resultados brillantes en sus campos, no han dado ni pueden dar por sí solas respuesta a las preguntas decisivas del hombre.

El hombre sigue conociendo cada vez más lo que le rodea, sabe hacer cosas cada vez más complicadas y más útiles, ha viajado a la Luna, conoce mejor el Universo, pero… (y siempre hay un pero…) sus problemas esenciales no se han resuelto, las grandes preguntas sobre sí mismo siguen esperando respuesta, cuando mira dentro de si mismo advierte que allí está intacto el misterio de su propio ser, inabordable por la ciencia, y sigue preguntándose…

¿Qué significa ser hombre? ¿Quién soy yo? ¿Por qué estoy aquí?

Una de las mayores incertidumbres del hombre consiste en saber que es a la vez poderoso y frágil; capaz de conocer y dominar la naturaleza, pero sin embargo, una modesta e imprevisible hemorragia cerebral (Ictus) puede terminar con su vida; es capaz de lo mejor y de lo peor, tanto de la abnegación más absoluta, como de la traición más vil; a veces, compasivo frente a la desgracia de un próximo, y otras cruel con los suyos, como ninguna bestia puede serlo, (…) en resumen, es “un casi-nada” capaz de “casi-todo”.

Según Max Scheler, filosofo alemán personalista del siglo XX, “el hombre además de no saber, ni siquiera lo que es, sabe que no lo sabe”, y eso también es el único ser que lo sabe.

Corriente transhumanista

El desarrollo de áreas estratégicas de conocimiento, en especial Biomedicina y Biotecnología, Tecnologías de la Información e Inteligencia Artificial, está siguiendo de un tiempo para esta parte un crecimiento exponencial. (…) las predicciones apuntan a un futuro en el que expresiones como superinteligencia, superlongevidad o superbienestar van a ser comunes. Las preguntas son si va a ser así para todos o para unos pocos, cuándo va a darse esa confluencia y cuán diferente va a ser el futuro del presente.

El transhumanismo es un movimiento intelectual y cultural que sostiene la posibilidad de mejorar las capacidades físicas, intelectuales y psíquicas de la especie humana, mediante la aplicación de nuevas tecnologías y la eugenesia, con la finalidad de eliminar todos los aspectos indeseables de la condición humana como la enfermedad, el sufrimiento, el envejecimiento, e incluso la muerte.

Su objetivo es llegar a una “especie transhumana” con mayores capacidades físicas, psíquicas e intelectuales …

El transhumanismo se llevaría a cabo mediante:

  • Ingeniería genética (manipulación genética)
  • Eugenesia embrionaria y prenatal (eliminación de fetos o embriones “defectuosos”)
  • Nanotecnología (técnicas que se aplican a nivel de nano-escala para manipular las estructuras moleculares y sus átomos)
  • Biotecnología (manipulación de sistemas biológicos)

En este momento cabe preguntarnos: ¿Todo lo técnicamente posible sería éticamente admisible?

El transhumanismo, encuentra sus raíces en el deseo constante de adquirir nuevas capacidades, para el hombre, mediante el uso de la técnica y de la ciencia.

Encuentra los pilares fundamentales que sustentan su visión en la confianza desmesurada en la ciencia y en una concepción puramente material del hombre. Dicho con otras palabras, el hombre concebido como una máquina a la que se le puede potenciar su funcionalidad y sus posibilidades mediante la tecnología.

Se sustenta en una antropología materialista de raíz empirista por la que se concibe al hombre como algo puramente material sin ningún espacio para la realidad metafísica o trascendente.

La explicación de todo funcionamiento humano es la del neurobiologicismo funcionalista, es decir, el hombre reducido al funcionamiento más o menos perfecto de sus conexiones neuronales. Todo ello unido a “una fe ciega en la ciencia”.

Pero además, hay otras cuestiones de fondo importantes: ¿Quién me dice a mí, que cuanto más perfecto sea física y psíquicamente, o que cuántas más capacidades tenga voy a ser más feliz? ¿Qué es la felicidad, y … es lo mismo para todos? ¿Qué significa ser mejor o más perfecto, quién lo determina? ¿Todo al acceso de todos?

La respuesta a estas preguntas no estriba en una cuestión meramente material, sino también moral y ontológica (la ontología es la parte de la filosofía que investiga en qué consiste “el ser”, su esencia y cuáles son sus ámbitos fundamentales).

Todos sabemos, a estas alturas, que ser mejor o ser feliz, no depende solo de cuestiones materiales, y que la “relación perfección física igual a felicidad” no es siempre real, es más, incluso a veces se puede dar lo contrario.

¿En que consistiría la puesta en marcha del plan transhumanista?

Detallamos algunas de las cuestiones de carácter práctico a la hora de ponerlo en marcha:

  • Selección embrionaria.
  • Eliminación eugenésica de embriones y fetos con defectos.
  • Nanotecnología aplicada al cerebro y sus estructuras.
  • Problemas relacionados con la crio-conservación de “materiales humanos”
  • Uso de fármacos que cambian la personalidad de los individuos (con o sin su consentimiento)
  • Etc

En conclusión, aunque en teoría el transhumanismo pueda tener una meta/fin bueno: “hacer de la vida del hombre algo mejor”, fin hacia el que ha tendido siempre la medicina, la ciencia y en general el progreso, este fin no puede ser alcanzado a través de cualquier medio, o a cualquier precio.

La humanidad y la ciencia están a las puertas de un nuevo salto basado en enormes posibilidades de mejora, pero a través de la manipulación de los genes y las simbiosis hombre-máquina se puede dar origen a diversos escenarios de evolución que, por un lado asustan y por otro son motivo de esperanza. Al final en un sentido o en otro, todo dependerá del uso que los humanos hagan de la tecnología, y en cualquier caso de “una adecuada tecnología”.

Por lo tanto, y tratándose de un tema tan delicado somos conscientes de la necesidad de que existan Limitaciones Legales, que cada vez son más sensibles en todos los países del mundo respecto a las posibilidades y los limites de la ciencia. Dichas limitaciones están siendo adoptadas cada vez por más países, en cuanto a la prohibición de investigaciones y experimentos sobre ciertas materias (investigaciones sobre células madre embrionarias, sobre la clonación humana, sobre los bebes medicamento, etc).

En el núcleo de esta teoría del transhumanismo y respecto a las consideraciones propias del ser humano, encontramos que con ella se puede llegar a dar la pérdida del sentido del valor y la dignidad humana, los cuales hacen de la persona humana aún con sus límites y finitud un ser único y especial con el resto de la naturaleza.Una tecnología sin límites unido a la no aceptación de la realidad humana, puede llevar a que el hombre forje un futuro utópico, puramente material, fuera de los cauces humanos…, para convertirlo en…, pero entonces…

¿Quién ostentará el poder? ¿En manos de quién estará la vida humana? ¿Quién dirá quién tiene que vivir y quién tiene que morir? ¿Cuál será el valor de una vida humana?

Anterior
Siguiente