Actividad y Ejercicio
Conceptos clave
El ejercicio es una actividad física destinada al acondicionamiento del organismo, el mantenimiento o incremento de la salud y la forma física; también se puede usar como medida terapéutica.
La tolerancia a la actividad es el tipo y la cantidad de ejercicio o actividad que una persona es capaz de llevar a cabo. El grado de tolerancia a la actividad del paciente está influido por factores fisiológicos, emocionales y de desarrollo.
El mejor plan de actividad física incluye una combinación de ejercicios que producen distintos beneficios fisiológicos y psicológicos.
La mecánica corporal es el esfuerzo coordinado de los sistemas musculoesquelético y nervioso cuando la persona se mueve, levanta pesos, se inclina, permanece de pie, se sienta, se acuesta y completa las actividades de la vida diaria.
El movimiento corporal coordinado implica el funcionamiento integrado de los sistemas esquelético, muscular y nervioso.
Los músculos principalmente asociados con el movimiento están localizados cerca de la región esquelética, donde el movimiento es producido por el efecto palanca, lo cual es característico de los movimientos de las extremidades superiores.
La coordinación y la regulación de los grupos musculares dependen del tono muscular y de la actividad de los músculos antagonistas, sinérgicos y antigravitatorios.
El equilibrio está controlado también por el sistema nervioso, concretamente por el cerebelo y el oído interno.
El equilibrio corporal se consigue cuando un centro de gravedad relativamente bajo es equilibrado sobre una base de sustentación amplia y estable y hay una línea vertical que cae desde el centro de gravedad a través de la base de apoyo.
Los cambios del desarrollo, los aspectos conductuales, los aspectos ambientales, el origen étnico y cultural y la influencia del apoyo social y familiar inciden en la percepción que el paciente tiene y en su motivación para participar en la actividad física y el ejercicio.
La habilidad para llevar a cabo la actividad física normal y el ejercicio depende de que los sistemas nervioso y musculoesquelético estén intactos y tengan funcionamiento.
La enfermera utiliza el proceso de enfermería para prestar cuidados a los pacientes que experimentan o corren el riesgo de intolerancia a la actividad y de deterioro de la movilidad física.
Después de identificar los diagnósticos de enfermería, la enfermera planifica e implementa las intervenciones que incrementan la actividad y el ejercicio en colaboración con el paciente cuando sea posible.
Los ejercicios de amplitud de movimiento articular incluyen una o todas las articulaciones del cuerpo.
Los dispositivos mecánicos para favorecer la marcha incluyen bastones, andadores y muletas.