Planificación de los Cuidados de Enfermería
Conceptos clave
Durante la planificación se deben determinar los objetivos del paciente, establecer las prioridad es, desarrollar los resultados esperados de los cuidados y seleccionar las intervenciones para el plan de cuidados.
Las prioridades ayudan a anticipar y a secuenciar las intervenciones de enfermería cuando un paciente tiene múltiples diagnósticos de enfermería y problemas de colaboración.
Los objetivos y los resultados esperados proporcionan una orientación clara para la selección y la utilización de las intervenciones de enfermería y la evaluación de la efectividad de las mismas.
En el establecimiento de objetivos el plazo de tiempo depende de la naturaleza del problema, de la etiología, de la situación general del paciente y del entorno de tratamiento.
Un objetivo centrado en el paciente es único, observable, medible, limitado en el tiempo, compartido y realista.
Un resultado previsto es un criterio objetivo para el logro del objetivo.
Las intervenciones iniciadas por la enfermera no requieren ninguna prescripción ni supervisión o dirección por parte de otros.
Las intervenciones iniciadas por el médico requieren responsabilidades de enfermería específicas y conocimientos técnicos de enfermería.
Durante un pase de guardia de enfermería las enfermeras colaboran y comparten la información importante que asegura la continuidad de los cuidados del paciente y previene errores o retrasos en la realización de las intervenciones de enfermería.
Los planes de cuidados y las vías críticas aumentan la comunicación entre enfermeras y facilitan la continuidad de los cuidados de una enfermera a otra y de un entorno de asistencia a otro.
Un mapa conceptual proporciona una manera de visualizar gráficamente la relación entre los diagnósticos de enfermería y las intervenciones de los pacientes.
La taxonomía NIC proporciona una estandarización para ayudar a las enfermeras a seleccionar intervenciones apropiadas para los problemas de los pacientes.
Las intervenciones de enfermería correctamente escritas incluyen las actuaciones, la frecuencia, la cantidad, el método y la persona que las realiza.
La consulta aumenta los conocimientos sobre el problema de un paciente y ayuda a aprender habilidades y a obtener los recursos necesarios para solucionar el problema.
Al hacer una consulta, primero se ha de identificar el problema general, dirigir la consulta al profesional adecuado y proporcionar al consultor la información pertinente sobre el problema.