Educación Sanitaria a La Gestante

Educación sanitaria a la gestante

En la primera consulta prenatal y en las consultas sucesivas de control de embarazo, se debe proporcionar información a la embarazada de forma individual sobre alimentación, trabajo, consumo de sustancias tóxicas, controles de embarazo, educación maternal grupal, higiene, sexualidad…

Hábitos saludables

A. Alimentación

La alimentación de la gestante debe basarse en una dieta equilibrada, completa y con una ingesta de cinco comidas diarias. La ganancia de peso varía en cada trimestre. Durante las doce primeras semanas de embarazo debe aumentar ente 450 gr y 2250 gr o no subir de peso. En el segundo y tercer trimestre, debe aumentar entre 225-450 gr a la semana, si su peso previo era saludable. Durante esta etapa se aumentarán entre 200-300 kcal al día. Durante la lactancia se deben aumentar 500 kcal al día.

La ganancia de peso normal durante el embarazo para una gestante con normopeso es de 9-12 kg.

a. Ácido fólico y yodo

Se recomienda la administración de ácido fólico para reducir la aparición de defectos congénitos en el recién nacido, fundamentalmente defectos del cierre del tubo neural (anencefalia, encefalocele, espina bífida), así como cardiopatías congénitas y labio leporino. La suplementación de ácido fólico se debe iniciar 1 mes antes de la concepción, hasta las 12 semanas de gestación (Tabla 70). Se recomienda la administración de ácido fólico en forma de monofármaco, ya que el exceso de otras vitaminas (A y D) pueden tener riesgos potenciales para la madre y el feto. Los factores de riesgo de espina bífida se muestran en la tabla 71.

Se recomienda la suplementación con yodo para reducir la aparición de retraso mental y parálisis cerebral en el recién nacido, debido a la carencia de yodo durante la etapa perinatal. Se debe prescribir el yodo desde un mes antes de la concepción y continuar durante todo el embarazo y lactancia materna. La dosis recomendada son 200 µgr al día de yoduro potásico en monofármaco.

Además del suplemento de yoduro potásico se recomendará el consumo de sal yodada en lugar de sal común, una dieta rica en yodo y la no utilización de antisépticos yodados.

b. Hierro

Es necesaria la suplementación con hierro durante la gestación, para responder al aumento de las demandas de hierro que supone el embarazo. La dosis recomendada durante el embarazo es de 30 mg (150 mg de sulfato ferroso) y durante la lactancia de 15 mg. Es conveniente tomar estos suplementos al acostarse o entre comidas. No deben tomarse con leche, té o café. Son alimentos ricos en hierro la carne, los huevos y los cereales.

c. Calcio

El aporte de calcio durante el embarazo y la lactancia será el mismo que para una mujer no embarazada. El aporte recomendado es de 1000 mg/día. Esta cantidad se consigue ingiriendo al menos tres raciones de alimentos ricos en calcio al día, como la leche (mejor desnatada) o queso, además de grupos no lácteos como semillas, nueces, cereales, pan y jugos de fruta. Un vaso de leche o un trozo de queso contienen 300 mg de calcio.

d. Anisakis

La mejor manera de prevenir la anisakiasis es cocinar bien el pescado y comprobar que está bien hecho, que no queden partes crudas. Si se prepara en casa pescado en escabeche, en salmuera ligera, ahumado en frío o marinado, hay que recordar que estos tratamientos reducen la posibilidad de que el pescado sea parasitado, sin embargo no la elimina, ya que las larvas de estos nematodos pueden sobrevivir, por lo que habrá que someterlo a un proceso de congelación previo al consumo, para eliminar las larvas de nematodos. En estos casos, para inactivar estos parásitos en el pescado, se recomienda congelarlo a menos 20 ºC durante más de 24 horas.

e. Toxoplasmosis

En las visitas del control prenatal se debe informar a las mujeres sobre la prevención primaria de la toxoplasmosis durante el embarazo (Tabla 72).

f. Mercurio

Se deben de seguir recomendaciones a la hora de consumir pescado durante el embarazo ya que, especialmente los depredadores de gran tamaño, suelen contener cantidades de mercurio altas que pueden afectar al desarrollo neuronal del feto. Según las indicaciones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), se recomienda limitar el consumo a 300 gr por semana de: atún blanco o bonito del norte (fresco o en conserva), rape, cabracho, lubina (salvaje), mero, raya, salmonete grande (mayor de 300 gr). Recomiendan evitar el consumo de: pez espada o emperador, tiburones (cazón, tintorera, marrajo…), atún rojo, aguja, lucio y anguila. El resto de pescado se puede consumir.

B. Consumo de sustancias nocivas

El primer trimestre es el periodo de mayor riesgo para el desarrollo del feto. Por eso es primordial en la primera visita de embarazo, así como en visitas sucesivas, la deshabituación del consumo de sustancias nocivas. Se informará a las gestantes sobre los riesgos del consumo de sustancias y se ofrecerá apoyo especializado en caso de que sea necesario.

a. Cafeína

La cafeína se encuentra en el té, el café, el cacao, las bebidas de cola y en el chocolate. El consumo recomendado durante el embarazo es inferior a dos tazas de café o té al día. Este consumo no se relaciona con aborto espontáneo, malformaciones congénitas, nacimiento pretérmino o bajo peso al nacer.

b. Tabaco

El embarazo es el momento adecuado para que la gestante y su pareja interrumpan el consumo de tabaco. En las consultas prenatales se debe informar, tanto a la gestante como la pareja si es fumadora, de los riesgos que presenta el tabaco para el embarazo y para el recién nacido (Tabla 73), de los beneficios que tiene su abandono y ofrecer apoyo para el proceso de deshabituación. Es aconsejable informarles de que no se recomienda permanecer en espacios cerrados con humo.

Durante la lactancia, las sustancias tóxicas del tabaco pasan directamente al recién nacido a través de la leche materna.

La mejor recomendación es dejar de fumar totalmente, si esto no se consigue, se debe reducir al máximo posible la cantidad de cigarrillos que se fuman por día.

c. Alcohol

La matrona informará a las gestantes sobre los riesgos del alcohol durante el embarazo (Tabla 74), sobre la mayor probabilidad de efectos adversos en el primer trimestre de embarazo y sobre la no existencia de evidencia del nivel seguro del consumo de alcohol.

Puesto que no se ha demostrado que haya una cantidad de alcohol segura para el feto, las mujeres deben dejar de beber inmediatamente, si sospechan que están embarazadas, y deben abstenerse de beber alcohol, si intentan quedarse embarazadas.

Las consumidoras esporádicas suelen abandonar el consumo con la información sanitaria, por el contrario, las consumidoras habituales suelen requerir programas de deshabituación y apoyo social.

d. Drogas

A pesar de que el tabaco y el alcohol son las sustancias más consumidas, existe un aumento creciente del consumo de otras sustancias. La gestante debe recibir información acerca de los riesgos que tiene el consumo de drogas durante la gestación (Tabla 75) y derivarla a un programa de deshabituación. Toda gestante adicta a drogas debe ser considerada de riesgo.

e. Medicamentos

Se debe informar a la gestante que no debe automedicarse. El consumo de fármacos durante el embarazo ha de estar supervisado por el médico. Es aconsejable evitar la exposición a rayos X durante el embarazo, a no ser que sea necesaria y autorizada por el médico.

C. Trabajo

Si una mujer embarazada puede continuar realizando su trabajo o no, debe individualizarse en función del tipo de trabajo, la edad de gestación y el estado psíquico de la mujer. Esta valoración se realizará en todas las visitas de embarazo. Durante el embarazo se puede desarrollar el trabajo habitual, laboral o doméstico, siempre que éste no cause fatiga física o psíquica excesiva (Tabla 76). La mayoría de las mujeres estarán en condiciones de trabajar hasta el octavo mes de embarazo. Es recomendable el descanso laboral en las últimas seis semanas de gestación, aspecto que recoge la legislación española. En la tabla 77 se resumen las recomendaciones generales para el trabajo durante la gestación.

Llevar cargas de más de 10 kilos, turnos rotatorios, trabajar en un ambiente frío, húmedo o demasiado seco, trabajar con ruido muy alto o con vibraciones de máquinas, o realizar desplazamientos diarios de más de una hora y media, aumentan las posibilidades de tener un aborto espontáneo temprano o tardío, o de sufrir un parto pretérmino.

Se debe evitar la exposición a agentes químicos como sustancias etiquetadas con las frases R40, 45, 46, 49, 61, 63 y 64, preparados etiquetados sobre la base de la Directiva 83/379, Mercurio y su derivados, medicamentos antimitóticos, agentes químicos con peligro de absorción cutánea conocido, monóxido de carbono, plomo y sus derivados, agentes químicos y procedimientos industriales enumerados en el anexo 1 de la Directiva 90/394/CEE. (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, SEGO).

La gestante debe conocer los agentes químicos que se utilizan en su trabajo para poder informarla del riesgo reproductivo (disminución de la fertilidad, abortos espontáneos, muerte fetal, bajo peso al nacer y defectos congénitos) y reducir su exposición. La mujer debe evitar la exposición a radiaciones ionizantes, extremando las medidas de protección.

Protección legal de la maternidad:

  • Ley de Prevención 31/1995, de 8 de noviembre, capítulo III, art. 26 (protección de la maternidad).
  • Ley 39/1999, de 16 de noviembre, recoge y regula todas las modificaciones de permisos y protección a la maternidad para promover la conciliación de la vida familiar y laboral de las personas trabajadoras.
  • Ley orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de hombres y mujeres para favorecer la conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Existen diversas situaciones en las que se debe de considerar la interrupción laboral durante el embarazo (Tabla 78).

D. Deporte

El ejercicio físico durante el embarazo desempeña un papel importante en la prevención de la preeclampsia, la diabetes gestacional, la ganancia excesiva de peso materno, la mejora en el rendimiento del embarazo, la estabilización del humor de la madre, el menor riesgo de padecer venas varicosas, el menor riesgo de trombosis venosas, la reducción de los niveles de disnea y la menor aparición de episodios de lumbalgia. Diversos estudios demuestran que la práctica de ejercicio físico durante el embarazo disminuye la duración del parto y la aparición de complicaciones.

La evidencia científica hasta el momento no ha reportado ninguna complicación asociada a la práctica de ejercicio físico adecuada, ni para la madre, ni para el feto; excepto en diversas situaciones en las que se desaconseja el deporte (Tabla 79).

Están contraindicados todos aquellos deportes o ejercicios que entrañen riesgos de impactos o presión-descompresión en el abdomen-feto, y que puedan crear un traumatismo en el feto. Del mismo modo, deportes o actividades de esfuerzo brusco y/o altamente glucolíticas inciden negativamente en el aporte de oxígeno al feto, así como ejercicios y deportes con cambios bruscos de dirección o en los que la pelvis se vea sometida a una actividad abusiva que pueda dañar al futuro bebé.

Los ejercicios acuáticos resultan una alternativa segura, con un bajo riesgo de lesión, y permiten combinar actividades aeróbicas con otras de fortalecimiento muscular (Fig. 52). La bicicleta estática, el paseo, el yoga y el baile son también actividades muy seguras durante el embarazo. Los ejercicios de Kegel, para el fortalecimiento del suelo pélvico, se deben realizar antes, durante y después del embarazo. Las recomendaciones del ejercicio aérobico durante el embarazo se resumen en la tabla 80.

La frecuencia cardíaca de la gestante no debe sobrepasar nunca los 140 latidos por minutos.

La gestante que previamente mantenía una buena forma física podrá mantener sin muchos cambios su programa de ejercicio físico. Por el contario, la mujer embarazada que era sedentaria podrá comenzar un programa de ejercicio físico basado en los siguientes criterios.

E. Viajes

En general, los viajes no están contraindicados durante el embarazo, siempre que se tomen ciertas precauciones. Toda embarazada que viaje deberá llevar siempre la Cartilla de Salud del Embarazo. Hacia el final de la gestación o si existe algún problema de salud, se deben de evitar los viajes largos.

El medio de transporte para viajar será el que a la mujer le resulte más cómodo, procurando evitar estar muchas horas sentada para que no aparezcan edemas en miembros inferiores.

Cuando se viaja en coche, es conveniente no tomar medicación para el mareo sin consulta médica, realizar paradas cada 2 horas para estirar las piernas y utilizar siempre el cinturón de seguridad.

El Real Decreto 965/2006, de 1 de septiembre, establece la obligatoriedad del uso del cinturón de seguridad y de los dispositivos de retención y sus exenciones, siendo obligado el uso del cinturón durante el embarazo, salvo en aquellas personas provistas de un certificado de exención por razones médicas o discapacitantes.

La banda ventral (pélvica o inferior) del cinturón de seguridad deberá pasar lo más bajo posible, evitando la presión directa sobre el útero. La banda diagonal (torácica) pasará centrada por la clavícula, entre las mamas y lateralmente por el abdomen (Fig. 53).

Se debe evitar conducir próxima al volante para prevenir el contacto con él en caso de colisión, y comprobar si la activación del airbag puede suponer un riesgo para el feto, sobre todo en mujeres de talla baja.

Los viajes en avión no están contraindicados en el embarazo. El único riesgo que existe es ponerse de parto en el transcurso del desplazamiento, por eso, se desaconsejan hacia el final de la gestación. A modo de información para las gestantes, los detectores de metales de los aeropuertos no son dañinos para el feto.

En caso de realizar viajes al extranjero, es conveniente consultar con el ginecólogo o la matrona por si fuera necesaria la administración de alguna vacuna o profilaxis, y asegurarse de que el país al que viaja la gestante tiene buenos servicios sanitarios.

F. Higiene, vestido y calzado

Durante la gestación aumenta la sudoración y el flujo vaginal, de ahí la importancia de una buena higiene corporal, siendo recomendable la ducha diaria utilizando jabones neutros. La higiene bucal es de especial importancia en el embarazo. Se aconseja en la primera visita acudir a una cita con el odontólogo. El embarazo no es contraindicación para tratar los focos sépticos bucales ni para extracción de piezas si fuese necesario.

La aplicación de cremas o lociones muy hidratantes está aconsejada para la prevención de estrías.

La ropa utilizada debe ser cómoda y holgada, de tejidos naturales y transpirables. Los calcetines, medias y ligas que compriman demasiado están desaconsejados porque alteran la circulación de retorno venoso y pueden ocasionar varices.

El calzado debe ser cómodo al igual que la ropa, evitando zapatos con excesivo tacón, ya que desplazan el cuerpo hacia delante, modificando el eje de gravedad y aumentando la probabilidad de caídas. El tacón aconsejado es un tacón intermedio, ni demasiado alto ni plano.

G. Violencia en el embarazo

La OMS manifiesta que la violencia ejercida por la pareja es la forma de violencia más común, más que incluso por extraños, y puede ser violencia física, psicológica y sexual. La violencia de género afecta a nivel físico y psicológico (Tabla 81).

Se debe animar a la mujer con sospecha de maltrato a que se ponga en contacto con profesionales sanitarios, ya que estos son el enlace con grupos de apoyo o bien denunciar y solicitar ayuda directamente a través del teléfono 016.

La Ley 1/2004, Ley de Medidas de protección integral contra la violencia de género, condena en nuestro país los actos derivados de la violencia de género.

Sexualidad

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) “la sexualidad es un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales”.

Antiguamente las relaciones sexuales estaban desaconsejadas durante los tres primeros meses y las últimas seis semanas antes del parto. Actualmente, la evidencia científica no desaconseja las relaciones sexuales, tan sólo en algunas situaciones (Tabla 82).

La sexualidad durante el embarazo es una prolongación de la que se vivía previamente, con la interacción de múltiples factores. Los cambios en la imagen corporal, alteraciones hormonales, aspectos psicológicos de la embarazada se reflejan en la vida sexual de la mujer embarazada.

La mayoría de estudios reflejan una disminución del deseo sexual, la excitación y la satisfacción sexual durante todo el embarazo; pero aun así se aprecian cambios según el trimestre. En el primer trimestre, puede aparecer una disminución de la libido relacionada con el miedo a un aborto o con náuseas y vómitos. En el segundo trimestre, el deseo sexual suele ser el mismo que antes del embarazo, mientras que en el tercer trimestre disminuye de forma significativa, debido al peso del útero y la preocupación por el feto por parte de la pareja.

Se debe buscar siempre la postura más cómoda debido al cambio del cuerpo durante el embarazo. Durante el embarazo la mujer se suele colocar en la parte superior y en algunos casos de lado o con el hombre por detrás.

Molestias comunes durante la gestación

Los cambios fisiológicos que se producen durante el embarazo suelen ocasionar molestias en la mayoría de las gestantes a nivel cardiovascular, dermatológico, digestivo, locomotor, respiratorio y urinario.

A. Cardiovasculares

a. Hipotensión

La hipotensión en decúbito supino se produce por la compresión de la vena cava por el útero gestante.

Se recomienda evitar el decúbito supino y adoptar la posición de decúbito lateral izquierdo con las piernas ligeramente flexionadas; sobre todo al final de la gestación.

b. Mareos y síncopes

Son debidos a la hipotensión postural o a la estasis venosa en las extremidades inferiores.

Como medidas de prevención se deben evitar lugares con aglomeraciones, cerrados o calurosos; no permanecer mucho tiempo en ayunas, no realizar cambios bruscos de posición, no permanecer en decúbito supino y movimiento de las extremidades. En el momento en que comience el mareo, se aconseja realizar respiraciones profundas y tumbarse en decúbito lateral izquierdo con las piernas ligeramente flexionadas.

c. Eritema palmar

El eritema palmar consiste en un enrojecimiento de las palmas de las manos y de los dedos. Sus principales causas son el aumento de estrógenos o una predisposición familiar.

No existe prevención para el eritema palmar y suelen desaparecer después del parto.

d. Edemas

Los edemas durante el embarazo se deben a la comprensión del útero sobre la vena cava, impidiendo así el retorno venoso. Suelen ser edemas posturales que no dejan fóvea.

Se debe evitar permanecer de pie o sentada durante mucho tiempo y el uso de medias o calcetines que compriman las piernas. En el caso de permanecer sentada o tumbada se deben elevar las piernas. Es conveniente realizar ejercicios para mejorar la circulación.

e. Palpitaciones

Las palpitaciones son debidas a un mecanismo adaptación cardiaca al aumento del volumen circulante, a una anemia. Puede aparecer al cambiar de posición en la cama y cuando se practica ejercicio físico.

Lo más importante en estos casos es tranquilizar a la gestante; explicándole que se trata de un proceso fisiológico.

f. Telangiectasias

El aumento de los estrógenos ocasiona una dilatación de las arteriolas. Al igual que en el caso del eritema plantar no existe prevención. Suelen disminuir tras el parto, pero no desaparecen del todo.

g. Varices

Las varices se deben al aumento de la presión hidrostática en extremidades inferiores, a la disminución del tono de la pared venosa por la acción hormonal y la compresión del útero gestante. Suelen aparecer en las partes declives del cuerpo.

Las gestantes con varices suelen presentar pesadez de extremidades que empeora con el calor y con la bipedestación, prurito, hiperestesia o dolor sordo que desaparece con el ejercicio, e hinchazón o edemas que mejoran con el reposo.

El embarazo actúa como desencadenante de las varices en mujeres que ya presentaban un cuadro de insuficiencia venosa latente. Las medidas de prevención para la aparición de varices se muestran en la tabla 83.

B. Dermatológicas

a. Caída del cabello

Se desconoce la causa de la caída del cabello durante el embarazo. No hay prevención ni tratamiento, es un trastorno transitorio que desaparece tras el parto. Se puede lavar el cabello sin problemas, evitando el uso de acondicionadores, permanentes o tintes y el secado del cabello con secador eléctrico.

b. Hiperpigmentación

No se conoce la causa de hiperpigmentación durante el embarazo, pero parece ser que es debido a la estimulación de los melanocitos por una hormona.

Estos cambios de pigmentación son más frecuentes en las mujeres de piel morena y en zonas como la línea de alba (Fig. 54), la vulva, la areola y los pezones.

El cloasma consiste en un aumento de la pigmentación en la cara (regiones malares y frente), de forma simétrica que se agrava con la exposición al sol.

Se debe recomendar evitar la exposición directa al sol, utilizar cremas de protección solar e informar de la disminución de la hiperpigmentación después del parto.

c. Estrías

Las estrías son muy frecuentes en el embarazo, se producen como consecuencia de la distensión de la piel con rotura de las fibras de colágeno. Suelen aparecer en abdomen, mamas y caderas. Durante el embarazo suelen tener una coloración roja. Las estrías no desaparecen, solamente cambian el color del rojo al blanco.

No existe prevención ni tratamiento. Se debe evitar la ganancia excesiva de peso. No está demostrada la eficacia de las cremas antiestrías.

C. Digestivas

a. Náuseas y vómitos

Hasta el momento, la etiología de las náuseas y los vómitos es desconocida. Suelen aparecer en etapas muy tempranas y persistir hasta la semana 12 o 13 de gestación.

Estos síntomas suelen ser intensos por las mañanas y van decreciendo a lo largo del día.

El 50-90 % de las mujeres suelen presentar náuseas en el embarazo y un 25-35 % vómitos.

El tratamiento general de estas molestias incluye permanecer en reposo, sentada en la cama un rato antes de levantarse y tomar algún alimento, hasta que desaparezca la sensación nauseosa; beber líquido entre las comidas y no durante las comidas, evitar grasas o comidas difíciles de digerir, hacer 5-6 comidas al día, suaves y poco abundantes y evitar olores fuertes y desagradables.

El tratamiento farmacológico que se suele utilizar es la metoclopramida 3 veces al día, media hora antes de las comidas. También se suele utilizar la doxilamina + piridoxina (Cariban ®), se recomienda tomar dos cápsulas al acostarse, si las náuseas son matutinas, y si las náuseas se tienen durante el día, se recomienda tomar una cápsula por la mañana y otra por la tarde.

b. Gingivitis

La gingivitis consiste en un enrojecimiento intenso de las encías y en un aumento de su tamaño, volviéndose edematizadas. Suelen aparecer pequeñas hemorragias de las encías. Las causas suelen ser el aumento de los estrógenos, la enfermedad dental preexistente y el déficit de vitamina B.

Suelen aparecer en el segundo mes de embarazo y aumentar progresivamente hacia el octavo mes. A partir de aquí comienza a desaparecer. A los 2 meses posparto desaparece totalmente.

El tratamiento consiste en mantener una buena higiene dental, utilizando cepillos suaves; seguir una dieta equilibrada, rica en vegetales y fruta fresca; y realizar una visita odontológica durante el embarazo.

El épulis gravídico es una proliferación localizada de las encías que suele aparecer en el segundo trimestre. Tiene aspecto tumoral y coloración rosácea, rojo intenso o azulada en función de la vascularización interna. Normalmente desaparecen tras el parto, en caso contrario estaría indicada la escisión quirúrgica.

c. Estreñimiento

El estreñimiento durante el embarazo suele ser debido a la disminución de la motilidad ocasionada por la progesterona, al aumento de la reabsorción de agua y sodio por la mucosa del colon, a la compresión del sigmoide y del recto por el útero y a la ingesta de hierro y calcio.

Como medidas generales se debe tomar una dieta rica en fibra (frutas, verduras, pan y cereales integrales), beber abundantes líquidos durante el día, mantener un horario regular de evacuación intestinal (al levantarse o 10-15 minutos después de las comidas) y practicar un ejercicio suave, como el paseo. Como última medida se prescribirán laxantes.

d. Hemorroides

Las hemorroides son una dilatación de los plexos venosos y/o subcutáneos del canal anal. Las hemorroides pueden ser internas, externas o mixtas. La comprensión del drenaje venoso por el crecimiento uterino, con dificultad del retorno venoso y el aumento de la presión venosa periférica, favorece la aparición de hemorroides en el embarazo.

El tratamiento general consiste en evitar el estreñimiento. Son aconsejables los baños de asiento con agua fría, el lavado y secado después de cada defecación, y la utilización de pomadas con antiinflamatorios y anestésicos bajo prescripción médica para aliviar el dolor.

e. Pirosis

La pirosis aparece muy frecuentemente en la embarazada como consecuencia del reflujo gastroesofágico, la disminución de la motilidad gástrica, comprensión del estómago por el útero grávido y relajación del cardias.

Para la prevención de la pirosis se deben hacer 5-6 comidas al día, suaves y poco abundantes, procurar comer despacio, evitar grasas y fritos, evitar las bebidas gaseosas y las alcohólicas, evitar el café y el tabaco, descansar un tiempo después de cada comida, cenar al menos 2 horas antes de meterse en la cama, evitar realizar cualquier ejercicio físico o deporte hasta 2 horas después de haber comido y dormir un poco incorporada en la cama.

En caso de no ser efectivas las medidas higiénico-dietéticas, se puede recurrir al uso de antiácidos bajo prescripción médica.

f. Hipersialorrea

Al inicio de la gestación puede aparecer una excesiva salivación en la mujer, manteniéndose hasta después del parto. Se desconoce la causa y su principal inconveniente es la incomodidad de la mujer a nivel social. Se recomienda realizar enjuagues bucales con astringentes.

D. Locomotoras

a. Calambres nocturnos

Son contracciones involuntarias y dolorosas en la pantorrilla y músculos peroneales, debidas al aumento del fósforo en sangre y nivel bajo de calcio en sangre, insuficiencia de la circulación periférica y compresión de los nervios de las extremidades inferiores por el útero gestante. Suelen aparecer en la segunda mitad del embarazo y aparecen con el descanso nocturno.

Se debe hacer un estiramiento inmediato suave y pasivo del miembro afectado y evitar zapatos de tacón alto.

b. Dolor lumbar y pélvico

El dolor lumbar y pélvico aparece como consecuencia del cambio en la curvatura de la columna vertebral (lordosis lumbar) y la relajación de las articulaciones pélvicas.

Se aconseja utilizar calzado cómodo, de tacón medio, evitando el tacón alto, utilizar un colchón firme para el descanso, aplicar calor local, utilizar asientos cómodos con cojines en la región lumbar, agacharse flexionando las rodillas y manteniendo la espalda recta, realizar ejercicios para fortalecer los músculos paravertebrales y evitar el reposo absoluto en cama.

E. Respiratorias

La disnea es una adaptación fisiológica al embarazo. Si aparece al inicio de la gestación, es debido a la hiperventilación causada por la progesterona, y si aparece en el tercer trimestre, es debido a la presión del útero grávido sobre el diafragma.

Es aconsejable adoptar una postura corporal correcta y moderar el ejercicio, dormir con más almohadas y no fumar ni permanecer en ambientes con humo.

F. Genitourinarias

a. Leucorrrea

La leucorrea es debida al aumento del nivel de estrógenos y al aumento de la vascularización.

Es conveniente la higiene diaria, utilizar ropa interior de algodón, no utilizar protectores íntimos sintéticos (salvaslips) y no realizar duchas vaginales.

b. Polaquiuria

La frecuencia y urgencia miccional aparecen como consecuencia de la compresión de la vejiga por el útero gestante y por el incremento de presión intraabdominal. No existen medidas preventivas para la polaquiuria. Es importante diferenciarla de infecciones urinarias.

Signos de alarma

La gestante debe conocer los signos de alarma por los que deba acudir al hospital, ya que esto disminuye la ansiedad a la hora de afrontar los cambios del embarazo (Tabla 84).

Promoción de la lactancia materna

La leche materna es la alimentación idónea para los recién nacidos y lactantes, pues les aporta todos los nutrientes que necesitan para un desarrollo sano. Además, contiene anticuerpos que protegen al lactante de enfermedades como la diarrea y la neumonía. La lactancia materna contribuye a una buena salud durante toda la vida. Los adultos alimentados con lactancia materna suelen tener unos niveles de tensión arterial más bajos, menos colesterol y menor probabilidad de obesidad y diabetes de tipo II. La lactancia materna no solamente beneficia al recién nacido, también beneficia a la madre ayudándola a recuperar más rápidamente su peso anterior al embarazo y reduciendo las tasas de obesidad, el riesgo de cáncer de mama y ovario.

La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del recién nacido, seguida de una combinación de lactancia materna continua y una alimentación apropiada y adecuada con otros alimentos.

A pesar de todo esto, muchos bebés no son amamantados o dejan de serlo muy pronto. Es muy importante contar con el apoyo de la matrona sobre todo en el comienzo de la lactancia materna.

El Plan de Fomento de la Lactancia Materna (2005-2007) intenta promover, apoyar y proteger la lactancia materna, mediante actividades dirigidas a las madres y sus familias durante el embarazo, el parto, el posparto inmediato y la crianza.

Es conveniente que en las consulta prenatales la matrona conozca la información que tiene la gestante sobre las ventajas de la lactancia, sus opiniones y actitudes personales y sus experiencias previas con la alimentación del recién nacido. Además, se debe asesorar siempre sobre las ventajas de la lactancia materna, los últimos avances en este campo, las ayudas profesionales y los grupos de apoyo.

No solamente se dará educación sanitaria sobre lactancia materna a nivel individual en la consulta, sino que en la educación maternal existirá una sesión destinada a este aspecto, en la que se recogerán temas como lactancia y cultura, emociones, inicio de lactancia, técnicas de lactancia, anatomía de la mama, beneficios, prevención de problemas derivados de la lactancia…

Plan de nacimiento

La necesidad de consentimiento informado está establecida en el art. 4.1 de la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, Básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica. Implica el derecho de los pacientes a conocer, con motivo de cualquier actuación en el ámbito de su salud, toda la información disponible sobre la misma, información que comprende, como mínimo, la finalidad y la naturaleza de cada intervención, sus riesgos y sus consecuencias.

Tras la publicación de la Estrategia de Atención al Parto por el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, se hace hincapié en la necesidad de respetar las decisiones que tome la mujer informada, acerca de las actuaciones de su parto dentro del marco de seguridad y calidad en su atención; quedando estas decisiones recogidas en el documento denominado Plan de parto (Fig. 55).

El Plan de parto supone una gran ayuda para el equipo profesional que atiende en el momento del parto, facilita la comprensión del proceso y la participación activa de la mujer y su pareja; y evitará tener que comunicar sus preferencias el día del parto.

Se puede elaborar el Plan de parto en cualquier momento de la gestación, pero es aconsejable realizarlo entre la semana 28 y 32. La matrona ofrecerá información en la consulta prenatal sobre los conceptos que recoge el Plan de parto: dónde dar a luz, tipo de parto, procedimientos llevados a cabo en el parto y puerperio, personal que atenderá el parto, monitorización y posturas durante el parto y dilatación, analgesia, alimentación del recién nacido…

Existe el derecho de modificar el Plan de parto antes del parto o revocarlo de forma parcial o total durante el parto y la estancia en el hospital.

El Plan de Parto y Nacimiento elaborado por el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad podemos descargarlo en el siguiente enlace: PDF del Plan de Parto y Nacimiento

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