Embarazo De Riesgo Elevado

Hay abundante bibliografía acerca de un nuevo factor de riesgo en el embarazo: la fecundación asistida. Asimismo, la difundida y generalmente bien tolerada anestesia epidural puede producir en la madre una situación de hipotensión arterial o hipoxemia, con posible repercusión en el feto y neonato, con signos de hipoxia. Para más datos, consultar bibliografía. Las demás consideraciones etiológicas son en buena parte compartidas, como tantas otras actividades asistenciales, docentes y científicas, por el neonatólogo y el obstetra. Parece de especial interés conocer, además del enfoque del neonatólogo, la opinión de primera mano del obstetra.

Definición

Se define el embarazo de riesgo elevado como aquella gestación en la que está significativamente elevada la posibilidad de lesión, daño o muerte, tanto del feto y del neonato como de la madre. A esta situación se puede llegar a través de diversos factores etiológicos, que acortan la duración del embarazo, alteran la nutrición fetal, producen enfermedad del embrión o feto o bien malformaciones. Las consecuencias pueden ser, asimismo, de una tasa más alta de discapacidad física, sensorial o psíquica, en el futuro nuevo ser. Para hacer esta clasificación de una gestación es necesario realizar un estudio cuidadoso de todos aquellos factores, tanto desde el punto de vista médico, como social o ambiental, que inciden en la mujer gestante desde antes del embarazo hasta el momento del parto. De forma habitual se considera que no hay gestación sin riesgo.

Por ello, cuando no se encuentra ningún factor de los conocidos como de riesgo, se habla de “gestación de bajo riesgo”. Sin embargo, aproximadamente el 25% de complicaciones del embarazo aparecen en este grupo de gestantes, lo que debe ser un estímulo para un seguimiento más cuidadoso de todo embarazo, a pesar de su condición de periodo totalmente fisiológico.

Embarazo de riesgo medio

Desde el punto de vista asistencial se introduce actualmente el concepto de embarazo de riesgo medio, con la única finalidad de indicar que existen pacientes que, sin llegar a ser de alto riesgo, tienen una mayor probabilidad que la población normal de sufrir alguna complicación durante el embarazo y parto y, por consiguiente, merecen una atención asistencial más especializada.

Los indicadores de riesgo medio son:

  • Gestación en mujeres con edad inferior a los 17 años o superiores a 38 años.
  • Estatura baja, por debajo de 1,45 m.
  • Obesidad al inicio de la gestación. Índice de masa corporal, por encima de 30 kg/m² y sin llegar a 40.
  • Defectos pélvicos evidentes o conocidos.
  • Condiciones socioeconómicas desfavorables.
  • Fumadora habitual, sin considerar el número de cigarrillos/día.
  • Multiparidad, es decir, mujer que ha dado a luz con anterioridad cuatro o más fetos viables.
  • Esterilidad previa.
  • Periodo intergenésico inferior a los 12 meses.
  • Embarazo no deseado.
  • Control insuficiente del embarazo, con menos de cinco visitas.
  • Paciente con riesgo laboral, entendiendo como tal, cuando la paciente trabaje en un ambiente susceptible de perjudicar la buena evolución de la gestación.
  • Patología del embarazo: hemorragias en la primera mitad del embarazo, cardiopatías leves, situaciones anémicas persistentes, diabetes gestacional, incremento excesivo o insuficiente de peso materno, infecciones urinarias de repetición, bacteriuria asintomática, infecciones de transmisión genital.

En algunos protocolos se considera también a una gestante como de riesgo medio cuando, por sus antecedentes obstétricos o por la presencia de una situación o posición fetal determinada, se prevé la probabilidad de tener que realizar una cesárea. Son los casos de pacientes con dos cesáreas anteriores, o bien portadoras de fetos en situaciones oblicuas o transversas persistentes o en posición de nalgas.

Embarazo de alto riesgo

El embarazo de alto riesgo conlleva una mayor probabilidad de complicaciones durante el embarazo y el parto y también una necesidad de que esta gestante deba ser atendida en un centro con mayores recursos sanitarios, tanto para la madre como para el RN.

Los indicadores de un embarazo de alto riesgo son:

  • Historia obstétrica desfavorable, en especial antecedentes de procesos graves en embarazos anteriores que han podido ocasionar un grave riesgo para la madre o la pérdida de fetos viables o secuelas importantes en RN. Muertes perinatales recurrentes.
  • Malformaciones uterinas, indiferentemente de si han sido o no reparadas quirúrgicamente.
  • Embarazos múltiples.
  • Embarazo con sospecha de malformación fetal.
  • Obesidad mórbida al inicio de la gestación con IMC > 40 kg/m² .
  • Patología asociada: gestante diabética, estados hipertensivos del embarazo, cardiopatías moderadas y graves, situaciones anémicas evidentes, enfermedades respiratorias de tipo obstructivo o restrictivo, infecciones graves, drogadicción, trastornos de la placentación, amenaza de aborto y parto pretérmino, restricción del crecimiento fetal, rotura prematura de membranas, isoinmunización.

En alguna gestante pueden coincidir dos o más factores de riesgo; en estos casos se considerará siempre el de mayor nivel. Cuando la coincidencia sea con factores del mismo grupo se considerará a la gestante como de un riesgo superior.

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