P10. Sondaje Vesical

Sondaje vesical

Se calcula que a un 15-25% de los pacientes ingresados en el hospital se les inserta una sonda urinaria. Dado el carácter invasivo de este procedimiento, el National Institute for Clinical Excellence (NICE) señala que se debe ser competente para llevar a cabo este procedimiento de enfermería. Esta habilidad minimizará los riesgos para el paciente, como son malestar, dolor e infección de las vías urinarias relacionada con la sonda (IURS).

Las sondas urinarias pueden insertarse para:

  • Restablecer el flujo de orina en caso de retención urinaria.
  • Obtener un conducto de drenaje cuando se altera la micción.
  • Vaciar la vejiga antes de un procedimiento quirúrgico.
  • Permitir la vigilancia del equilibrio de líquidos en un paciente con alguna enfermedad importante.
  • Facilitar los procedimientos de irrigación de la vejiga.
  • Mantener un medio seco en la incontinencia urinaria cuando han fracasado todas las demás formas de intervención de enfermería.
  • La administración de medicamentos.
  • Fomentar la comodidad en los pacientes con enfermedades terminales.

Equipo y material

  1. Carrito o superficie adecuada para el equipo.
  2. Fuente de iluminación adecuada; por ejemplo, una lámpara de pie.
  3. Guantes estériles.
  4. Delantal limpio.
  5. Paquete para sondaje o vendaje estéril.
  6. Jabón suave, agua y solución de agua estéril para limpiar los genitales.
  7. Gel anestésico estéril o lubricante hidrosoluble si está contraindicado el gel anestésico.
  8. Recipiente estéril.
  9. Sonda estéril del tipo y tamaño que sean necesarios.
  10. Equipo apropiado para inflar el globo de la sonda únicamente en el caso de las sondas que no se llenan de antemano; por ejemplo, jeringas, agujas y agua estéril.
  11. Sistema de drenaje cerrado estéril si es necesario o válvula para sonda.
  12. Cinta hipoalergénica.
  13. Si es necesario, un recipiente para muestra estéril apropiadamente etiquetado con una solicitud de laboratorio cumplimentada y una bolsa de plástico para el transporte de la muestra.
  14. Recipiente para materiales desechables contaminados.

Sondas y bolsas para sonda

Tipo de sonda

La razón del sondaje vesical determinará el tipo y el tamaño de la sonda (fig. 10-1) que se va a utilizar:

  • Se puede emplear una sonda de extremo redondeado cuando no sea necesario dejarla alojada.
  • Se puede utilizar una sonda de Foley de doble luz y de autorretención o retención automática cuando sea necesario dejarla colocada a corto plazo.
  • Se utiliza una sonda de Foley de triple luz de retención automática cuando es necesaria la irrigación continua de la vejiga urinaria.
  • Se utiliza una sonda de Tiemann cuando el conducto uretral es estrecho; por ejemplo, cuando un paciente de sexo masculino tiene una glándula prostática hipertrófica; la forma de la punta del catéter ayuda a su introducción.
  • Se puede utilizar una sonda con punta de silbato en el período postoperatorio para permitir la expulsión de coágulos sanguíneos, sobre todo cuando no se está utilizando la irrigación vesical.
  • Se utiliza una sonda de silicona (Silastic) cuando es necesario mantenerla colocada durante un período prolongado, ya que la silicona es menos irritante para el tejido corporal.

Fig. 10-1a Fig. 10-1b

Fig. 10-1. Cateterismo (sondaje vesical). A. Ejemplos de sondas (1, conducto para el flujo de orina; 2, conducto para inflado del globo; 3, conducto para el líquido de irrigación). B. Tipos de bolsa de drenaje. C. Válvula para la sonda.

Tamaños (diámetros)

Se utilizará el tamaño Charrière más pequeño que permita drenar la orina.

Se optará por un globo de 10 ml, a menos que el especialista especifique otro. Esto se debe a que el orificio de drenaje de la sonda se asienta en una parte más alta en la vejiga cuando el globo es de 30 ml, lo que permite que se acumule la orina residual por debajo del globo, lo cual a su vez puede originar una infección.

  • Un tamaño 12-14FG es adecuado para una sonda que se utilizará en hombres y mujeres. Las sondas para sondaje intermitente por el propio paciente suelen ser de tamaño 10 a 12FG.
  • Las sondas se fabrican en longitudes específicas para mujeres y para hombres; las sondas para hombres miden aproximadamente 42 cm, en tanto que las que se utilizan en mujeres miden unos 26 cm.
  • Para uso sistemático se utiliza una sonda con un globo de 10 ml.

Materiales

Se dispone de diversos materiales de sonda y la selección se ajustará a las necesidades de cada paciente.

A corto plazo (2 a 4 semanas):

  • Sonda de látex (rara vez se utiliza).
  • Sonda de Foley de látex recubierta con PTFE (teflón).

A largo plazo (hasta 12 semanas):

  • Sonda de elastómero de silicona: látex y silicona.
  • Sonda de elastómero de hidrogel: látex e hidrogel.
  • Sonda de hidrogel de polímero: látex e hidrogel de polímero.
  • Sonda al 100% de silicona (sin látex, pero conlleva el riesgo de que se filtre el agua del globo y por tanto se debe revisar con regularidad el agua que contiene el globo).
  • Sonda de Nelaton de plástico para el autosondaje intermitente.

Sólo las sondas de PVC y las de silicona al 100% no contienen látex y deben utilizarse en pacientes con alergia al látex.

Bolsas urinarias

Hay tres factores que se deberán considerar al escoger una bolsa urinaria apropiada: la capacidad, la longitud del tubo de entrada y el tipo de llave de salida para el vaciado. La selección depende del propósito del uso de la sonda, la preferencia del paciente y su destreza manual. La bolsa para la pierna debe fijarse con bandas para la pierna o mediante diversas prendas, como mangas de red. También se puede prescribir una «bolsa para el vientre» en vez de una bolsa para la pierna. Este producto, que se utiliza alrededor de la cintura, se fabrica para los usuarios que, por ejemplo, tienen una amputación bilateral.

Directrices y propósito de este procedimiento de enfermería

Paciente femenino

  • Explicar el procedimiento de enfermería a la paciente (para obtener su consentimiento y cooperación).
  • Reunir y preparar el equipo y asegurarse de que esté disponible para utilizarse.
  • Asegurar la privacidad de la paciente para mitigar su ansiedad.
  • Observar a la paciente durante toda esta actividad para identificar cualquier signo de ansiedad.
  • Preparar y ayudar a la paciente a colocarse en posición supina con las rodillas dobladas, las caderas flexionadas y los pies descansando en la cama, aproximadamente a 70 cm de separación. Esta posición permite un acceso satisfactorio y la visualización de los genitales.
  • Colocar un empapador o una sábana impermeable similar bajo las nalgas de la paciente para evitar cualquier derrame de líquidos hacia la ropa de cama del paciente.
  • Colocar la fuente de iluminación de manera que se puedan visualizar bien los genitales.
  • Lavarse las manos y ponerse los guantes, que harán las veces de una barrera entre la piel de la enfermera y los tejidos del paciente y reducirán la frecuencia de contaminación.
  • Abrir y colocar el equipo y el material, manteniéndolo estéril y evitando su contaminación.
  • Limpiar los labios menores, frotando de arriba hacia abajo para disminuir el riesgo de infección cruzada desde la región anal.
  • Con la mano no dominante, separar los labios menores para descubrir el meato uretral. Mantener esta posición hasta que se inserta la sonda para prevenir la recontaminación del meato uretral por los labios menores después de la limpieza.
  • Insertar el gel de anestésico o el lubricante hidrosoluble en el meato uretral para facilitar la introducción de la sonda. Es necesario el empleo de un gel anestésico para mitigar el malestar y la lesión uretral y reducir el riesgo de infecciones. Habrá que tener precaución cuando haya hemorragia uretral, ya que esto puede ocasionar la absorción del anestésico a la circulación general. El British National Formulary de Gran Bretaña señala que debe utilizarse con precaución en pacientes con trastornos cardíacos, problemas hepáticos y epilepsia. Se deja transcurrir el tiempo especificado por el fabricante para que el anestésico surta efecto.
  • Con la mano dominante, limpiar el meato uretral para evitar la introducción de microorganismos en la uretra o en la vejiga, o en ambas a la vez, y colocar el recipiente estéril para recoger la orina procedente de la sonda.
  • Insertar la sonda lubricada en la uretra en dirección hacia arriba y hacia atrás, siguiendo el trayecto anatómico de la uretra femenina (fig. 10-2).
  • Evitar la contaminación de la superficie de la sonda hasta que haya comenzado a drenar la orina, para prevenir la introducción de microorganismos.
  • Si la sonda no se va a dejar colocada, retirarla suavemente cuando cese el flujo de orina.
  • Si se va a dejar colocada la sonda, avanzar con suavidad 4-5 cm y lentamente insuflar el globo conforme a las instrucciones del fabricante. El globo insuflado mantendrá la posición de la sonda.
  • Una molestia de dolor sugiere que el globo que se está inflando todavía se encuentra dentro de la uretra de la paciente. Se interrumpe el proceso de inflado y se retira el líquido introducido en el globo. Se introduce la sonda otros 4 o 5 cm y se repite el proceso de inflado. La longitud de la uretra de un paciente es variable, de manera que es importante ajustar el procedimiento para satisfacer las necesidades de cada paciente y evitar complicaciones.
  • Adaptar un sistema de drenaje (fig. 10-3) y manejar apropiadamente todos los posibles puntos de entrada de infección para prevenir la aparición de una infección ascendente.
  • Fijar la sonda cuando sea apropiado dando soporte a la sonda y al tubo de drenaje para reducir el traumatismo del cuello vesical y la uretra, lo que podría originar la aparición de una úlcera por presión. Se dispone de bandas (ej. bandas G) que ayudan a este proceso.
  • Asegurarse de que la paciente se sienta lo más cómoda posible, manteniendo así la calidad de este procedimiento de enfermería.
  • Desechar con seguridad el equipo para reducir cualquier riesgo sanitario.
  • Documentar apropiadamente el procedimiento de enfermería, vigilar los efectos secundarios y comunicar de inmediato cualquier dato anormal para disponer de un registro documentado y ayudar a la implementación de cualquier medida necesaria en caso de que se advierta alguna anomalía o una reacción adversa al procedimiento.

Fig. 10-2

Fig. 10-2. Cateterismo: inserción de una sonda en la uretra femenina.

Fig. 10-3

Fig. 10-3. Sistema de drenaje vesical cerrado que muestra la bolsa de drenaje por debajo del nivel de la vejiga.

Paciente masculino

Este procedimiento suele realizarlo un médico, un enfermero o una enfermera que han logrado el nivel necesario de habilidad. Una enfermera puede preferir un acompañante para este procedimiento.

  • Explicar el procedimiento al paciente para obtener su consentimiento y cooperación.
  • Reunir y preparar el equipo y asegurarse de que todo el equipo y el material estén disponibles y listos para utilizarse.
  • Mantener la privacidad del paciente para mitigar su ansiedad.
  • Observar al paciente durante toda esa actividad y advertir cualquier signo de ansiedad.
  • Preparar y ayudar al paciente a adoptar una posición supina, la cual permite un acceso adecuado a los genitales y su visualización.
  • Colocar un empapador o una sábana impermeable similar bajo las nalgas del paciente para evitar que se derrame líquido sobre la ropa de cama.
  • Disponer de la iluminación para obtener una buena visualización de los genitales.
  • Lavarse las manos y ponerse los guantes, que funcionarán como una barrera entre la piel de la enfermera y los tejidos del paciente, evitando así la contaminación.
  • Abrir y colocar el equipo, manteniendo la esterilidad para reducir la contaminación.
  • Retraer el prepucio del paciente con la mano no dominante. Mantener esta posición hasta que se haya realizado la inserción de la sonda para evitar que se contamine de nuevo el meato uretral con el prepucio después de la asepsia.
  • Con la mano dominante, lavar el glande y el meato uretral para evitar que se introduzcan microorganismos en la uretra o en la vejiga urinaria, o en ambas a la vez.
  • Aplicar el gel de lidocaína y dejarlo durante el tiempo especificado por el laboratorio fabricante para que el anestésico local ejerza su acción.
  • Colocar el recipiente estéril y, con la mano no dominante, sujetar suavemente el cuerpo del pene, enderezándolo, ya que esto ayudará a introducir la sonda por la uretra.
  • Puesto que la uretra masculina es más larga que la femenina, se inserta la sonda lubricada hacia el meato uretral unos 20-25 cm aproximadamente, hasta que drene la orina (fig. 10-4).
  • Continuar con los mismos pasos descritos para el paciente femenino hasta que se fija la sonda.
  • Volver a colocar el prepucio del paciente sobre el glande para evitar una parafimosis.
  • Fijar la sonda, cuando es apropiado, brindando soporte a la sonda y al tubo de drenaje y reducir el traumatismo al cuello de la vejiga y la uretra, lo cual podría ocasionar la aparición de una úlcera por presión. Se dispone de cinta adhesiva, por ejemplo «G-straps» (bandas G), para facilitar este proceso.
  • Confirmar que el paciente se sienta lo más cómodo posible manteniendo la calidad de este procedimiento de enfermería.
  • Desechar de forma segura el equipo para reducir cualquier riesgo sanitario.
  • Documentar de forma apropiada el procedimiento de enfermería, vigilar los efectos secundarios y comunicar de inmediato cualquier dato anormal, proporcionando un informe por escrito y ayudando a la implementación de cualquier medida que resulte necesaria en caso de que se advierta alguna alteración o una reacción adversa al procedimiento.

Al llevar a cabo este procedimiento, las enfermeras son responsables de sus acciones, de la calidad de la asistencia que proporcionan y del mantenimiento de registros de acuerdo con el Código de conducta profesional: normas de conducta, desempeño y ética y las Directrices para registros y mantenimiento de registros.

Fig. 10-4

Fig. 10-4. Cateterismo: inserción de una sonda en la uretra masculina.

Infección urinaria relacionada con la sonda (IURS)

La aplicación de una sonda conlleva un riesgo importante de infección y es decisivo obtener el consentimiento informado antes de este procedimiento. Se cuenta con directrices que apoyan al proceso de toma de decisiones para asegurarse de las indicaciones apropiadas para el sondaje y para reducir los riesgos de infección.

Mayor riesgo de IURS:

  • Inserción prolongada de la sonda.
  • Mujeres.
  • Diabetes.
  • Desnutrición.
  • Insuficiencia renal.
  • Edad avanzada.

Se siguen realizando investigaciones sobre la prevención de la IURS y una opción es el empleo de sondas recubiertas con una aleación de plata. Se ha sugerido que estas sondas reducen las IURS hasta en un 45% al reducir la adherencia de bacterias a la sonda. Sin embargo, el Department of Health concluye que se necesitan más investigaciones para evaluar los costes que implica el potencial para reducir las IURS considerando el coste más elevado que representa abastecer estas sondas. Este análisis llevará al establecimiento de directrices locales que permitan el uso apropiado de estas sondas.

También se ha recomendado el zumo de arándano para evitar las IURS por cuanto disminuye la alcalinidad de la orina. Sin embargo, no hay investigaciones que demuestren o desaprueben esta teoría.

El manejo apropiado de la sonda una vez que está insertada ayudará a disminuir el riesgo de infección, lo cual incluye:

  • Manipular el sistema de drenaje cerrado sólo cuando sea necesario (fig. 10-5).
  • Limpiar diariamente el meato urinario con jabón suave y agua.
  • Cambiar las bolsas urinarias para la pierna y las nocturnas cuando sea clínicamente apropiado o de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
  • Siempre se tendrán en cuenta las directrices para el control de infecciones.

Fig. 10-5

Fig. 10-5. Puntos por los que pueden entrar microorganismos patógenos en un sistema de drenaje urinario cerrado: 1, orificio uretral; 2, conexión entre la sonda y el tubo de drenaje; 3, cuando se obtiene la muestra de orina; 4, en la conexión entre el tubo de drenaje y la bolsa de recogida; 5, en la salida de la bolsa de drenaje.

Cuidados de la sonda

Los cuidados de la sonda consisten en la limpieza de la parte expuesta; esto:

  • Reduce el riesgo de infecciones ascendentes a través de la sonda a otras partes del sistema urinario.
  • Retira las costras o secreciones de la sonda, ya que éstas albergan microorganismos patógenos.

Equipo y material

  1. Guantes/delantal.
  2. Gasas desechables.
  3. Jabón suave y agua.
  4. Superficie plana para colocar el equipo.
  5. Recipiente para los materiales desechables utilizados.

Directrices y propósito de este procedimiento de Enfermería

  • Explicar el procedimiento de enfermería al paciente para obtener su consentimiento y cooperación.
  • Reunir y preparar el equipo y el material y asegurarse de que esté disponible y listo para utilizarse.
  • Asegurar la privacidad del paciente para mitigar la ansiedad.
  • Observar al paciente durante toda esta actividad y advertir cualquier signo de ansiedad.
  • Ayudar al paciente a colocarse en una posición adecuada que permita a la enfermera el acceso fácil y cómodo al paciente.
  • Lavarse las manos y ponerse el delantal para reducir las infecciones cruzadas, ponerse los guantes y colocar el equipo para facilitar el acceso a él durante el procedimiento.
  • Limpiar con suavidad el meato uretral externo, utilizando la gasa sólo una vez y en una sola dirección, frotando de arriba hacia abajo en el paciente femenino y alejándose de la unión entre la sonda y el meato para reducir el riesgo de infección cruzada.
  • En un paciente masculino, se retrae el prepucio antes de la asepsia para tener acceso libre al meato.
  • Desplegar el prepucio de nuevo tras concluir el procedimiento de enfermería para evitar que se presente una parafimosis.
  • Limpiar suavemente con una gasa el cuerpo de la sonda en dirección opuesta a la unión entre la sonda y el meato para eliminar y alejar cualquier secreción del orificio uretral.
  • Asegurarse de que el paciente se sienta lo más cómodo posible, manteniendo la calidad de este procedimiento de enfermería.
  • Desechar el equipo con seguridad para reducir cualquier riesgo sanitario.
  • Documentar de forma apropiada el procedimiento de enfermería, vigilar los efectos secundarios y comunicar de inmediato cualquier dato anormal, proporcionando un informe por escrito y ayudando a la implementación de cualquier medida que resulte necesaria en caso de que se advierta alguna alteración o una reacción adversa al procedimiento.
  • Al llevar a cabo este procedimiento, las enfermeras son responsables de sus acciones, de la calidad de la asistencia que proporcionan y del mantenimiento de los registros de acuerdo con el Código de conducta profesional: normas de conducta, desempeño y ética y conforme a las Directrices para registros y mantenimiento de registros.

Irrigación de la vejiga

La irrigación de la vejiga consiste en el lavado continuo de la vejiga utilizando líquido estéril, que por lo general se lleva a cabo en un medio clínico especializado; por ejemplo, en un servicio de urología. La irrigación continua de la vejiga puede realizarse a través de una sonda uretral de tres luces o mediante una sonda suprapúbica y una uretral:

  • Para evitar que se formen coágulos sanguíneos después de operaciones en las vías urinarias.
  • Para ayudar a retirar los coágulos sanguíneos o el sedimento, o ambos a la vez, presentes en la vejiga.
  • Para despejar una sonda obstruida.

Equipo y material

  1. Guantes estériles/delantal.
  2. Paquete de apósitos estériles.
  3. Solución salina normal.
  4. Solución de irrigación estéril a una temperatura de 37,8 °C, por lo general, una solución salina normal al 0,9%.
  5. Equipo de irrigación estéril.
  6. Bolsa de drenaje estéril con llave de salida.
  7. Carrito/superficie adecuada para el equipo.
  8. Recipiente para los materiales desechables que se utilicen.

Directrices y propósito de este procedimiento de Enfermería

  • Explicar el procedimiento de enfermería al paciente para obtener su consentimiento y cooperación.
  • Reunir y preparar el equipo para asegurarse de que esté disponible y listo para utilizar.
  • Asegurar la privacidad del paciente con objeto de mitigar su ansiedad.
  • Observar al paciente durante toda esta actividad y advertir cualquier signo de ansiedad.
  • Ayudar al paciente a que adopte una posición cómoda que facilite a la enfermera el acceso cómodo al paciente.
  • Lavarse las manos para reducir las infecciones cruzadas, ponerse los guantes y disponer el equipo para facilitar el acceso a él durante el procedimiento.
  • Limpiar con solución antiséptica el segmento de la entrada para irrigación de la sonda con objeto de reducir la infección cruzada.
  • Insertar el conector del equipo de irrigación en el segmento de entrada de la sonda una vez que se ha limpiado para permitir la introducción del líquido de irrigación.
  • Adaptar la bolsa de drenaje urinario si todavía no se está utilizando. Ésta hará las veces de un depósito para el líquido de irrigación recuperado.
  • Vaciar la bolsa de drenaje para determinar con exactitud el volumen de líquido de irrigación recuperado y la diuresis.
  • Abrir la válvula del equipo de irrigación y regular el flujo a la velocidad indicada, cumpliendo con la prescripción del médico.
  • Renovar el líquido de irrigación de acuerdo con la prescripción y vaciar la bolsa de drenaje conforme sea necesario para mantener la irrigación de la vejiga.
  • Asegurarse de que el paciente se sienta lo más cómodo posible, manteniendo la calidad de este procedimiento de enfermería.
  • Desechar con seguridad el equipo para evitar cualquier riesgo sanitario.
  • Documentar el procedimiento de enfermería, vigilar los efectos secundarios y comunicar de inmediato cualquier dato anormal, proporcionando un informe por escrito y ayudando a la implementación de cualquier medida que resulte necesaria en caso de que se advierta alguna alteración o una reacción adversa al procedimiento.
  • Al llevar a cabo este procedimiento, las enfermeras son responsables de sus acciones, de la calidad de la asistencia que brindan y el mantenimiento de registros de acuerdo con el Código de conducta profesional: normas de conducta, desempeño y ética y conforme a las Directrices para registros y mantenimiento de registros.

Administración de soluciones para el mantenimiento de la sonda

A menudo se obstruyen las sondas urinarias, por lo general debido a que se acumulan sales minerales o incrustaciones de la orina en su superficie. Es necesaria la evaluación cuidadosa y los cuidados preventivos para asegurarse de la gestión apropiada de este proceso, ya que la obstrucción recidivante tendrá una repercusión tanto en la calidad de vida del paciente como en el tiempo del profesional. Es importante advertir que el líquido puede no fluir por la luz de la sonda debido a un espasmo de la vejiga, estreñimiento e IURS.

Los espasmos de la vejiga se dan cuando la mucosa de la vejiga queda pinzada alrededor de la sonda, obstruyendo los orificios de la sonda. La orina puede no drenar eficazmente y, por tanto, seguir el trayecto de menor resistencia y filtrarse por los lados de la sonda para producir un episodio de incontinencia. Por lo general todavía puede verse orina en la bolsa adaptada a la pierna y se restablecerá el flujo normal una vez que haya cedido el espasmo. Una obstrucción no se resolverá en forma espontánea sin una solución para el mantenimiento de la sonda, y al retirar la sonda se podrán ver en ella los depósitos.

Los cuidados preventivos de los pacientes que experimentan obstrucciones frecuentes de la sonda ayudarán a tratar la causa de la obstrucción en vez de resolver la crisis cuando se obstruye. Al mantener una documentación precisa, se podrá evaluar la duración promedio que una sonda puede permanecer colocada antes de que se obstruya. Si la sonda se obstruye con una frecuencia mayor de cada 2 semanas y se encuentra pH de la orina alcalino, la instilación de una solución ácida de mantenimiento ayudará a evitar más obstrucciones. Los estudios muestran que las soluciones de mantenimiento de catéter ácidas (no salinas ni clorohexidina) son eficaces para disolver las incrustaciones, pero se tendrá cuidado de que la solución seleccionada tenga componentes dirigidos a reducir la irritación de la pared vesical. Hay escasez de datos que orienten sobre la frecuencia de administración de una solución de mantenimiento para la sonda y, por tanto, es importante que los cuidados se individualicen en cada paciente.

Equipo y material

  1. Guantes/delantal estériles.
  2. Solución apropiada para el mantenimiento de la sonda.
  3. Nueva bolsa de pierna/bolsa nocturna para reemplazar la existente.
  4. Gasa impregnada de alcohol.
  5. Paño estéril.
  6. Carrito/superficie adecuada para el equipo.
  7. Recipiente para los materiales desechables que se utilicen.

Directrices y propósito de este procedimiento de enfermería

  • Explicar el procedimiento de enfermería al paciente para obtener su consentimiento y cooperación.
  • Reunir y preparar el equipo y el material desechables y confirmar que esté disponible todo el equipo y listo para utilizarse.
  • Asegurar la privacidad del paciente para mitigar cualquier ansiedad.
  • Observar al paciente durante toda esta actividad y advertir cualquier signo de ansiedad.
  • Ayudar al paciente a adoptar una posición cómoda que facilite a la enfermera el acceso cómodo al paciente.
  • Lavarse las manos para reducir las infecciones cruzadas y disponer el equipo para facilitar el acceso a él durante el procedimiento.
  • Colocar el paño estéril bajo la sonda para evitar contaminar la cama en caso de que haya alguna fuga de orina durante este procedimiento.
  • Desconectar la bolsa de drenaje y eliminarla para prevenir una infección ascendente en caso de que se vuelva a conectar esta bolsa.
  • Limpiar el extremo de la sonda con la gasa impregnada de alcohol utilizando una mano protegida con un guante. Esto reducirá el número de microorganismos presentes en el extremo de la sonda y reducirá el riesgo de infecciones cruzadas.
  • Retirar la cubierta protectora de la solución para el mantenimiento de la sonda y administrarla de acuerdo con las instrucciones del fabricante. La introducción brusca y rápida del líquido de solución puede ocasionar malestar extremo al paciente.
  • Vigilar el retorno de la solución para el mantenimiento de la sonda, verificando indicios de sangre o de cualquier otra anomalía. Informar al personal médico sobre cualquier alteración.
  • Confirmar que el paciente se sienta lo más cómodo posible, manteniendo la calidad de este procedimiento de enfermería.
  • Desechar con seguridad el equipo para reducir cualquier riesgo sanitario.
  • Documentar apropiadamente el procedimiento de enfermería, vigilar los efectos secundarios e informar de inmediato sobre cualquier dato anormal, proporcionando un informe por escrito y ayudando a la implementación de cualquier medida en caso de que surgiese alguna anomalía o una reacción adversa al procedimiento.

Al llevar a cabo este procedimiento, las enfermeras son responsables de sus acciones, de la calidad de los cuidados brindados y del mantenimiento de los registros de acuerdo con el Código de conducta profesional: normas de conducta, desempeño y ética y conforme a las Directrices para el registro y el mantenimiento de registros.

Información adicional

En la mayoría de los pacientes que necesitan la colocación de una sonda urinaria se registrará su balance hídrico en una gráfica de balance de líquidos. Además de cuantificar el volumen de orina, la enfermera habrá de observar el color. Un color de rosado pálido o rojizo hasta pardo sugiere la presencia de sangre en la orina (hematuria). La sangre o el sedimento en la orina podrían indicar una disfunción del sistema renal o urinario. Hay que recordar que determinados medicamentos o alimentos, como la remolacha, cambian el color de la orina.

Educación al paciente/cuidador

Referente a los cuatro procedimientos anteriores.

Los pacientes y sus cuidadores deben informarse sobre los procedimientos correctos para controlar la infección con el fin de evitar las IURS.

El empleo de una sonda urinaria es una desviación del mecanismo normal de la micción y, por tanto, puede tener un efecto sobre la autoestima y la imagen corporal del paciente. La enfermera y el cuidador deben ser sensibles a las necesidades del paciente y ayudarlo y apoyarlo durante el período de adaptación a este cambio. La colocación de una sonda no impide una actividad sexual plena, y a los pacientes y sus parejas se les proporcionarán folletos y consejos prácticos. Asimismo, se brindarán consejos en relación con los aspectos prácticos del sueño cuando se porta una bolsa en la pierna y nocturna.

Debido a que el paciente se mueve durante el sueño, la sonda o los tubos pueden acodarse, y el malestar causado por la tensión ejercida sobre la sonda despertará al paciente. Las bolsas nocturnas están provistas de tubos de gran longitud que permiten al paciente el movimiento libre; algunos fabricantes fabrican bolsas nocturnas con tubos «extralargos».

Un paciente necesitará información e instrucciones respecto a cuándo renovar tanto las bolsas de la pierna como las nocturnas en su hogar, y cómo recibir los suministros y números telefónicos de contacto a los que pueden tener acceso si se necesita un profesional sanitario apropiado.

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