P24. Cuidados de la Cavidad Bucal
Indicaciones y fundamentos de los cuidados de la cavidad bucal
Los cuidados de la cavidad bucal consisten en el uso de un cepillo dental y un dentífrico, un enjuague bucal u otros preparados para limpieza de la cavidad bucal que ayudan al paciente a mantener la limpieza de sus dientes o prótesis dentales y que favorecen el flujo de saliva para mantener una mucosa orofaríngea sana. Una salud bucodental satisfactoria es decisiva para satisfacer necesidades humanas fundamentales, como son comodidad, nutrición y comunicación y aspecto personal aceptable.
Este procedimiento de enfermería también se conoce como higiene bucal y puede ser necesario:
- En todo paciente que no ha consumido alimentos por un tiempo o cuya dieta está restringida, ya que la disminución de la masticación disminuye el flujo de saliva; esto puede ocurrir durante el período preoperatorio o postoperatorio, sobre todo en pacientes sometidos a procedimientos de cirugía maxilofacial o abdominal.
- En pacientes deshidratados, ya que disminuirá el flujo normal de saliva.
- En individuos con náuseas o vómitos y que se muestran reacios a comer.
- En pacientes con oxigenoterapia, sobre todo con oxígeno no humidificado, que tiene un efecto secante en la mucosa bucal.
- En pacientes que reciben radioterapia o fármacos citotóxicos por neoplasias, ya que afectan de manera adversa a las células de la mucosa bucal.
- En pacientes con alguna forma de parálisis facial o debilidad muscular, ya que la imposibilidad para masticar reduce el flujo de saliva y puede hacer que se retengan los residuos de alimentos en la boca. Esto incluye al paciente con pérdida del conocimiento o al paciente terminal.
- En pacientes que tienen una destreza manual deficiente o alteraciones cognitivas.
- En pacientes con una infección bucal, como candidiasis.
Son escasas las investigaciones sobre la frecuencia de los cuidados de la cavidad bucal, los cuales variarán en cada individuo. Es muy recomendable el empleo de un instrumento eficaz para la valoración de la cavidad bucal que permita detectar oportunamente problemas en grupos de pacientes vulnerables. Los cuidados intensivos de la cavidad bucal deben realizarse cada 2 h, en tanto que los enjuagues bucales pueden necesitarse únicamente dos o tres veces al día, aunque la frecuencia se basará en la valoración individual.
Equipo y material
- Bandeja o carrito apropiados.
- Guantes de plástico (no estériles).
- Linterna de bolsillo.
- Espátula.
- Cepillo dental.
- Dentífrico.
- Recipiente para prótesis dentales (en el ámbito de la asistencia institucional éste deberá rotularse apropiadamente).
- Vaso de boca ancha.
- Tazón o recipiente.
- Toalla u otra cubierta protectora.
- Solución para enjuague bucal.
- Papeles suaves para secar la boca.
- Recipiente para materiales que se hayan utilizado.
Equipo adicional para los cuidados bucales especiales que sean necesarios
- Paquetes de cuidados bucales o equipo equivalente.
- Bastoncillos de espuma.
- Bolitas de algodón.
- Medicamento pautado; por ejemplo, un antimicótico si se diagnostica candidiasis.
- Solución para la limpieza de la cavidad bucal.
- Lubricación para los labios; por ejemplo, vaselina o bálsamo.
- Equipo de aspiración.
Cepillo dental y dentífrico
Se pueden utilizar los propios materiales del paciente si se dispone de ellos; de lo contrario, se puede proporcionar un cepillo de nailon de cabeza pequeña y de cerdas suaves junto con el dentífrico. Éste suele ser el equipo más apropiado para este procedimiento de enfermería.
Bastoncillos de espuma
Resultan ineficaces para retirar los residuos de los dientes y las encías, pero son de utilidad para enjuagarse o refrescar la boca. Hay que tener cuidado de que la cabeza del bastoncillo no se desprenda y obstruya la vía respiratoria del paciente.
Soluciones que se utilizarán como enjuagues bucales
Se dispone de diversas soluciones; el conocimiento profesional o la prescripción individual y la preferencia del paciente influirán en el preparado que se escoja. Todas las soluciones utilizadas deberán rotularse claramente y diluirse según las instrucciones de empleo. El procedimiento para revisar el preparado es el mismo que se describe en el capítulo «Administración de medicamentos».
Existe escaso consenso general sobre la eficacia de los agentes para los cuidados de la cavidad bucal.
Solución salina
Puede elaborarse utilizando sal común, una cucharada (aproximadamente 4,5 g) en 500 ml de agua, aunque también está disponible en bolsas estériles. Es un enjuague bucal eficaz en pacientes que se han sometido a procedimientos de cirugía maxilofacial, sobre todo extracciones dentales.
Timol
Se prepara en solución y constituye el principal componente de la mayoría de los comprimidos para enjuague bucal. Tiene un efecto antiséptico leve y es bien tolerado cuando se diluye para ajustarse al gusto del paciente.
Bicarbonato de sodio
Se puede preparar inmediatamente antes de usarlo. Una cucharada graduada de polvo en 500 ml de agua es un enjuague bucal de utilidad para disolver mucosidad y residuos. Se puede utilizar una solución más concentrada para empapar prótesis dentales antes de limpiarlas.
Clorhexidina
Éste es el agente químico más eficaz para mantener la higiene bucal y para el control de la placa dental. El enjuague bucal no debe llevarse a cabo más de una vez cada 12 h. Sin embargo, las soluciones más concentradas pueden manchar los dientes y su uso prolongado puede lesionar la mucosa.
Agua
Es el enjuague bucal más refrescante y apropiado para utilizar después del cepillado dental.
Otras ayudas para el cuidado de la cavidad bucal (si se permite)
Agua gaseosa
Puede aceptarse como enjuague bucal alternativo.
Cubitos de hielo
Pueden chuparse, pero el número se limitará cuando el paciente tenga restringida la ingesta oral.
Fruta fresca
Se puede chupar y luego retirar. La piña, si es permisible, puede ser muy refrescante y estimulará el flujo de saliva, ya que contiene la enzima ananasa que ayuda a limpiar una lengua saburral.
Sustitutivos de saliva
Son de utilidad para el tratamiento de la boca seca.
Vaselina filante/bálsamo para labios
Evitan que se sequen y se agrieten los labios.
La glicerina, con o sin limón, no debe utilizarse por cuanto puede deshidratar el tejido bucal y es un limpiador ineficaz. Además, el limón es ácido y puede ocasionar irritación y descalcificación de los dientes.
Soluciones para la limpieza bucal
Se puede utilizar cualquier solución de enjuague bucal para la limpieza de la cavidad bucal, así como soluciones que estimulan activamente el flujo de saliva. El método más eficiente de limpieza bucodental sigue siendo, no obstante, un dentífrico suave, aplicado con un cepillo dental de cabeza pequeña y de cerdas suaves. El cepillo dental puede sumergirse en un enjuague bucal o en una solución de limpieza bucal aceptable para el paciente.
Paquete de cuidados bucales
Este paquete estéril se utiliza cuando se necesitan cuidados intensivos en la cavidad bucal de pacientes en quienes un enjuague bucal solo, o el cepillado dental, no son suficientes.
El paquete puede contener:
- Una bandeja de plástico dividida en compartimentos que sostengan la solución para limpieza bucal.
- Bastoncillos de algodón.
- Bastoncillos de caucho espumoso.
- Gasas.
Si no se cuenta con un paquete, se puede ensamblar una bandeja estéril para cuidados de la cavidad bucal utilizando:
- Una bandeja de papel de aluminio.
- Un tarro medicinal.
- Gasas.
- Bastoncillos de caucho espumoso.
- Bastoncillos de algodón.
El paquete para el cuidado bucodental debe estar envuelto, rotulado con el nombre del paciente y la fecha, limpiado y deberá reemplazarse después de su uso y cambiarse por uno nuevo cada 24 h o según se necesite. En el hogar del paciente, el equipo puede adaptarse de forma apropiada manteniendo un entorno seguro.
Directrices y propósito de este procedimiento de enfermería
- Explicar el procedimiento de enfermería al paciente para obtener su consentimiento y cooperación, y fomentar su participación en los cuidados, asegurándose de que comprenda este procedimiento.
- Abrir y preparar el equipo para asegurarse de un uso eficiente del tiempo y los recursos. Algunas soluciones son más eficaces cuando se preparan inmediatamente antes de usarlas.
- Asegurar la privacidad del paciente para respetar su individualidad y mantener su autoestima.
- Ayudar al paciente a que adopte una posición sedente cómoda, sea en la cama o en una silla, para facilitar su cooperación y fomentar la mayor independencia que sea posible. A veces es posible que los pacientes se sienten cómodamente frente a una palangana en su hogar o en una institución.
- Colocar algún material protector sobre el lecho del paciente y bajo el mentón para protegerle la ropa. Se puede utilizar la propia toalla del paciente.
- Observar al paciente durante toda esta actividad para vigilar cualquier efecto adverso.
- Colocar guantes de plástico limpios después del lavado de manos eficiente para prevenir la contaminación con líquidos corporales y mantener un entorno seguro.
- Es recomendable utilizar guantes para todo cuidado de la cavidad bucal, ya que puede implicar el contacto directo con la mucosa bucal y las secreciones bucales.
- Pedir o ayudar al paciente que se retire las prótesis dentales, y colocarlas en un tazón de agua limpia (rotulado si es necesario) para lograr el acceso a la cavidad bucal y visualizarla claramente.
- Examinar la boca y la lengua del paciente utilizando la linterna de bolsillo y la espátula para observar el estado de sus dientes, prótesis dentales, lengua, labios, encías y mucosa. Observar cualquier residuo de alimento, úlceras o aftas y el estado de los labios.
- De ser posible, comentar con el paciente los cuidados de la cavidad bucal más apropiados y aceptables a sus necesidades particulares para fomentar los cuidados individualizados y ayudar al cumplimiento.
- Ayudar a los pacientes a limpiarse los dientes o prótesis dentales con su cepillo dental y dentífrico.
- Ofrecer un enjuague bucal adecuado, explicando que no debe deglutirse, y ayudar a sostener el equipo que sea necesario para enjuagar la cavidad bucal hasta que se haya retirado todo residuo y dentífrico de la limpieza.
- Ofrecer un pañuelo para secar la cavidad bucal.
- Ayudar a aplicar la lubricación en los labios según sea necesario para mantener la integridad de la piel de los labios. Esto puede hacerse colocando el lubricante en un dedo enguantado y aplicándolo directamente, o los pacientes pueden aplicárselo ellos mismos, lo que fomenta su independencia.
- Devolver las prótesis dentales limpias del paciente a un vaso de agua limpia y recomendarle que las use para mantener la forma de la cavidad bucal.
- Asegurarse de que el paciente se sienta lo más cómodo posible. Es recomendable un período de reposo después de este procedimiento de enfermería.
- Eliminar el equipo con seguridad para mantener un entorno seguro.
- Documentar el procedimiento de enfermería de forma apropiada y comunicar de inmediato cualquier deterioro o mejoría en el estado de la boca, así como cualquier dato anormal. Esto permite que se implementen cambios en el procedimiento para mantener los cuidados óptimos de la cavidad bucal en cada paciente.
Al llevar a cabo este procedimiento, las enfermeras son responsables de sus acciones, de la calidad de la asistencia que brindan y del mantenimiento de los registros de acuerdo con el Código de conducta profesional: normas de conducta, desempeño y ética, las directrices para la administración de medicamentos y las Directrices para registros y mantenimiento de registros.
Cuidados intensivos de la cavidad bucal en pacientes dependientes
- Explicar el procedimiento de enfermería para obtener el consentimiento y la cooperación del paciente si es posible.
- Asegurar la privacidad del paciente para respetar su individualidad.
- Ayudar al paciente a adoptar una posición cómoda de manera que tolere el procedimiento.
- Reunir y preparar el equipo, lo que incluye el paquete o la bandeja para la limpieza de la cavidad bucal.
- Ponerse los guantes de plástico limpios para prevenir la contaminación con fluidos corporales.
- Retirar las prótesis dentales si es que el paciente las tiene colocadas, para lograr acceso a la cavidad bucal y visualizarla claramente.
- Examinar la cavidad bucal del paciente según se ha comentado.
- Limpiar toda la cavidad bucal, las encías y la lengua con la solución de limpieza bucal, utilizando un cepillo de cerdas suaves si es posible. Esto ayudará a desalojar los residuos y a eliminar la placa.
- Ayudar al paciente a utilizar un enjuague bucal si es posible, o enjuagar la cavidad bucal con una gasa empapada en solución de enjuague bucal, permitiendo al paciente que la succione. En los pacientes que tienen alambres insertados en la mandíbula debido a un procedimiento de cirugía maxilofacial, se puede utilizar una jeringa de enjuague bucal junto con succión. Para esto se necesita una buena cooperación del paciente y un reflejo de deglución adecuado con el fin de prevenir la aspiración del líquido del enjuague.
- Ayudar al paciente a limpiar las prótesis dentales, o limpiárselas, utilizando un cepillo dental y dentífrico, con agua corriente si es posible, para mantener una mucosa bucal saludable.
- Continuar con los pasos del procedimiento de enfermería antes mencionados.
Cuidados de la cavidad bucal en un paciente con pérdida del conocimiento
Se aplicarán las mismas directrices que en los cuidados de la cavidad bucal para un paciente dependiente, con las siguientes excepciones:
- Colocar al paciente de lado, sin almohada, y sostenerle la cabeza de manera que ninguna secreción o solución de limpieza bucal fluya hacia la tráquea y se aspire.
- Colocar material impermeable sobre la cama antes de disponer los pañuelos desechables bajo la parte inferior de la cara para absorber la solución y la saliva que drene de la cavidad bucal.
- Verificar que el equipo de succión esté a mano y funcionando adecuadamente y, si es necesario, succionar la cavidad bucal antes y durante el procedimiento de enfermería para evitar el riesgo de que se inhale el líquido.
Deben haberse retirado, limpiado, rotulado de forma apropiada y guardado las prótesis dentales con las pertenencias del paciente a su ingreso.
Educación del paciente/cuidador
En colaboración con el paciente o su cuidador, asegurarse de que puedan llevar a cabo cualquier procedimiento necesario. Brindar información respecto a quién dirigirse ante cualquier inquietud.
La promoción de la salud en lo referente a los cuidados de la cavidad bucal debe ser multidisciplinaria y abarcar desde la infancia hasta la senectud: puede intervenir la enfermera de salud pública, la enfermera escolar, la enfermera asistencial y la enfermera social, así como el dentista y el higienista dental. El correcto empleo de la seda dental puede abordarse cuando se comente la higiene dental (fig. 24-1).
La asesoría general sobre higiene bucodental deberá incluir:
- La importancia de un cuidado adecuado de la boca, los dientes y las encías en relación con la salud general.
- Una técnica de limpieza dental satisfactoria y cuidados de la prótesis.
- Consejos nutricionales sobre la relación de la incidencia de caries dental con los alimentos y las bebidas que tienen un alto contenido en azúcar.
- La importancia de retirar los residuos de los dientes y de los fondos de saco de la cavidad bucal después de las comidas.
- La influencia del fluoruro en el desarrollo de los dientes.
- El método correcto de cepillado y de la aplicación de la seda dental.
A los pacientes con un sistema inmunitario deprimido se les enseñarán procedimientos de higiene bucodental para evitar infecciones de la mucosa.