P25. Movilización y Manipulación

Indicaciones y fundamentos de la movilización y manipulación

Se considera movilización y manipulación:

  • Cualquier transporte o soporte de una carga, lo que incluye levantarla, depositarla, empujarla, tirar de ella, transportarla, arrojarla y moverla con la mano o con fuerza corporal.

Teniendo presente esta definición, como enfermera, la movilización y la manipulación comprenden todos los procedimientos de nuestro trabajo, y para poder llevarlos a cabo con seguridad, todas las tareas de enfermería tendrán que basarse en los principios presentados en este capítulo. No sólo es cuestión de movilizar a pacientes que no se puedan mover por sí solos, sino que incluye caminar, mover equipo y mobiliario e incluso transportar pequeñas cargas, y tiene repercusión en todos los aspectos de nuestra vida.

Descripción del procedimiento

Antes de iniciar cualquier tarea que implique mover o manipular, hay que plantearse primero la pregunta: «¿Es necesario que haga esta tarea?». Después se lleva a cabo una evaluación del riesgo. Al valorar el riesgo habrá que tener presente cualquier posible problema y su potencial magnitud, considerando no sólo lo que se está moviendo, sino a uno mismo, el entorno y la tarea que se va a realizar. Una forma fácil de recordar esto es utilizar el acrónimo CITE, cuyas letras significan:

C = carga (el paciente, el paquete, la parte de un equipo, etc.).

I = individuo (usted, la enfermera).

T = tarea (lo que necesita hacer).

E = entorno.

Estas cuatro tareas de evaluación no son independientes, sino que deben evaluarse de forma conjunta. Se considerarán las implicaciones de la manera en que repercuten entre sí. Esto no es algo fácil, ya que en una encuesta de enfermeras de grados D y E se generaron 82 variables tan sólo para la carga.

Al valorar la carga hay que considerar su tamaño, forma y peso. Si se trata de un paciente, hay que preguntarle si puede moverse solo. Toda enfermera ha intentado en algún momento mover a un paciente únicamente para verlo después deambulando por el corredor de forma independiente. La estabilidad de la carga también deberá tenerse en cuenta. Si es probable que se comporte de manera imprevisible, esto la ubica en el máximo nivel de riesgo.

Una vez ha valorado la carga, tendrá que evaluarse a sí mismo. Considere su estado de salud, ya que cuando estamos indispuestos no empleamos nuestra capacidad total. Reflexione sobre si comprende íntegramente lo que se le está pidiendo que haga y si realmente sabe lo que lleva implícito. Si intenta utilizar una parte de un equipo, asegúrese de que conoce cuáles son los límites de peso del mismo y de qué manera funciona.

Al considerar la tarea, es decir, lo que se va a realizar, identifique si implica distancias, variaciones en alturas o usos del equipo, o las tres cosas a la vez.

La evaluación del entorno incluirá el tipo de suelo, la altura y la movilidad del mobiliario, la extensión del espacio alrededor de la zona y la visibilidad de la zona.

Una vez realizada esta evaluación deberá anotarse en el registro de manipulación del paciente y sólo después de realizar esto estará listo para considerar el movimiento.

Al comenzar el movimiento, asegúrese de que adoptar un enfoque ergonómico significa que la tarea está preparada para adaptarse a usted y no que usted se adapte a la tarea. Esto puede significar asegurarse de que tiene el espacio para moverse, que las camas o las sillas son de altura ajustable y se modifican para adaptarse a usted. Enseguida debe pensar en su posición y pauta de movimiento (cuadro 25-1). Comience por acercarse a su paciente antes de encontrar su centro de gravedad. Al colocarse cerca de su carga hará que ésta se sienta más ligera. Si mantiene alejada la carga de su cuerpo, afectará a su centro de gravedad y estabilidad y hará que la carga se sienta más pesada y menos estable. Puede poner a prueba esto manteniendo una carpeta pesada con los brazos extendidos durante 1 min. Experimentará cuán pesada se comienza a percibir. Si luego la sostiene cerca de su tórax por el mismo tiempo, verá que la misma carpeta parece mucho más ligera.


Cuadro 25-1. Pauta de posicionamiento y movimiento

Una vez que ha encontrado su base:

  • Balancee los pies de manera que esté listo para desplazarse en la dirección que desea ir
  • Descienda su espalda y manténgase sin encorvarse, ya que esto garantizará que su centro de gravedad esté centrado
  • Relaje suavemente los hombros antes de coger la carga utilizando la mano extendida. Se ajustará la mano al tamaño y la altura de la carga, pero lo importante es evitar agarrarla
  • Una vez que ha cogido la carga, descienda levemente y dirija el movimiento con la cabeza. Esto le dará más impulso y hará que el movimiento sea más eficiente

En los adultos, el punto imaginario del «centro de gravedad» se encuentra cerca de la base de la columna y siempre deben fijarse en el cinturón pélvico. Si se suspendiese de este punto, el cuerpo, en teoría, estaría en equilibrio (fig. 25-1). Los pies forman lo que se llama la «base», y si el centro de gravedad se mueve más allá de la «base», el cuerpo se desequilibrará y caerá, a menos que todos los músculos importantes del tronco y las piernas se pongan en tensión para sostener el cuerpo erguido. Un período de desequilibrio prolongado puede llevar a estrés y distensión de estos músculos y finalmente ocasionar lesión y dolor (fig. 25-2). Ensanchar la «base» para mantener el centro de gravedad dentro de la línea de referencia ayudará a evitar esto y permitirá un movimiento más seguro y eficiente. Sin embargo, una base demasiado amplia también podrá desequilibrarlo. Sus pies deberán quedar entre el hombro y la cadera ampliamente separados y sus rodillas deberán estar flexibles y no fijas o dobladas.

Fig. 25-1

Fig. 25-1. Centro de gravedad.

Fig. 25-2

Fig. 25-2. Ejemplos de levantamiento seguro e inseguro.

Equipo y material

Según se determine en el formulario para la valoración de riesgo.

Reglamentación de salud y seguridad, es decir, los Reglamentos para operaciones y equipo de levantamiento y los Reglamentos para la provisión y el uso de equipo de trabajo se aplican a todos los aspectos de la movilización del paciente y el equipo de manipulación, que incluye el mantenimiento de cabestrillos y grúas.

Las enfermeras son responsables de sus acciones y antes de utilizar algún auxiliar para levantamiento deben asegurarse de disponer de las instrucciones de empleo del fabricante y seguirlas. En su estudio publicado en 2003, Swain et al. identificaron que la falta de equipo disponible implicaba que las enfermeras movían manualmente a los pacientes, lo cual contradecía el primer deber de los Reglamentos para las operaciones manuales (1992), es decir, evitar en la medida de lo posible el manejo manual. Sin embargo, Brown (2004) encontró que, al igual que la falta de disponibilidad de equipo, debía tenerse en cuenta lo apropiado del equipo, sobre todo las grúas y las sillas de ruedas operadas manualmente. Las estudiantes de enfermería en la encuesta de Brown identificaron que el empleo de determinadas partes del equipo había producido alguna lesión en el brazo y en el cinturón del hombro y les había distendido la parte baja del dorso.

Los cabestrillos tendrán que limpiarse de acuerdo con las directrices de fabricación y verificarse si tienen algún desgaste antes de cada uso.

Las grúas tendrán que mostrar la revisión mecánica más reciente por el fabricante. Estas revisiones se llevarán a cabo a intervalos semestrales. Cualquier problema tendrá que notificarse de inmediato al departamento de mantenimiento y se suspenderá el uso de la grúa.

Directrices y propósito de este procedimiento de enfermería

Usted es responsable de su propia salud y seguridad y también de la de otros que puedan resultar afectados por la forma en que hace o no las cosas. Todas las empresas deberán proporcionar formación e información sobre movilización y manipulación a todos sus empleados. Asimismo, se proporcionará la normativa de seguridad por escrito. Es deber de cada enfermera asegurarse de asistir a todas las sesiones de iniciación y actualización en movilización y manipulación. El Código de conducta profesional del NMC señala que no sólo es responsable de sus propias acciones, sino que es su responsabilidad mantener su conocimiento y habilidades actualizadas. Si algún aspecto del procedimiento (ej. el movimiento y la manipulación con seguridad) está fuera de su nivel de competencia, debe obtener la ayuda y supervisión apropiadas. Esta responsabilidad se extiende a todos los compañeros que se encuentren en el lugar de trabajo. Si tiene razones para creer que su procedimiento es inseguro y pone en riesgo al paciente, debe protegerle y comunicarlo a su compañero o a un profesional responsable de mayor jerarquía.

Las Normas para gobierno clínico y control de riesgos del NHS Quality Improvement Scotland entraron en vigor en noviembre de 2005. Estas normas, al aplicarse a la movilización y manipulación, deberán asegurar que las organizaciones sean responsables de la vigilancia y la mejora de la calidad de sus servicios. Asimismo, debe llevarse a cabo una identificación sistemática y una evaluación del riesgo. Todo personal debe recibir apoyo pleno y formación adecuada sobre movilización y manipulación seguras que les permita contribuir a una atención eficaz y segura enfocada al paciente.

Al llevar a cabo este procedimiento, las enfermeras son responsables de sus acciones, de la calidad de la atención que brindan y del mantenimiento de los registros de acuerdo con el Código de conducta profesional: normas de conducta, desempeño y ética y conforme a las Directrices para registros y mantenimiento de registros.

Educación del paciente/cuidador

Recientemente ha surgido el debate académico, el cual ha resaltado que deben considerarse la dignidad y la ansiedad del paciente cuando se le pide que se ajuste a un movimiento que no está dispuesto a realizar (ser movidos por una grúa mecánica). Por tanto, es importante que las enfermeras se aseguren de considerar los deseos del paciente y el empleo de las habilidades de comunicación eficaces para acordar una solución en lo referente a la movilización y la manipulación seguras.

Con objeto de brindar una atención centrada en el paciente, el poder y la autoridad deben transferirse de la enfermera al paciente. Los profesionales a menudo presuponen que los enfermos no cumplen lo que se les pide porque no comprenden los datos que se les presentan. Se ocupará más tiempo en escuchar el punto de vista del paciente y analizar la forma más segura de moverlo. Esto puede implicar demostrar y explicar los beneficios del equipo de levantamiento. Cuanto más dinámica sea la relación entre la enfermera y el paciente, tanto más fácil será que ella comprenda el punto de vista de éste y que lleguen a una solución acordada por ambos. De acuerdo con Russell (2003), es necesario mejorar la aceptación del cumplimiento por parte del paciente, no la formación o la coerción.

Muchos pacientes no internados dependen de sus familiares o amigos para que los ayuden a moverse. Los profesionales sanitarios deben asegurarse de valorar el riesgo y de que a los cuidadores se les haya instruido para adoptar un enfoque ergonómico en la movilización y manipulación. Debe confirmarse que tienen la habilidad para utilizar cualquier dispositivo de ayuda del movimiento necesario.

Anterior
Siguiente