P35. Tacto Rectal

Indicaciones y fundamentos del tacto rectal

El tacto rectal se utiliza como ayuda diagnóstica cuando se presenta:

  • Hemorragia rectal.
  • Estreñimiento grave.
  • Diarrea grave.
  • Dolor en la región anal o rectal.
  • Hipertrofia prostática sospechada.
  • Sospecha de rectocele.

Una enfermera experimentada que ha llevado a cabo una capacitación apropiada puede realizar el tacto rectal como parte del proceso de valoración de estreñimiento grave. Este procedimiento ayuda a la enfermera en la toma de decisiones para escoger un laxante apropiado o un enema. La enfermera también utilizará este procedimiento para retirar las heces de la parte inferior del recto, si es apropiado.

Descripción del procedimiento

El médico o la enfermera deberá ponerse un guante desechable en la mano dominante y aplicar lubricante en los dedos. Luego insertará uno o dos dedos en el recto del paciente y llevará a cabo el tacto rectal. Al concluir el examen, el médico retirará el guante envolviéndolo de dentro hacia fuera a medida que se lo quita. Un médico puede insertar un espéculo rectal lubricado y, con la ayuda de una fuente de iluminación, llevar a cabo un examen visual. Es posible que también se obtenga una extensión de secreción anal o rectal para un análisis de laboratorio.

Los tactos rectales deben realizarse con precaución en pacientes con una lesión raquídea a nivel de T6 o superior. Un tacto rectal puede estimular el nervio vago y ocasionar bradicardia e hipotensión arterial. El paciente mostrará congestión en la parte superior del cuerpo y experimentará una sensación de desvanecimiento inminente. Esto se le conoce como «disreflexia autonómica» y requiere atención médica inmediata.

Es importante advertir que éste es un procedimiento invasivo y embarazoso para el paciente. El médico tendrá cuidado y consideración en todas las etapas de este procedimiento, manteniéndose alerta ante posibles problemas que pudiesen surgir, como, por ejemplo, radioterapia previa en esta zona, detección de un carcinoma rectal previamente no diagnosticado o antecedentes de maltrato.

Equipo y material

  1. Bandeja/superficie plana.
  2. Guantes desechables.
  3. Delantal.
  4. Espéculo rectal estéril (fig. 35-1) si es necesario.
  5. Lubricante hidrosoluble.
  6. Cubierta protectora para la cama.
  7. Recipiente para materiales desechables utilizados.
  8. Hisopos.
  9. Hisopo de laboratorio estéril en un recipiente, si es necesario.
  10. Fuente de iluminación.

Fig. 35-1

Fig. 35-1. Espéculo rectal.

Directrices y propósito de este procedimiento de Enfermería

  • Ayudar a explicar el procedimiento al paciente para obtener su consentimiento y cooperación.
  • Reunir y preparar el equipo para que el procedimiento sea eficiente.
  • Ayudar al paciente a adoptar la posición indicada por el médico, que suele ser la de decúbito lateral izquierdo, procurando su privacidad.
  • Obtener el pulso de referencia para poder identificar de inmediato cualquier complicación relacionada con la estimulación del nervio vago durante el procedimiento.
  • Observar al paciente durante toda esta actividad para detectar indicios de malestar o ansiedad.
  • Ayudar al médico según lo indique.
  • Procurar que el paciente se sienta lo más cómodo posible. Si es probable alguna hemorragia a consecuencia del examen, proteger la ropa interior del paciente.
  • Desechar el equipo con seguridad para proteger al personal.
  • Documentar el examen en la historia clínica del paciente, vigilar los efectos secundarios y comunicar de inmediato cualquier dato anormal para documentarlo por escrito y ayudar a la implementación de las medidas que sean necesarias en caso de alguna alteración o de una reacción adversa al procedimiento.

Al llevar a cabo este procedimiento, las enfermeras son responsables de sus acciones, de la calidad de los cuidados que brindan y del mantenimiento de los registros de acuerdo con el Código de conducta profesional: normas de conducta, desempeño y ética y Directrices para registros y mantenimiento de registros.

Educación del paciente/cuidador

En colaboración con el paciente y/o cuidador, confirmar que puedan realizar el procedimiento que sea necesario. Se proporcionará información sobre el personal apropiado al cual dirigirse en caso de que surja alguna duda.

Una explicación cuidadosa fomentará la cooperación del paciente y facilitará que se relaje, lo cual a su vez mitigará el malestar que conlleva el examen.

Informar al paciente sobre el personal al cual dirigirse si después del examen presenta dolor intenso, secreción o hemorragia. Se pondrán a su disposición los números telefónicos de contacto de los servicios de asesoría apropiados en caso de ansiedad causada por cuestiones relacionadas con el maltrato experimentado por el paciente.

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