P44. Asistencia del Paciente Inconsciente

Indicaciones y fundamentos de la asistencia a un paciente inconsciente

La intervención de enfermería es necesaria cuando el nivel de conciencia de un paciente es tal que, sin ayuda, ya no puede mantener una vía respiratoria permeable, los reflejos protectores normales se reducen hasta tal grado que el paciente ya no puede mantener la seguridad del entorno y no puede llevar a cabo las actividades cotidianas.

El estado inconsciente se da en:

  • Pacientes que tienen un accidente cerebrovascular, cuando zonas del tejido cerebral se lesionan y reciben un menor aporte sanguíneo, por ejemplo:
    • Hemorragia cerebral.
    • Embolia cerebral o isquemia.
    • Hemorragia subaracnoidea.
  • Pacientes que han tomado una sobredosis de fármacos analgésicos, los cuales afectarán al funcionamiento de las células cerebrales.
  • Sujetos que sufrieron una lesión craneal traumática, ya que las células cerebrales pueden dañarse.
  • Pacientes que tienen un tumor cerebral que ejerce presión sobre el cerebro y lo lesiona.
  • Enfermos que se encuentran en un estado comatoso ocasionado por:
    • Infecciones graves, como hiperreflexia, que puede afectar a la función de las células cerebrales.
    • Hipotermia debida a que un cambio grave en la temperatura reduce la actividad de las células cerebrales.
    • Alteraciones metabólicas, es decir, diabetes mellitus no controlada (hiperglucemia o hipoglucemia), que puede ocasionar disfunción de las células cerebrales.
  • Pacientes que han recibido anestésicos recetados durante y después de una intervención quirúrgica, lo cual afecta al estado neurológico del paciente.
  • Personas con una enfermedad en etapa terminal cuando disminuye la función cerebral.

Equipo y material

  1. Cama con cabecera extraíble.
  2. Barandillas de cama acolchadas.
  3. Cánula respiratoria desechable: de Guedel bucofaríngea o nasofaríngea.
  4. Bolsa de ambú con válvula y mascarilla.
  5. Equipo para aspiración oral, faríngea o traqueal.
  6. Equipo para oxigenoterapia.
  7. Equipo para un sistema de alimentación por sonda nasogástrica, gastroenterostomía percutánea o nutrición parenteral total.
  8. Bandeja para cuidados de la cavidad bucal.
  9. Bandeja para cuidados oculares.
  10. Bandeja para cuidados de la sonda.
  11. Equipo para intubación endotraqueal si es necesario.

Los detalles del equipo para los procedimientos de enfermería específicos se podrán encontrar en los capítulos correspondientes de este libro.

Equipo para valorar el nivel de conciencia

  • Linterna de bolsillo para valorar el tamaño y la reacción de las pupilas.
  • Gráfica para valorar el nivel de conciencia; por ejemplo, la escala del coma de Glasgow.
  • Esfigmomanómetro y fonendoscopio para medir la presión arterial.
  • Termómetro.
  • Pulsioxímetro: para medir la saturación de oxígeno en sangre periférica (Spo2).

Escala del coma de Glasgow

Permite valorar el grado de alerta utilizando una sistema de puntuación (fig. 44-1). La evaluación implica examinar las respuestas de la conducta del paciente al entorno. Se examinan tres categorías: apertura de los ojos, respuesta verbal y respuestas motoras (ej. movimientos de las extremidades). Cada nivel de respuesta conductual se registra durante la evaluación y recibe una puntuación máxima de 4 para una respuesta espontánea de abrir los ojos, de 5 para una respuesta verbal orientada y de 6 para obedecer órdenes en la categoría de respuestas motoras. Una puntuación total de 15 indica que el paciente está plenamente consciente.

Si el paciente no responde a la voz o a las órdenes, se aplican estímulos dolorosos centrales. Se puede aplicar presión en la región supraorbitaria hasta 30 s. Esto está contraindicado cuando hay fracturas de la cara. También se pueden aplicar estímulos dolorosos en el músculo trapecio, que se extiende desde el cuello hacia la parte posterior de los hombros. Un tercer método consiste en ejercer presión en el ángulo de la mandíbula durante un máximo de 30 s. La presión en el lecho ungueal y la friccción del esternón son métodos de estímulos que permiten establecer respuestas de reflejos periféricos al ambiente. Como tales, proporcionan escasa información sobre el nivel de conciencia.

Las reacciones pupilares a la luz se analizan durante el examen y también se registran en la gráfica de la escala del coma de Glasgow (fig. 44-1). Las pupilas deben tener un tamaño igual y reaccionar a la luz.

Fig. 44-1

Fig. 44-1. Escala del coma de Glasgow: gráfica para documentar la valoración del nivel de conciencia de un paciente.

Directrices y propósitos de este procedimiento de enfermería

El aspecto más importante de enfermería es el mantenimiento de una vía respiratoria permeable y la oxigenación mientras se diagnostica la causa de la pérdida de conocimiento del paciente y se trata de manera que la función respiratoria sea lo más eficiente posible para las circunstancias.

  • Retirar cualquier prótesis para evitar la obstrucción de las vías respiratorias.
  • Girar al paciente a una posición de decúbito lateral (figs. 44-2 y 44-3) con la cabecera de la cama elevada entre 10 y 30°, para mantener permeable la vía respiratoria y evitar la restricción de la ventilación pulmonar.
  • Observar al paciente durante toda esa actividad para vigilar cualquier efecto adverso.
  • Llevar a cabo la aspiración oral y faríngea, a través de una cánula respiratoria oral si es necesario —la aspiración endotraqueal la lleva a cabo únicamente un profesional con la capacitación apropiada- para evitar la aspiración de secreciones bronquiales o de la cavidad bucal. Insertar una cánula respiratoria si es necesario, para tratar de mantener una vía respiratoria adecuada.
  • Medir la saturación de oxígeno en sangre periférica para detectar hipoxia.
  • Administrar oxigenoterapia según se indique para prevenir la hipoxia.
  • Valorar y registrar el grado de alerta y la reacción pupilar a la luz (fig. 44-4) a intervalos de 30 min durante las primeras 2 h después del empeoramiento de la escala del coma de Glasgow. Se pueden reducir los intervalos de valoración si mejora la calificación de la la escala del paciente, una vez cada 12 h durante las siguientes 6 h y luego cada 4 h hasta el alta, para vigilar y evaluar la evolución del paciente.
  • Observar y registrar la presión arterial, la frecuencia de pulso, la frecuencia respiratoria y la temperatura para detectar otros cambios fisiológicos que produce un deterioro en el nivel de conciencia.
  • Acomodar las extremidades del paciente para mantenerlo en una posición cómoda y permitir el flujo sanguíneo adecuado en las extremidades.
  • Asistir al paciente en un sistema de colchón de alivio de la presión para grandes dependientes y realizar cambios posturales cada 2 h para mantener sano el tejido en las zonas de presión y para ayudar a la expansión de cada pulmón.
  • Proporcionar cuidados de enfermería con la frecuencia que sea necesaria, explicando los cuidados al paciente aun cuando esté inconsciente y procurando su privacidad antes de iniciar la asistencia. El paciente será completamente dependiente para todas sus necesidades y la enfermera debe respetar su individualidad y mantener su dignidad en todo momento.
  • Documentar de forma apropiada todos los procedimientos de enfermería y comunicar los datos anormales de inmediato para asegurar un procedimiento seguro y permitir que se instauren de inmediato las intervenciones médicas y de enfermería apropiadas.

Fig. 44-2

Fig. 44-2. El paciente inconsciente: posición de semiprono.

Fig. 44-3

Fig. 44-3. El paciente inconsciente: posición de decúbito lateral.

Fig. 44-4

Fig. 44-4. Pupilas fijas y dilatadas.

Al llevar a cabo este procedimiento, las enfermeras son responsables de sus acciones, de la calidad de los cuidados que brindan y del mantenimiento de los registros de acuerdo con el Código de conducta profesional: normas de conducta, desempeño y ética y conforme a las Directrices para registros y mantenimiento de registros.

Educación del paciente/cuidador

En colaboración con el paciente y/o cuidador, confirmar que puedan llevar a cabo el procedimiento que sea necesario. Proporcionar información sobre el personal apropiado al cual dirigirse en caso de que surja alguna duda.

La formación involucra principalmente a la familia. Por tanto, se les explicará el propósito de las intervenciones de enfermería y el resultado que cabe esperar.

Recomendar a la familia que hable con el paciente sobre sus intereses y pasatiempos, lo cual puede reforzarse con cintas de vídeo y música si es apropiado. Informar de que la capacidad auditiva es el primer sentido que se recupera conforme el paciente recobra el conocimiento.

Asimismo, se recomendará a la familia que toque al paciente y que sostenga su mano; es posible que deseen incluso ayudar en algunos de los cuidados de enfermería. Es preciso que la presencia de la familia en la cabecera del paciente se perciba como algo positivo.

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