P45. Análisis de Orina

Indicaciones y fundamentos del análisis de orina

El análisis de orina implica evaluar los componentes de la orina por medios de observación, bioquímicos y mecánicos para:

  • Ayudar al diagnóstico de enfermedades.
  • Ayudar a la valoración de las enfermedades y su tratamiento.
  • Ayudar a valorar la salud de un individuo.
  • Descartar alteraciones patológicas.

Equipo y material

  1. Frasco limpio y seco para la muestra de orina.
  2. Frasco de tiras reactivas (Multistix SG8 y Multistix SG10 son las tiras reactivas que se utilizan más a menudo).
  3. Recipiente graduado para medición de volumen.
  4. Cuña u orinal.
  5. Reloj con segundero.
  6. Carrito, bandeja o superficie adecuada para el equipo.
  7. Recipiente para materiales desechables.
  8. Guantes desechables.

Directrices y propósito de este procedimiento de enfermería

  • Explicar el procedimiento de enfermería al paciente y obtener su consentimiento y cooperación para cerciorarse de que esté al tanto de sus derechos personales como paciente.
  • Es fundamental el conocimiento de las diferentes actitudes culturales hacia el manejo y la obtención de líquidos corporales y la sensibilidad de las necesidades individuales de los pacientes.
  • Lavarse las manos para reducir infecciones cruzadas y la contaminación por las manos de la enfermera y del paciente.
  • Para el análisis de la orina no es necesaria una técnica aséptica; sin embargo, es esencial que todo el equipo esté limpio o sea desechable y que se tomen todas las precauciones para evitar las infecciones cruzadas.
  • Las enfermeras deben lavarse las manos antes de comenzar y al concluir este procedimiento de enfermería.
  • Dar instrucciones o ayudar al paciente para que deposite la orina en un frasco limpio y seco la siguiente vez que orine, ya que esto asegurará que la muestra de orina sea reciente y no se contamine antes del examen.
  • La micción es una actividad que se realiza en privado, de manera que la obtención de una muestra de orina es una experiencia inhabitual y embarazosa para el paciente.
  • Respetar la privacidad del paciente y explicar adecuadamente el procedimiento; esto llevará a una recogida de la muestra sin complicaciones.
  • Obtener y preparar el equipo y comprobar que esté todo disponible y listo para utilizarse.
  • Ponerse los guantes para proteger las manos de la enfermera de la contaminación con fluidos corporales.
  • Medir el volumen de orina si el paciente tiene una gráfica para balance de líquidos, ya que esto asegurará la vigilancia exacta del balance de líquidos.
  • Observar y advertir cualquier sedimento que pueda encontrarse en la orina, ya que esto puede indicar una alteración renal.
  • Observar el color de la orina, ya que un color no habitual puede indicar una alteración.
  • Advertir el olor, ya que esto puede indicar una infección: la orina infectada tiene un olor fétido a pescado.
  • Verificar la fecha de caducidad en el frasco de la tira reactiva para evitar resultados inexactos por el uso de reactivos caducados.
  • Las tiras reactivas deben guardarse en su recipiente original y conservarse sin humedad utilizando el desecante que se proporciona para evitar su contaminación.
  • Retirar una tira reactiva teniendo cuidado de no tocar los cuadritos de prueba, ya que la contaminación de la tira reactiva puede producir una lectura falsa.
  • Colocar de nuevo la tapa del recipiente con rapidez y seguridad después de retirar una tira reactiva, ya que las tiras son muy sensibles a cambios en la temperatura y la humedad, lo cual afecta a la precisión del resultado registrado.
  • La tira reactiva se sumerge completamente en la orina. Tener en cuenta el tiempo necesario para poder evaluar los resultados tras el intervalo correcto.
  • Retirar la tira, eliminando cualquier exceso de orina y dándole golpecitos suaves sobre el borde del frasco; esto reducirá el riesgo de que se contamine el comprobador bioquímico.
  • Sostener la tira a un ángulo para evitar la contaminación cruzada de una tira reactiva con otra.
  • Mantener la tira vertical u horizontal sobre la gráfica de la guía de resultados para garantizar una interpretación exacta del cambio de color (fig. 45-1).
  • Interpretar la tira reactiva después que ha transcurrido el tiempo recomendado para garantizar un resultado exacto.
  • Anotar el resultado, proporcionando un registro escrito preciso.
  • Es importante seguir las instrucciones específicas del fabricante e incluidas con el envase de las tiras reactivas —consúltese la etiqueta y la caja del envase— para evitar errores en la interpretación.
  • Desechar con seguridad el equipo, reduciendo cualquier riesgo para el personal y otro equipo.
  • Documentar de forma apropiada el procedimiento de enfermería y notificar de inmediato cualquier dato anormal, para proporcionar un registro escrito y ayudar a la implementación de cualquier medida necesaria en caso de que se observe un resultado anormal.

Fig. 45-1

Fig. 45-1. Gráfica de guía sobre los resultados.

Al llevar a cabo este procedimiento, las enfermeras son responsables de sus acciones, de la calidad de los cuidados que brindan y del mantenimiento de registros de acuerdo con el Código de conducta profesional: normas de conducta, desempeño y ética y conforme a las Directrices para registros y mantenimiento de registros.

Información adicional

La orina reciente de un individuo sano no debe tener mal olor, pero la orina en descomposición tendrá un olor similar al del amoníaco.

Cuando se encuentra que la orina tiene un olor «dulce», es necesario investigar la posibilidad de diabetes.

El color normal de la orina fluctúa entre color paja pálido y ámbar oscuro y variará según la cantidad de líquido que se haya ingerido.

El tipo y la cantidad de los componentes de la orina también afectarán al color: una orina de color oscuro, por ejemplo, puede ser un signo de deshidratación o de que contiene pigmentos biliares o una manifestación de enfermedades hepáticas o de las vías biliares.

Algunos alimentos y fármacos modifican el color de la orina del paciente: la remolacha puede dar un tono rojo anaranjado.

Se utiliza el término «hematuria» para aludir a la sangre en la orina. Puede variar desde una hematuria microscópica, es decir, la detectada únicamente mediante análisis, hasta la hematuria declarada, de un color rojo notorio. La sangre en la orina es indicativa de una enfermedad o de una lesión del sistema renal.

El término «glucosuria» alude al contenido de glucosa en la orina y esto es indicativo de diabetes.

El término «proteinuria» se utiliza cuando se detectan proteínas en la orina, lo cual puede ser una manifestación de nefropatía aguda o crónica.

Cuando el organismo metaboliza grasas, uno de los productos de este metabolismo son las cetonas. Las cetonas son ácidas, de manera que si persiste un metabolismo excesivo de grasas, sobreviene un estado de acidosis metabólica, el cual, si no se trata, puede desencadenar un estado de coma y el fallecimiento del paciente. En una determinada etapa de la acidosis, las cetonas son excretadas por el sistema urinario; cuando se identifican en la orina, pueden indicar ayuno excesivo o diabetes no controlada o mal controlada.

La densidad urinaria es una medida de la concentración de las sustancias disueltas en la orina y su intervalo normal es de 1.005 a 1.025. Una sola determinación de la densidad urinaria proporciona escasa información, por cuanto la densidad urinaria varía según el estado de hidratación del organismo. La orina que continuamente tiene una densidad urinaria baja indica daño renal o diabetes insípida.

El pH de una muestra de orina refleja el funcionamiento del riñón para mantener el equilibrio acidobásico en el organismo.

Educación del paciente/cuidador

En colaboración con el paciente y/o cuidador, confirmar que puedan realizar el procedimiento que sea necesario. Proporcionará información sobre el personal apropiado al cual dirigirse en caso de que surja alguna duda.

Si el paciente va a recoger la muestra de orina sin ayuda, asegurarse de que conoce la importancia de depositar la orina en un recipiente limpio, seco y hermético para trasladarla al consultorio médico o al hospital.

Informar al paciente de los resultados y de cualquier medida necesaria en caso de que se detecte alguna anomalía.

El paciente o el cuidador pueden necesitar instrucciones sobre este procedimiento de enfermería y, por tanto, la enfermera elaborará un plan de formación apropiado.

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