P9. Asistencia a la persona fallecida

Indicaciones y fundamentos de la asistencia a una persona fallecida

Antes de trasladar al tanatorio o a las instalaciones de la funeraria, un paciente fallecido necesita cuidados que deberá brindar un cuidador profesional, un funerario o la persona apropiada identificada por las creencias espirituales del difunto. A estos cuidados también se les conoce como «cuidados post mortem».

Equipo y material

  1. Guantes desechables.
  2. El mismo equipo que para la «Higiene personal».
  3. El mismo equipo que para los «Cuidados de la cavidad bucal».
  4. Pañal desechable o pañal para incontinencia.
  5. Paquete de vendajes.
  6. Apósitos herméticos para heridas abiertas si es necesario.
  7. Cinta hipoalergénica.
  8. Mortaja.
  9. Dos bandas para la identificación del paciente.
  10. Tarjetas de identificación del paciente o tarjetas de notificación de la defunción, o ambas a la vez, cumplimentadas apropiadamente con el nombre completo del paciente y otros detalles que sean necesarios.
  11. Sábana de mortuorio o sábana blanca limpia.
  12. Vendaje de gasa.
  13. Carrito para el equipo.
  14. Recipiente para la ropa del paciente.
  15. Cuaderno con la lista de la ropa del paciente.
  16. Cuaderno con la lista de los objetos personales del paciente.
  17. Recipiente para las pertenencias del paciente.
  18. Recipiente para la ropa sucia.
  19. Recipiente para los materiales desechables contaminados.

Directrices y propósito de este procedimiento de Enfermería

Los detalles del procedimiento varían según los antecedentes culturales y las prácticas religiosas del paciente y, por tanto, es indispensable tener presentes las necesidades específicas antes, durante o después del deceso. Un paciente que fallece de forma súbita e inesperada necesitará un examen post mortem.

Lavarse las manos antes de iniciar y después de terminar el procedimiento.

  • Informar al médico cuando se considera que un paciente ha fallecido para confirmar el diagnóstico de defunción y cumplir con los requisitos legales antes de emitir un certificado de defunción. Una enfermera experimentada con la capacitación apropiada también puede verificar la defunción de un paciente, o bien un residente, conforme a la normativa local.
  • Asegurar la privacidad del difunto y de los familiares para evitar mayor ansiedad a las personas presentes.
  • Verificar que se informa de la defunción a los familiares del paciente si no están presentes. Esto permitirá llevar a cabo los deseos que expresara en vida el difunto y que se inicien los preparativos funerarios.
  • Comprobar que se informa a los familiares de forma adecuada y amable sobre los aspectos prácticos inmediatos.
  • Ayudar y apoyar a los parientes afligidos, ya que el profesional se encuentra en una posición clave en esta etapa.
  • Informar a la enfermera a cargo o al personal del turno o, en el hogar del paciente, ayudar al cuidador a establecer contacto con la funeraria para iniciar los trámites del traslado del cuerpo al tanatorio o a las instalaciones de la funeraria.
  • Reunir y preparar el equipo para asegurarse de que se dispone de todo el equipo y material.
  • Lavarse las manos, ponerse un delantal y guantes para reducir la posibilidad de infecciones cruzadas.
  • Retirar toda la ropa de cama superior, dejando una sábana para cubrir al difunto y permitir el acceso fácil al cuerpo.
  • Dejar el cuerpo acostado, mirando hacia arriba, con las extremidades y brazos en una posición natural a los lados. El rigor mortis aparece 2-4 h después del deceso; después de este período es difícil colocar el cuerpo en esta posición.
  • Retirar cualquier equipo de enfermería o médico para reducir el aspecto «clínico» de la habitación.
  • Cerrar suavemente los párpados para proteger los tejidos en caso de que el difunto o sus familiares den permiso para la donación de la córnea y también para mejorar el aspecto del rostro.
  • Limpiar la boca del paciente y volver a colocar cualquier prótesis dental para mejorar el aspecto estético del difunto y mantener la higiene.
  • Colocar la mandíbula en una posición cerrada utilizando un cojín (o almohada pequeña). Puede transcurrir 1 h antes de continuar el procedimiento, pero este intervalo no es indispensable. Esto permitirá que aparezca el rigor mortis antes de terminar el procedimiento.
  • Retirar cualquier tubo o drenaje, a menos que se reciban instrucciones respecto a lo contrario, para reducir el riesgo sanitario.
  • Cubrir de nuevo todas las heridas con un apósito impermeable, reduciendo así el posible problema de la filtración de líquidos corporales. Cualquier drenaje o tubo que se deje colocado también se cubrirá con un vendaje impermeable acolchado.
  • Los drenajes, tubos y apósitos se dejarán colocados durante este procedimiento si un enfermo fallece de forma inesperada, en las primeras 24 h de una intervención quirúrgica o de haber recibido un anestésico, o en las primeras 24 h si se produjo algún tipo de traumatismo.
  • Lavar al paciente según se describe en el apartado «Higiene personal» para fines de higiene general.
  • Un difunto de sexo masculino será afeitado por razones estéticas.
  • Una vez retiradas las joyas, se enumerarán en la lista de objetos personales del paciente en presencia de dos enfermeras para mantener la seguridad de las pertenencias del difunto. En la comunidad, los objetos personales no debe retirarlos la enfermera a menos que esté presente un testigo. Toda acción tendrá que ser documentada o firmada.
  • Colocar bandas y tarjetas de identificación en las extremidades y partes apropiadas del cuerpo de acuerdo con la normativa local para garantizar la continua identificación del difunto.
  • Colocar un apósito de incontinencia o un pañal desechable, lo cual reducirá el riesgo sanitario para el personal que está en contacto con el cuerpo del difunto a causa de la filtración de líquidos corporales.
  • Colocar la mortaja o, en el hogar, ropas de cama limpias, para mejorar el aspecto en caso de que los familiares deseen ver al difunto.

Institución

  • Envolver el cuerpo en la sábana, asegurándose de que quede completamente cubierto, y fijar la sábana con una cinta adhesiva o con vendaje de gasa para evitar la exposición del difunto durante su traslado a la funeraria.
  • Adherir una tarjeta de identificación o la tarjeta de notificación del deceso en la sábana utilizando cinta adhesiva, para facilitar la identificación ulterior.
  • Si hay riesgo de infección, el cuerpo puede colocarse en una bolsa para cadáveres. La bolsa se etiqueta con la frase «Peligro de infección» más el nombre de la infección.
  • Enumerar la ropa del paciente, creando así un recibo para uso ulterior.
  • Colocar a la ropa y las pertenencias del paciente en un lugar seguro para garantizar que se resguarden con seguridad hasta que las recojan los familiares.
  • Desechar el equipo y el material con seguridad para reducir cualquier riesgo sanitario.
  • Informar al camillero de que el cuerpo ya está listo para que lo recojan; esto permitirá que el cuerpo se enfríe lo antes posible tras el deceso y de esta manera se ralentizará el proceso de descomposición.
  • A la llegada del camillero con la camilla del mortuorio, debe garantizarse la privacidad de los demás pacientes para tratar de evitar la angustia adicional.
  • A otros pacientes se les informará amable y honestamente de que el paciente ha fallecido y se les brindará el apoyo necesario.
  • Documentar de forma apropiada el procedimiento de enfermería para obtener un registro por escrito de los cuidados que se brindaron.

Comunidad

  • Cubrir el cuerpo con una sábana con fines estéticos. A menos que el cuidador pida lo contrario, se dejará el rostro descubierto.
  • Retirar cualquier material de enfermería portátil o equipo para reducir el aspecto «clínico» de la habitación.
  • Después de retirar el cuerpo, recoger todo equipo residual, de manera que el entorno doméstico vuelva a la «normalidad».
  • Documentar apropiadamente el procedimiento de enfermería para obtener un registro escrito de los cuidados que se proporcionaron.

Al llevar a cabo este procedimiento, las enfermeras son responsables de sus acciones, de la calidad de la asistencia que proporcionan y del mantenimiento de registros de acuerdo con el Código de conducta profesional: normas de conducta, desempeño y ética y conforme a las Directrices para registros y mantenimiento de registros.

Educación de la familia

Es importante que las familias y los cuidadores estén informados de lo que deben hacer después de una defunción y qué grupos de apoyo están a su disposición. Los familiares afligidos necesitarán una asistencia sensible y compasiva.

Cualquier petición para ver al falllecido se arreglará lo antes posible, ya que esto ayudará a los familiares durante el proceso de duelo; se procurará en lo posible que el fallecido tenga el aspecto lo más tranquilo posible, que se despeje el equipo del lugar y que se disponga de una silla.

Muchas enfermeras tratan de no mostrar cuánto les ha afectado la muerte de un paciente, pues consideran su propia ansiedad como un signo de debilidad. La enfermera también necesita ayudar y apoyar a sus colegas antes, durante y después de este procedimiento de enfermería.

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