Desarrollo Psicosocial en la Niñez Temprana
El desarrollo del yo
El autoconcepto sufre un cambio importante en la niñez temprana. De acuerdo con el modelo neopiagetiano, la autodefinición cambia de las representaciones simples a los mapeos representacionales. Los niños pequeños no ven la diferencia entre el yo real y el yo ideal.
En la niñez temprana la autoestima tiende a ser global y poco realista, lo que refleja la aprobación de los adultos.
La comprensión de las emociones dirigidas al yo y de las emociones simultáneas se desarrolla de manera gradual.
De acuerdo con Erikson, el conflicto del desarrollo en la niñez temprana es de iniciativa frente a culpa. La solución exitosa de este conflicto da por resultado la virtud del propósito.
Género
La identidad de género es un aspecto del autoconcepto en desarrollo.
La principal diferencia de género en la niñez temprana es la mayor agresividad de los varones. Las niñas tienden a ser más empáticas y prosociales y menos proclives a problemas de conducta. Algunas diferencias cognoscitivas aparecen temprano, otras solo aparecen en la preadolescencia o más tarde.
Los niños aprenden los roles de género a una edad temprana por medio de la tipificación de género. Los estereotipos de género alcanzan su punto más alto durante los años preescolares.
Cinco perspectivas importantes del desarrollo de género son la biológica, la evolutiva, la psicoanalítica, la cognoscitiva y la del aprendizaje social.
La evidencia sugiere que algunas diferencias de género pueden tener una base biológica.
La teoría evolutiva considera que los roles de género de los niños son una preparación para la conducta adulta de apareamiento.
Según la teoría freudiana, un niño se identifica con el padre del mismo sexo después de renunciar al deseo de poseer al otro padre.
La teoría del desarrollo cognoscitivo sostiene que la identidad de género se desarrolla a partir de que se piensa en el propio género. De acuerdo con Kohlberg, la constancia de género conduce a la adquisición de los roles de género. La teoría del esquema de género afirma que los niños categorizan la información relacionada con el género mediante la observación de lo que hacen en su cultura los hombres y las mujeres.
De acuerdo con la teoría cognoscitiva social, los niños aprenden los roles de género por medio de la socialización. Los padres, los pares, los medios de comunicación y la cultura influyen en la tipificación de género.
Juego: el trabajo de la niñez temprana
El juego genera beneficios físicos, cognoscitivos y psicosociales. Los cambios en los tipos de juego que practican los niños reflejan el desarrollo cognoscitivo y social.
De acuerdo con Smilansky, los niños progresan cognoscitivamente del juego funcional al juego constructivo, al juego dramático y luego a los juegos formales con reglas. El juego dramático se vuelve cada vez más común durante la niñez temprana y ayuda a los niños a desarrollar habilidades sociales y cognoscitivas. El juego rudo también empieza en la niñez temprana.
De acuerdo con Parten, el juego incrementa su grado de sociabilidad durante la niñez temprana. Sin embargo, la investigación posterior descubrió que el juego no social no necesariamente es inmaduro.
Los niños prefieren jugar con otros niños de su sexo, y lo hacen de manera más social.
Los aspectos cognoscitivos y sociales del juego son influidos por los ambientes aprobados por la cultura que los adultos crean para los niños.
Crianza
La disciplina puede ser una herramienta poderosa para la socialización.
Tanto el reforzamiento positivo como el castigo aplicado con prudencia pueden ser herramientas apropiadas de disciplina en el contexto de una relación positiva entre padre e hijo.
La afirmación del poder, las técnicas inductivas y el retiro del amor son tres categorías de disciplina. La más eficaz suele ser el razonamiento mientras que la afirmación del poder es la menos eficiente para promover la internalización de las normas paternas. Las nalgadas y otras formas de castigo corporal pueden tener consecuencias negativas.
Baumrind identificó tres estilos de crianza: autoritario, permisivo y autoritativo. Más tarde se identificó un cuarto estilo, negligente o no involucrado. Los padres autoritativos tienden a criar niños más competentes. Sin embargo, los hallazgos de Baumrind pueden ser engañosos cuando se aplican en determinadas culturas.
Las raíces del altruismo y la conducta prosocial aparecen temprano. Ésta es una disposición innata que puede ser cultivada con ayuda y aliento de los padres.
La agresión instrumental (primero física, luego verbal) es más común en la niñez temprana.
Los niños tienden a practicar la agresión abierta, mientras que, a menudo, las niñas se involucran en la agresión relacional.
Los niños en edad preescolar muestran temores temporales de objetos y sucesos reales e imaginarios; los temores de los niños mayores suelen ser más realistas.
Relaciones con otros niños
La mayoría de las interacciones entre hermanos son positivas. Los hermanos mayores tienden a iniciar las actividades y los menores a imitarlas. Los hermanos del mismo sexo, en especial las niñas, se llevan mejor.
Los hermanos tienden a resolver las disputas con base en principios morales.
A menudo, el tipo de relación que los niños tienen con sus hermanos se transfiere a las relaciones con los pares.
El desarrollo de los hijos únicos parece ser al menos tan bueno como el de los niños con hermanos.
Los niños en edad preescolar eligen compañeros de juego y amigos parecidos a ellos y con los que tienen experiencias positivas.
Los niños agresivos son menos populares que los niños prosociales.