Los profesionales de enfermería son conscientes de la complejidad que implica la reducción de los riesgos y los errores de medicación en la práctica clínica. Aún así, tratan de garantizar la seguridad del paciente esforzándose por lograr un 100% de precisión en la administración de la medicación.
El abuso de sustancias es el consumo de una sustancia en una forma que se desvía de las normas aceptadas por una determinada cultura o sociedad; esta conducta tiene un tremendo impacto económico, social y sanitario.
Este capítulo sirve en primer lugar, como una revisión sintética de la fisiología del sistema nervioso autónomo, materia que a menudo se trata de forma superficial en las clases de anatomofisiología; y en segundo lugar, como una introducción a las cuatro clases básicas de fármacos que actúan sobre el sistema nervioso autónomo: adrenérgicos, colinérgicos, antiadrenérgicos y anticolinérgicos.
El nerviosismo y la tensión se presentan con más frecuencia que cualquier otro síntoma; en un intento por aliviarlos, los pacientes suelen acudir a diversos tratamientos farmacológicos y terapias alternativas.
La epilepsia puede definirse como cualquier trastorno caracterizado por crisis comiciales recurrentes. Los síntomas de la epilepsia dependen del tipo de crisis comiciales y pueden incluir desmayo, síncope, trastornos sensitivos, movimientos corporales reflejos y pérdida temporal de memoria.
Las emociones intensas inapropiadas o inusuales se encuentran entre las causas principales de los trastornos de la salud mental. Aunque los cambios anímicos constituyen una parte normal de la vida, cuando esos cambios se convierten en graves y tienen como resultado la alteración del funcionamiento dentro de la familia, en el ámbito laboral o de las relaciones interpersonales, puede diagnosticarse que el individuo tiene un trastorno anímico. Las dos categorías principales de trastornos anímicos son la depresión y el trastorno bipolar. En este capítulo también se incluye un tercer trastorno emocional, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Las enfermedades mentales graves pueden ser incapacitantes para el paciente y tremendamente frustrantes para sus familiares y las personas que se relacionan con él de forma habitual. Antes de los años cincuenta, los pacientes con una disfunción mental grave eran ingresados en un centro psiquiátrico, a menudo de por vida. La introducción de clorpromacina en los años cincuenta y el desarrollo de fármacos más novedosos revolucionaron el tratamiento de las enfermedades mentales.
El dolor es una experiencia psicológica y emocional caracterizada por sensaciones desagradables, normalmente asociadas con traumatismo o enfermedad. A un nivel sencillo, el dolor puede observarse como un mecanismo de defensa que ayuda a la persona a evitar situaciones potencialmente dañinas y le anima a pedir ayuda médica.