Los menores de 15 años son el principal grupo de población en todo el mundo, si bien el 90% de los nacimientos tienen lugar en los países en desarrollo o de baja renta.
Para delimitar el trastorno padecido por un enfermo, hay que utilizar habitualmente los tres pilares básicos del diagnóstico y, en general, por este orden: anamnesis, examen clínico y pruebas complementarias.