Las mayores dificultades para definir la normalidad en la infancia y adolescencia derivan de que se trata de un ser continuamente cambiante por el crecimiento y el desarrollo, características básicas que definen la edad pediátrica.
Cuanto más cerca esté el momento del nacimiento, más acusadas serán las diferencias anatómicas, fisiológicas y especial manera de reaccionar del recién nacido frente a las noxas patógenas.
La influencia de algunos alimentos y el metabolismo de algunos ingredientes alimentarios durante el embarazo, la lactancia y los primeros meses de vida tiene importantes consecuencias en el proceso de desarrollo y la salud posterior del niño.
El cribado neonatal, screening, tría o prueba del talón se puede definir como la actividad de salud pública dirigida a la identificación presintomática de recién nacidos afectados por un determinado estado genético, metabólico o infeccioso, con el objetivo de hacer posible la rápida intervención que conduzca a una reducción significativa de la morbilidad, mortalidad y discapacidades asociadas.
Se define el embarazo de riesgo elevado como aquella gestación en la que está significativamente elevada la posibilidad de lesión, daño o muerte, tanto del feto y del neonato como de la madre.
La patología fetal comprende el conocimiento de los estados patológicos que cursan o se originan antes de que tenga lugar el nacimiento a la vida extrauterina, y que obedecen a dos grandes categorías de factores etiológicos: genéticos o endógenos y ambientales o exógenos.
El desarrollo de aplicaciones médicas de la informática, en concreto en técnicas de la imagen no agresivas, como la ecografía, la ecoDoppler y la RM, ha abierto la puerta a la exploración del feto.