Los 4 principios básicos de la bioética pueden ser defendidos tanto desde posiciones ‘consecuencialistas’ como ‘deontologistas’, pero hay que tener en cuenta que la apelación a los cuatro principios no incluye una ‘teoría’ moral, sino un esquema de análisis que nos permite seleccionar, ante una situación concreta, los elementos más pertinentes para encontrar un criterio o resolver una dificultad práctica.