Autocuidados del paciente en tratamiento con Quimioterapia

El objetivo de este artículo es proporcionar calidad de vida al paciente que recibe tratamiento con quimioterapia, mediante la enseñanza de autocuidados.

Ser enfermo de cáncer y tener que recibir tratamiento quimioterápico no significa tener que convertirse en un paciente pasivo y dependiente.

Los autocuidados los entendemos como:

  • Promoción de la Salud y la Vida. Concepción desde la Salud y no desde la Enfermedad.
  • Cuidar y enseñar los autocuidados, son funciones de la Enfermería; siempre relacionados con actos de la vida cotidiana que facilitan y favorecen el normal desarrollo del individuo
  • Contar no sólo con recursos teóricos derivados de la ciencias médicas, también de las ciencias humanas y sociales.

En definitiva, enseñar autocuidados es promover y desarrollar las capacidades potenciales y las ya existentes del individuo para cuidar de sí mismo.

Diseño de los autocuidados

En nuestros pacientes observábamos un desconocimiento general, y una negativa y errónea información sobre la quimioterapia en general y sobre cada tratamiento en particular. Como consecuencia de esto, manifestaban un miedo exagerado, verbalizado en ocasiones, y ansiedad bastante desproporcionada.

Vimos que se nos manifestaba la necesidad de informar sobre el por qué (las causas) de los efectos más o menos inmediatos de la quimioterapia.Y de procedimientos que se le iban a realizar al paciente antes de la administración de la medicación en concreto.

Igualmente era necesaria la información y formación sobre autocuidados que el paciente puede aprender para afrontar las distintas situaciones derivadas de los efectos más o menos inmediatos de los que va a ser sujeto principal.

Los denominamos autocuidados, porque es la única manera de que el paciente (junto con la familia) fueran sujetos activos, protagonistas de su propia situación y así satisfacer las necesidades tan importantes en éstos pacientes como son la autonomía y la seguridad.

Así elaboramos este instrumento; un sencillo soporte informativo/formativo que nos sirvió de guía para la enseñanza de los autocuidados.

Lea esto detenidamente, puede que responda a alguna de sus dudas sobre la quimioterapia.

La sangre

La quimioterapia afecta de forma importante a la “fábrica celular” de la sangre, es decir, a la médula ósea; por ello debe someterse en cada ciclo a una analítica de sangre.

La afectación se muestra, aproximadamente, de 1 semana a 10 días después del tratamiento y al cabo de otra semana, aproximadamente, deben normalizarse los parámetros. Por ello, los tratamientos se espacian de forma que se de tiempo a la médula ósea a recuperarse.

Durante el tiempo en que la médula ósea se ve más afectada, suele existir:

  • Disminución de glóbulos rojos; Anemia: Usted notará un cansancio anormal a la actividad que realice, puede notar mareos al ponerse en pie tras estar acostado, etc. Quizás su médico le recete hierro, y es recomendable que se alimente adecuadamente y que descanse lo que necesite.
  • Disminución de glóbulos blancos: Debe prevenir cualquier posible infección.
    • Evite estar cerca de personas resfriadas, con gripe, etc.
    • Evite grandes multitudes en ambientes cerrados.
    • Lávese frecuentemente las manos y séquelas bien.
    • Mantenga limpios los dientes y encías, usando un cepillo blando para evitar heridas.
    • Beba abundantes líquidos, ya que así al orinar con frecuencia, evitará que la vejiga pueda desarrollar infecciones.
    • Cure cuidadosamente cualquier herida o rasguño.
    • Consuma los alimentos crudos o frescos bien lavados; frutas, verduras, etc.
    • Si hay señales de resfriado, coménteselo a su médico, el valorará si debe o no tomar antibióticos.
  • Disminución de las plaquetas: Prevenga heridas, golpes, etc. ya que puede sangrar y hacerse fácilmente hematomas.

Los glóbulos rojos, blancos y plaquetas vuelven a la normalidad a la siguiente semana, ayuda a ello llevar una vida sana, relajada, evitando el estrés y nutriéndose adecuadamente.

La nutrición

Mantenerse bien nutrido, y conservar el peso mientras se recibe la quimioterapia es particularmente importante para su recuperación.

Hay que procurar no alejarse de 3 a 5 Kg. de su peso habitual. Es muy posible que durante los meses de tratamiento su peso oscile; habrá días en que no tendrá mucho apetito y otros en que comerá con normalidad.

Si está en tratamiento con corticoides, es normal que se vea más inflamada/o, que aumente de peso, que aumente su tensión arterial e incluso el azúcar de la sangre; para evitar que estos efectos lleguen a ser un problema, es recomendable que coma sin sal, que disminuya el consumo de azúcar y que controle regularmente su tensión arterial y su azúcar si tenía antes tendencia a ser hipertensa/o o diabética/o.

El apetito, puede perderse por el estrés, dolor, fatiga, etc. Para evitar que esto llegue a ser un problema, es importante:

  • Variar los menús, la presentación y el ambiente de las comidas.
  • Hacer 5 o 6 comidas al día con pequeñas cantidades en cada una.
  • Optar por formas culinarias ligeras; plancha, vapor, horno, sin grasa.
  • Comer en los momentos en que no se esté fatigado y apetezca hacerlo.
  • Masticar lentamente y con la boca cerrada para no tomar aire, ya que podría dificultarle las digestiones.
  • Evitar una excesiva cantidad de alimentos grasos, como leche entera, mantequillas…
  • Evitar alimentos con mucho volumen y poca energía (grandes ensaladas, sopas…) Y sustituirlas por comidas de poco volumen, pero completas, en forma de plato único.

Cambios en el olfato y en el gusto

Los problemas de olfato se alivian modificando las formas de preparar o cocinar los alimentos:

  • Evitar el café, coliflor, bacón, frituras, cuyo aroma es muy penetrante.
  • Comer ciertos alimentos fríos, sin calentar, facilita la tolerancia.
  • Ciertos tipos de carne cocida, despiden menos olor que si se preparan a la plancha o al horno.
  • La gelatina, suele ser muy bien tolerada si se mezcla con carne, verduras, etc.

En cuanto al gusto; puede experimentar un cambio temporal del mismo provocado por los medicamentos que entran en la saliva y alteran el sabor de la comida. Generalmente:

  • Los dulces, tienen un sabor más o menos dulce.
  • Las carnes rojas, tienen un sabor amargo.
  • Los alimentos amargos, tienen un sabor más amargo.
  • Los alimentos blandos, tienen un sabor pastoso o a tiza.

El uso de limón, orégano, menta, o bien, cocinar con vino o usar salsas suaves, suele ser buena solución.

Suelen tolerarse muy bien los alimentos crujientes, como las tostadas.

Es recomendable:

  • Tomar alimentos ricos en proteínas ( huevos, queso, leche, frutos secos, etc).
  • Sustituir los alimentos salados por la variedad sin sal, para evitar la retención de líquidos, etc.
  • El sabor amargo, se puede aliviar eliminando cazuelas, sartenes metálicas en el cocinado; también enjuagarse la boca antes de las comidas con bicarbonato, tomar algo dulce antes de las comidas, etc.
  • El olor o sabor a “vitaminas”, se suele resolver cubriendo el vaso o recipiente con un tape y bebiendo con una pajita.

Si nota náuseas, es recomendable, no comer sus alimentos preferidos como intento de aumentar su apetito ya que puede llegar a aborrecerlos.

La sensación de boca seca es debido a la disminución en la producción de saliva. Se recomienda:

  • Tomar alimentos en forma de guisos, con salsas ligeras, en forma de purés ligeros.
  • Si la boca no está inflamada, puede probar alimentos o bebidas agrías o dulces, masticar chiclé, chupar un caramelo o polo ya que esto estimulará la producción de saliva.
  • También es recomendable, enjuagarse la boca con agua tibia antes de comer.

Boca y garganta inflamada: mucositis

Se toleran bien los alimentos como purés, alimentos para bebés, etc.

Si toma los alimentos con pajita y los envía hacia la garganta, evitará las zonas más sensibles de la boca.

Debe mantener la boca bien limpia y los labios húmedos con cacao y vaselina.

Enjuagarse la boca con una solución de bicarbonato y agua, o bien, la que le recete su médico (evitar las comerciales).

Evitar alimentos calientes, picantes, así como, las bebidas ácidas y muy calientes.

Para las infecciones micóticas, si le recetan una solución líquida, es buena idea medir las dosis y verterlas en una bandeja de cubitos de hielo, meterla en el congelador y cuando llegue el momento de tomarla, hacerlo como si fuera helado, deshaciéndola en la boca, esto proporciona frescor y alivio.

Diarrea

Debe mantener una buena ingesta de líquidos para sustituir los minerales perdidos, sobre todo el sodio y el potasio. También controlar las posibles pérdidas de peso.

Tomar zumos, sopas y bebidas isotónicas; éstas suelen reponer el sodio y potasio perdidos. Mejor tómelas tibias que frías, ya que frías irritan el intestino y puede aumentar las diarreas.

No tomar bebidas con gas; si lo hace, mejor deje que se evapore el gas antes de beberlas.

Tomar alimentos con bajo contenido en fibra.

Evitar la cafeína (té, café, chocolate, etc) y alimentos grasos, fritos, leche entera, etc.

Mejor probar con plátano no muy maduro, compotas de frutas, arroz, patatas cocidas, puré de zanahorias, zumo de melocotón; son alimentos bastante astringentes y con alto contenido en potasio.

Estreñimiento

Consumir alimentos con alto contenido en cualquier tipo de fibra, siempre bien lavados, e incrementar a la vez la ingesta de agua, para disminuir el trabajo intestinal sobre todo entre comidas.

No tomar ningún laxante que no le haya prescrito su médico.

Siempre que le sea posible, haga ejercicio diario; caminar una hora diaria suele ser suficiente.

Molestias gástricas e intestinales

Ciertos alimentos pueden producir gases en estómago e intestino que son causa de hinchazón y producen sensaciones desagradables que limitan las comidas. Otros provocan irritación de la mucosa y ardor de estómago. Por ello, se recomienda:

  • Evitar legumbres y verduras tipo col, cebollas, etc.
  • Tomar alimentos ligeros en grasa y con poca fibra.
  • No tomar en la misma comida alimentos sólidos y líquidos porque llenan demasiado y dificultan la digestión.

Nauseas

No todos los fármacos quimioterápicos provocan naúseas o vómitos. Además el sentir o no sentir naúseas por la quimioterapia no indica que sea más o menos efectivo. Tomar medicamentos que alivien esas naúseas no afecta a la quimioterapia. Antes de la quimioterapia, se administran los fármacos antieméticos (que previenen esas naúseas). Además del fármaco, el estar relajado y tranquilo también contribuye a evitar las naúseas.

Hay que mantenerse siempre bien hidratado, tanto si se tienen naúseas como vómitos.

  • Antes de la quimioterapia:
    • No tener el estómago vacío, salvo que requiera analítica previa.
    • Es recomendable comer y beber alimentos de fácil digestión hasta dos horas antes.
    • Evitar comidas picantes o aquellas que dejan un sabor prolongado.
  • Durante la quimioterapia:
    • Llevar ropa cómoda, desabrocharse el cinturón, aflojarse la corbata, camisa, etc.
    • En definitiva relajarse.
  • Después de la quimioterapia:
    • Comer pequeñas cantidades y frecuentemente.
    • Evitar sentirse con el estómago lleno, comer alimentos blandos y de fácil digestión.
    • Si es diabético, comprobar varias veces al día el nivel de glucosa.
    • Enjuagarse la boca tras cada comida para evitar mantener los sabores que quizás le puedan provocar las naúseas.
    • Algún fármaco antiemético puede hacerle sentir somnolencia, con lo cual debe dormir pero siempre recordando si tiene que tomar algún fármaco determinado.

Cuidados del pelo

No todos los medicamentos de la quimioterapia, causan una pérdida de cabello o cambios en la piel.

La pérdida de cabello se produce cuando los medicamentos de la quimioterapia causan daño a las células de los folículos que se dividen, produciendo un pelo débil y quebradizo, que se puede desprender del cuero cabelludo o caerse por la raíz misma. No es sólo el pelo de la cabeza, algunas personas observan que sus cejas se hacen más finas.

El perder o no el cabello dependerá del tipo y dosificación de los medicamentos de quimioterapia que le administren. Algunos pueden causar una pérdida parcial, adelgazamiento del cabello, otros producen una pérdida total.

Cómo afrontarlo:

  • Si tiene el cabello largo, puede ayudar el cortárselo con un nuevo estilo antes de iniciar los tratamientos de quimioterapia que causarán la pérdida del mismo.
  • Si ha pensado en ponerse peluca, asesórese antes ya que lo más barato no suele ser lo mejor.
  • Puede usar pañuelos, turbantes, sombreros, etc.

Si prefiere no utilizar nada para cubrir su cabello, necesitará tener muy en cuenta el tiempo atmosférico que haga, ya que el cabello sirve como aislante y protege a su cuerpo de la pérdida de calor. Con tiempo frío necesitará llevar gorro o pañuelo y también protegerse de los rayos UVA del sol. También puede utilizar los gorros hipotérmicos.

Cuidados de la piel y las uñas

La piel seca es causada por la quimioterapia, medicamentos antinaúsea, la deshidratación y la nutrición deficiente. Se recomienda:

  • Debe lubricar e hidratar la piel tras lavarla.
  • Tomar baños o duchas tibios, los calientes resecan aún más.
  • Usar jabón de avena, evita el efecto secante de los habituales.
  • Evitar los productos basados en el alcohol, que resecan más la piel.
  • Evitar que la lana u otras telas rasposas entren en contacto con su piel, use mejor telas de algodón que es más blanda y suelta.

Algunos de los medicamentos usados en quimioterapia hacen que la piel sea más sensible al sol. En estos casos, debe usar una crema solar con nivel de protección elevado y también protección labial.

Las uñas pueden ser más quebradizas y crecer más lentamente. Es recomendable que las lleve recortadas cerca de la punta. Si usa quitaesmalte, es preferible que no tenga base de alcohol, sino de lanolina.

Además de todas estas sugerencias, la relajación y disminución del estrés es fundamental. Hay distintas técnicas de relajación, de reducir el estrés. Debe pensar que usted es el principal recurso con el que cuenta, sin olvidar a toda la gente que le rodea.
Debe aprender a autocuidarse, es decir, a ser lo más independiente posible; ser enfermo de cáncer y someterse a quimioterapia no significa tener que depender de nadie; puede afrontar esta situación con sus propios recursos (siendo estos también la familia, amigos, etc), sólo tiene que aprender a utilizarlos.

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