Cuidados de Enfermería en los Tumores Ulcerados

El tumor ulcerado es aquel que en su crecimiento infiltra la piel produciendo continuidad en ésta. Estas infiltraciones dérmicas se clasifican en:

  • Primarias: cuando son debidas al propio tumor.
  • Secundarias: debidas a las metástasis del tumor.

El tumor ulcerado produce: dolor, exudado, hemorragia, infección, y mal olor.

La frecuencia de la cura siempre dependerá de la existencia de exudado y del mal olor, se aconseja sean cada 12 o 24 horas.

Objetivos de los cuidados:

  1. Proporcionar el mayor grado de confort al paciente.
  2. Prevenir y/o eliminar las posibles infecciones.
  3. Evitar y/o eliminar el posible mal olor.
  4. Facilitar la absorción y/o drenaje de los exudados.
  5. En lesiones que sean malolientes o puedan comprometer el aspecto físico del paciente (desfigurantes) mantenerlas siempre cubiertas y sin olor.

Materiales necesarios:

  • Guantes estériles
  • Campos estériles
  • Gasas estériles
  • Bateas pequeñas
  • Suero fisiológico al 0,9%
  • Povidona Yodada antiséptica al 1%
  • Lidocaína viscosa al 2%
  • Agua oxigenada (*)
  • Apósitos oclusivos estériles
  • Jeringas de distinta capacidad: 2cc, 5cc, 10cc y 20cc.
  • Equipo de curas: Tijeras de Mayo, Péan, Kocher, mosquito, pinzas con y sin dientes y sonda acanalada.
  • Antibiótico tópico con poder germicida para microorganismos anaeróbicos, si fuera necesario y siempre según prescripción facultativa.

(*) El agua oxigenada NUNCA se utilizará si existen en la herida microorganismos anaerobios, ya que la acción del agua oxigenada es muy breve (sólo mientras se produce la liberación del oxígeno; cuando vemos la “espumilla”), ya que la enzima antioxidante de los tejidos, catalasa tisular, la descompone con rapidez. Si se utiliza hay que irrigar muy bien después la herida, ya que, el agua oxigenada inactiva a otros antisépticos como el yodo.

Procedimiento:

  1. Descubrir el tumor:

Al despegar los apósitos adheridos al mismo se deben empapar bien antes con suero salino, con el fin de no originar un sangrado al tirar de ellos.

Si el tumor estuviera cerca de un traqueostoma, se debe utilizar una jeringa para irrigarlo, ya que se controla más la zona y se evitará que el suero entre por el traqueostoma.

  1. Limpieza de la herida:

Las maniobras se realizarán siempre de dentro hacia fuera con cambio de gasa en cada maniobra.

Se realizará con suero salino al 0,9% y povidona yodada al 1%. Solución: 5cc de povidona yodada en 500cc de suero salino.

  1. Secado:

Secar la piel circundante perfectamente pero siempre con pequeños toques, nunca frotando.

Cubrir esta zona circundante con gasas y/o apósitos evitando un exceso de exudado con la consiguiente maceración.

Se puede cubrir, si el exudado fuese abundante, con pomada de zinc y almidón.

  1. Cubrir:

Cuidar los aspectos psico-sociales del enfermo; cubriendo el tumor con un vendaje oclusivo no aparatoso sobre todo si afectan a una zona visible o bien si son desfigurantes; si afectan a cara, cuello, brazos, etc.

Particularidades de los tumores ulcerados:

Hay ciertos protocolos que aconsejan una vez realizada la cura y antes de cubrirlo, colocar gasas impregnadas en lidocaína viscosa al 2% (tul parafinado con lidocaína al 2%), cubriéndolo posteriormente con gasas secas.

Ante tumores con riesgo de sangrado, la limpieza se realizará evitando fricciones y frotes. Se colocará un tul de vaselina cubriendo toda la superficie ulcerada antes de cubrirlo.

Si el tumor sangrara durante la cura:

  • Colocar apósitos hemostáticos (spongostán o alginato cálcico) que facilitan la coagulación y que al ser reabsorvibles no precisan retirarse en curas posteriores.
  • Presionar el punto sangrante si se localiza, fuera accesible y no comprometiese puntos importantes (traqueostoma, etc.) con gasas empapadas en adrenalina 1/1000, o bien agua oxigenada de 10 volúmenes al 3%.
  • También pueden usarse una suspensión de sucralfato (aunque hay protocolos que lo desaconsejan, ya que forma una capa dura y blanquecina que molesta en curas posteriores)
  • Si hay hemorragia masiva y siempre bajo prescripción facultativa sedar al paciente.

Generalmente, el mal olor es debido a la presencia de microorganismos anaerobios. Se aconseja limpiar con metronidazol de 0,5 (según prescripción facultativa). En algunos protocolos y para evitar este mal olor se recomienda la aplicación de carbón activado en tumores de olor intenso.

Hay apósitos de carbón activado comercializados pero de alto coste, pueden utilizarse las tradicionales plantillas para los pies con este componente cortadas en trocitos y colocadas sobre el apósitos que cubre el tumor. El carbón activado neutraliza los ácidos volátiles producidos por microorganismos anaerobios.

Ante la existencia de gusanos, empapar compresas en éter puro colocándolas encima. Suelen desaparecer en un par de curas.

Este trabajo ha sido realizado en función de la experiencia práctica con este tipo de tumores y por supuesto con la siguiente Bibliografía:

  • Clark,L: Caring for fungating tumors. Nursing Times. Marzo 18. Volúmen 88. Nº 12. 1992
  • Ivetic, O y Lyne, P: Fungating and ulcerating malignat lesions: a review of the literature. Journal of Advanced Nursing. 1990, 15, 83-88.
  • López Inmedio, E: Enfermería en Cuidados Paliativos. Ed. Médica Panamericana. 1998. 1ª Edición . Madrid.
  • Hospital Gregorio Marañón:
    • Manual de Procedimientos de Enfermería. 1995 Madrid.
    • Manual de Higiene y Prevención de la Infección. 1997 Madrid.
  • Hospital San Juan de Dios:
    • Curso de Enfermería y Cuidados Paliativos. 1998. Zaragoza.
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