La enzima activada por el ejercicio nuevo objetivo de los medicamentos antienvejecimiento
El ejercicio regular es generalmente una buena idea a cualquier edad, pero mantener un estilo de vida activo es especialmente importante a medida que envejecemos. Los científicos en Australia han arrojado más luz sobre las razones, implicando una nueva enzima producida a través del ejercicio que ayuda a evitar el deterioro de la salud metabólica, un descubrimiento que ofrece un nuevo objetivo para posibles medicamentos que protegen contra las consecuencias del envejecimiento.
El estudio, realizado por científicos de la Universidad de Monash en Melbourne, fue diseñado para profundizar en uno de los efectos de la inactividad física entre las personas mayores; el desarrollo de resistencia a la insulina. Esto significa que las células del cuerpo no responden bien a la insulina y no absorben la glucosa como deberían, dejando que se acumule en la sangre. La resistencia a la insulina está asociada con la obesidad y es un factor de riesgo importante para la diabetes tipo 2, y los autores buscaron descubrir algunos de los mecanismos biológicos que la relacionan con la reducción de la actividad física en poblaciones que envejecen.
Los científicos pudieron demostrar que la actividad física promueve la salud metabólica a través de la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) en el músculo esquelético. ROS se produce en el músculo esquelético de forma natural, pero disminuye con la edad, lo que, según los investigadores, ayuda a impulsar el desarrollo de resistencia a la insulina.
A través de experimentos en ratones, los científicos demostraron que una enzima recién descubierta llamada NOX4 está en el centro de este proceso. Los niveles de la enzima aumentaron después del ejercicio, lo que a su vez aumentó los niveles de ROS y protegió a los ratones de desarrollar resistencia a la insulina. Esto fue cierto en el caso de los ratones envejecidos y los ratones con obesidad inducida por la dieta.
“Las ROS inducidas por el ejercicio generan respuestas adaptativas que son parte integral de los efectos del ejercicio que promueven la salud”, dice el líder del estudio, el profesor Tony Tiganis.
Los experimentos también mostraron que las concentraciones de NOX4 en el músculo esquelético están directamente relacionadas con el envejecimiento y la disminución de la sensibilidad a la insulina. Esto tiene algunos paralelos con la investigación publicada el mes pasado que demuestra cómo un extracto de planta podría contrarrestar la resistencia a la insulina al imitar un factor de crecimiento en el músculo esquelético que disminuye en sujetos obesos.
De manera similar, los autores de este nuevo estudio dicen que NOX4 tiene el potencial de ser dirigido con medicamentos que aumentan su actividad y mantienen la salud metabólica en las personas que envejecen. También imaginan que la solución podría encontrarse en la naturaleza, aunque habrá mucho trabajo por hacer antes de que esto pueda traducirse en terapéutica.
“Activar la activación de los mecanismos adaptativos orquestados por NOX4 con fármacos podría mejorar aspectos clave del envejecimiento, incluido el desarrollo de resistencia a la insulina y diabetes tipo 2”, dice Tiganis. “Uno de estos compuestos se encuentra naturalmente, por ejemplo, en crucíferas verduras, como el brócoli o la coliflor, aunque la cantidad necesaria para los efectos antienvejecimiento podría ser mayor de la que muchos estarían dispuestos a consumir “.
La investigación fue publicada en la revista Science Advances.
Fuente: Universidad de Monash