Este capítulo analiza la regulación del gasto y el almacenamiento de la energía, los requerimientos nutricionales, el consumo excesivo y la obesidad, y la nutrición subóptima y los trastornos de la alimentación.
La influencia de algunos alimentos y el metabolismo de algunos ingredientes alimentarios durante el embarazo, la lactancia y los primeros meses de vida tiene importantes consecuencias en el proceso de desarrollo y la salud posterior del niño.
La mayoría de la gente consiguen todos los nutrientes necesarios mediante una dieta equilibrada. Una vez que el cuerpo ha conseguido la cantidad de vitaminas, minerales o nutrientes que necesita para llevar a cabo el metabolismo, el exceso simplemente se elimina o se almacena. En ciertas condiciones, sin embargo, los suplementos en la dieta son necesarios y beneficiosos para la salud del paciente. Este capítulo se centra en estas situaciones y estudia el papel de los suplementos vitamínicos, minerales y nutricionales en la farmacología.
La nutrición humana estudia cómo las sustancias componentes de los alimentos proporcionan valor nutritivo esencial para el mantenimiento de la vida. El conocimiento de la nutrición, “lo que elegimos para comer y beber”, influye sobre la salud, el bienestar y la calidad de vida y es tan antiguo como la historia humana.
La salud del adulto se programa, en gran parte, por lo que sucede o deja de ocurrir en etapas tempranas de la vida. La alimentación durante el embarazo, la lactancia y la infancia se consideran las bases sobre las cuales se construye la nutrición, la salud y el bienestar tanto a escala individual como poblacional.
La valoración del estado nutricional, balance entre la ingesta, absorción y utilización de los distintos nutrientes y las necesidades, es uno de los mejores indicadores de salud tanto individual como poblacional, especialmente en los niños en los que el crecimiento y la maduración están en gran parte condicionados por la nutrición, tanto de la madre durante el embarazo y la lactancia, como del niño desde el nacimiento hasta el final de la adolescencia.
La leche materna es el mejor alimento que una madre puede ofrecer a su hijo recién nacido. Existen sólidas bases científicas que demuestran que la lactancia materna es beneficiosa para el niño, para la madre y para la sociedad, en todos los países del mundo.
Se habla de lactancia artificial cuando el niño, durante el primer año de vida, recibe un alimento distinto de la leche de mujer, tradicionalmente leche de vaca o de otros mamíferos más o menos modificada, y en la actualidad predominantemente fórmulas sintéticas, cuyos componentes proteicos derivan, generalmente, de la leche de vaca.
Alimentación complementaria (AC) del lactante es la introducción de cualquier alimento no lácteo sólido, semisólido o líquido, dado diariamente, de forma regular y continuada, y en cantidad significativa, sustituyendo en parte a la leche que esté tomando sea en lactancia materna o de fórmula adaptada, en lactancia artificial o mixta.
La nutrición, que constituye una medida fundamental en el niño sano, tiene aún más importancia en el enfermo. La terapéutica dietética está relacionada con la fisiología del crecimiento y la nutrición, metabolismo, desarrollo del tubo digestivo, función renal o desarrollo neurológico.