Cuanto más cerca esté el momento del nacimiento, más acusadas serán las diferencias anatómicas, fisiológicas y especial manera de reaccionar del recién nacido frente a las noxas patógenas.
La influencia de algunos alimentos y el metabolismo de algunos ingredientes alimentarios durante el embarazo, la lactancia y los primeros meses de vida tiene importantes consecuencias en el proceso de desarrollo y la salud posterior del niño.
El cribado neonatal, screening, tría o prueba del talón se puede definir como la actividad de salud pública dirigida a la identificación presintomática de recién nacidos afectados por un determinado estado genético, metabólico o infeccioso, con el objetivo de hacer posible la rápida intervención que conduzca a una reducción significativa de la morbilidad, mortalidad y discapacidades asociadas.
Se define la transición neonatal como el periodo de estabilización del recién nacido desde la vida intrauterina a la extrauterina, que ocurre durante las primeras seis horas de vida, en el que se producen las estabilizaciones respiratoria, cardiovascular y de la temperatura del neonato.
El Comité de Expertos de la OMS definió al prematuro como: recién nacido de peso inferior a 2.500 g y nacido antes de la semana 37 de gestación (259 días).
El desarrollo fetal está determinado por una serie de hechos secuenciales influenciados por el medio ambiente materno, el funcionamiento placentario y el potencial genético fetal.
Recién nacido de peso elevado para su edad de gestación (RNPE o LGA) es aquel que presenta un peso al nacimiento superior a un límite prefijado, que estadísticamente está marcado por el percentil 90 (P90) de las tablas de desarrollo intrauterino.
Se estima que el 10% de embarazos pueden considerarse de riesgo elevado y que entre el 3 y el 5% de partos darán lugar a neonatos que precisen vigilancia especial.
La transición fetal neonatal es un proceso complejo caracterizado por importantes cambios cardiocirculatorios y en el establecimiento de una respiración pulmonar.
Los estudios epidemiológicos y los avances en técnicas de neuroimagen y de laboratorio actuales han puesto de manifiesto que es una visión equivocada creer que la lesión cerebral perinatal es uniforme y primariamente debida a insultos adquiridos, como la asfixia perinatal.
Los trastornos hemorrágicos del periodo neonatal afectan aproximadamente al 1% de los RN, aunque sólo en la mitad de ellos tendrán importancia clínica. Este porcentaje es más elevado (10-20%) en aquellos RN ingresados en las unidades de cuidados intensivos neonatales, encontrándose hemorragias o trombosis en el 10% de las necropsias neonatales.
La ictericia afecta a más del 60% de los niños durante la primera semana de vida, por lo que se trata de uno de los hallazgos más frecuentes en la exploración del recién nacido (RN).