Este capítulo se divide en 4 secciones: (1) Manifestaciones comunes de los trastornos de la función gastrointestinal; (2) Trastornos del esófago; (3) Trastornos del estómago; (4) Trastornos de los intestinos delgado y grueso.
Este capítulo se centra en las funciones y los trastornos del hígado, el árbol biliar y la vesícula biliar, así como el páncreas exocrino. Dos tipos de enfermedad pancreática se analizan en este capítulo: la pancreatitis aguda y la crónica, y el cáncer del páncreas.
Algunas alteraciones del aparato digestivo son de naturaleza mecánica, ralentizando o acelerando el tránsito de sustancias a través del tracto gastrointestinal. Otras son metabólicas, y afectan a la secreción de enzimas y líquidos digestivos, o a la absorción de nutrientes esenciales. Muchos signos y síntomas no son específicos y pueden estar causados por muchas enfermedades distintas. Este capítulo examina la farmacoterapia de dos enfermedades comunes del aparato digestivo superior: la úlcera péptica (UP) y la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
Los trastornos intestinales, las náuseas y los vómitos se encuentran entre las quejas más comunes de los pacientes que buscan atención médica. Estos síntomas inespecíficos pueden estar producidos por un gran número de alteraciones infecciosas, metabólicas, inflamatorias, neoplásicas o neuropsicológicas. Además, las náuseas, vómitos, estreñimiento y diarrea son los efectos colaterales más frecuentes de las medicaciones orales. Aunque los síntomas a menudo se resuelven sin necesidad de tratamiento farmacológico, cuando son graves o duraderas, estas enfermedades pueden conllevar consecuencias graves a menos que se instaure tratamiento farmacológico. Este capítulo examina la farmacoterapia de estas y otras enfermedades asociadas al tubo digestivo.
Apuntes sobre el aparato digestivo: generalidades sobre la digestión y el aparato digestivo, salivación, secreción, masticación, deglución, digestión en el estómago, motilidad del intestino grueso, defecación, y absorción de los alimentos en el tubo digestivo.
El hígado es el órgano visceral más grande del cuerpo; pesa alrededor de 1,3 kg en el adulto. Se ubica por debajo del diafragma y ocupa gran parte del hipocondrio derecho.
Las estructuras del sistema hepatobiliar se encuentran sujetas a muchas de las mismas condiciones patológicas que afectan a otros sistemas corporales: lesión por medicamentos y toxinas; infección, inflamación y respuestas inmunitarias; trastornos metabólicos y neoplasias.
El sistema hepatobiliar está conformado por la vesícula biliar; los conductos hepáticos izquierdo y derecho, que se unen para constituir el conducto hepático común; el conducto cístico, que se extiende hacia la vesícula biliar, y el conducto biliar común, o colédoco.
El esófago es un tubo que conecta la orofaringe con el estómago. Se ubica por detrás de la tráquea y la laringe, y se extiende hasta el mediastino para cruzar el diafragma a la altura de la onceava vértebra torácica.