El sistema tegumentario está formado por piel, pelo, uñas, glándulas sudoríparas y sebáceas. La piel, el órgano más grande y más visible, y proporciona en condiciones normales una barrera eficaz entre el exterior y el interior del organismo. Sin embargo en ocasiones las condiciones externas son muy extremas o aparecen cambios en las condiciones del organismo que condicionan alteraciones de la piel. Cuando esto ocurre, la farmacoterapia puede utilizarse para mejorar el estado de la piel. El propósito de este capítulo es analizar el amplio espectro de enfermedades cutáneas y los medicamentos empleados en su tratamiento.
Fichas de patologías tegumentarias: psoriasis, vitigilio, impétigo, forúnculo, celulitis, verrugas, herpes, candidiasis, tiñas, pediculosis, sarna, eczema, dermatitis, quiste sebaceo, nevus, queloide, queratosis atípica, carcinomas, melanoma, hemangioma, malformaciones vasculares, contusión, heridas, quemaduras, y úlceras por presión.